El Comercial Solidario (Feliz Año 2015)

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Ya sabéis que todos los años intento felicitaros la Noche Buena, Navidad, Noche Vieja y el Fin de Año con diversos motivos. Este post va dedicado a un local, más bien un hogar, y a un amigo: El Café Comercial y Fernando Vera Serratacó. El Café Comercial es una de las cafeterías más antiguas y emblemáticas de Madrid, en donde se reúne una buena parte de la farándula, es decir, artistas, cineastas, actores, actrices, y otra gente de mal vivir. Pero también políticos, que son los peores. Allí he pasado mucho tiempo leyendo libros, artículos científicos, y como no charlando con amigos. Cafetería añeja (desde 1887), es  archiconocida en Madrid y suele ser recomendada por la mayor parte de las guías turísticas. Sus tertulias son famosas. Os la recomiendo. Pero esto no es todo, sino el comienzo.

Se trata de un negocio familiar y Fernando, es decir “Fer” uno de los miembros más activos. Resulta muy difícil, encontrar profesionales “excepcionales” en cualquier ámbito. Pero Fer es uno de ellos. Aunque debe realizar muchas actividades, su favorita es estar con los clientes, sirviendo pero también mucho más. Los días que el trabajo me permitía ir a media mañana, verle era (es) todo un espectáculo. Podía o no haber famosos pero la estrella era él, y no es una opinión personal. Verle como cuidaba a los asiduos clientes, como respetaba su concentración si era el caso, o cuando se acercaba si intuía que tenían algún problema o mostraban rostros tristes era otra de sus tareas “no regladas”. ¡Que intuición! Observar como sorteaba a los maleducados e impertinentes y como vacilaba a los extranjeros que hablaban otros idiomas (él maneja varios) me generaba admiración. Como estrella, sin quererlo, del local los asiduos actuábamos a menudo de cómplices. Ante sus ocurrencias o acciones, a menudo espetábamos sonoras carcajadas, o sonrisas, según la situación. Pero no era todo, pongamos un ejemplo.

Antaño una viejecita, es decir una señora de avanzada edad, guapa y muy elegante se sentaba diariamente al lado de unos ventanales observando el transitar de la gente por la plaza. No me acuerdo de su nombre. Con el tiempo, fue languideciendo, su apetito se retrajo y nos temíamos lo peor. Fer la intentaba hacer reír, darle plática e incluso sentarse con ella para darla la comida cuchara en mano. Un día se nos fue. Fer, puso una flor, y allí no se sentó nadie durante días. Se había ido alguien de nuestra familia. Lamentablemente las urgencias terminaron con aquellos momentos deliciosos, pasándome ahora todo el día delante de un PC, que no un café. Fer es de origen español/peruano y sus hijos(as), curiosamente también. Pero obviamente no os voy a contar su vida, no procede. Mi hermana y yo terminamos siendo buenos amigos de este personaje y nos vemos con relativa frecuencia, allí u en otro lugar. Es muy, pero que muy difícil no quererle.

Cuando en 2008 comenzó la crisis económica en España, algunos de los clientes más asiduos dejaron de asistir ya que el dinero no les alcanzaba ni para eso. ¡Un humilde café!. Pero Fer no podía consentirlo. Le carcomía el alma, como cuando observaba cualquier injusticia. Si todos los empresarios fueran así (…). En consecuencia comenzó a tomar medidas, que según me cuentan fueron un éxito, como por ejemplo el café solidario o el del bocadillo que se menta en el video que incluyo hoy. Por cierto, en este último él es otro más de los actores, ¡el que se camarero que encuentra detrás de la barra!, aunque no aparezca en lo rótulos, porque os puedo asegurar que él lo es.

Durante algún tiempo tuvo que encargarse de los asuntos comerciales en la oficina. Fer nos comentaba a mi hermana y a mí que le entristecía, ya que lo suyo estar entre nosotros. Muchos camareros lo son por necesidad, Fer lo es por vocación, eso sí, cuando le dejan manejar el negocio con libertad.

En otras cafeterías los dueños se lamentan de la falta de clientes por la crisis. Obviamente El Café Comercial, también la sufre, pero ha resistido bien el envite y no por subir o bajar los precios, si no con iniciativas como estas. Porque lo antiguo dimana un aroma acogedoramente especial, destilado por cientos de miles de personas, pasando la barrera del Siglo XIX al XXI. Risas y tristezas, debates intelectuales de todos los tipos, guerras civiles, dictaduras, repúblicas, grandes creaciones literarias, y todo lo que se les pueda ocurrir.

Admiro a la gente  que hace de su trabajo un arte, pero más aún aquella que tiene buen corazón, además de conciencia social y solidaridad con lo demás. Ya lo sabéis, por eso le queremos tanto mi hermana y yo. Cuando vengáis por Madrid, pasar por allí, y preguntar si está Fernando.  Cuanto añoro no tener tiempo para ir con mis papeles por allí. Frustrante.

Todo ello ter hace reflexionar sobre la gran cantidad de cosas sencillas, entrañables, familiares, pero desafortunadamente perdidas en aras de los que algunos denominan progreso. Comprar y tirar, comprar y tirar. Hoy por hoy el  Café Comercial, a pasado por encima de decenas o cientos de obsolescencias programadas. Ojalá siga así, siendo un hogar para muchos de nosotros.

Justamente hoy me felicitaba la noche vieja enviándome personalmente el video que os expongo. No he podido resistirme. Feliz año nuevo compañero para ti, tu mujer y toda la familia “chica”. Hasta ahorita mismo.

Juanjo y Consuelo

(Lo del burro delante para que no se espante, resulta ser puritita necesidad, ya que mi hermana es una de mis mayores críticas y si algo no le gusta (…)

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Un comentario

  1. Juanjo disculpa que hasta ahora vea este post. Pero observo que padecemos de vicios similares el café y los amigos. Parte de mi descuido se debe a que el lunes reanudo mi programa doctoral, que solo oficialmente suspendí, pero realmente seguí la investigación de momento documental. Mucho me temo que en América y España nos enseñaron muchas mentiras y desde luego sobre sus primeros habitantes,su manejo de los recusos naturales y particularmente a los árboles, a los que estoy dedicado. En su momento te cmpartiré mis «mentiras»

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