Estimado David,

 

Disculpas por publicar una vez más en mi blog. Simplemente lo hago debido a que es un tema que, debido a su trascendencia, no debería quedarse en un rosario de comentarios en una blog. Si fuera el caso, debía ser la tuya, ya que sacaste el tema, afortunadamente.

Tan solo tres breves comentarios, ya que nos adentramos en el espinoso tema de la política científica general, que queda fuera del alcance de nuestros respectivos blogs (aunque como implicados no podemos, ni debemos dejar sin comentar ciertas noticias).

 

En primer lugar señalar que mi respuesta a vuestra contribución tuya sobre los «Cajales» no fue, como creo que quedó patente, una crítica personal. Simplemente intentaba matizar ciertos comentarios que se venían difundiendo en la prensa: ¿porqué?:

 

Pues porque también aparecen noticias como «España se enfrenta a una nueva fuga de investigadores de primera línea internacional«, en las que sí se muestra, en mi opinión, la lamentable situación de los «Cajales» de un modo sesgado o tendencioso y discriminatorio con otros posdoctorales.

 

Finalmente, pides que las autoridades cumplan sus compromisos en materia de política científica en lo relacionado con los «Cajales». Sobre este tema, por desgracia, lo que solicitas es la excepción que confirma la regla. Es decir lo raro es que en España nuestras autoridades cumplan sus proclamas en materia de I + D + i. Lo normal es que nos «tomen el pelo» una y otra vez ante nuestra pasividad. Y no solo hablamos de apuntalar nuestra escasez de personal investigador, sino de proyectos, promoción del personal, y todo lo relacionado con el «supuesto sistema de I + D + i. Porque realmente «no existe un  tal sistema», sino una serie de medidas inconexas y expectativas sistemáticamente incumplidas.

 

Y lo peor, es la falta de solidaridad del personal investigador. Parece increíble que estando todos de acuerdo, los científicos seamos tan timoratos e insolidarios. Seamos de derechas o de izquierdas, estemos en plantilla, contratados o becarios, pertenezcamos a OPIs o Universidades, deseamos lo mismo: un «sistema real de I + D + i», que se incremente el gasto, racionalmente  (es decir como un sistema de verdad) hasta el nivel de nuestros países vecinos, y que aumente la masa crítica de investigadores en España hasta un nivel aceptable y acorde con nuestra economía. Y aun estando de acuerdo, jamás somos capaces de arriesgar lo más mínimo por pedir algo que es más que razonable. Si todos dijéramos al unísono ¡basta ya!, y tomáramos medidas coordinadamente, no ocurriría lo que nos ocurre. Los que estamos en plantilla debido al más puro egoísmo y miedo: si protestamos tomarán represalias;  los contratados porque, como en la nota que adjunto, como verás, tampoco parecen serlo mucho con sus compañeros; nuestras autoridades porque realmente toman represalias encubiertas. Y si me pongo a hablar lo que ocurrió cuando contratados «posdoc» hicieron en famoso «full monthy» en una discoteca, entraríamos en el más puro «mcarthysm«. Y se trata tan solo de un ejemplo que os incumbe a vosotros.  Más aun y los investigadores somos insolidarios también con el personal de apoyo.

 

Sin embargo hablar de «Sistema» siempre es peligroso, ya que somos investigadores los que seleccionamos los proyectos a financiar; son investigadores los que arbitrariamente (sin la mínima «objetividad» y apelando a los juicios más tendenciosos) actuamos en los tribunales de las oposiciones, ya sea para entrar al sistema o los de promoción y, finalmente, somos investigadores muchos que ascendemos al rango de autoridades de política científica. Por estas razones a veces pienso que tenemos, desgraciadamente lo que nos merecemos.   

 

Como persona que ha formado parte de tribunales, ha evaluado proyectos, aquí y en Bruselas, que ha sido miembro del Comité Científico Asesor de la Presidencia del CSIC, y de la Comisión de Área de Recursos naturales, etc., etc., estoy más que documentado para entristecerme por nuestro comportamiento colectivo. Aquí vale todo, al dictado de «Sálvese quién pueda». Así nos va.

 

Y un apunto que parece olvidarse con suma frecuencia, pero que tiene su enjundia, para que un «Sistema funcione», hace falta que no halla «demasiados gallos en un gallinero», sino sabemos loo que pasa. No todos debemos dirigir proyectos o liderar laboratorios de un modo desmedidamente competitivo. Un sistema es un sistema y un equipo es un equipo. ¿Creo que me entiendes no? Por favor no es una indirecta contra nadie, sino que la competitividad desmedida y desleal es tan peligrosa como su carencia.

 

Suerte y espero que disfrutaras viendo lo que mentas desde Canarias.

 

Un fuerte abrazo

 

Juan José Ibáñez

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