Acerca de la Educación para la Ciudadanía y la inmigración

Una de las cuestiones tratadas con mayor asiduidad en este blog es la referente a la integración de la inmigración, mejor dicho, a cómo conformar una sociedad integrada en la que convivan personas y grupos dispares que portan religiones, lenguas e historias diferentes. Seguramente, para ello sería conveniente alcanzar, con carácter previo, un acuerdo torno a qué entender por ‘integración’ de los inmigrantes. Personalmente me decanto por un concepto de “integración” entendido como proceso bidireccional y dinámico de adaptación mutua y reconocimiento recíproco, que, como objetivo último, contemple la equiparación de derechos y deberes de las personas inmigrantes con las personas autóctonas.

El incremento de la inmigración en España pone encima de la mesa la apremiante necesidad de asegurar la cohesión social. Se está generado una nueva sociedad en la que debemos adaptarnos todos, los autóctonos y los recién llegados. Y para conseguir una sociedad integrada nadie duda del papel fundamental que debe desempeñar la educación común. Ahora, que nos hemos convertido por la fuerza de los hechos en una sociedad de inmigración, es más importante que nunca que contemos con un sistema educativo que transmita unos valores mínimos, pero comunes para todos. Fundamentalmente estos sólo pueden ser los derechos humanos y los principios del Estado democrático de derecho. De esto precisamente es de lo que versa la asignatura denominada ‘Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos’ que está empezando a impartirse en este curso en algunas Comunidades Autónomas.

Sobre esta nueva asignatura y la polémica generada en torno a ella se han referido muchos lectores de este blog en sus comentarios. Entre ellos, se recoge a continuación los vertidos por Margarita Lema:

1ª) Si se entiende por adoctrinamiento el que los estudiantes conozcan los Derechos Fundamentales y sus correlativos deberes, así como los demás mandatos constitucionales, tengo que expresar mi apoyo a ese «adoctrinamiento». Es FUNDAMENTAL conocer los derechos, libertades y deberes de un estado social y democrático de derecho para poder vivir en democracia.


2ª) La moral pública (normas y parámetros de convivencia democrática que adquieren carácter jurídico en un momento concreto) es un elemento del denominado «orden público». La definición de moral pública la ha ofrecido el Tribunal Constitucional (una vez más que quede claro que es el órgano supremo que interpreta la Constitución) en su STC 62/1982 de 15 de octubre (Fundamento Jurídico 3.b): «es el elemento ético común de la vida social, susceptible de concreciones diferentes según las distintas épocas y países» y también la refiere como el «mínimum ético acogido por el Derecho». El TC matiza que cuando la moral pública opera como límite, «ha de rodearse de las garantías necesarias para evitar que bajo un concepto ético, juridificado en cuanto es necesario un mínimum ético para la vida social, se produzca una limitación injustificada de derechos fundamentales y libertades públicas, que tienen un valor central en el sistema jurídico (art.10 de la Constitución)». Creo que con lo que dice el TC queda claro.

3ª) En relación a la pregunta «¿Por qué hay tantas personas, partidos políticos y asociaciones que se oponen?», una posible explicación que yo le doy (por mi experiencia personal de leer no sólo la LOE y lo que dicen los decretos de desarrollo de la LOE sobre la Educación para la Ciudadanía, sino también las notas de prensa de la Conferencia Episcopal sobre la misma) es que, en numerosas ocasiones, se opina sin haber leído nada o apenas nada, de oídas. Indudablemente digo esto por la decepción que me ha supuesto ver el contenido de ciertas notas de prensa de la Conferencia Episcopal que me han hecho cuestionarme en serio si alguna vez habían tenido acceso o se habían molestado en saber realmente en qué consiste la asignatura.


4ª) Cualquier materia, especialmente si pertenece a la rama de Humanidades, podría, en manos de un docente falto de conocimientos y escrúpulos, ser «manipulada». Lo que no entiendo es por qué con otras asignaturas, como «Historia» y «Ética», también susceptibles de manipulación, no se ha levantado este revuelo. (Honestamente tengo mi teoría, que ya he explicado en este foro, acerca de la amenaza al monopolio de la moral que cree tener la Iglesia Católica en España).

5ª) Finalmente, acerca de que sean los padres quienes eduquen a sus propios hijos en lo que está bien y en lo que está mal. Es una de las funciones de la paternidad y la maternidad responsables. Sin embargo no habría que olvidar, como dice el maravilloso poeta libanés Jalil Gibrán en El Profeta, lo siguiente:

«Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas del anhelo de la Vida, ansiosa por perpetuarse. Por medio de vosotros se conciben, mas no de vosotros. Y aunque estén a vuestro lado, no os pertenecen. Podéis darles vuestro amor, no vuestros pensamientos: porque ellos tienen sus propios pensamientos. Podéis albergar sus cuerpos, no sus almas: porque sus almas habitan en la casa del futuro, cerrada para vosotros, cerrada incluso para vuestros sueños. Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no tratéis de hacerlos como vosotros: porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer. Sois el arco desde el que vuestros hijos son disparados como flechas vivientes hacia lo lejos. El Arquero es quien ve el blanco en el camino del infinito y quien os doblega con Su poder para que Su flecha vaya rauda y lejos. Dejad que vuestra tensión en manos del arquero se moldee alegremente. Porque así como Él ama la flecha que vuela, así ama también el arco que tensa».

