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Lechos pedregosos de los Uadi, Ramblas y cauces efímeros. Fotos Juan José Ibáñez

Si realmente existen lugares en las tierras emergidas del planeta en las que podamos constatar con contundencia la presencia de un Universo Invisible Bajo Nuestros Pies”, son precisamente los suelos desérticos.  En apariencia desoladora en cuanto a la vida, resulta que bajo su superficie medra de forma maravillosa. Sus suelos, tanto como la dinámica hídrica, resulta ser compleja y muy poco conocida. Del mismo modo, la biomasa subterránea tiende a ser ostensiblemente mayor bajo el suelo que la que podemos observar con nuestros pies sobre él. La vida es vida y en condiciones aeróbicas “respira”, aunque creamos que ahí abajo no debe haber nada. Aún tenemos mucho que aprender. Y hoy os lo voy a mostrar, en la medida de lo posible.

La noticia que os ofrecemos en este post da cuenta de un hecho poco conocido, aunque nosotros, y algún colega más, lo habíamos estudiado previamente desde otro punto de vista. Eso sí, podemos aseverar que sus ¿espectaculares? hallazgos son los únicos que cabría esperar. ¡No podía ser de otro modo! Pero como los cazadores de C02 se molestan mucho más en publicar que en documentarse, a mezclar datos de varios y dispares proyectos y elaborar publicaciones tuti fruti o pastiche, con decenas de autores, haciendo parecer que se trata de grandes iniciativas, cuando en realidad son meros cruces de datos, no se suelen enterarse de nada que no sea CO2, y menos aun cuando no tan siquiera suelen participaar edafólogos. En las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado, las revistas científicas, y más aún las de tipo Naure, rechazaban los trabajos con más de unos pocos autores, exigiendo una gran tijera en la autoría para publicar los contenidos de los manuscritos.  Pero hablamos de la era de la ciencia, que no de la desdichada Tecnociencia que padecemos.

Ya hablamos en profundidad a cerca de este asunto en un post presente, sin mentar el CO2: “Los Suelos de los Lechos Fluviales: Las Ramblas y los Uadi y su Biodiversidad de Plantas Vasculares”. Aprovecho para recordar que en esta bitácora se han editado algunos centenares de post, almacenados en la categoría ‘Suelos de Zonas Áridas, Semiáridas y desertificación’.

En el post previamente aludido, explicamos la problemática para un caso concreto, aunque os dará pistas acerca de lo que realmente ocurre. Del mismo modo, durante cuatro años investigué sobre el tema, por lo más adelante os mostraré las publicaciones científicas a la que dieron lugar aquellas indagaciones. Por otro lado os dejo una relación no exhaustiva de aquellos post relacionados con los suelos hídricos y humedales y esta monografía: Flora de los ríos, ramblas y humedales del sureste Ibérico y esta otra. Pero a lo que vamos (…..).

