Impacto Ambiental de los Países del Mundo: Un Ranking Revelador

Hace muy pocos días que la prestigiosa revista en acceso abierto PLos ONE ha publicado un artículo en la que se exponen dos ranking sobre el impacto ambiental de los países del mundo, uno proporcional y otro absoluto. Vaya por delante que, en mi modesta opinión, todos los índices compuestos que se utilizan para estos menesteres adolecen de serios problemas, por lo que estas listas negras deben considerarse con la debida precaución. Sin embargo, también es cierto que el trabajo arroja luces (más bien sombras) muy interesantes en dos aspectos. El primero deviene de lo que ya sabíamos: los países emergentes hacen crecer sus economías a costa de devastar sus recursos naturales, actitud que, tarde o temprano, terminarán pagando. El segundo es un tanto más sorprendente y revelador. Al parecer, los países más ricos, no mejoran o preservan adecuadamente el medio ambiente, como se suponía. Dicho de otro modo, riqueza y crisis ecológica van unidas de la mano, demostrando, una vez más que vivimos bajo el imperio de un modelo económico ambientalmente insostenible, se mire por donde se mire.  

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Mapa de Impacto Ambiental de los Países del Mundo. Fuente: PLos ONE

Como ya os he comentado, el trabajo puede bajarse libremente de Internet, por lo que no abundaré en detalles. Los indicadores utilizados en este ranking de la vergüenza, hacen uso de las siguientes variables: pérdida natural de bosques naturales, transformación de hábitats, capturas pesqueras (en sentido amplio), consumo de fertilizantes, contaminación de aguas, emisiones de carbono a la atmósfera derivadas del uso del suelo y riesgo de extinción de especies de en los territorios nacionales.

En términos relativos (proporcionales a sus recursos disponibles) el vergonzoso “top ten”, de mayor a menor impacto ambiental sería el siguiente: Singapur, Corea, Qatar, Kuwait, Japón, Tailandia, Bahrein, Malasia, filipinas y holanda.

En términos absolutos, es decir (contribución a la degradación global del Planeta), el ranking, como es lógico sufre cambios de consideración siendo el siguiente de más a menos cochinos (sin pretender faltar al respeto de sus ciudadanos, ya que depende en buena medida de la extensión territorial de los Estados): Brasil, USA, China, Indonesia, Japón, México, India, Rusia, Australia and Perú.

Resulta meridiano que desarrollo económico (riqueza o su crecimiento reciente) y sostenibilidad ambiental se encuentran inversamente relacionados, por lo que no es de extrañar que los dragones asiáticos y Brasil encabecen la lista negra. Obviamente cabe señalar que otros como Rusia, no aparecen, debido a que atesora enormes extensiones no muy aptas para la agricultura y/o otros fines económicos.

En mi opinión, PLos ONE por el tipo de los artículos que publica, comienza a darme más confianza que las conocidas revistas Science y Nature, ya que en lugar se soslayar temas espinosos, mete el dedo en las heridas (como en los casos de la corrupción científica, de las malas praxis de la farmaindustria y agroindustria, entre otros), con vistas a averiguar aspectos que nos afectan a cientos de millones de ciudadanos y el propio devenir de la actividad científica.  Eso sí, cabría recordar a los autores y editores que confundir España con Francia en los mapas no dice mucho a su favor en un trabajo que, por su naturaleza, lleva inherentemente una fuerte carga geográfica.

