Curso avanzado sobre Bioquímica del Suelo. 4.1. Mi percepción actual del humus y de los compuestos humificados. Una puerta abierta a la investigación. (Salvador Gonzalez Carcedo)

Es una tarde de viernes, tranquila.  Uno puede reflexionar y pensar sobre qué es el Humus. Es como una puerta abierta a  explicaciones más avanzadas sobre los procesos de reacción que atañen a la degradación de la Necromasa, y me permiten centrar lo que debo de incluir referente a la formación de Neomasa, y todo ello sin haber hablado para nada de la naturaleza química de la biomasa y de los productos de excreción.

 

Como pueden suponer, me espera un fin de semana para recapitular y ordenar mentalmente lo mucho que me falta por escribir para hacer honor al calificativo de Hércules con el que me acaba de premiar D. Régulo León Arteta hace unas horas.  Hay amistades que matan… pero no te preocupes, tengo cuerda para seguir escribiendo.

 

Por de pronto debo de crear una definición de humus en función de los contenidos que escribo, pues las actuales no me valen: Si Vds. están de acuerdo y me lo permiten (quizás no, y yo rectifico con sumo gusto…si me convencen,) el Humus es un gran conjunto molecular que incluye materiales de la NECROMASA con estados de degradación muy distintos junto a los primeros estadíos de polimerización de la NEOMASA y todo ello mezclado con los componentes químicos, catalíticos o no, que permiten desarrollar el proceso de Humificación.

  

Cuando me preguntan que cómo se extrae el humus, les contestaré con un tópico.  Depende. Si ya se que no contiene su ansiada respuesta de  lo que es el humus, pero sigo contestando «depende».

 

Es evidente que lo escrito en los libros y en muchas publicaciones nos traslada a metodologías químicas clásicas, cuyo principal objetivo estriba en la obtención y análisis de compuestos, con un contenido variable en componentes fenólicos, mas o menos policondensados. Las estrategias de liberación empleadas están basadas en la hidrólisis (NaOH), o en la ruptura de puentes metálicos de enlace entre moléculas orgánicas (pirofosfato, oxalato, citrato…) a las que solubilizan o entre moleculas orgánicas y componentes minerales (arcillas, oxihidróxidos… ) o en la disolución de compuestos mediante un extractante orgánico específico. 

 

Para facilitar su liberación o su fraccionamiento se manejan distintos valores de acidez del medio, diferentes temperatura y se les asocian agitación y una largo etc. de posibles variantes. Pero al llegar a los análisis finales se focalizaron en lo mismo, los compuestos policondensados.   Otros procedimientos, mas o menos exitosos han trabajado con disolventes orgánicos. Algunos fraccionamientos se basaron en su tamaño molecular. 

 

Los libros de texto no aportan mucho mas, no ahondan en la clasificación por su composición, salvo raras excepciones, aunque al menos técnicamente, se están encontrando utilidades de los “ácidos húmicos”, basadas en acciones bastante poco definidas, pero eficaces, en cuanto a desarrollo y nutrición se refiere…

 

Sin embargo, la aparición de las glomalinas, constituyentes de naturaleza glicoprotéica han roto el monopolio fenólico y debieramos de empezar a recapitular a quien pertenecen determinadas propiedades del suelo.

 

No sé por donde van a aparecer las nuevas estrategias extractivas, dado que los métodos aplicados a la obtención de glomalinas son mas de lo mismo. Hay que recordar que el objetivo inicial de investigación y de conocimiento era otro mas edafológico: la distribución de los metales pesados en el suelo.

 

Existen otras tecnologías, pero nunca se han aplicado todavía a los suelos. «No son de suelos». Extracciones en medios supercríticos y técnicas así. Ya veremos.

 

La verdad es que todo cambia cuando en el suelo se buscan otras cosas, como los contaminantes orgánicos, los componentes del edafón  o los enzimas. 

 

Será cuestión de ver, con objetivos de análisis “no preconcebidos” como los componentes orgánicos presentes en la solución del suelo como el Rizon? Debemos entonces de dejar a un lado (al menos provisionalmente) el objetivo químico de modelizar los componentes poliaromáticos como únicos responsables de la estructuración agregacional.