En base a esos datos de tan variadas fuentes (algún día os hablaré de este tipo de publicaciones, “aparentemente muy serias) los autores llegan a la conclusión de que las emisiones de CO2 de las zonas áridas y semiáridas se encuentra muy subestimadas, por lo que deberían ser consideradas en las simulaciones, etc. sobre el cambio climático.  Pobre bagaje para tantos esfuerzo, medios, instrumentación e número de investigadores. Parece ser que no deben dar más de sí a falta de saber (o al menos se esmeran en aparentarlo) lo que realmente es un suelo. En donde detectan grandes emisiones resulta ser los lechos gravosos de cauces secos, y sea durante el estío, ya a lo largo de varios años, como ocurre en los genuinos desiertos antes de que vuelva a diluviar. Empero no son sedimentos, sino suelos genuinos. Un investigador de la UCM dijo ya hace muchos años que se trataba de un hábitat nuevo no explorado, cuyo sustratos o sedimentos contenían fauna edáfica, es decir algún tipo de suelo que no de los representativos de los cauces fluviales típicos. Años después, otros científicos del MNCN y otros organismos llegaron con mejor instrumental a las mismas conclusiones, empero se atribuyeron el mérito sin citar al profesor de la UCM, comenzando una polémica de la que prefiero no hablar. Yo ya había comenzado de modo paralelo, mis indagaciones sobre las relaciones entre suelos y vegetación en zonas áridas, gracias al material que me proporcionó mi entrañable amigo y edafólogo, Cecilio Oyonarte, de la Universidad de Almería. La provincia de Almería (Andalucía, España) alberga la zona más árida de Europa occidental, tratándose desde un punto de vista técnico de un genuino desierto. Entre otras apasionantes conclusiones, no llegaba a entender como justamente en ese “punto supercaliente” (Desierto de tabernas), podían albergarse casi el 50% de las comunidades vegetales ligadas a suelos encharcados (comunidades higrófilas), cuando aquel tórrido, aunque hermoso paisaje, parecía demostrar, sin duda alguna, todo lo contrario. ¡Falsa impresión!. ¿Qué ocurría allí? No tuve más remedio que volver acompañado de otro experto en flora, Juan Pedro Zaballos del Jardín Botánico de la Universidad de Alcalá de Henares.  En Almería Cecilio y yo nos reunimos con Javier Cabello, botánico también, fitosociólogo, y compañero de la Universidad de Cecilio. Al día siguiente se nos unió el entrañable José Luís González Rebollar bioclimatólogo y botánico. Ya en el campo les expliqué mis tribulaciones. José Luís me llevó a una Rambla o Oadi, muy cerca de donde comenzó a encumbrarse la carrera del actor y director  Clint Eastwood, con los numerosos “sphaguetti Western” que allí e rodaron. Y sí me deslicé hacia una rambla, aparentemente seca, recorriéndola no más de 1 kilómetro. Tras un recodo por el lecho fluvial, topé con una zona densa que albergaba pastos verdes, cuando de pronto, deambulando en el lecho pedregoso” observé que brotaba un manantial, el agua corría, súbitamente se encharcaba para luego volver a correr y ser abducida en el propio lecho. Al seguir mi andadura, tras oro recodo del río, volvía a aparecer el más que árido desierto. Una gran variedad de microambientes daba lugar a pequeños mosaicos de vegetación ricos en especies y muy contratados fisionómica y florísticamente. ¡Era cierto! No explicaré aquí las causas, pero sí que su origen procedía de una tectónicas activa con roturas jalonadas de los freáticos. Empero volví a leer relatos semejantes en otros lares del planeta. La vida bulle allí aunque aún resulta prematuro ni promediar estimas ni generalizar con contundencia. Debemos tener presente que el clima, y por tanto las precipitaciones en los ambientes áridos varían de una forma brutal. No se puede encontrar lo mismo tras lluvias que aparecen en medio de decenios en los que apenas caen unas gotas, al menos en ciertos enclaves de Tabernas y otros desiertos.   Es decir, la variabilidad en el régimen pluvial deviene en que o se toman medidas durante muchos, pero que muchos años, cuando no decenios, o resulta imposible obtener estimas dinas de ser consideradas científicamente.

Sin embargo tampoco debemos olvidar que bajo los suelos desérticos pueden o no existir capas freáticas hasta las que logran penetrar las plantas adaptadas con raíces que superan la decena de metros. Donde hay agua hay vida y por tanto se emite C02, pero a pulsos, no de forma continua, excepto en aquellos puntos en los que afloran los manantiales de la capa litológica que albergaba o enterraba el susodicho nivel freático, también fluctuante.  Empero ya que hablamos de CO2 y los hombres y mujeres de poca fe pensarán que me he desviado del tema, aunque no es así, os narraré una historia que me mentó Cecilio, sobre las emisiones de Co2 en Almería, cerca de Cabo de Gata en donde ubicaron instrumental sofisticado con vistas a cuantificar las emisiones de este gas de invernadero.

Paro hablando de sedimentos, en la nota de prensa puede leerse: “A más sustrato disponible, más materia orgánica en el suelo, y cuanto más favorables sean las condiciones como la temperatura y la humedad del sedimento, más activos estarán, liberando una mayor cantidad de dióxido de carbono (..) los investigadores concluyeron que los factores responsables de la liberación de dióxido de carbono son esencialmente los mismos en todo el mundo. «La interacción de las condiciones locales como la temperatura, la humedad y el contenido de materia orgánica de los sedimentos es crucial, y tiene una mayor influencia que las condiciones climáticas regionales» (…). Por supuesto, cuando más espeso es un suelo, es decir más profundo, tanto más carbono “edáfico” albergará, debido a la actividad biológica de la vegetación, así como del mayor número de organismos que componen la microflora y microfauna edáfica.  Se trata de una conclusión a la que llegaría un estudiante tras cursar su primer curso de edafología. ¿Novedad?. ¡Mejor no digo nada!.  Dado que en estos cauces no curre mucha agua (atrde mal uy nunca), con la salvedad de las riadas e inundaciones tras imponentes tormentas que acecen por horas o pocos días, a menudo, después de muchos años o decenios de sequía, sospecho que los autores del estudio deben contemplarlos, no como redes por donde de vez en cuando corre el agua, sino como tenebrosas redes de emisiones de gases con efecto de invernadero. ¡Jesús!. ¡Solo se ve lo que se sabe!.

