Un niño juega sentado mientras los hombres de la familia arreglan las redes. Su madre y otras mujeres cosen y charlan animadamente. El pequeño levanta la vista y admira ante sí un inmenso mar que no parece tener fin. En el otoño de su vida regresa a aquél paradisíaco lugar que abandonó por necesidad. Intenta recordar aquellas intensas y tiernas sensacionales infantiles. Vuelve a sentarse, más o menos, en el mismo sitio contemplando un tórrido y yermo desierto salado. Sus ojos se llenan de lágrimas. Por su mente atormentada se suceden a toda velocidad las escenas de la enorme tragedia que marcó para siempre su vida y destierro.

 

 

 

Mar de Aral y su fauna actual Fuente: Sagafunblogspot

 

Todo apunta a que el autor de estas líneas esta comenzando el primer capítulo de una novela, con ciertos tintes fantásticos. No es así. Si un milagro no lo remedia, en menos de diez años tal fantasía literaria comenzará a repetirse una y otra vez, hasta que los moradores de aquellas tierras desaparezcan. Hablamos de los pueblos que viven en las orillas del “El Mar de Aral”. A base de ver diariamente tragedias en la TV terminamos siendo indolentes ante tanta fatalidad. Sin embargo ahí están. Y si uno se pone a pensar, puede fácilmente llegar a la conclusión de que este fantástico mundo de ciencia y tecnología se dirige hacia un callejón sin salida. Ya sabemos que “El Mar de Aralse está transformando en un yermo desierto gracias a la estupidez de la especie humana. Pero una imagen vale más que mil palabras. Escasos días atrás, la ESA, mostró al mundo (por enemista vez) la atrocidad ecológica en la que se ha convertido la desaparición de este inmenso cuerpo de agua (antaño uno de los cuatro mayores lagos o mares interiores del planeta). Lo que ocurre es que los acontecimientos se aceleran, por lo que las escenas pasan a ser más tremendamente conmovedoras. Las hay a miles en Internet. Nuestra blog hermano “Cuaderno de Bitácora Estelar” hizo una buena selección de las mismas, no hace mucho tiempo.

 

 

 

Mar de Aral y su línea de costa Fuente: Sagafunblogspot

 

He escogido dos noticias y un fragmento que la Wikipedia Española dedica a este tema. Todos ellos son lo suficientemente reveladores para que no me extienda en más detalles. Hablan por si solas. Por tanto, me reemitiré a esbozar unas breves reseñas paleoecológicas, geomorfológicas y edafológicas.

 

 

 

Mar de Aral Barcos flotando en una estepa salina. Fuente: Jorge Fajardo Rojas

 

Hace Millones de años……..

Escribo sentado desde mi casa en un PC. Madrid se encontraba al borde de un mar interior (cuenca endorreica) durante parte del Mioceno. Hablamos de la actual “meseta sur” de la Península Ibérica. Lo mismo ocurría en la meseta norte. Clima subtropical, más o menos húmedo, que debió ser dulcificado (menos continental) a causa de la presencia de tal extensos cuerpos de agua. Hoy en día, tales regiones poseen páramos secos y tórridos con un clima mediterráneo severo de abrasadores veranos y gélidos inviernos, salvando las diferencias latitudinales de ambas mesetas. Podéis analizar abajo, al hablar del desastre del Mar Aral, como las extensas láminas de agua dulcifican los contrastes estacionales de humedad y temperatura.

 

 

 

Mar de Aral Barcos flotando en el desierto. Fuente: Jorge Fajardo Rojas

 

Hace unos pocos millones de años (diez más o menos), el Estrecho de Gibraltar se cerró, uniendo África y Europa. El anterior clima subtropical fue aridificándose. El caudal de los cauces fluviales que vertían al mediterráneo no era suficiente como para mantener un mar interior. Gran parte del agua se evaporó, dando lugar a extensas coberturas de suelos salinos, marismas, etc. Tales corredores permitían el flujo de flora y fauna entre ambos continentes. Empero los vientos eran intensos, posiblemente, como en el Aral de la actualidad, la erosión eólica debió ser tan intensa como para arrastrar millones de toneladas de suelos y sales hacia ambas masas continentales.  Hablamos de la denominada “Crisis del Mesiniense” Debemos tener también en cuenta que el efecto atemperador de tal lámina de agua desapareció. Cuando volvió a abrirse el Estrecho de Gibraltar (por razones que no vamos a abordar en este post) se instauró un nuevo tipo de clima más árido, al que llamamos mediterráneo.

