El otro día,  recibí un mail en la que amablemente se me solicitaba una entrevista radiofónica para un programa de la Universidad Nacional de Colombia. Gustosamente acepté. Seguidamente me enviaron un correo electrónico con las 16 preguntas que podían espetarme. Entre ellas tres me llamaron poderosamente la atención:

 

 

 

 

Ecopoyesis y terraformación en Marte

Fuente: JDN/Siencience

 

Sinceramente me quedé estupefacto. Había oído hablar de la ingeniería planetaria y la autopoyesis, pero jamás de ecopoyesis (pero ver este artículo). El palabro terraformación me sonaba vagamente. En consecuencia, comencé a buscar en el ciberespacio. Fue fácil, ya que Wikipedia (más elaborado en la inglesa que en la española) daba cuenta de todos estos vocablos. Digamos para empezar que todos ellos hacen referencia a la génesis artificial de ecosistemas (incluidos los agrarios) en otros planetas. No obstante, gracias al calentamiento de la Tierra, ya hay quien habla de ingeniería planetaria aquí, con vistas a enfriarla a golpe de experimentos imprudentes (que miedo me dan estos tipos). Del mismo modo, se habla con razón en este artículo, que versa a cerca del papel de los microbios en la evolución de la Tierra, de ecopoyesis.

 

Básicamente, la ingeriría planetaria analiza la posibilidad de que la especie humana haga habitables otros planetas para lo cual el desarrollo de la vida podría ser necesario (si se desea vivir al aire libre y producir alimento). Como tema para la especulación astronómica ha dado mucho de sí, despertando también la atención de algunos magnates y la NASA. ¿Se acuerdan de los Proyectos Biosfera? (ver aquí:  Biosphere 2).

 

Del mismo modo, la ecopoyesis podría definirse como la génesis inducida por el hombre de ecosistemas en otros planetas o satélites. Sin embargo, aquí se encuentra una de las cuestiones que nos deberían hacer reflexionar a los que no dejamos volar nuestras mentes por los espacios siderales (o como decimos en España: “estar en la Luna”). Si se desea “intentar hacer plenamente habitables otros planetas, debemos generar suelos (terraformación). En caso contrario, habría que acudir a lo que se denomina paraterraformación (o en suahili paraterraforming), es decir, la producción de suelos artificiales bajo cubiertas que lo aislen de una atmósfera-geosfera inhóspitas.

 

 

 

Ecopoyesis y terraformación

Fuente: CielSpace

 

Hoy por hoy, la idea de que podemos generar un clima habitable en otro planeta, haciendo uso de una ingeniería ecopoyética (y así permitir la génesis de ecosistemas sustentables, como reza Wikipedia) me parece ultra-ciencia ficción, por lo que lo dejaré a mentes aun más calenturientas que la mía. El Proyecto Biosfera-2, que esperemos que tenga más éxito que el primer intento, nos informará de el éxito de la para-terraformación, que también es ciencia ficción, aunque más plausible a corto o medio plazo. Quizás algún día escribamos un post al respecto, aunque hoy por hoy no me parece prioritario. En esta bitácora deseamos hablar de suelos, pero no de edafología-ficción, en el sentido más duro del vocablo. Hay temas mucho más urgentes e importantes. Dejémoslo entonces para los sacerdotes de la ciencia que no saben que hacer para salir todos los días en los medios de comunicación. Desde luego, lo que he leído sobre implicaciones éticas de la ingeniería planetaria en la Web me resulta un tanto amoral. Salvemos primero de a la Tierra de la destrucción a la que la estamos sometiendo y dejémonos de masturbaciones mentales. Todo esto me da mucho que pensar acerca de lo que le importa al ser humano sus congéneres que se mueren de hambre, enfermedades y catástrofes.  

 

 

La plausible colonización de Marte. Fuente:

newmars.com/forums/viewtopic.php?t=293

 

En cualquier caso, recalcar una vez más la importancia de los suelos en las “futuras colonizaciones planetarias”, si no nos extinguimos por destrozar antes nuestra biosfera y edafosfera (lo que sí estamos haciendo muy bien), que ya de por sí es una contradicción. Del mismo modo, haceros observar que cuando se habla de suelos en estos contextos esnobs, podemos hacerlo como miembros de una ciencia sexy y mediática, pero lo contrario también es cierto si intentamos mostrar nuestros estudios con vistas a mejorar (cuantitativa y cualitativamente) la producción agropecuaria o evitar la contaminación de la biosfera (y la salud humana). En estos casos somos se nos trata científicos rastreros que no merecemos la menor consideración. Y yo me pregunto: ¿es esto una contradicción o una perversión? Para especular sobre aspectos celectiales, “curiosamente” parace haber más dinero, fama y gloria que a la hora de solucionar nuestros serios problemas terrenales. ¡Lamentable!.

 

Juan José Ibáñez

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8 comentarios

  1. esperemos que sea possible por que este planeta al paso que vamos lo estamos pudriendo que al final no se podra hacer nada.

