Ciencia, Arte y Creatividad: Luchando contra tus límites

Art or science?  The sculpture by Eusebio Sempere in Madrid was the subject of Meseguer’s first acoustics study (Nature 1998). 

 Cuando leáis este post me encontraré camino de la patria chica de mi madre. ¿Razón? Voy a impartir una breve charla sobre arte, ciencia y creatividad en un homenaje a Eusebio Sempere, en el 25 aniversario de su fallecimiento. Recordemos que este pintor y escultor alicantino, Premio Príncipe de Asturias, fue uno de los principales exponentes del arte contemporáneo español del S. XX. ¿Qué porque me invitan? El pobre Sempere tuvo que padecer al impresentable  administrador de esta bitácora como sobrino en segundo grado. Nunca se puede alcanzar la felicidad plena. El acto se llevará a cabo en la Casa de Cultura de Onil (su pueblo natal), el 29 de mayo de 2010, a las siete de la tarde. Estáis invitados. Sempere coqueteó con tal éxito en el ámbito de la ciencia y la tecnología que, a parte de prestigio, hizo que su obra fuera merecedora de aparecer en revistas de la catadura de Nature y Physical Review Letters, entre otras. En una de sus esculturas, cinéticas minimalistas, investigadores del CSIC descubrieron los denominados cristales fonónicos. También fue uno de los primeros artistas en hacer uso de las computadoras (arte cibernético) en aquellos años en los que andábamos en su paleolítico, presumiendo de las vetustas fichas perforadas. Todo ello, y en especial la charla, me ha hecho meditar en el papel de la creatividad en el arte y la ciencia. En mi opinión no difieren mucho.

Obra de Eusebio Sempere (Órgano) en la que se descubrieron los cristales fonónicos. Fundación Juan March (Madrid)

 No me extenderé sobre este último tema aquí, ya que merece otro post más pausado y mejor pensado. Es palmario que, al margen del parentesco, nuestra mayor coincidencia devino de nacer en el mismo día del mismo mes, por lo que celebramos varios cumpleaños juntos, antes de que una larga y terrible enfermedad se lo llevara en 1985, tras padecer durante mucho tiempo. Empero como el nació un par de décadas antes, se llevó la mayor parte del talento. A la vista está.

Lo que os quiero narrar hoy tiene más que ver con el papel que desempeña la fuerza interior de las personas cuando se enfrentan a serias frustraciones físicas y psíquicas. Eusebio nació ya en una familia que iba a sufrir el estigma de las represalias políticas de la posguerra civil. Sus padres murieron pronto. La fortuna tampoco le sonrió en los temas relacionados con la salud. Digámoslo claramente, una bizquera debió marcar su infancia (ya sabemos la crueldad de los niños y adolescentes). Afortunadamente, vía quirúrgica, se le corrigió, ya de mayor. Empero la pérdida de visión de aquel ojo le impidió en gran medida atesorar una perspectiva tridimensional de los objetos. No obstante, tal hecho en lugar de condicionar su obra, la espoleó.

Revelarse contra las adversidades y convertirlas en motivo de creatividad es un hecho relativamente frecuente entre los grandes artistas y científicos, según he leído en varias bibliografías. Por ejemplo, muchos reconocidos científicos en su ámbito, fueron malos alumnos en las asignaturas que a la postre les consagraron. Justamente por ello, Sempere creó un estilo de pintura geométrica tremendamente personal, que puede verse en la Web, con tal solo escribir su nombre en el buscador y pinchar en imágenes. Sus obras pictóricas se encuentran realizadas mediante miles de líneas finísimas trazadas con un tiralíneas y una paciencia y pericia infinita. De ahí que algunos denominaran sus cuadros como “arte geométrico”.  Sin embargo, enfrentarse a las esculturas, con sus limitaciones visuales, ya son palabras mayores. ¿Y que decir cuando aparte de su potencial belleza se descubrieron en ellas los denominados cristales fonónicos? Tal hecho le valió a unos investigadores del CSIC en Valencia merecer parte de su reconocimiento en las prestigiosas revistas científicas previamente aludidas.

Posiblemente, en el minimalismo y armonía de la obra de Sempere se encuentre el secreto de los mentados cristales, que tan útiles parecen ser en cuestiones tecnológicas. Sencillez y armonía son dos ideales que subyacen en la obra de grandes físicos y matemáticos, pero también en la de muchos artistas. Se trata de tema que merece una seria reflexión.

En cualquier caso, una de las principales lecciones que aprendí de mi “Tío Eusebio” reside en que con talento, y sobre todo con esfuerzo y tesón, luchando contra tus propios limites”, uno puede llegar mas lejos de lo que jamás hubiera podido imaginar. Lamentablemente, falleció mucho antes de que en su obra se detectaran los cristales fonónicos. Seguro que le hubiera sorprendido.

Homenaje a Eusebio Sempere, en el 25 aniversario de su fallecimiento.

29 de mayo de 2010.  Casa de la Cultura de Onil (Alicante) 19 h.

A pesar de que por mi edad y su enfermedad tan solo pudimos mantener conversaciones apasionantes en contadas ocasiones, su manera de ser, la lucha contra sus limitaciones y su manera de mejorar mi autoestima, marcaron también mi trayectoria científica. Como ya os conté en otro post, un test psicológico, alertó a mis padres que su hijo varón se encontraba en términos intelectuales en el límite entre la normalidad y subnormalidad. Obviamente, tal aserto marcó muy negativamente mi infancia y adolescencia. Sin embargo, recuerdo el día y hora que me revelé contra tal adversidad. Nadie podía imaginarse, ni yo mismo, que un año después los suspensos se transformaran en sobresalientes y matrículas. 

Cuando era escolar y aun universitario, mis puntos flacos fueron siempre las matemáticas y la física. No lograba aprobar estas asignaturas “ni a tiros”. Pero si mi tío había hecho aquellas esculturas sin apenas visión tridimensional, ¿porque no iba yo lograr superar tal adversidad?. Hoy en día, a pasar de mis limitaciones, se me conoce por la aplicación de las matemáticas no lineales (teoría del caos en sentido amplio) y los sistemas complejos al mundo de la edafología. Se alguien me lo hubiera dicho cuando comencé a investigar en el CSIC, me lo hubiera tomado como una burla ofensiva.

Ser creativo requiere inteligencia, imaginación, curiosidad, interés por experimentar, etc. pero también tesón, sacrificio y hacer de la necesidad virtud. En otras palabras, se trata de luchar contra tus propios límites. La creatividad es intrínseca a todo ser humano, pero debe cultivarse sin descanso, al modo que un deportista se entrena diariamente para potenciar sus puntos fuertes y limar los débiles. La cuestión estriba en buscar y encontrar aquellas cualidades que te hacen especial (todos las atesoramos) y mejorarlas día tras día, año tras año, sin descanso, hasta que afloren a la superficie. Luego basta con exprimirlas hasta donde den de sí. Obviamente todos somos creativos, aunque algunos más que otros.    

Juan José Ibáñez