El Riego con Aguas Residuales 1/3: Introducción a la Gravedad del problema (Régulo León Arteta)

Mueren miles de niños en el mundo por falta de agua potable

La falta de agua potable mata más que cualquier acto terrorista

Fuente: www.teorema.com.mx/articulos.php?id_sec=42…

Debido a la creciente y alarmante escasez de agua dulce para consumo humano, así como por la especulación de la misma en manos de transnacionales y gobiernos venales, disminuye su disponibilidad para el riego agrícola. Por otra parte, aumenta la disponibilidad de las aguas residuales o negras para ser usadas en dicho riego. Todo ello, es el resultado de la locura urbanística, cosecha amarga de la polarización económica del mundo. Primero fue el éxodo del campo a la ciudad. Seguidamente de unos de los frutos más notorios que la desequilibrada distribución de la riqueza, que ha generado la estampida continental de África y Sudamérica a Europa o de México y Centroamérica a los Estados Unidos. Que decir de las megalópolis y sus insultantes cinturones de miseria, todas partícipes inconscientes de la desertización, en los que el uso futuro de las agua negras aumentará sin cesar.

Arroyo de aguas negras en un cinturón de miseria.

Así parece contradictorio rayando en lo esquizofrénico, que por un lado nuestros suelos sufran la pérdida continúa de ese cóctel casi indispensable de compuestos químicos, que conocemos con el nombre genérico de materia orgánica. Pero por otra parte apoya nuestra labor de tapar sistemas de drenaje, matar tortugas y aves marinas, llenar tiraderos o basureros, o bien con el objeto de contaminar arroyos, ríos y océanos con las que denominamos basuras y aguas negras, que según la historia escrita la iniciaron los romanos, al dilapidar la fertilidad de Sicilia y Cerdeña por el Tiber. La Ciudad de México lo hace por el Río Tula, principalmente con la del Bajio.

Puente sobre el Rio Tiber, en Roma.

Fuente: www.cs.princeton.edu/…/summer06/index.htm

Si tan solo practicásemos el reciclado domiciliario de la “basura” y de las  aguas grises (usadas en el lavado de ropa e higiene domiciliaria y personal), además de las letrinas secas, reduciríamos en más de un 50%  las necesidades actuales del agua por habitante urbano común. Debemos entender la necesidad de poder devolver un poco de fertilidad a la fuente más importante de nuestros alimentos, que es el suelo. Mediante las compostas de basura orgánica y  de las letrinas secas. Esto significaría la promoción de habitaciones amigables con el ambiente, en lugar de los cajones con puertas y ventanas, que llamamos casa habitación o multifamiliares. Dichos palomares son atavismo quizá de algún pariente lejano de las termitas. Pero en la educación ambiental “trascendente” que padecemos no hay lugar para poner placas y/o eternizarnos en tareas no rentables desde el punto de vista personal. Los modernos Nabucodonosores se dedican a llenar espacios en periódicos, radio, la tele y hasta en el Internet, con vistas a beneficiar con proclamas panfletarias absurdas a los que ostentan el poder y sus cómplices empresarios con fraudulentos contratos millonarios. ¿Ante este glorioso panorama del desquicie humano, ¿Qué podemos hacer?

Por cierto, uno de los problemas de degradación de los suelos en México y en muchos países del mundo, es la pérdida de su materia orgánica. Ya sea esta por el pastoreo extensivo, como por la agricultura intensiva. En  la última tanto el abuso de los fertilizantes sobre todo nitrogenados, como el laboreo abusivo han agravado el problema. Más aún, de momento no existen ni siquiera inquietudes entre los involucrados por resolver el problema. La alternativa más viable quizá la tenga la llamada sociedad civil, porque a los políticos profesionales no les ha sido muy redituable, dado su conocido pragmático oportunismo.

Continuará……..