El título del post pudiera parecer en primera instancia un reclamo publicitario con vistas a dar cuentas de una investigación que, a la postre, albergara contenidos insustanciales. Sin embargo, no es así. Ya os explicamos en otro post precedente titulado: «Sobre la Inteligencia de las Plantas y la Investigación Robótica (Raíces y Fitorobótica) que se estaba desarrollando un macro-proyecto europeo para construir un tipo de robots cuyas bases se asentaban principalmente en emular el desarrollo de las plantas en el medio edáfico (búsqueda de nutrientes, agua, etc.). Se trataba de la imitativa  denominada  Plantoid. Pues bien, a la hora de escribir este post, tal investigación transdisplinaria ha concluido, dando lugar a la nota de prensa que lleva por título “Se consolida una nueva era para la robótica europea”. En esta última se han redactado frases como las siguientes: “Un robot prototipo de apariencia similar a un árbol ya ha sido desarrollado (…) aplicaciones de estas capacidades podrían incluir la detección de sustancias químicas tóxicas en las proximidades, la vigilancia y el análisis del suelo, la exploración espacial y las operaciones de búsqueda y salvamento tras una catástrofe natural. (…) A largo plazo podría dar lugar incluso a nuevas herramientas quirúrgicas (…) Este ‘árbol’ cuenta con un tronco construido con una impresora tridimensional y equipado con sensores con forma de raíz capaces de buscar suelo fértil de una forma muy similar a como lo hacen las raíces naturales (…) Los sensores, situados en los ápices de cada raíz, detectan la temperatura, la humedad y la presencia de materia orgánica concreta como nitratos y fosfatos. Si una raíz se encuentra con un obstáculo, puede buscar otro camino. Las raíces están conectadas a un microordenador alojado en el tronco, hecho de plástico. (…) Para desarrollar estos robots semejantes a plantas, los investigadores tuvieron que dar con formas de copiar los mecanismos naturales que permiten crecer a las raíces. Al ‘alimentar’ al robot con filamentos artificiales, este prototipo es capaz de construir su propia estructura y penetrar en el suelo. (…) Los sensores permiten a las raíces robóticas reaccionar ante estímulos del mismo modo que las raíces naturales (…).

 plantoid

Posibles prototipos de dicen que revolucionarán el futuro de la Robótica. Fuente. Plantoid.

 Tras años de denostar la ciencia del suelo, ahora resulta que los investigadores que trabajan en temas de tan vigente actualidad y generosa financiación aseguran que este tipo de robótica revolucionará el futuro. Todo el estudio se basa en emular el comportamiento de las raíces, imitar como se desenvuelven y comportan en un suelo, su entorno natural. Pero a la postre siguen sin subvencionarse decentemente las investigaciones encaminadas a mejorar nuestra comprensión de los aspectos relacionados con el medio edáfico y los organismos que en él habitan. Os vuelvo a repetir que hay  razones científicas que la razón no entiende. Y estos robots se parecen ya (en sus primeros prototipos) a las plantas, que no a algún  tipo de humanoide con la fisonomía de que hacen gala en los films de ciencia ficción. Llegados a este punto cabe preguntarse, a falta de financiación y aumentar la menguada masa crítica edafólogos y biólogos del suelo: ¿sabrán realmente emular el crecimiento, estructura y todos los procesos implicados que llevan a cabo los sistemas radiculares de las plantas en su medio?.   Personalmente lo dudo, aunque espero y deseo que estos nuevos juguetes ofrezcan extraordinarios frutos para la ciencia y el desarrollo tecnológico. Ahora bien, ¿No se trata de una contundente razón para prestar una mayor atención a nuestra disciplina?; ¿No se obtendrían así mejores robots de esta naturaleza?. En fin, os dejo con la noticia completa. Buscando por Plantoid en Internet, (incluyendo una galería de imágenes) encontrareis abundante material sobre esta nueva era de la robótica en Europa que, a fin de cuentas, se sustenta en lo que hoy conocemos acerca de la interacción raíces-suelo.