 

 

 

Contracción del Mar de Aral. Fuente: ESA

 

Geografía de Suelos: Contracciones y Dilataciones Espaciales

Como vemos, tales eventos, generaron expansiones de la edafosfera emergida a costa de los cuerpos de agua. En los dos casos mentados, como también ocurre hoy en día en el Mar de Aral, las comentadas transformaciones cambiaron radicalmente la geografía de suelos comentadas, lo cual fue reforzado por la continentalización y aridificación climáticas. Los suelos de naturaleza salina debieron ocupar extensas extensiones sobre las rocas evaporíticas que heredaron de la extinción de los cuerpos de agua. Para un hipotético cartógrafo de suelos, la distribución espacial de los edafotaxa sería completamente diferente a la actual, abundando los mencionados taxa salinos que impregnaron al paisaje de una árida apariencia. Se supone que los dos casos mencionados, rescatados del olvido, acaecieron a menor velocidad que la actual desecación del Mar de Aral, esta vez propiciada por la estupidez y codicia humana.

 

 

 

Tormenta de Arena en el mar de Aral; Fuente: The Geo Christian

 

Por lo tanto, las edafosferas se contraen (por ejemplo, por incremento del nivel del mar, aparición de laminas de hielo, creación de mares endorreicos, etc.) y expanden (las reiteradas glaciaciones con la extensión de los glaciares, la emergencia de las plataformas continentales en susodichos periodos, etc., etc.) tanto a nivel regional como global, cambiando tanto la extensión de los recursos edáficos emergidos, como la geografía de los suelos (ver nuestro post: “El Recurso Suelo y Cambio Global: Contracciones y Dilataciones Espaciales: Consideraciones Generales”). Sin embargo, el desastre analizado nos muestra como el ser humano puede hacer lo mismo en un lapso más breve que el de una vida humana. Pronto deberemos cambiar el Mapa de Suelos de Europa, modificándose también su composición en términos de tipos de suelos.

 

Y en el Presente……

Sin embargo, algo nuevo si hemos creado. Una contaminación de los antiguos lechos marino-lacustres tan pavorosa como para generar un problema de salud regional de enorme magnitud (ver las noticias que os mostramos abajo).  Tengamos en cuenta que los tóxicos arrastrados por las tormentas de arena que la erosión eólica genera, alcanzan ciertos kilómetros de distancia. Una herencia de los execrables planes de desarrollo de la Unión Soviética, con vistas a incrementar la producción agraria irrigada. Sabían que tal hecho ocurriría, tarde o temprano. Crimen de lesa humanidad que hoy parece (o continua) que se perpetua en la República Popular de China. Comida para hoy y hambre para mañana o comida de nuestros antepasados y crisis alimentaria actual. La estrechez de miras de los políticos (más en unos países que en otros, pero sí en todos ellos) no tiene fronteras.

 

Juan José Ibáñez

 

De acuerdo a la Wikipedia española:

 

Se sabe que los antiguos geógrafos árabes y persas denominaron el mar como Khuarazm o Kharezm, desde el vecino distrito de la Corasmia. Su nombre actual, que en español significa aproximadamente «mar de Islas»,[1] se debe a los más de 1.500 pequeños islotes de aproximadamente una hectárea de extensión emergidos dentro del lago, la mayoría de los cuales han desaparecido debido a los problemas ambientales que tiene el lago actualmente.

 

Formación

Durante el período terciario, estaba conectado, entre otros, con el mar Negro,[2] y, posteriormente, después de su separación, se convirtió en una depresión en medio del desierto de Asia Central; ésta fue llenada de manera simultánea por los ríos Amu Daria y Syr Darya hace 10 o 20 mil años (esto es, durante el pleistoceno), convirtiéndola en una zona de oasis y, posteriormente, en un lago.[3] Sin embargo, los trasvases de agua de dichos ríos para el regadío de cultivos redujeron de manera considerable el volumen del mar de Aral en los últimos 40 años. Esto ha provocado una catástrofe ecológica, aumentando la desertificación, considerada como una de las peores del planeta.

