Escribir la Historia, arriesgar la piel: Informe Anual 2013 del Network of Concerned Historians

 

El de historiador no es uno de los oficios más peligrosos del mundo, pero en al menos 97 países los historiadores, archiveros y arqueólogos se topan con la censura y la persecución cuando tratan de levantar el velo del pasado.

Es lo que documenta el último Informe Anual (2013) del Network of Concerned Historians (NCH), una organización no gubernamental que «quiere servir de puente entre organizaciones internacionales de derechos humanos que hacen campaña a favor de historiadores  (y otras personas que se ocupan del pasado) censurados o perseguidos, y la comunidad global de historiadores» (www.concernedhistorians.org).

Esta red se interesa por casos como el de la historiadora Büşra Ersanlı, profesora universitaria de la Universidad de Mármara (Estambul) y científica social que ha estado detenida en la cárcel de Silivri, en las afueras de Estambul, de octubre a julio de 2012 por su actividad en la Unión de Comunidades del Kurdistán (Koma Civaken Kurdistan – KCK), y que junto a 200 personas más se enfrenta a un próximo que se prevé dure varios meses.

El caso está siendo observado con gran atención por el Pen Club Internacional y por Scholars at Risk, una red internacional de más de 320 instituciones universitarias en 35 países «dedicada a promover la libertad académica y las libertades fundamentales de pensamiento, opinión, expresión, asociación y desplazamiento».

Büşra Ersanlı

También se ha ocupado el NCH de controversias en que se cuestionan versiones oficiales de la historia, como ha ocurrido recientemente con el escritor, novelista y ex parlamentario azerí Akram Aylisli. Aylisli (pseudónimo literario de  Akram Najaf oglu Naibov) ha pasado de recibir altos honores del Estado a verse sometido a una campaña de intimidación por la publicación de su novela Daş Yuxular (Sueños de piedra, 2012), un relato sobre el conflicto de Nagorno-Karabaj, enclave de población armenia en Azerbaiyán sacudido por la violencia étnica entre 1988 y 1994.

Por su visión favorable a los armenios (la novela refleja la violencia azerí contra los armenios en las décadas de 1920 y 1990, pero no la violencia armenia contra los azeríes), Aylisli ha sido acusado de «distorsionar los hechos de la historia de Azerbaiyán e insultar los sentimientos del pueblo azerí«. Se le ha privado de la pensión estatal que cobraba y ha sido objeto de amenazas por parte de uno de los partidos de la oposición en el Parlamento.

Akram Aylisli

En total el Informe de 2013 del Network of Concerned Historians hace mención de 97 países: Afganistán, Argelia, Argentina, Azerbaiyán, Bangladesh, Bielorrusia, Bolivia, Bosnia-Herzegovina, Brasil, Burkina Faso, Burundi, Camboya, Camerún, Canadá, Chile, China, Colombia, República Democrática del Congo, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, Egipto, El Salvador, Francia, Alemania, Grecia, Guatemala, Guinea, Haití, Honduras, Hungría,  India, Indonesia, Irán, Iraq, Irlanda, Israel, Costa de Marfil, Japón, Kenia, Corea del Norte, Corea del Sur, Kirguizistán, Líbano, Liberia, Libia, Macedonia, Maldivas, Malí, Islas Marshall, México, Mongolia, Montenegro, Marruecos/Sáhara Occidental, Myanmar (Birmania), Nepal, Países Bajos, Níger, Nigeria, Autoridad Palestina, Panamá, Perú, Filipinas, Rusia, Ruanda, Arabia Saudí, Senegal, Serbia/Kosovo, Eslovaquia, Eslovenia, Somalia, África del Sur, Sudán del Sur, España, Sri Lanka, Sudán, Surinam, Swazilandia, Siria, Tailandia, Timor Este, Togo, Túnez, Turquía, Uganda, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, Estados Unidos de América, Uruguay, Uzbekistán, Vietnam, Yemen y Zimbabwe.

En lo que toca a España, el informe documenta la absolución al juez Baltasar Garzón de la presunta extralimitación de funciones en la investigación de los crímenes del franquismo, así como las polémicas en torno al peso de la historia de España y de Cataluña en el currículo de las escuelas catalanas y a la «españolización» de los niños catalanes auspiciada por el ministro de Educación J.I. Wert; sin olvidar las menciones a la ex colonia de Sáhara Occidental, que afectan tanto a este país como a Marruecos.

Continuando con el mundo de habla hispana, en relación con Argentina el informe registra la reapertura de numerosos procesos relacionados con violaciones de derechos humanos durante la etapa de la dictadura militar (1976-1983), pero también las investigaciones, basadas en la jurisdicción universal, sobre crímenes cometidos en España durante la guerra civil (1936-1939) y la dictadura (1939-1975).

Muchos otros países reciben mención en relación con procesos judiciales por violaciones de derechos humanos en las últimas décadas, procesos en los que la reconstrucción histórica y la preservación documental juegan un papel fundamental, como ocurre en los casos de Bolivia, Chile, Ecuador, El Salvador, Perú, Guatemala (donde el ex presidente de facto en 1982-1983 Efraín Ríos Montt, fue condenado por genocidio y crímenes contra la humanidad en 2013, aunque la condena fue anulada posteriormente) o México, donde además de referirse a violaciones de derechos humanos en las décadas de 1960, 1970 y 1980 el Informe recoge el reciente asesinato, el 2 de julio de 2013, de Samuel Malpica Uribe, historiador, antropólogo social y ex rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

La web de Network of Concerned Historians permite descargarse íntegros todos los informes anuales desde 1995 hasta la actualidad y acceder a las campañas, similares a las de Amnistía Internacional, que la organización ha puesto en marcha en defensa de quienes afrontan riesgos por investigar el pasado.

 

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