¿Pueden las Grandes Epidemias de la Humanidad Cambiar el Clima?

Intentaba continuar escribiendo sobre el Antropoceno, cuando al leer el artículo de Wikipedia al respecto, me topé con una réplica de William F. Ruddiman, paleoclimatólogo retirado de la Universidad de Virginia, que podéis leer en este artículo. Me ha parecido un documento interesante que ya analizaremos en otro post. Entre otras cuestiones, el amigo Guillermo defiende que los descensos acaecidos en las temperaturas medias del planeta a lo largo del neolítico obedecen a los efectos colaterales de las grandes pandemias que ha azotaron a la humanidad ¡Sorpresa! ¿Falso o cierto?: ¡Y yo que sé! En cualquier caso, no cabe duda de que se trata de una vinculación sorprendente. Os recomiendo que leáis el artículo aludido, ya que no tiene desperdicio. Durante los últimos años nos han apabullado con noticias de prensa que auguran futuras epidemias causadas por el calentamiento de la atmósfera. Ahora Guille intenta convencernos que de ocurrir una gran mortandad, podrían descender las emisiones de CO2 a la atmósfera, y como corolario ayudar a frenar el efecto de invernadero antropogénicamente inducido. Vamos, que si se entera Bush (…..) estamos perdidos (con atesorar una vacuna para la población de EE.UU. iríamos todos servidos). Realmente la hipótesis que defiende Ruddiman se basa en que dice haber encontrado una correlación (una relación causa-efecto, ya es otra cuestión) entre las mentadas pandemias (como la peste bubónica) y el clima de la tierra durante los últimos miles de años. ¿Cual es la razón? Analicémosla.

 

 

 

La Peste en la antigua Grecia

Fuente: Planeta Sedna

 

Os muestro, para los que sepias el suahili, el resumen del susodicho artículo que, reitero, puede bajarse libremente de internet, desde wikipedia. Veamos lo que nos dice:

    

 

THE ANTHROPOGENIC GREENHOUSE ERA BEGAN THOUSANDS OF YEARS AGO

WILLIAM F. RUDDIMAN

 

Department of Environmental Sciences, University of Virginia, Charlottesville, VA 22904, U.S.A.

E-mail: wfr5c@virginia.edu

 

 

Abstract. The anthropogenic era is generally thought to have begun 150 to 200 years ago, when the industrial revolution began producing CO2 and CH4 at rates sufficient to alter their compositions in the atmosphere. A different hypothesis is posed here: anthropogenic emissions of these gases first altered atmospheric concentrations thousands of years ago. This hypothesis is based on three arguments. (1) Cyclic variations in CO2 and CH4 driven by Earth-orbital changes during the last350,000 years predict decreases throughout the Holocene, but the CO2 trend began an anomalous increase 8000 years ago, and the CH4 trend did so 5000 years ago. (2) Published explanations for these mid- to late-Holocene gas increases based on natural forcing can be rejected based on paleoclimatic evidence. (3) A wide array of archaeological, cultural, historical and geologic evidence points to viable explanations tied to anthropogenic changes resulting from early agriculture in Eurasia, including the start of forest clearance by 8000 years ago and of rice irrigation by 5000 years ago. In recent millennia, the estimated warming caused by these early gas emissions reached a global-mean value of ~0.8 ?C and roughly 2 ?C at high latitudes, large enough to have stopped a glaciation of northeastern Canada predicted by two kinds of climatic models. CO2 oscillations of ~10 ppm in the last 1000 years are too large to be explained by external (solar-volcanic) forcing, but they can be explained by outbreaks of bubonic plague that caused historically documented farm abandonment in western Eurasia. Forest regrowth on abandoned farms sequestered enough carbon to account for the observed CO2 decreases. Plague-driven CO2 changes were also a significant causal factor in temperature changes during the Little Ice Age (1300–1900 AD).

 

Regiones cultivadas del globo 2.000 años Antes del presente

Fuente: este artículo de Ruddiman

 

¡Vaya, Vaya!: Éramos poco y parió la abuela. Sin ser experto en el tema, puedo asegurar que su narración parece interesante, aunque dudo que se trate de una argumentación veraz, pero ¡a saber! Seguidamente, os pongo unas gráficas extraídas de tal artículo que pueden ser incluso interesarles a los Bloggers de la Bitácora “Salud Pública y Algo Más”. Claro que mi pobre hermana se quedara ¡patidifusa!.¡Lo siento Consuelo, ya sabes que donde hay confianza da asco. Ya analizaremos el resto de los argumentos más adelante. Lo que defiende Guille es que las Pandemias que azotaron la humanidad, al reducir drásticamente la población mundial, generaron una revegetación de extensas áreas cultivadas, y como corolario un mayor secuestro de CO2 y el consiguiente descenso de las temperaturas medias anuales. Con tal motivo muestra varios gráficos. No se trata de un análisis alocado. Otra cuestión bien distinta es que tenga razón o puedan rebatirse sus datos y razonamientos.

 

 

 

Principales pandemias humanas en los últimos 2.000 años

Fuente: este artículo de Ruddiman

 

Guille es de la opinión de que el Antropoceno comenzó hace miles de años y que la deforestación causada en el Neolítico afectó seriamente al clima de la Tierra. Empero cada pandemia se traducía en una conspicua reducción de los cultivos y, por consiguiente también en un mayor secuestro de carbono por la biomasa (y habría que añadir, que siempre se les olvida, el suelo). Personalmente, esta vez no diré “ni pío”, ya que no deseo abundar más en la ceremonia de la confusión que dimana de todo lo relacionado con el cambio climático.

 

 

 

Principales pandemias humanas en los últimos 2.000 años

Fuente: este artículo de Ruddiman

 

Que los que puedan, disfruten de un “inmerecido” descanso y el calorcito, mientras este “menda” no para de currar en verano desde su más tierna infancia (¡pringao que es uno!)

 

Ciao.

 

¡No!, esta trama histórico-terrorista (o benefactora) no continuará…….

 

“Demasiao para mi body”. A partir de ahora ya sabemos la defensa que harán de sus actos los indecentes defensores de las guerras biológicas: ¡Todo por la salud del Planeta! Lo dicho, ¡Éramos pocos y parió la abuela!

 

Juan José Ibáñez

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