 

Problemas Ecológicos

En 1960, la Unión Soviética decidió desviar parte del agua de los dos grandes ríos de Asia Central, el Amu Daria en el sur y el Syr Daria en el noreste, para poder desarrollar cultivos de regadío en el desierto de Asia Central.[6] De esta manera, el Asia Central soviética comenzó a producir arroz, melones, cereales y, muy en especial, algodón. La Unión Soviética pretendía convertirse en uno de los principales productores mundiales de algodón, y lo consiguió; en la actualidad, Uzbekistán es uno de los mayores productores exportadores de algodón en el mundo.[9]

 

Los canales de irrigación comenzaron a construirse a gran escala en los años 1930. La calidad de la construcción de muchos de estos canales era ínfima, lo cual dejaba que parte del agua se filtrara o se evaporara. En el caso del canal de Kara Kum, el mayor de Asia Central, se desaprovechaba probablemente hasta un 70% del agua. Aún hoy sólo el 12% de la longitud total de canales de irrigación de Uzbekistán está impermeabilizado.[7]

 

Antes de 1960, se estima que ya se desviaban a la tierra entre 20 y 50 kilómetros cúbicos de agua. Así, la mayor parte del suministro de agua del mar de Aral se había desviado y en la década de los 60, el mar comenzó a menguar. Entre 1961 y 1970, el nivel del mar de Aral descendió a un ritmo medio de 20 cm al año. En los años 70, el ritmo de descenso del nivel casi se triplicó, hasta alcanzar entre 50 y 60 cm anuales. En los años 80, el nivel del mar se reducía una media de entre 80 y 90 cm cada año. Y a pesar de esto, el volumen de agua utilizada para la irrigación continuó en aumento: La cantidad de agua extraída de los ríos se duplicó entre 1960 y 1980.[7] Mientras tanto, la producción de algodón casi se duplicó en el mismo periodo.

 

La progresiva desaparición del gran lago no sorprendía a los soviéticos. Ya lo habían esperado. Aparentemente, en la URSS se consideraba que el Aral era un «error de la naturaleza», y un ingeniero soviético habría dicho en 1968 que «es evidente para todo el mundo que la desaparición del mar de Aral es inevitable».[10]

 

Situación actual (fragmento)

 

(…) El ecosistema del mar de Aral y de los deltas de los ríos que confluyen en él está prácticamente destruido, en gran medida por la altísima salinidad. Además, la tierra en torno al mar está muy contaminada, y las personas que viven en la región sufren de escasez de agua dulce, unida a problemas de salud diversos.[5] [6] [15] La contracción del mar ha dejado extensas llanuras cubiertas de sal y de productos tóxicos,[6] que son arrastrados por el viento a las zonas habitadas.[7] La población cercana al mar de Aral presenta una incidencia elevada de ciertas formas de cáncer y enfermedades pulmonares, entre otras patologías, posiblemente debidas a cambios en el ADN[16] Los cultivos tradicionales también están siendo destruidos por la sal que se deposita en la tierra. La ciudad de Moynaq en Uzbekistán tuvo en el pasado un puerto bullicioso y una industria pesquera que daba empleo a unas 60.000 personas. Actualmente, la ciudad dista muchos kilómetros de la nueva costa. Los barcos pesqueros se encuentran varados en tierra sobre las llanuras que una vez fueron fondo del mar. Muchos de esos barcos llevan más de 20 años abandonados. La única empresa pesquera que queda en la zona se encarga de importar pescado del mar Báltico,[12] a miles de kilómetros.

 

 

El desastre del mar de Aral

FUENTE | El Mundo Digital ; 13/07/2009

 

El satélite Envisat ha mandado unas dramáticas imágenes del mar de Aral, situado en Asia Central, entre Kazajistán y Uzbekistán. Si hace tres años ya se notaba una gran disminución en su tamaño, el que fuera uno de los cuatro mares más grandes de la Tierra, ha pasado a ser poco más que varios lagos dispersos.

 

El satélite Envisat ha mandado unas dramáticas imágenes del mar de Aral, situado en Asia Central, entre Kazajistán y Uzbekistán. Si hace tres años ya se notaba una gran disminución en su tamaño, el que fuera uno de los cuatro mares más grandes de la Tierra, ha pasado a ser poco más que varios lagos dispersos.

