La verdad es que si me propusiera buscar noticias sobre suelos utilizando los vocablos propios de un edafólogo, esta bitácora ofrecería muy pocas novedades. Sin embargo, si uno se deja llevar por las noticias cuyo contenido o encabezamiento hacen referencia, ya sea al “cambio climático”, ya a desastres naturales (inundaciones, terremotos, huracanes, etc.), ya a desastres antrópicamente inducidos (contaminaciones por vertidos o agroquímicos, etc.), aparecen por doquier. Más aun algunas se me antoja bastante interesantes. Esta claro que no soy profesional de una ciencia sexy. Y así nos va a mi y mis colegas. Pongamos a todo la etiqueta de moda y a correr. ¡Lamentable!. Bajo el paraguas del “presunto” calentamiento climático (ya veremos si finalmente vamos hacia un mundo más cálido o más frío, como comentamos en nuestro post “La Teoría del Recalentón”) se están estudiando muchos tópicos típicamente edafólogos, aunque se omita mención a ello. Uno de ellos es la colonización de los sedimentos por la biota que dejan en su retirada los glaciares en franco retroceso. Los expertos en ciencias del suelo sabemos sobradamente que la génesis de un suelo comienza cuando la roca o sedimento (litosfera) emerge en la frontera biosfera-atmósfera-toposfera (fisiografía). Lego la evolución del suelo con el tiempo va haciendo el resto. No se trata más que de los consabidos factores formadores que nos enseñan ya en el primer curso de edafología, si no antes (ver en este y este otro post).  Hoy comenzaremos a ver lo que ocurre, ya que resultará ser un tema interesante, al manos para muchos de vosotros. 

 

El otro día apareció una noticia en el rotativo Público que llevaba por título “Una bacteria ayuda a regenerar el terreno que queda tras el deshielo glaciar”. Veamos que nos dice y luego extraeremos nuestras propias conclusiones.

 


 

Glaciar de Puca. Fuente: NewScientist Environment

Una bacteria ayuda a regenerar el terreno que queda tras el deshielo glaciar

PÚBLICO – Madrid – 27/08/2008 21:00

Cuando un glaciar desaparece, la vida vegetal toma su lugar gracias a las cianobacterias, unas bacterias primitivas que colonizan la zona, la enriquecen de nutrientes y evitan desprendimientos de tierra. Así lo explica un estudio sobre el proceso natural que sigue al deshielo de los glaciares, publicado por la revista Proceedings de la Real Academia de la Ciencia de Reino Unido.

 

Hasta ahora se desconocía qué ocurre durante los años transcurridos entre el deshielo y la aparición de vegetación, en los que el paisaje se muestra inhóspito. Por eso, para conocer cómo actúa la naturaleza para repoblar estas zonas, investigadores de la Universidad de Colorado (EEUU) decidieron analizar el estéril terreno de los Andes Peruanos a los pies del glaciar Puca, que se derrite 20 metros cada año.

 

Tras cinco años de análisis, sus resultados muestran que la primera pobladora de esta zona fue la cianobacteria, la misma que permitió que se desarrollara la vida en la Tierra, liberando oxígeno a la atmósfera, hace casi 3.400 millones de años.

 

Pero parece no ser el único efecto sobre la vida de esta habitante primitiva. Su presencia en las zonas anteriormente heladas ha demostrado aumentar los niveles de nitrógeno, un nutriente esencial para que vivan las plantas y que ha permitido la llegada vegetación a tierras antes abandonadas.

 

Pues bien, como edafólogos sabemos de sobre que la colonización microbiana es previa a la de  los organismos vegetales y animales más conspicuos. Ellas preparan el “sedimento” (que no el terreno) para la colonización posterior por los segundos seres vivos mentados. Con tales diminutos seres la roca comienza a convertirse en suelo. Lo que los investigadores “dicen haber descubierto” es que las primera en llegar a la meta son las cianobacterias, que estas acondicionan el lecho para ulteriores invasiones o colonizaciones captando un nutriente esencial prácticamente ausente en la litosfera (al menos de forma asimilable por la vida),  que evitan “desprendimientos de tierra” (es decir haciéndolo más resistente a la erosión, para ser más precisos y correctos).

