INMIGRACIÓN Y ENTORNO URBANO

Como señalaba El Roto en una viñeta aparecida en el ‘El País’ (11-11-2005): se trataría de impedir que los barrios dormitorios acaben convirtiéndose en barrios water.

– evitar situaciones de hacinamiento (el 19% de los inmigrantes vive en menos de 10 m2); casi la mitad vive en régimen de subarriendo. En algunos casos, se registra el fenómeno de las ‘camas calientes’.

– evitar la creación de guetos: aunque ésta no es hasta el momento la tendencia en España, se ha de estar atentos, pues conocemos las negativas experiencias en otros países con una trayectoria más larga como países de inmigración (v.gr. los banlieu en las afueras de muchas ciudades francesas). 

         Nuestros centros abigarrados, a veces tan denostados, puede ser en estos casos un factor positivo, pues, en principio, el urbanismo vertical favorece la integración. En otros lugares, se tiende excesivamente a crecer a lo ancho y los que llegan de fuera se instalan en zonas alejadas del centro de la ciudad (no como aquí, véase Lavapiés y Tetuán). 

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