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6 comentarios

  1. En mi opinión, el revuelo que ha provocado la asignatura de Educación para la Ciuadanía es una pura manipulación política. Esta asignatura que tanto teme todo el mundo va a constar de una hora a la semana. Repito: UNA hora a la semana. Cualquiera que conozca mínimamente la enseñanza secundaria sabe que con una hora a la semana no se puede hacer absolutamente nada, ni siquiera "adoctrinar", y mucho menos con alumnos de, por ejemplo, tercero de la ESO. En mi opinión, lo más probable es que la asignatura no sirva para nada: ni para educar a los jóvenes en los valores de la Constitución (como pretenden quienes defienden la asignatura), ni para adoctrinarlos en la ética particular defendida por el PSOE (como pretenden quienes la rechazan). Si esto es así, todo el debate en torno a esta asignatura se explica como un episodio más de la confrontación política entre PSOE y PP. La asignatura y su contenido no son más que un pretexto.

  2. Para empezar se deberían dar estas clases a los padres puesto que ellos son los primeros educadores.

    ¿De que sirve que a un niño/a le enseñen que la integración es buena, que los emigrantes no son el coco, si cuando llega a su casa escucha expresiones como: esos malditos emigrantes vienen a quitarnos el trabajo, las mujeres y nos van a echar de nuestro Pais?.

    Seamos serios y no tapemos el sol con un dedo.

    La ciudadania se aprende en los hogares.

  3. Con respecto a la pregunta, ¿por qué hay algunos partidos y tantas asociaciones que que se oponen a la EpC? Creo que se responde bastante a la realidad si se dice que se está dando una especie de comunión de intereses de la derecha política y la derecha religiosa. Unos, para sacar tajada electoral. Otros, para mantener posiciones de privilegio con la formación y control de las conciencias, apegados quizás a conceptos de poder poco compatibles con su fundador, Jesucristo. No es aceptable, tampoco, que el Gobierno permita que se degrade sustancialmente la EpC, para contentar a todos, En esto no caben rebajas por intereses electorales. ¿Hasta dónde?

    La realidad es que nuestra sociedad es plural en lo cultural, en lo ideológico y en lo religioso. Parece razonable definir unos principios básicos de convivencia, como elementos de una ética civil común. Entre los objetivos oficiales de EpC, no se encuentra nada que pueda calificarse como adoctrinamiento o ataque a ninguna moral racional determinada, ni mucho menos a la católica. ¿O es que un sector de la Iglesia no está de acuerdo con el respeto a los derechos humanos, a las personas de otras culturas, a los y las homosexuales que deciden vivir su opción personal? Si es así, dígase de una vez.

  4. Es lamentable, pero la integración de los inmigrantes es una asignatura pendiente todavía. Te invito a visitar mi blog:

    htt://rancho-latino.blogspot.com

    Saludos

  5. Disiento de una asignatura como Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos.

    El poeta citado, por Margarita Lema, dice: “Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no tratéis de hacerlos como vosotros: porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer”. Parece que Gibrán es contrario a que se inserte la constitución como sustancia moral, porque nuestro poeta es un humanista, y por supuesto, no tiene la constitución libanesa como sustancia moral, ni parece partidario de los adoctrinamientos sociales.

  6. En la sociedad española es palpable la tensión cultural (e incluso política) entre quienes optan por una visión católica de la vida y quienes lo hacen por visión laica. La defensa de esta última opción resulta aún más urgente y pertinente en una sociedad cada vez más plural en términos religiosos.

    La referida cuestión no puede ni debe quedar en tablas en caso de conflicto, pues la opción constitucional, que es la protege los derechos de todos (también de los católicos para profesar su religión, también en la esfera pública), prevalece sobre la opción religiosa concreta.

    Nadie tiene derecho a objetar la difusión en el espacio público de valores constitucionales clave que son los que hacen posible la convivencia pacífica de ciudadanos con diversos credos y filiaciones. Y ése, y no otro, es el núcleo de la Educación para la Ciudadanía. Por lo demás, el sistema educativo mantiene el espacio para el adoctrinamiento religioso para aquellos que lo deseen. Pero todos deben conocer los principios básicos de nuestro sistema constitucional. Esto es indeclinable.

    Sobre la cuestión, véase un lúcido artículo del magistrado Perfecto Andrés Ibáñez:

    http://www.elpais.com/articulo/opinion/Educacion/Ciudadania/objecion/elpepiopi/20080312elpepiopi_5/Tes

    También resulta de interés un reciente artículo del filósofo alemán Jürgen Habermas:

    http://www.elboomeran.com/upload/ficheros/noticias/claveshabermas.pdf

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