Para bajaros el trabajo  de PLos ONE,  “pinchar aquí

La Sorpresa

La principal sorpresa surge al averiguar (según estos índices) que la riqueza total es la variable explicativa más importante a la hora de dar cuenta de la degradación ambiental de los países: cuanto más rico es un país, mayor es su también su impacto medio ambiental. Hasta ahora se mantenía la creencia, o falso tópico impregnante, de que cuando un Estado alcanzaba un determinado umbral de bienestar, comenzaba a preocuparse por su naturaleza, tomando medidas para salvaguardarla o mejorarla. Se trata de la hipótesis denominada curva de Kuznets. Estos autores, si sus índices son validos, refutan tal creencia, enormemente extendida. Al parecer no es así, al menos en términos estadísticos. De acuerdo a sus conclusiones, cuanto más ricos más cochinos. ¿Otra mentira de los aláteres de la bobalización económica? Obviamente no puedo afirmarlo. Lo que si entiendo es que tal tópico impregnante, merece que se le preste mucha más atención de lo que pudiera pensarse a primera vista. Constatar la relación riqueza-degradación ambiental es indicativo de la sostenibilidad o insostenibilidad del sistema económico vigente, no es un tema baladí. Y este es un asunto muy serio, aunque yo no tenga dudas al respecto.

Reiteramos que se trata de estadísticas, en las cuales siempre existen excepciones que confirman la regla. Ayer fui informado que, debido a la crisis económica, a los funcionarios de este país se nos rebaja el sueldo. Por el mismo motivo estamos en vías de cumplir el Protocolo de Kioto. Tampoco estamos en el mapa de los ricos-cochinos. Hagamos nuestro, (aunque con muchos matices), para no deprimirnos, el dicho español “no hay mal que por bien no venga”.

Buen fin se semana, aunque tengamos que cambiar un buen ron por una cervecita.

Juan José Ibáñez       

 

New Study Ranks Countries on Environmental Impact

ScienceDaily (May 7, 2010) — A new study led by the University of Adelaide‘s Environment Institute in Australia has ranked most of the world’s countries for their environmental impact

The research uses seven indicators of environmental degradation to form two rankings — a proportional environmental impact index, where impact is measured against total resource availability, and an absolute environmental impact index measuring total environmental degradation at a global scale.

Led by the Environment Institute’s Director of Ecological Modelling Professor Corey Bradshaw, the study has been published in the on-line, peer-reviewed science journal PLoS ONE.

The world’s 10 worst environmental performers according to the proportional environmental impact index (relative to resource availability) are: Singapore, Korea, Qatar, Kuwait, Japan, Thailand, Bahrain, Malaysia, Philippines and Netherlands.

In absolute global terms, the 10 countries with the worst environmental impact are (in order, worst first): Brazil, USA, China, Indonesia, Japan, Mexico, India, Russia, Australia and Peru.

The indicators used were natural forest loss, habitat conversion, fisheries and other marine captures, fertiliser use, water pollution, carbon emissions from land use and species threat.

«The environmental crises currently gripping the planet are the corollary of excessive human consumption of natural resources,» said Professor Bradshaw. «There is considerable and mounting evidence that elevated degradation and loss of habitats and species are compromising ecosystems that sustain the quality of life for billions of people worldwide.»

Professor Bradshaw said these indices were robust and comprehensive and, unlike existing rankings, deliberately avoided including human health and economic data – measuring environmental impact only.

The study, in collaboration with the National University of Singapore and Princeton University, found that the total wealth of a country (measured by gross national income) was the most important driver of environmental impact.

«We correlated rankings against three socio-economic variables (human population size, gross national income and governance quality) and found that total wealth was the most important explanatory variablethe richer a country, the greater its average environmental impact,» Professor Bradshaw said.

There was no evidence to support the popular idea that environmental degradation plateaus or declines past a certain threshold of per capital wealth (known as the Kuznets curve hypothesis).

«There is a theory that as wealth increases, nations have more access to clean technology and become more environmentally aware so that the environmental impact starts to decline. This wasn’t supported,» he said.

Story Source: Adapted from materials provided by University of Adelaide.

Journal Reference: Corey J. A. Bradshaw, Xingli Giam, Navjot S. Sodhi, Stephen Willis. Evaluating the Relative Environmental Impact of Countries. PLoS ONE, 2010; 5 (5): e10440 DOI: 10.1371/journal.pone.0010440

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2 comentarios

  1. Excelente trabajo y debería ser más difundido, por eso si me permite lo publicare en mi blog. Muchas gracias

    Un saludo cordial

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