La Pedo-flatulencia árida y semiárida.

Meses antes…….

Ya sabéis que edafodiversidad en castellano se traduce al Suajili por pedodiversidad, y al menos en España tal vocablo resulta ser escatológico, generando las carcajadas del personal. Y si hablamos de emisión de gases……

Meses antes de mi encuentro con Cecilio, había asistido a un Congreso de Fractales en donde en una de las conferenciantes se ofrecía resultados justamente de esas parcelas y otras. Hablamos más o menos de Cabo de Gata (Almería, España). Conforme a la cnferenciante aludida, se habían estimado las emisiones de cantidades anormales de Co2. Extrañado le pregunté de donde procedía tanto Co2. A lo que me contestó que ellos sospechaban de los sustratos geológicos profundos (Cabo de Gata resulta ser un antiguo volcán submarino emergido, coronado por una capa o estrato de origen margas de coralino). Debido a que su respuesta me extrañó mucho, le volví a replicar: ¿Por qué no de los carbonatos del suelo?. La respuesta de la interpelada me dejó atónito: “Es que las calizas son muy duras como para alterarse tanto en poco tiempo. Y ahí cerré la boca so pena que se montara un lio mayúsculo. Ella no tenía ni idea de lo que era un suelo, como también me temo que los autores del estudio de la nota de prensa que os muestro abajo. No es el momento de discutir sobre los carbonatos, pero, por ejemplo, ¿sabéis lo que son los pseudomicelios de carbonatos?. Se alteran emitiendo CO2 con extrema facilidad. En fin….

Le comenté este episodio a Cecilio, se río mucho y me espetó algo así “Lo que si hemos observado en esas parcelas  son súbitas, breves pero virulentas emisiones de Co2. Y continuó con una frase más o menos de la siguiente guisa:…..” tras rachas de viento fuertes que parecen expulsar CO2 del suelo al llegar el aire”. Tengo una conjetura sobre este asunto, pero me la reservo por falta de evidencias.

Cecilio te burlas de la edafodiversidad, pero investigas la pedoflatulencia: jajajaja, reímos con ganas durante algún tiempo. Pues bien,  eso se trata de una investigación sobre pedoflatulencia, aunque los autores lo ignoren. ¿¿??.

En fin…. “solo se ve lo que se sabe”. Y sabemos muy pero que muy poco, para hacer avaluaciones, “espacializarlas” en todas las condiciones y tipos de ambientes de Gaia, incluyendo las aguas freáticas, frecuencia de las lluvias que dan lugar a estos fenómenos,  etc. etc. Hay tantos papers de esta guisa que siento pena, y eso que han intervenido decenas de cabezas pensantes.

Juan José Ibáñez

Continúa…….

Artículos científicos sobre el tema publicados por este bloguero.

Ibáñez, J. J., Pérez-Gómez, R., Oyonarte, C. & Brevik, E.C. 2015. are there arid land soilscapes in southwestern Europe?. Land Degrad. Develop. 26 (8), 853–862., doi: 10.1002/ldr.2451.

Willaarts, B. A., Oyonarte, C., Muñoz-Rojsa, M., Ibáñez, J. J. &. Aguilera, P.A. 2016. Environmental factors controlling soil organic carbon stocks in two contrasting Mediterranean climatic areas of southern spain. Land Degrad. Develop. 27(3), 603–611., doi 10.1002/ldr.2417View

Ibáñez, J. J., Pérez-Gómez, R., Ganis, P. & Feoli, R. 2016. The use of vegetation series to assess α and β vegetation diversity and their relationships with geodiversity in the province of Almeria (Spain) with watersheds as operational geographic units. Plant Biosyst. 150(6)  -1407| First Published online: 03 Oct 2016. http://dx.doi.org/10.1080/11263504.2016.1165755.