 

La Dra Wright nos abre el comino con sus glomalinas. Yo lo apunto, al repetirme una y otra vez, sobre la importancia de las glico-proteinas en la conformación de la necromasa bacteriana y fúngica del suelo.  No son los fenoles los componentes mas abundantes del suelo, ni tampoco lo son los aminoácidos o los ácidos grasos, sino los aminoazúcares y sus polímeros. Y esto no nos debiera de extrañar.

 

¿Deberíamos pensar entonces en nuevas líneas de investigación sobre las rutas metabólicas que pudieran conducir a la formación de polifenoles a partir de los aminoazúcares?  O quizás, debiéramos insistir en conocer porqué desaparecen tan rápidamente los amino-azúcares (o no les vemos) hasta tal punto que sean los fenoles los que se edafoacumulen, y hoy nos cieguen científicamente todavía. 

 

Yo no lo sé, y hoy no tengo medios para investigarlo.  Seguro que alguien que me lee a escondidas lo hace.  Pues ánimo. Eso es lo que pretendo con esta exposición.  Pero seguro que hay otras estrategias.  Si cuando empiecen a aparecer alguien recuerda lo escrito aquí y en esta bitácora, se lo agradeceremos todos.  Estamos abriendo nuevas formas y caminos de cooperación, de comunicación y de investigación.

 

En todo caso resuena mucho en mi mente la coincidencia de que los compuestos húmicos, al igual que las glicoproteinas del glucocáliz o de las paredes fúngicas sean muy ricas en enzimas, o que los compuestos fúlvicos conlleven una riqueza tan elevada en azúcares y sean tan activos biológicamente. Ya lo decía Enrique Barriuso Benito en su Tesis Doctoral allá en la década de los 80′. 

 

¿O quizas deberíamos volver los ojos todavía mas lejos, al “efecto tanino” que ejercen los fenoles sobre las proteinas y transformarlo en un efecto “protector”, que frene la degradación total, de las secuencias diméricas repetitivas de aminoazúcares de las glicoproteinas.  Otros ya trabajan con los quitosanos…

 

Finalmente, ¿de donde salen entonces tantos monofenoles, ¿de la lignina vegetal? O de los enlaces entre las capas de celulosa que Albersheim propone en su modelo de organización de la pared celular vegetal de las herbáceas, o de la degradación parcial de las melaninas bacterianas y fúngicas que protegen a su equipo cromosómico de la acción de las radiaciones UV? ¿O simplemente son productos de neoformación edáfica?… Quizás estas preguntas encierran alguna respuesta que justifica el porqué debajo de los pastizales hay suelos tan fértiles.

 

Siento mucho no hablar mas de ello (no se más de lo que escribo, y solo se me ocurren nuevas preguntas), ni tampoco quiero contestar a algunas preguntas, que por obvias después de lo escrito, han dejado de tener sentido, al menos para mi.

 

Y con esto acabé la semana. Que sean muy felices, amigos lectores.

 

Saludos cordiales,

 

Salvador González Carcedo

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2 comentarios

  1. Satisface el conocer a tan brillante expositor en cuanto al abanico de inquietudes despertadas en el conocimiento del humus. Es satisfactorio para mí el incorporar un hecho que se deriva de la aplicación de la digestión de lodos activados en industrias de empaquetamiento de colas de camarones congelados y filetes de tilapia; ahí se obtiene, luego del secado solar bajo cubierta translúcida, al cabo de 21 dias de digestión anaerobia y a 34-40ºC un lodo espeso con olor a tierra recién arada y completamente mineralizado repelente a insectos y al aplicarlo a canchas de golf se comporta como ayudante de fertilizante. Mi pregunta es la siguiente: Se puede considerar este lodo como HUMUSseco como ¿humus?.

  2. Nuevamente escribo para saber la espuesta que envié sobre el lodo generado en el proceso de digestión desarrollado, en empacadoras de productos del mar.
    Atentamente
    Nelson Iván Ortega Mejía
    Ingeniero Químico
    Guayaquil Ecuador América del Sur

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