Los Problemas de la Universidad Española: Algunos Puntos no Abordados (El caso de la Edafología)

Tanto en las páginas del Boletín de Noticias I + D + I de la CAM, como en otros media, se están vertiendo chorros de tinta en lo concerniente a la crisis y la calidad de la enseñanza de las Universidades Españolas. Desde esta Weblog tan solo unos breves comentarios. No entraré a hablar de la docencia en materia de edafología, pero sí a comentar mi experiencia al visitar estas instituciones en otros países europeos, en los cuales la edafología no ha sido diezmada como en el nuestro. Son obvios los problemas de financiación. También me resulta meridiano que en España siempre reaccionamos tarde, mal y nunca.

La edafología, como otras muchas disciplinas no deberían ser diezmadas, en pro de carreras más en boga, por supuestos criterios de «modernidad mal entendidos». Parece ser que pensamos tan solo, con mayor o menor acierto, en nuestras propias necesidades. Y este criterio resulta ser más que discutible. En países como el Reino Unido, Holanda o Bélgica, las Universidades ofrecen numerosos cursos y licenciaturas que raramente despertarían mucho interés en sus ciudadanos.

 

A priori, este criterio no se antoja muy rentable. Pero resulta serlo. No debemos pensar solos en los intereses «patrios», sino en mantener tantas ramas del conocimiento científico como sean posibles. Hoy en día, a algunos les parecer prescindibles (aspecto muy cuestionable). Sin embargo, cambios socioeconómicos pueden alterar tal apreciaron en el futuro. Hoy en día parece que nos centramos tan solo en como ofrecer una mejor docencia a los jóvenes españoles, sin embargo, las Universidades, bien conducidas y gestionadas atesoran también un alto valor estratégico.  Me explico.

 

En muchos países en vías de desarrollo interesa más, obviamente, la producción de recursos básicos (agricultura, ganadería, industria agroforestal, etc.) que biotecnología, nanotecnología u otras disciplinas emergentes. He constatado reiteradamente como en Gante, Wageningen, Cranfield, etc., están repletas de estudiantes de los países eufemísticamente denominados en vías de desarrollo. Son ellos quienes sustentan la mayor parte del alumnado, ya sea con recursos propios, con becas de organismos internacionales o con becas de los países receptores. Las consecuencias son dignas de mención.

 

El alumnado foráneo mantiene disciplinas y plantillas universitarias que de otro modo no serían sustentables.  Este hecho también permite mantener la investigación de estas ramas del conocimiento (recordemos a los alumnos predoctorales). Del mismo modo, muchos de tales jóvenes al regresar a sus países, procedentes de Universidades Europeas, adquieren  cargos para la toma de decisiones y puestos políticos de importancia. De este modo, al tener que planificar proyectos de gestión territorial, no es infrecuente (más bien todo lo contrario) que demanden asesoramiento del exterior de los países en donde se han formado. Estos envían a sus expertos y aconsejan sobre productos, maquinaría, etc. que generan sus industrias. Finalmente el país formador de tales alumnos resulta ser ampliamente beneficiado en muchos aspectos.

 

¿Creen ustedes que muchos estudiantes latinoamericanos no preferirían realizar sus estudios en España que en otros países culturalmente más distantes? Hay que echarle un poco de imaginación y generar un sistema docente de mayor perspectiva. No podemos estar mirando siempre nuestro ombligo.

En este sentido, se requieren mayores fondos para la formación de alumnos en nuestras universidades que procedan de aquellos países con los que mantenemos relaciones estratégicas. También es prioritario que en tal sistema intervengan todos los ministerios implicados a la hora de adoptar decisiones.

 

Resulta difícil entender que, por ejemplo, en ciertas universidades italianas se observe un mayor número de alumnos latinoamericanos que en las españolas.

 

Finalmente, se habla mucho de la captación de cerebros españoles en el extranjero. Sin embargo, al contrario que en otros estados miembros de la UE, y especialmente en USA, la caída del telón de acero ha dado paso a la captación de expertos en materias en las que los receptores eras deficitarios. Lamentablemente En España, de nuevo «a por uvas». No se trata tan solo de recursos, sino de articular un sistema docencia-investigación que sea digno de llevar tal nombre. 

 

Juan José Ibáñez       

Compartir:

Deja un comentario