¿La causa? Las aguas de los ríos que desembocaban en él se han usado de forma masiva para cultivos de regadío. Y el problema no acaba ahí. Según se ha ido evaporando ha dejado 40.000 kilómetros cuadrados de tierra salada a la que han llamado el desierto de Aral Karakum. Cuando en él se genera una tormenta de arena, ésta transporta los sedimentos salados a varios cientos de kilómetros, provocando problemas de salud en la población de las zonas afectadas.

 

A finales de los 80 ya se había dividido en dos: el mar de Aral Pequeño al norte, en Kazajistán, y el mar de Aral Grande al sur, con forma de herradura y compartido por Kazajistán y Uzbekistán. Hacia el 2000, el Grande se volvió a dividir en dos, y de éstas, la parte del este es la que ha perdido un 80 por ciento de agua. Los pronósticos no son nada favorables y se espera que desaparezca completamente hacia 2020. Mientras, los esfuerzos se están dirigiendo a salvar la parte norte. Para evitar que el agua desapareciera hacia el sur se construyó el dique de Kok-Aral gracias al Banco Mundial y al gobierno de Kazajistán. Desde que se terminó en 2005, el nivel de agua ha alcanzado un nivel de 4 metros en la parte norte. El gobierno de Kazajistán pidió en 2007 otro préstamo al Banco Mundial para construir un segundo dique e intentar revertir este desastre.

 

Por otra parte, debido al papel regulador de la temperatura que tienen los mares, también está cambiando el clima: se ha constatado que los inviernos en la región son más fríos y los veranos más calurosos. Para compensar estos efectos se está intentando repoblar el antiguo lecho marino con plantas capaces de crecer en ese tipo de condiciones tan adversas.

 

Eastern Aral Sea has shrunk by 80 percent since 2006: ESA

by Staff Writers; Paris (AFP) July 10, 2009

The eastern lobe of the disaster-struck Aral Sea seems to have shrunk by four-fifths in just three years, the European Space Agency (ESA) said on Friday.  It released an overlay of photographs taken by one of its Earth observation satellites, Envisat, on July 1 2006 and July 6 2009.

 

Once the world’s fourth-largest inland body of water but now a byword for ecological calamity, the Aral Sea has been retreating over the last half-century after rivers that fed it were diverted for Soviet cotton irrigation projects. Around two decades ago, it split into the Small Aral Sea in the north, located in Kazakhstan, and the Large Aral Sea, shared by Kazakhstan and Uzbekistan.  The horseshoe-shaped Large Aral Sea began to split into eastern and western lobes, in 2000. «The eastern lobe retreated substantially between 2006 and 2009,» ESA said in a press release.

 

«It appears to have lost about 80 percent of its water since the 2006 (image) acquisition, at which time the eastern lobe had a length of about 150 kilometres (93 miles) and a width of about 70 kms (43 miles).»

The Large Aral Sea is expected to dry out completely by 2020, it added.  Efforts are underway to save the far smaller northern part, thanks to the Kok-Aral dike, a project of the World Bank and Kazakhstan government. Since the barrier was completed in 2005, water level in the northern section has risen by four metres (13 feet).

 

The desiccation of the Aral Sea is considered by some experts to be the worst man-made ecological catastrophe ever, but one that also has had huge implications for human wellbeing. Fishing and other shoreline industries that once thrived have been destroyed. Each year, tens of thousands of tons of salt-laced dust blow from the dried-up seabed, much of it contaminated by pesticides, affecting health.

Compartir:

3 comentarios

  1. es interesante la informacion , me gustaria que me ayudaran a encontra ynformacion sobre el desplasamiento del mar del oceano pasifico en el continente americano

  2. Sin duda alguna la desecación del Mar de Aral es uno de los peores ejemplos de lo terriblemente dañinos que somos los "homo destructoris insaciablis"!

    Que pena y que lastima. Revertir ese daño será imposible, ya que a estas alturas lo ocasionado es irreversible.

    Además, la extinción -en el caso de las especies- es para siempre!

    Que Dios nos ilumine para que recapacitemos sobre nuestra avaricia y fin de lucro insaciable.

    "Sin árboles no hay agua, sin agua no hay vida".

    Guillermo E. Valle M.

    Co-fundador de FUNDARBOL, AMITIGRA y de FUNDARTE.

  3. triste, cuando la ambición enceguece la razón. El problema se agrava por que el dolor es invisible, y los agresores ya ni están, el destino esta firmado. La esperanza; desgracias, que logren salvar otros

Deja un comentario