Ibáñez, J.J., Pérez-Gómez, R., Brevik, E.C., Cerdá, A., 2016. Islands of biogeodiversity in arid lands on a polygons map study: Detecting scale invariance patterns from natural resources maps. ‎Sci. Total Environ. 573:1638-1647 http://dx.doi.org/10.1016/j.scitotenv.2016.09.172.

Feoli, E., Pérez-Gómez, R., Oyonarte, C., Ibáñez, J.J. 2017. Using spatial data mining to analyze area-diversity patterns among soil, vegetation, and climate: A case study from Almería, Spain. Geoderma,  287 (1): Pages 164-169 http://dx.doi.org/10.1016/j.geoderma.2016.09.011.

Ibáñez, J. J., Pérez-Gómez, R., Oyonarte, C., Zinck, A 2019.Biogeodiversity and pedodiversity islands in arid lands of Europe (Almería Province, Spain). Spanish Journal of Soil Science. Vol 9 No 3 (2019): 148-168. https://doi.org/10.3232/SJSS.2019.V9.N3.01.

CO2 emissions from dry inland waters globally underestimated
by Staff Writers; Magdeburg, Germany (SPX) May 04, 2020

Inland waters such as rivers, lakes and reservoirs play an important role in the global carbon cycle. Calculations that scale up the carbon dioxide emissions from land and water surface areas do not take account of inland waters that dry out intermittently.

This means that the actual emissions from inland waters have been significantly underestimated – as shown by the results of a recent international research project led by scientists at the Helmholtz Centre for Environmental Research (UFZ) in Magdeburg and the Catalan Institute for Water Research (ICRA). The study was published in Nature Communications.

Emisiones de CO2 de aguas continentales secas subestimadas a nivel mundial

por escritores del personal; Magdeburgo, Alemania (SPX) 04 de mayo de 2020

Las aguas continentales como la acarreada por ríos, lagos y embalses juegan un papel importante en el ciclo global del carbono. Los cálculos que aumentan las emisiones de dióxido de carbono de la superficie terrestre y acuática no tienen en cuenta las aguas continentales que se secan de manera intermitente.

Esto significa que las emisiones reales de las aguas continentales se han subestimado significativamente, como lo demuestran los resultados de un reciente proyecto de investigación internacional dirigido por científicos del Centro Helmholtz de Investigación Ambiental (UFZ) en Magdeburgo y el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA) . El estudio fue publicado en Nature Communications.

«It all began in 2013, during a measurement campaign in Catalonia in Spain,» says Dr Matthias Koschorreck, a biologist in the Department of Lake Research at UFZ. Together with a Spanish team, he was studying the release of greenhouse gases in the catchment of a small river. «It was summer and parts of the riverbed were dry. On a whim, we decided to take some measurements in those areas too,» Koschorreck explains.

«The results surprised us – these dry, gravelly areas of the riverbed released unexpectedly high levels of carbon dioxide.» Koschorreck and his colleague Dr Rafael Marce from ICRA in Girona (Spain), decided to investigate that further. Results from various locations in Spain and Germany all produced the same finding: dry inland waters released readily measurable and sometimes considerable levels of carbon dioxide.

«We wondered whether this might be the case in other regions of the world, and whether greenhouse gas emissions from inland waters might be fundamentally underestimated,» says Koschorreck. «In studies that scale up emissions of greenhouse gases from land and water surface areas, inland waters that dry out intermittently haven’t previously been taken into account.»

«Todo comenzó en 2013, durante una campaña de medición en Cataluña (Estado Español», dice el Dr. Matthias Koschorreck, biólogo del Departamento de Investigación de Lagos del UFZ. Junto con un equipo español, estaba estudiando la liberación de gases de efecto invernadero en la cuenca de un pequeño río. «Era verano y partes del lecho del río estaban secas. Por capricho, decidimos tomar algunas medidas en esas áreas también», explica Koschorreck.

«Los resultados nos sorprendieron: estas áreas secas y de grava del lecho del río liberaron niveles inesperadamente altos de dióxido de carbono«. Koschorreck y su colega, el Dr. Rafael Marce, de ICRA en Girona (España), decidieron investigar más a fondo. Los resultados de varios lugares en España y Alemania produjeron el mismo hallazgo: las aguas continentales secas liberaron niveles de dióxido de carbono fácilmente medibles y, a veces, considerables.

