Relaciones Cuba-EE.UU. y el intrigante obsequio del amigo americano

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Ya os he comentado en algún que otro post que personalmente no discuto el interés para la humanidad de los avances tecnológicos, sino el uso ambivalente que se puede hacer de los mismos, para el bien y para el mal de los ciudadanos de este planeta. Pero como esta smart sociedad es torpe por naturaleza siempre termina emergiendo la Ley de MurphySi algo puede salir mal, saldrá mal»).

Acabo de recibir de la reseña de un nuevo libro aparecido en España que lleva por título “La comprensión cultural de la tecnología”, en él se clasifica a los ciudadanos conforme sus actitudes frente al progreso tecnológico: (i) los que se creen todo y lo bendicen a ciegas o tecnofílicos; (ii) los que la aborrecen y siempre son tachados de ir contra el progreso, es decir los tecnofóbos y (iii) y quienes apreciando tales avances recelan del uso de los mismo, léase  tecnoescépticos. Pues bien yo soy de los últimos (siempre me toca ser el último de la fila), ya que reitero que la maldad y estupidez de muchos humanos “no tiene fronteras”, ni líneas rojas. No por ser científico debo idolatrar lo que hagan mis colegas; eso es ser borrego, por no apelar al uso del vocablo “idiota”.

El caso que os vamos a narrar hoy resulta totalmente hilarante, como podréis observar en la nota de prensa que os ofrecemos más abajo publicada por el rotativo «El País» entre otros muchos. Al parecer las relaciones Cuba-EE.UU. han cambiado tanto como para que el ahora, «amigo americano», les regale un misil con toda la tecnología que oculta. ¿verdad o mentira?. Francamente ni idea, ya que la versión oficial resulta menos creíble que algunos de los argumentos disparatados con los que hemos topado ¡hasta ahora!. Eso sí, nadie desmiente nada, mientras que el misil llego vía aérea hasta el aeropuerto de la Habana, para sorpresa del Gobierno Cubano. Resumamos pues lo leído en la Prensa y que lleva por título “El misterio del misil estadounidense que acabó en Cuba”. Un alto mando militar americano afirmó en una rueda de prensa, para disculparse que “¿Quizás habría que echarle la culpa a Correos?” ¿¿??. ¡Empezamos bien!.

Un milis made in USA fue enviado a España para unas maniobras (ejercicios militares) de la OTAN (NATO). Tras cumplir su misión ¿?, en la base militar de la Rota (Andalucía) fue “cuidadosamente embalado y enviado por carretera a Madrid (quizás mediante un carro tirado por bueyes, para disimular). Desde la capital de España su destino era Fráncfort (Alemania) ¿quizás vía paloma mensajera?, desde donde viajaría a Florida (EE.UU). Pero con esto de la “Internete”, y el ya conocido apoyo incondicional del personal de carga de los aeropuertos (¿cuántas maletas le han perdido a usted y aparecieron en las antípodas?) se produjo un «contratiempo sin importancia». Pues bien, este viaje  meticulosamente programado Andalucía-Madrid-Frankfort-Florida (¿demasiadas escalas no?), sufrió no un revés, sino varios. Dicen que los responsables “de cargar ese primer avión desde España a Alemania se percataron de que el misil no estaba”, ¡había desaparecido!, ya que alguno de esos traviesos trabajadores de los aeropuertos lo cargaron en un avión de Air France con destino al aeropuerto parisino Charles de Gaulle (Francia), en donde, también según la nota de prensa”, fue clasificado como  como “carga mixta” (¡supongo arma convencional-nuclear; pero si no tenía carga explosiva!) para a la postre embárcalo hacia un vuelo con destino a la Habana.  Imagínense ustedes el estupor del servicio aduanero Cubano. “Muchas gracias, amigos americanos”. ¡Que vueltas de la vida: ¿verdad? Si, y los misiles también.

Aunque obviamente el misil no llevaba ninguna carga explosiva, si contenía toda la tecnología punta  de los artefactos que utiliza el Tío Sam, frecuentemente, en sus “misiones antiterroristas” (no me invento nada, todo se encuentra en la prensa escrita). Y como Cuba había sido por su «presunta» amistad con Corea del Norte y Persia (perdón Irán: ya saben la que “dicen” que deseaba desarrollar bombas atómicas) algunos mal intencionados ahora se lamentan de si fue un error. ¡No compañeros no, que mal pensados sois!. Los “Cubanos tan solo desean utilizarlo en los fuegos artificiales que se celebran en conmemoración de la Revolución. Además, según la prensa las relaciones han progresado mucho: ¡Ya son casi como hermanos!. Se trata de un regalo de buena voluntad, ya que si fuera por las malas, a lo poder lo hubieran lanzado, y con carga.