Juan José Ibáñez

 Se consolida una nueva era para la robótica europea

Inspirado en la capacidad de las plantas para percibir su entorno natural, el proyecto financiado por la Unión Europea PLANTOID ha desarrollado un robot que podría revolucionar varios sectores industriales.

FUENTE | CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario 28/10/2014

 Los investigadores de PLANTOID se inspiraron en la vegetación para crear un robot con características concretas que imitan a las de los vegetales. La emulación de ciertos comportamientos y capacidades vegetales y su aplicación a la robótica situará a Europa al frente de este subsector relativamente poco explorado.

El objetivo fundamental del proyecto PLANTOID fue aprender de la enorme sensibilidad y eficacia que muestran las plantas para percibir su entorno. Las aplicaciones de estas capacidades podrían incluir la detección de sustancias químicas tóxicas en las proximidades, la vigilancia y el análisis del suelo, la exploración espacial y las operaciones de búsqueda y salvamento tras una catástrofe natural.

A largo plazo podría dar lugar incluso a nuevas herramientas quirúrgicas. Por ejemplo, endoscopios flexibles capaces de extenderse de forma orgánica en el organismo, que aportarían a la medicina un modo más seguro de realizar exploraciones internas, mientras que en el caso de las operaciones complejas como las encefálicas cabría sustituir las herramientas rígidas actuales por otras nuevas y flexibles menos invasivas.

Un robot prototipo de apariencia similar a un árbol ya ha sido desarrollado. Este ‘árbol’ cuenta con un tronco construido con una impresora tridimensional y equipado con sensores con forma de raíz capaces de buscar suelo fértil de una forma muy similar a como lo hacen las raíces naturales.

Los sensores, situados en los ápices de cada raíz, detectan la temperatura, la humedad y la presencia de materia orgánica concreta como nitratos y fosfatos. Si una raíz se encuentra con un obstáculo, puede buscar otro camino. Las raíces están conectadas a un microordenador alojado en el tronco, hecho de plástico.

Para desarrollar estos robots semejantes a plantas, los investigadores tuvieron que dar con formas de copiar los mecanismos naturales que permiten crecer a las raíces. Al ‘alimentar’ al robot con filamentos artificiales, este prototipo es capaz de construir su propia estructura y penetrar en el suelo.

Los sensores permiten a las raíces robóticas reaccionar ante estímulos del mismo modo que las raíces naturales, esto es, doblándose para evitar obstáculos o metales pesados en el suelo y buscar activamente nutrientes o agua. El robot cuenta también con apéndices que simulan la actividad de las hojas; se encuentran unidos al tronco y sirven para obtener datos atmosféricos.

En el proyecto se investigó además el desarrollo de estructuras vegetales capaces de aprovechar la energía medioambiental externa y se estudió la posible capacidad de las plantas para realizar un comportamiento ‘inteligente’, es decir, si el crecimiento del robot podría cambiar con el paso del tiempo en función de experiencias previas. Todo ello podría conducir al desarrollo de dispositivos aún más inteligentes que sean capaces de percibir el entorno y también de responder a estímulos y tomar decisiones. Las plantas poseen una eficiencia energética enormemente grande, una característica que despierta gran interés en el ámbito científico.

El proyecto de tres años de duración PLANTOID finalizará en la primavera de 2015 y su fase final se dedicará a la exploración de posibles aplicaciones. En paralelo se integrarán más funciones en la raíz para que penetre y gire mejor en el suelo.

El proyecto recibe financiación del programa de la Unión Europea ‘Tecnologías futuras y emergentes’ (FET), un programa diseñado para fomentar la investigación y la innovación tecnológica. Los investigadores del proyecto opinan que en el futuro los prototipos se basarán en mayor grado en la impresión tridimensional a medida que esta tecnología se estandarice y se popularice su producción.

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