«Nos preguntamos si este podría ser el caso en otras regiones del mundo, y si las emisiones de gases de efecto invernadero de las aguas continentales podrían ser fundamentalmente subestimadas«, dice Koschorreck. «En estudios que aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero de la superficie terrestre y acuática, las aguas continentales que se secan de forma intermitente no se han tenido en cuenta anteriormente«.

To investigate these questions, in 2016 Koschorreck and Marce together with a core team of six German and Spanish scientists launched the dryflux research project, with the aim of measuring greenhouse gas emissions from dry inland waters. As part of a workshop held at the UFZ’s Magdeburg site, they developed a measurement and sampling concept for their study. They then engaged the help of their international networks.

«Every participant at the workshop got in touch with research teams all over the world to see whether they would be interested in taking part in measurement campaigns on freshwater systems in their area,» explains Koschorreck.

«The response was amazing. Twenty four research teams from all over the world took part, which meant that we were able to collect data from 196 different sites on every continent except Antarctica.» Each team carried out three closed-chamber measurements in dry areas of at least three freshwater systems in their region – a river, lake, reservoir or pond.

This involves placing a special measuring container with its open end downwards on the ground, separating the air inside the container from the ambient air. An analytical device is then used to measure the change in the amount of carbon dioxide inside the container. At the same location, the project partners also took samples of the dry sediment and measured its moisture, organic matter and salt content, temperature, and pH.

Para investigar estas preguntas, en 2016 Koschorreck y Marce junto con un equipo central de seis científicos alemanes y españoles lanzaron el proyecto de investigación de flujo seco, con el objetivo de medir las emisiones de gases de efecto invernadero de las aguas continentales secas. Como parte de un taller realizado en el sitio de Magdeburg de la UFZ, desarrollaron un concepto de medición y muestreo para su estudio. Luego contrataron la ayuda de sus redes internacionales.

«Todos los participantes en el taller se pusieron en contacto con equipos de investigación de todo el mundo para ver si estarían interesados en participar en campañas de medición de sistemas de agua dulce en su área«, explica Koschorreck.

«La respuesta fue sorprendente. Participaron veinticuatro equipos de investigación de todo el mundo, lo que significa que pudimos recopilar datos de 196 sitios diferentes en todos los continentes, excepto en la Antártida». Cada equipo realizó tres mediciones de cámara cerrada en áreas secas de al menos tres sistemas de agua dulce en su región: un río, lago, embalse o estanque.

Esto implica colocar un recipiente de medición especial con su extremo abierto hacia abajo en el suelo, separando el aire dentro del recipiente del aire ambiental. Luego se usa un dispositivo analítico para medir el cambio en la cantidad de dióxido de carbono dentro del contenedor. En el mismo lugar, los socios del proyecto también tomaron muestras del sedimento seco y midieron su humedad, materia orgánica y contenido de sal, temperatura y pH.

The large, complex dataset was evaluated by Philipp Keller, a doctoral researcher in the Department of Lake Research at the UFZ and first author of the study, who came to some interesting conclusions. «We found significant carbon dioxide emissions from dry areas of inland waters across all climate zones,» says Keller. «So this really is a global phenomenon.»

The researchers also discovered that these emissions are in fact often higher than typical emissions from water surfaces of the same size.

«We were able to show that dry areas of inland waters actually account for a significant proportion of total carbon dioxide emissions from these freshwater systems,» says Koschorreck.

«If you take account of this in global calculations for inland waters, the carbon dioxide emissions increase by six percent.» But what mechanisms are responsible for the release of carbon dioxide from dry inland water sediments? «Respiration processes of microorganisms,» says Philipp Keller.

El conjunto de datos acumulado,  grande y complejo, fue evaluado por Philipp Keller, un investigador doctoral en el Departamento de Investigación de Lake de la UFZ y primer autor del estudio, que llegó a algunas conclusiones interesantes. «Encontramos emisiones significativas de dióxido de carbono de áreas secas de aguas continentales en todas las zonas climáticas«, dice Keller. «Así que esto realmente es un fenómeno global«.

