El Atlas de Suelos de Asia ya se encuentra disponible en Internet
Fuente EU, FAO
Desde que comencé en el comité editorial del Atlas de Suelos de Europa han transcurrido más de veinte años. Poco a poco la Unión Europea ha ido editando los atlas de los diferentes continentes del mundo, despacio pero sin pausa. No se trata de una tarea nada fácil, y si ya en el seno de aquel grupo de expertos al que pertenecí, hubo incluso discusiones muy acaloradas, no me imagino lo que ha debido ocurrir con el de Asia, en donde la descoordinación y falta de interés de las autoridades, las confrontaciones geopolíticas entre Gobiernos, el caos lingüístico etc., resultan ser lamentables. La nota introductoria que os ofrecemos hoy da cuenta de ello. El papel del Centro Europeo de Datos de Suelo (ESDAC) ha sido impresionante en la implementación y publicación de este atlas, como ya se insinúa en el breve material que os muestro abajo. El caso del Atlas de Suelos de Latinoamérica y el Caribe fue completamente distinto por cuanto disponían de bastante información previaproporcionda por buenos expertos, al margen utilizar casi todo el mismo idioma materno. Desconozco lo acontecido en el caso del Atlas de Suelos de África, aunque tampoco debió ser una tarea nada sencilla. Pero volviendo a Asia, seguidamente comprobaréis tanto su dificultad como su imperiosa necesidad. El material es suficientemente claro y conciso. Hay que agradecer una vez más al Centro Europeo de Datos de Suelo, de la UE, perseverar en el intento de disponer Atlas de Suelos de todos los continentes del Mundo, y con información actualizada. Todos los Atlas se pueden adquirir y/o/ disponer gratuitamente de ellos en vuestros PC, ya que se encuentran en acceso abierto, con independencia de que aparezcan o no en los enlaces que he incluido en esta breve entradilla. Que los disfrutéis. Buen trabajo y mis felicitaciones al ESDAC. Disfrutarlo.
Juan José Ibáñez
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Atlas de Suelos de Asia
Principio del formulario
El Atlas de Suelos de Asia se cisormalmente en la apertura de la 11ª Asamblea Plenaria de la Alianza Mundial por el Suelo en Roma, Italia, el 12 de julio de 2023.
Tipo de recurso: Mapas y documentos: Atlas; Año:2023; Descripción
El Atlas de Suelos de Asia: del Ártico al Ecuador y del Mediterráneo al Pacífico
En la mente de la mayoría de la gente, el suelo no figuraría en una lista de los recursos naturales de Asia. Sin embargo, los suelos sanos y fértiles son las piedras angulares de la seguridad alimentaria, los servicios ambientales clave, la cohesión social y las economías de la mayoría de los países asiáticos. Desafortunadamente, el suelo no está en la mente de la mayoría de las personas, a pesar de que sus vidas dependen de él.
El suelo es la base de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además de proporcionar el medio para la producción de alimentos, forraje y leña (alrededor del 98% de las calorías consumidas en Asia se derivan de productos cultivados en el suelo), el suelo controla el reciclaje de nitrógeno, fósforo, carbono y otros nutrientes. El suelo reduce el riesgo de inundaciones y protege los suministros de agua subterránea. La materia orgánica del suelo puede almacenar más de diez veces su peso de agua, mientras que los suelos de Asia almacenan alrededor de 200 Gt de carbono orgánico, aproximadamente 2,5 veces la cantidad contenida en las plantas.
Si bien Asia tiene algunas de las tierras más fértiles del planeta, los suelos de gran parte del continente son frágiles, a menudo carentes de nutrientes esenciales y materia orgánica. La aridez y la desertificación afectan a alrededor de la mitad del continente. Los suelos bajo las selvas tropicales no son naturalmente fértiles, sino que dependen del suministro alto y constante de materia orgánica de la vegetación natural y su rápida descomposición en un clima cálido y húmedo. Romper este ciclo (es decir, a través de la deforestación) reduce rápidamente la productividad del suelo y deja la tierra vulnerable a la degradación.
Con una población de más de 1.000 millones de personas y demandas crecientes, conflictivas o contrapuestas (por ejemplo, el cultivo de cultivos comerciales para la exportación, la producción de biocombustibles, la conservación de las reservas de vida silvestre, el secuestro de carbono, la extracción de minerales, el pastoreo, la migración y expansión urbana, etc.) están ejerciendo una presión intensa y creciente sobre las tierras restantes. La degradación del suelo tiene múltiples consecuencias. La cosecha de cultivos de suelos cultivados rompe el ciclo de nutrientes, que luego requiere insumos adicionales. En muchas partes de Asia, los suelos están perdiendo nutrientes a un ritmo muy alto, mucho mayor que los niveles de los insumos de fertilizantes. Como resultado de la pobreza rural, los agricultores no pueden aplicar suficientes nutrientes debido a los altos costos de los fertilizantes inorgánicos o a la falta de maquinaria agrícola.
