Tras leer cuatro artículos [1, 2, 3, 4] de revistas electrónicas me quede reflexionando sobre como la actividad humana está alterando el ciclo hidrológico global. La idea que se me ocurrió no la he visto comentada en ningún artículo de los que he leído sobre el tema con anterioridad.  En consecuencia os la expongo aquí. Esto no significa que sea original, por cuanto no soy un experto en la materia. Es decir no sé si es novedosa o trivial. Lo que sí es cierto es que afecta directamente al universo de los suelos y puede ser de un cierto valor pedagógico. ¿Y científico? Sinceramente no lo sé. Bueno vamos allá.

 

El 13 de marzo, en la Revista Portal Medioambiental ley una noticia que llevaba por título: “Los ríos de todo el mundo agonizan por las presas y el cambio climático”. Seguidamente expongo un breve extracto de la misma:

 

 

Además, los 20 ríos más grandes del mundo son interrumpidos por grandes presas y una quinta parte de las especies de agua dulce están en peligro de extinción. Éstas son algunas de las conclusiones del Informe del desarrollo mundial del agua del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).  Mientras que ríos como el Nilo o el Indo llegan muy reducidos al mar, otros como el Colorado o el Río Amarillo rara vez llegan al mar y algunos como el Río Grande o el Jordán están secos en gran parte de su cauce (…)  unas 45.000 grandes presas bloquean los ríos del mundo, reteniendo el 15% del caudal total de agua que solía fluir de la tierra al mar. De hecho, actualmente los embalses cubren casi el 1% de la superficie terrestre del planeta. Aunque la ONU reconoce que aumentará la demanda de estas infraestructuras, recomienda (…)

 

Poco tiempo después, en el Boletín de Noticias I + D + i encontré otro artículo cuyo encabezamiento rezaba así : “Los ríos vírgenes ya sólo quedan en los Atlas”. Seguidamente reproduzco otro extracto:

 

(…) Aquellas viejas lecciones de geografía en las que los grandes ríos vírgenes emergían de las montañas, se alimentaban de afluentes y entregaban sus aguas al mar empieza a ser ficción. Más de la mitad de los grandes ríos del planeta están siendo gravemente deteriorados o contaminados, según el informe sobre la evaluación global de la biodiversidad presentado en la cumbre de Curitiba (Brasil (…) La destrucción de ecosistemas por inundación, la acumulación de sedimentos y nutrientes en los embalses, la contaminación y la modificación de las comunidades acuáticas son algunos de los impactos más graves observados en los 292 grandes ríos analizados (el 60% del total mundial)(…).

 

Para leer los otros dos artículos pinchar en los enlaces correspondientes. Son tanto o más interesantes que los aquí reseñados. Al margen de Los gravísimos problemas de contaminación y sellado, que mentan, así como sus repercusiones sobre la biodiversidad y la salud pública, de ambas noticias (en especial la primera expuesta aquí) se desprende que el ciclo hidrológico esta sufriendo graves cambios cualitativos. Me explico.

 

A escalas groseras, podemos decir que el ciclo hidrológico consiste en que el agua evaporada, principalmente desde los océanos, cae de nuevo mediante eventos precipitacionales, regando la tierra la tierra firme (también el mar por supuesto). Esta es recolectada por las cuencas de drenaje que, recordemos, son estructuras de relleno fractal es decir: la forma más rápida y económica de devolverla a sus fuentes, principalmente los océanos, aunque también los niveles de base locales como lagos y mares interiores. Ahora bien, ocurre que, en nuestros días, comienza a romperse tal equilibrio de forma que una ingente cantidad de agua se evapora desde el suelo, y tanto más porque mucha que no se devuelve al mar va a parar a los regadíos un 15% según el informe). Del mismo modo, en ciertos mares interiores, como algunos de la antigua URSS., los niveles de base han descendido drásticamente debido al secuestro del agua con los mismos propósitos. Por lo tanto, actualmente se devuelve mucha más agua a la atmósfera desde el propio suelo que con anterioridad. Ello significa de paso, una alteración considerable de los regímenes de humedad de los suelos ¿Afectará este proceso de alguna forma al sistema climático? Sinceramente lo desconozco. Ni tan siquiera sé si se ha valorado tal posibilidad.

 

Para terminar, dos consideraciones de carácter edafológico. Por un lado, la clasificación de suelos americana (USDA-Soil Taxonomy) considera los regímenes de humedad de los sistemas edáficos a un nivel muy alto de su jerarquía taxonómica: “Subórdenes”. Con tal motivo, no se considera su riego artificial, sino las condiciones climáticas naturales. Sin embargo, el riego afecta  a los edafoclimas, por lo que resulta difícil de entender porqué se mantiene tal criterio, que distorsiona la realidad. Por otro lado, la clasificación de la FAO (WRB o anteriores) a los edafotaxa asociados a la deposiciones de sedimentos fluviales y lacustres o litorales los clasifica como Fluvisoles (muchos de ellos serían Fluvents en la clasificación americana) Aparte de que el informe ya nos da una idea de su grado de contaminación, también nos dice que estamos perdiendo Fluvisoles (más aún si se considera el retroceso de los deltas y marismas debidos a la trampa de sedimentos que suponen los embalses y las infraestructuras portuarias). No hace falta a apelar a tediosos datos cuantitativos que tanto gustan a algunos para darnos cuenta de la magnitud del problema a escala planetaria. Hemos alterado el ciclo hidrológico a escala global (al margen de las más locales).    

 

 

Juan José Ibáñez

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3 comentarios

  1. son palabras que me salen el corazon y apesar de l acontaminacion admosferica tambien esta la contaminacion hidro grafica y algun dia las personas se arrepentiran.♥

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