Los investigadores también descubrieron que estas emisiones son de hecho a menudo más altas que las emisiones típicas de superficies de agua del mismo tamaño.

«Pudimos demostrar que las áreas secas de las aguas continentales en realidad representan una proporción significativa de las emisiones totales de dióxido de carbono de estos sistemas de agua dulce«, dice Koschorreck.

«Si se tiene en cuenta esto en los cálculos globales para las aguas continentales, las emisiones de dióxido de carbono aumentan en un seis por ciento«. Pero, ¿qué mecanismos son responsables de la liberación de dióxido de carbono de los sedimentos secos de aguas continentales? «Procesos de respiración de microorganismos«, dice Philipp Keller.

«The more substrate available – the more organic matter in the soil – and the more favourable the conditions like temperature and sediment moisture, the more active they are and the more carbon dioxide is released.»

From the results of the study, the researchers concluded that the factors responsible for carbon dioxide release are essentially the same all over the globe. «The interaction of local conditions like temperature, moisture and the organic matter content of the sediments is crucial, and it has a bigger influence than regional climate conditions,» Keller explains.

So what do the results of the study mean for the future assessment of carbon dioxide emissions from inland waters? «Our study shows that carbon dioxide emissions from inland waters have been significantly underestimated up until now,» says Koschorreck.

«We hope that our work will help ensure that dry areas of freshwater systems are included in future calculations. With the progression of climate change, more surface waters are probably drying out and thus, CO2 emissions will likely increase.»

Research paper

A más sustrato disponible, más materia orgánica en el suelo, y cuanto más favorables sean las condiciones como la temperatura y la humedad del sedimento, más activos estarán, liberando una mayor cantidad de dióxido de carbono«.

A partir de los resultados del estudio, los investigadores concluyeron que los factores responsables de la liberación de dióxido de carbono son esencialmente los mismos en todo el mundo. «La interacción de las condiciones locales como la temperatura, la humedad y el contenido de materia orgánica de los sedimentos es crucial, y tiene una mayor influencia que las condiciones climáticas regionales«, explica Keller.

Entonces, ¿qué significan los resultados del estudio para la futura evaluación de las emisiones de dióxido de carbono de las aguas continentales? «Nuestro estudio muestra que las emisiones de dióxido de carbono de las aguas continentales se han subestimado significativamente hasta ahora«, dice Koschorreck.

«Esperamos que nuestro trabajo ayude a garantizar que las áreas secas de los sistemas de agua dulce se incluyan en los cálculos futuros. Con la progresión del cambio climático, es probable que se sequen más aguas superficiales y, por lo tanto, las emisiones de CO2 probablemente aumentarán«.

Algunos post precedentes relacionados con el tema

  1. Pérdida de Humedales, Cambio Climático y Suelos
  2. Los Humedales, su biodiversidad y servicios ecosistémicos al borde del colapso mundial
  3. Humedales y Suelos Hídricos: Aspectos Básicos y Necesidad de Investigación
  4. Suelos hídricos según la USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.)
  5. Suelos Hídricos o Suelos de los Humedales según la Taxonomía Americana
  6. Réquiem por las Chinampas: Shangri-la Prehispánico en Riesgo de Extinción
  7. Humedades, suelos hídricos, aguas residuales tratadas y epidemia de botulismo aviar
  8. BP, Desastre Ecológico en el Golfo de México, Humedales y Mucho que Reflexionar
  9. Suelos Hígricos y Suelos Sumergidos
  10. Aprovechamiento de la Turba y Degradación Ambiental de Humedales y Suelos
  11. Inundaciones, Zonas Húmedas y Cambio climático
  12. Los Suelos de un Manglar y su Degradación: Repercusiones sobre el Secuestro de Carbono
  13. Pérdida y Degradación Irreversible de Suelos de Deltas y Zonas húmedas Costeras
  14. Los Suelos de los Lechos Fluviales: Las Ramblas y los Uadi y su Biodiversidad de Plantas Vasculares
  15. Hacia un Cambio de Paradigma en Edafología
  16. Contaminación de los Suelos al Mar. Las enseñanzas de la contaminación radioactiva de Fukushima
  17. WRB 2006 y sus Problemas Conceptuales/Estructurales: El concepto de Suelo
  18. Recarga, Contaminación y Salinización de Acuíferos
  19. Suelos, Depuración de Aguas Residuales y Biocombustibles
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