Sin embargo, la importancia del suelo y la multitud de servicios ambientales que dependen de las propiedades del suelo no son ampliamente comprendidos por la sociedad en general. Una parte del problema es que con una sociedad cada vez más urbana, muchas personas han perdido el contacto con los procesos que producen los alimentos. La mayoría de las personas esperan encontrar productos en los estantes de los supermercados y tienen una apreciación limitada o incluso nula del papel que desempeña el suelo. Conceptos como el ciclo de nutrientes y la gestión de la materia orgánica, que son fundamentales para procesos como la fertilidad del suelo, son un misterio para la mayoría. Para complicar las cosas, hay muy poco diálogo entre la comunidad de la ciencia del suelo y el público en general. La mayor parte del material impreso relacionado con el suelo está dirigido a revistas científicas o de nivel universitario, normalmente fuera del alcance del público en general. Esto da lugar a una falta de material fácilmente comprensible para ayudar a las partes interesadas a apreciar el valor del suelo y ayudarles a preservar este precioso recurso.
Como consecuencia, el suelo como tema tiende a no figurar en la mente del público o de los políticos. Sin embargo, algunos científicos del suelo y responsables de la formulación de políticas son cada vez más conscientes de la necesidad de informar y educar al público en general, a los responsables de la formulación de políticas, a los administradores de tierras y a otros científicos sobre la importancia y el significado mundial del suelo. Esto es particularmente cierto en el caso de los suelos de Asia, donde las dramáticas consecuencias de la falta de uso sostenible del suelo han llevado a la desertificación, la hambruna, los disturbios civiles, el colapso económico y el sufrimiento humano, a menudo en escalas asombrosamente grandes.
Es en estos contextos que el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea inició un proyecto, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, para reunir a expertos en suelos de Europa y Asia para producir el primer ATLAS DE SUELOS DE ASIA. El objetivo era producir una publicación, dirigida al público en general, a los responsables de la toma de decisiones, a los políticos, a los profesores e incluso a los científicos de otras disciplinas, que sensibilizara sobre la importancia del suelo para la existencia humana en Asia.
El atlas explica de manera sencilla y clara las razones de los diferentes patrones del suelo en Asia, así como la necesidad de conservar y gestionar este recurso natural cada vez más amenazado mediante un uso sostenible. En su corazón se encuentra una serie de mapas anotados que muestran, por primera vez, la diversidad de las características del suelo en todo el continente asiático de una manera comprensible para el profano. El Atlas pide un enfoque cuádruple de los suelos de Asia:
Una base de conocimientos mejorada para facilitar el desarrollo de políticas y la toma de decisiones eficaces en relación con el uso más adecuado de los recursos terrestres a través de una evaluación armonizada del estado de los suelos y las amenazas asociadas para identificar las zonas en riesgo de erosión, disminución de nutrientes y materia orgánica, salinización, acidificación, compactación o deslizamientos de tierras. En la actualidad, hay una marcada falta de datos actuales, coherentes y comparables sobre los recursos y las tendencias del suelo en toda Asia. Hay poca coherencia entre los países, lo que hace casi imposible la evaluación cuantitativa de los cambios en el estado y las funciones del suelo. La falta de datos también obstaculiza los esfuerzos por desarrollar indicadores para medir la situación.
El mantenimiento y desarrollo de los componentes de educación del suelo en todos los niveles de la educación también debería ser una prioridad. Sin una base científica capacitada, la recopilación de información relevante sobre el suelo será imposible.
El establecimiento de medidas para evaluar los impactos de las políticas y prácticas de uso de la tierra actuales sobre la calidad del suelo en ámbitos como la agricultura, los residuos, el desarrollo urbano o la minería, y para garantizar el uso sostenible del suelo y sus funciones, junto con programas de acción para abordar los principales problemas de interés local;
Apoyo para facilitar la creación de redes de científicos del suelo y expertos en uso de la tierra de todas las partes de Asia. Esta medida ayudaría a mejorar el intercambio de información y a desarrollar una base de conocimientos más completa para respaldar el desarrollo de políticas y prácticas de uso sostenible del suelo.
El Atlas de Suelos de Asia apoya la Alianza Mundial por el Suelo de la FAO y la declaración final de la reunión de Río+20 para revertir y reducir la degradación mundial del suelo.
Descargar el Atlas de Suelos de Asia
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o en tres partes parte 1, parte 2, parte 3
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Haga clic aquí para ver un video sobre el Atlas de Suelos de Asia y un comunicado de prensa de la FAO sobre el lanzamiento.
Referencias
Comisión Europea, CCI y FAO. 2023. Atlas de suelos de Asia. Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, Luxemburgo. 208 págs. ISBN 978-92-79-26715-4, doi 10.2788/52319.