Personalmente alucino, ya que como cándido ciudadano, pensaba que estos artefactos viajaban en aviones militares.  Pero cómo podemos constar una vez más la economía manda y como hay crisis…… Sin embargo hace unos días os narré la historia de las cuatro bombas atómicas que cayeron “por accidente” en 1966 sobre Andalucía(¡otra vez Andalucía!) que debe ser un espacio geográfica de enorme interés turístico (perdón, valor estratégico) sin que se supiera todo realmente ocurrido (tan solo rumorologías) hasta otoño de 2015, cuando los ciudadanos comenzamos a recibir «algo» de información veras.

Si usted abre un día el buzón de correo y se encuentra una bomba química o biológica, papeles con secretos inconfesables de la CIA, o regalos de esta guisa, no se moleste le dirán:  ¡Perdón ha sido un error involuntario de correos!. Sin embargo, si lo que encuentra es un cheque por valor de 10 millones de Euros al portador, inmediatamente irán a requisárselo, o peor aún le acusarán de corrupción, evasión fiscal o a saber que otro delito.

Resumiendo, cuando le digan que ¡estamos seguros!, o que nuestros servicios de inteligencia nacional velan por su seguridad, y peor aún, que la tecnología resolverá en el futuro todos nuestros problemas de la humanidad, no se lo crea, todo es falso. Somos torpes por naturaleza, y las películas de espionaje tan solo una broma del amigo americano. De ahí. la enorme cantidad de muertos que se producen por el “fuego amigo” y que a veces son más numerosas que las del infligidas por el enemigo. De aquí el sabio refrán popular (mucho más que la “sublime inteligentia militar”) “que reza: “Dios mío, cuídame de mis amigos, qué de mis enemigos me cuido yo”.

Una de Galenos: La Observación empírica no vale para nada

Acabo de sufrir un casi amargo desencuentro con la clase médica que anda también un tanto desnortada. Un ser querido ha sufrido por tercera vez un problema de salud muy grave, que casi acaba en tragedia. Llevaba tiempo acompañándole(a) en sus paseos para recuperarse de una más que seria intervención quirúrgica, viendo día sí, día también, los síntomas que padecía hasta que vino el desgraciado suceso. Le expliqué a los galenos que atendían a esta persona en el servicio de urgencias de un gran hospital los recurrentes signos que nadie me podría rebatir, y que también observaron otros varios amigos. Inocentemente esperaba que tomaran buena nota ¡Pero no!: ¿Cuál fue su respuesta?. ¡Lo que usted apunta es imposible, no hemos visto nada en las imágenes de escáneres, que pudieran dar lugar a esos episodios y bla, bla, bla. Lo que yo personalmente y otro amigos habíamos visionado eran para ellos fantasías. Resultan ser tan incompetentes que al ponerse una bata blanca ya se creen que la sabiduría les ilumina por inspiración divina (muchos científicos también). Si cientos de observaciones empíricas reiteradas y sin excepciones, son totalmente imposibles quien falla: ¿las imágenes, los múltiples observadores de tan extraordinario y paranormal fenómeno? ¡No!. Simplemente muchos médicos son realmente ignorantes (por no decir incompetentes) al creer que en las tomografías y bla, bla, bla, se observa todo (demencialmente tecnofílicos), que son más reales que la realidad misma. Miles de casos atestiguan lo contrario, y yo ya he sufrido varias veces, el ¡síndrome de estas estampitas! De aquí mi tecno-escepticismo. Cuando la tecnología, siempre en progreso y mejorable,  reemplaza tanto a la observación reiterada y pertinaz, como  al sentido común, no puedo más que pensar (“como otros”) que andamos muy descarriados. Claro está, que es mucho más cómodo creerse lo que se ve en la imagen, sentado plácidamente, que ponerse a pensar hasta dar con el problema de los de los pacientes, que somos los que les pagamos sus sueldos y sufrimos en esos momentos. Además de incompetentes vagos mentales. Y van ya muchas así, mías y ajenas.  No sigo porque se me calienta la pluma…..

Os dejo con la noticia para que la leáis y comprendáis en manos de quienes estamos: ¡todos!: ¡Que Dios nos pille confesados!, como se suele decir.