 

 

 

Cianobacterias generando agregados y costras en el suelo

Fuente: Cryptobiotic soils

 

Pero el hecho más interesante consiste en apreciar que se trata, según la ciencia acepta hoy”, de los mismos microbios que de hecho parecieron ser los “primeros invasores” de la tierra emergida, una vez la capa de ozono permitió que parte de la biota pudiera salir a “tomar el aire”, tras un “chapuzón” de cientos de millones de años. Y ello fue posible porque el ozono de la estratosfera comenzó a protegerle de los letales rayos ultravioleta procedentes del sol. De ser cierto todo esto, me recuerda al trasnochado dicho en biología de que la ontogenia emula a la filogenia. Que tras miles de millones de años siga produciéndose el mismo proceso nos indica hasta que punto los inicios marcan el devenir del camino.

 

Ahora bien, ¿se trata de una noticia novedosa?. ¡Pues no! De nuevo, en una revista de gran prestigio los científicos redescubren la dinamita, saltándose a la torera los estudios previos sobre este tema. Este modo de proceder: vender viejo vino en nuevas botellas, deviene en pandemia, mostrando claramente la falta de creatividad de los autores. Ya lo demostraremos en otro post. ¿Pero llegan las cianobacterias solas y todas las demás especies (incluso de microorganismos) deben esperar a que realicen su trabajo logístico?. Sinceramente lo dudo mucho. Algunas más deben de llegar, por cuanto el aire se encuentra cargado de muchas especies microscópicas oportunistas.  Claro está, que a miles de metros debe encontrase mucho más limpio. Desconfío que sea un proceso tan simple, en otros ambientes. 

 

Seguidamente os expongo el resumen del artículo original en suahili, a ver si nos aporta más información de interés.

 

The earliest stages of ecosystem succession in high-elevation (5000 metres above sea level), recently deglaciated soils

Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences

Abstract

Global climate change has accelerated the pace of glacial retreat in high-latitude and high-elevation environments, exposing lands that remain devoid of vegetation for many years. The exposure of ‘new’ soil is particularly apparent at high elevations (5000 metres above sea level) in the Peruvian Andes, where extreme environmental conditions hinder plant colonization. Nonetheless, these seemingly barren soils contain a diverse microbial community; yet the biogeochemical role of micro-organisms at these extreme elevations remains unknown. Using biogeochemical and molecular techniques, we investigated the biological community structure and ecosystem functioning of the pre-plant stages of primary succession in soils along a high-Andean chronosequence. We found that recently glaciated soils were colonized by a diverse community of cyanobacteria during the first 4–5 years following glacial retreat. This significant increase in cyanobacterial diversity corresponded with equally dramatic increases in soil stability, heterotrophic microbial biomass, soil enzyme activity and the presence and abundance of photosynthetic and photoprotective pigments. Furthermore, we found that soil nitrogen-fixation rates increased almost two orders of magnitude during the first 4–5 years of succession, many years before the establishment of mosses, lichens or vascular plants. Carbon analyses (pyrolysis-gas chromatography/mass spectroscopy) of soil organic matter suggested that soil carbon along the chronosequence was of microbial origin. This indicates that inputs of nutrients and organic matter during early ecosystem development at these sites are dominated by microbial carbon and nitrogen fixation. Overall, our results indicate that photosynthetic and nitrogen-fixing bacteria play important roles in acquiring nutrients and facilitating ecological succession in soils near some of the highest elevation receding glaciers on the Earth.

Keywords

 

Dudo mucho que en una revista de edafología permitieran publicar un artículo de unos autores trataran a los lectores, “expertos en el tema” como tontos, que es lo que hacen estos señores. En un próximo post seguiremos abundando sobre el tema. ¿Pero que esperaban encontrar estos tipos?. Las cianobacterias son fijadores libres de nitrógeno atmosférico que ayudan con su biomasa a generar los agregados del suelo. Que en un suelo desnudo, bajo un glaciar en retroceso, no puede existir más aporte de materia orgánica que la microbiana, o la que arrastre hasta allí el viento (deposiciones eólicas). Es bien conocido el papel de las cianobacterias en la formación de costras superficiales que protegen al suelo de la erosión. Vamos un resumen de parvulario. Eso sí, puede resultar para los más jóvenes ilustrativo que sean precisamente las bacterias que colonizaron La Tierra primitiva “oxigenada” aquellas que aun lo hacen hoy en día. Punto y final. Remiendo, que en una revista de alto impacto cuelan más chorradas que en una especializada de edafología, que resulta ser denostada por los criterios actuales del factor de impacto. 

 

Juan José Ibáñez   

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