    SEETECH

  2. Buenas amigos, saludos a todos, si creo en la posibilidad de TERRAFORMACION DE AL MENOS UN PLANETA. pero creo que no alcanzaremos a habitala. la humanidad completa aun no esta lista pata esta mega-aventura de colonizar otro planeta. slds.

  3. Su desprecio hacia la terraformación me parece fuera de lugar, entronca con esa suficiencia con la que muchas mentes «bienpensantes» se han enfrentado a las inversiones en el estudio de la geología planetaria clasificándola como inútil y esteril. Pero la geología y climatología planetaria han aportado mucho al conocimiento de nuestro propio planeta. Gracias a ella, supimos de la posibilidad de un efecto invernadero (mucho antes de que el término se popularizara con respecto al clima de la Tierra)al investigar sobre la atmósfera de Venus. El «efecto albedo» (la pérdida de calor planetario al espacio)empezó a estudiarse en nuestro planeta a raiz de las especulaciones sobre la atmósfera marciana. Y sin salir del planeta rojo, sus tormentas de arena, con la suspensión de partículas en las altas capas atmosféricas de Marte que llevan consigo, sirvió para concienciarnos sobre las terribles consecuencias de un «invierno nuclear», unos datos que ayudaron a descongestionar el brutal juego de misiles atómicos entre oriente y occidente. Del mismo modo, las especulaciones de cómo crear suelos prístinos en superficies extraterrestres pueden ayudarnos a comprender y a valorar la complejidad biológica del suelo. Como usted sabe, una estructura está muy por encima de un simple mantillo en el que cultivar tomates.

  4. Estimado Serafín, ese «simple mantillo en el que se cultivan tomates» es el responsable de que personas como usted entre otras cosas se alimenten cotidianamente. Le sugiero investigar todos los servicios que realiza para toda la biota planetaria y después echarle porras a su bordón.

  5. Serafín,

    Veo que usted no se entera de nada y mezcla el agua con el aceite. Una cuestión es la geología planeteria y bien distinta la ciencia ficción, pero de eso usted sabe mucho ¿verdad?

    He buscado su nombre en la Web y lo primero que encuentro es “La Decisión” Un premio que viene en el blog “Ciencia Ficción Fantasía y Terror”. ¡Felicidades!

    Lo otro es que busca pareja. ¡suerte! Pues muy bien que hace señor. Ya que a parte del premio su comentario en este blog a otro post anterior es de sus máximos hits. En hora buena.

    Pues bien dedíquese a eso en lugar de dar lecciones ¿De que?. Tu CV no lo encuentro. Miedo da personajes como tu. Si no entiende que no se puede jugar con la biosfera del planeta mal asunto. Utilice su mente calenturienta para eso por lo que ya le han premiado. Pero no juegue con los demás, ni con la biosfera.

    No tendrá más oportunidades para comentarios al estilo en que lo hace en esta bitácora.

    Juanjo Ibáñez

  6. ¿Mis comentarios eran ofensivos? Tiene usted la piel muy fina; yo más bien creo que su reacción si lo es. Creo que, de entrada, me malinterpreta, solo he afirmado que el suelo es algo mucho más complejo que un simple mantillo para engordar tomates, que es como la mayor parte de la gente considera la tierra. Solo defendía que la posibilidad de la terraformación, por descabellada que pueda parecer,podía ayudarnos a comprender la sutileza y complejidad de los suelos precisamente por la dificultad que tendría su creación en una biosfera distinta.

    Y no se preocupe, sino soy bienvenido no apareceré más por aquí. Saludos

  7. Serafín,

    Pues si te he mal interpretado lo siento. Pero hemos sido dos. Igual te expresaste mal. Y si, reconozco que mi reacción ha sido fuerte ya que si tras escribir más de 1,300 post sobre los suelos y muchos de ellos dedicados a su macro y micro estructura, incluyendo la formación de patrones espaciales no es suficuente para mostrar nuestra posición que venga Dios y lo vea. Me dedico profesionalmente a ello.

    Lo único que indicaba en el post es que la Terraformación no es necesaria para analizar la autoorganización espacial y temporal de los suelos, así como mostrar mi asombro por que interese tanto este tema, cuando no se financian casi la nada la susodicha autoorganización edáfica en «la Tierra» en que vivimos.

    Cordiales saludos. Solo espero que te expliques un poco mejor. Y por mi parte disculpas.

    Juanjo Ibáñez

  8. Me parece interesante recalcar una cosa: la implicacion etica. Algunas personas piensan «Se creo asi, asi se debe quedar.» Pero yo creo que, como humanos tenemos el poder y la obligacion de propagar la vida, pues, por ejemplo, la terraformación de Marte no es tanto un cuento de ciencia-ficcion, es más, si ahora mismo colocaramos allí bases que generaran un efecto invernadero y pudieramos capturar el 10% de los fotones que entran en el planeta, en 100 años, Marte tendría otra vez oceanos, y para caminar por su superficie solo necesitariamos un respirador, si la temp. aumentara, es posible que, si quedara algun ser vivo microscopico latente, este se reactivara y en caso contrario, y no hubiera nada, nos podríamos plantear traer plantas de la tierra.

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