Juan José Ibáñez

El misterio del misil estadounidense que acabó en Cuba

La Habana se niega a devolver el misil que contiene información estratégica

Un misil de EE UU enviado a España para unas maniobras terminó en Cuba

Silvia Ayuso Washington 9 ENE 2016 – 01:33 CET

¿Sabe dónde está el misil? “Ni idea”. John Kelly, el jefe saliente del Comando Sur (Southcom) del Ejército estadounidense, respondió francamente sorprendido este viernes cuando se le preguntó por el misil aire-tierra Hellfire que, según reveló The Wall Street Journal, fue enviado en 2014 a Europa para servir en ejercicios de entrenamiento y que, en el viaje de regreso, acabó en Cuba. “¿Quizás habría que echarle la culpa a Correos?”, bromeó el todavía responsable militar que tiene a su cargo América del Sur, incluido el Caribe. Otros altos mandos del Pentágono, así como del Gobierno de Barack Obama, no encuentran tan graciosa la historia. Al fin y al cabo, ni siquiera se ha logrado averiguar aún si el misil, que no estaba cargado, acabó por error en Cuba o si es fruto de una cuidada operación de espionaje. “Esto es un asunto que el Gobierno se toma muy, muy en serio por motivos obvios. El Pentágono y el Departamento de Estado están interesados en llegar al fondo del asunto”, aseguró la Casa Blanca.

El periplo del Hellfire es, cuanto menos, rocambolesco. Fue enviado por la empresa que lo fabrica, Lockheed Martin, a España con el visto bueno del Departamento de Estado. Tras ser utilizado en un ejercicio militar de la OTAN en la base de Rota, fue empaquetado y enviado por carretera hasta Madrid. Allí debía ser cargado en un avión con destino a Fráncfort, Alemania, desde donde continuaría su trayecto hasta Florida.

Pero los responsables de cargar ese primer avión desde España a Alemania se dieron cuenta de que el misil no estaba. Había sido puesto —¿por error, adrede?— en el cargamento destinado a un avión de Air France con destino al aeropuerto parisino Charles de Gaulle. Allí, fue colocado junto a otros paquetes clasificados como “carga mixta” y acabó siendo embarcado —¿de nuevo un error, o fue a propósito?—en otro vuelo de Air France que tenía como destino La Habana.

Todos los responsables se lavan las manos o no contestan, destaca el diario estadounidense. Pero nadie desmiente el incidente.

Mientras, el misil no aparece. Pese al acercamiento político iniciado en diciembre de ese mismo 2014 con Cuba, La Habana no responde, asegura el rotativo, a las peticiones de Washington para que devuelva el arma. Y pese a que el Departamento de Estado aseguró el viernes que el misil no tenía ni carga ni sistema de posicionamiento, existe la preocupación de que enemigos de Estados Unidos puedan acabar haciéndose con la tecnología de un arma que Estados Unidos usa de forma habitual en sus operaciones antiterroristas, como en los bombardeos realizados con aviones no tripulados (drones) en Yemen o Pakistán.

Al fin y al cabo, La Habana cuenta entre sus más estrechos aliados a China, Rusia e incluso Irán. Inquietan, también, los lazos con Corea del Norte, un país que acaba de poner en vilo a Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional con su anuncio, aún por verificar, de que ha probado con éxito una bomba de hidrógeno. En la mente de muchos en Washington está todavía el caso del Chong Chon Gang, el barco con bandera norcoreana que fue detenido en Panamá en 2013 cuando regresaba desde Cuba por sospechas de narcotráfico. Pero lo que las autoridades panameñas encontraron en las tripas del buque no fueron drogas, sino armas cubanas escondidas entre toneladas de azúcar. Que La Habana afirmara que se trataba de armamento obsoleto no calmó los ánimos ni el hecho de que se considerara una violación del embargo de armas impuesto por la ONU al régimen de Pyongyang.

Casi justo un año después de ese incidente, le caía a La Habana, pareciera que regalado, el misil con tecnología militar estadounidense que haría salivar a cualquier antagonista de Estados Unidos. Uno de los principales obstáculos en los esfuerzos norteamericanos por recuperar su misil es que, pese a la incipiente normalización de relaciones, que llevó a la reapertura de embajadas en Washington y La Habana el año pasado, salvo para temas relacionados con la base de Guantánamo, la cooperación militar con Cuba es, en palabras del jefe de Southcom Kelly, “cero”.

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