Hoy nos toca presentar una nota breve, del tipo que gustan a los edafólogos ya formados, como lo es mi amigo Luis Fernández Seoane. Como hemos venido defendiendo reiteradamente en esta weblog, la edafología se encuentra en una crisis y en una encrucijada. La sociedad demanda nuevas concepciones del suelo con vistas a cumplir con las actuales demandas de información edafológica. Del mismo modo, muchos investigadores venimos denunciando que tal cambio de paradigma también se encuentra científicamente justificado en base a los conocimientos acumulados en las últimas décadas.

Sin embargo, también hemos recalcado, que las comunidades científicas son extremadamente reacias a rechazar el paradigma vigente y adoptar otro nuevo. Las posiciones que defendemos, cada vez más expertos, se encuentran bien detalladas en el siguiente documento: «The search for a new Paradigm in Pedology: a driving force for new .. Se trata ya de un capítulo de libro para edafólogos o para estudiantes con conocimientos avanzados en la materia. Hoy por hoy, existe un cruce de caminos entre la crisis, y la encrucijada. Por mucho que se empeñen los más conservadores, se trata del consabido lema de «renovarse o morir«.

 

Los retos Principales que defiende en nuevo paradigma serían entre otras

 

  • Considerar el sistema suelo-regolito en lugar del metro superficial de la cobertura edafológica
  • Analizar y considerar como suelos los sedimentos de los humedales y superficies sumergidos por aguas someras
  • Inventariar, cartografiar, clasificar y monitorizar toda la superficie terrestre emergida (litoderma), con independencia de que podamos hablar de suelos sensu stricto o no
  • Elaborar un corpus doctrinal que sobrepase las limitaciones del actual paradigma agronómico (considerando las CC. de la Tierra y la Conservación de la Naturaleza)
  • Utilizar tal corpus con vistas a superar la paradoja tecnológica de Burrough

 

 

Juanjo Ibáñez

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7 comentarios

  1. juanjo, ya busqué el susodicho libro, pero como soy corto de entenderas no lo encontré, cuando puedas por favor dame el nombre. Por otra parte, creo que lo que separa al suelo del regolito es la vida. Pienso en vos alta, que en el caso de los humedales es obvio que se trata de suelos, solo quedarian fuera las areas que permanecen todo el tiempo bajo del agua y no soportan vegetación vascular.

    La conexión de la edafología con la geologia la constituye la zona vadosa. que por cierto para mi nos solo es de la competencia de los geólogos y sus áridas tablas de números (VER VADOSE ZONE). Dado que lo que suceda cuando menos en el horizonte superficial orgánico del suelo, con los contaminantes entre ellos los metales pesados, dependerá la calidad de los acuíferos. Por eso propongo que se considere a la zona vadosa, como edafogeológica y no solamente geológica. Porque la visión geológica se complica un pocos mas, si consideramos que se han observado bacterias a varios cientos de metros de profundidad en las rocas "sanas". Inclusive se sospecha que las estalactitas y estalagmitas de las cavernas son producto de actividad microbiana, como lo puede ser en general el travertino.

  2. Régulo el regolito tienen una vida tremenda. Pîensa que se dispersa en decenas de metros. Pero luego sumas todo lo que hay en esos metros (…) y te llevas el susto. Por otro lado hasta la zona saturada debe estudiarse. Buol y otros ya han hecho una nomenclatura acorda con la de los dos metros superficiales. Puedes hacer un estudio de la Epi-geoderma (suelo) o de la Geoderma (suelo y regolito).

    De este modo se estudia todo lo que ocurre hasta la zona saturada y puedes analizar la contaminación hasta allí, la vida hasta donde llegan las raíces, etc.

    Respecto a la denominada hidropedología pienso lo mismo. Por convención estoy contigo que podría pararse en el límite de la zona fótica (es decir a partir de donde no llega la luz podría pararse)

    Saludos

    Juanjo Ibáñez

  3. Juanjo dicen que encarrerado el ratón, el gato vale … Pues bien desde "endenantes" estoy rumiando el calificativo de recurso y entre ellos al suelo, de ahí a llamar a nuestros congeneres recursos humanos y asignarles un número solo fue cuestión de tiempo. No merece que meditemos un poco la trascendencia de nuestro antropocentrismo, eurocentrismos y otros ismos parecidos.

    Esto nos puede llevar al tipo de relación que podemos establecer con el suelo, que por cierto mereció la meditación del Manco de Lepanto.

    Porque de lo contrario estamos quemando nuestra pólvora en infiernitos. Victor Hugo en Los miserables hace una buena reflexión:

    ¿Porqué un miserable busca a otros miserables …?

    Que me recuerda la reyerta de algunos colegas en tu blog. Ojalá y nos dieran su punto de vista en estos aspectos.

  4. El antropocentrismo esta tratado en otros post. Mira por ejemplo en taxonomías y clasificaciones, o en los que se habla de calidad del suelo. A mí no me gusta en ciencia aunque vende en política y a veces es más fácil de vender también a los alumnos.

    Saludos

    Juanjo

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