Capitalismo, Investigación y Desarrollo:

Dos Planetas Dos Objetivos

 

En “teoría” ciencia, desarrollo tecnológico e innovación (I+D+i) deberían servir para alcanzar un desarrollo sostenible y un ambiente más sano. Eso es lo que nos dicen. Sin embargo, las pruebas indican todo lo contrario. Cuando leí la noticia que hoy analizo  solo pensaba que se trataba de un tema interesante. Sin embargo, ayer mi cabeza no dejaba de darle vueltas al asunto. Si reflexionamos seriamente sobre este tema comprobaremos que, de resolver el misterio de la caja negra sabiamente, detectaremos la mayor parte de los problemas que aquejan a la ciencia y tecnología contemporáneas. “El misterio de la caja negra” resulta ser más que una metáfora. Se trata del nudo gordiano al que se enfrenta la tan cacareada I+D+i. El énfasis en la sofisticación instrumental y las nuevas tecnologías nos desvía del camino para alcanzar una sociedad más justa y equitativa, a la par que una biosfera más saludable. 

 

El otro día la lectura de una noticia me generó estupor. Esta llevaba el prosaico título de  Una caja de cartón para salvar vidas en África”. Fue publicada por el elmundo.es, el 27 de abril de 2009. Abajo os la muestreo completa, por cuanto no tiene desperdicio. La propuesta me pareció fantástica, mientras que los comentarios vertidos contra ella por algunos colegas e instituciones científicas nauseabundos. Como podréis observar abajo, una caja de cartón (o plástico reciclado), pintura negra y papel de aluminio son suficientes con vistas a potabilizar el agua en los países pobres, lo cual puede salvar millones de vidas por tan solo 4 euros. Y todo ello lo realizó Jon, un escandinavo afincado en Kenia, jugando con su hija en el jardín. Y no se trata tan solo del precio, sino que su uso traería beneficios ambientales extra. Más aun, los principios y materiales son tan básicos que no requerirían ir a una tienda de electrónica con vistas a recoger repuestos en caso de estropearse. De hecho, la puede hacer uno mismo. Mientras a Jon se le denegaba todo tipo de presupuestos para prosguir con su proyecto (incluida la Fundación Gates de la que ya hablaremos hoy y más días, por sus burdas mentiras y patrañas), una vez recibido el premio, le arrecian las amenazas de muerte y los descalificativos por los estúpidos mentirosos que alegan la barbaridad de premiar algo tan burdo. Ya no se trata de ignorancia, sino de algo mucho más grave: la falta de moral que acompaña a la ciencia y tecnología globalizada.

 

 

 

El prototipo del invento ha sido premiado en el

Foro del Futuro. Fuente: Elmundo.es

 

Pues así, millones de personas mueren de enfermedades en los países desheredados por falta de agua potable. Así devienen las epidemias de cólera, entre otras muchas. Y a menudo el oro azul no puede consumirse por la contaminación que generan las tecnologías mucho más sofisticadas que utilizamos, así como la basura que nos rodea por doquier ¿verdad? Todo el mundo es consciente de este azote, que afecta quizás a más del 50% de la población mundial. Nuestros gobiernos se afanan en que nuestras investigaciones científicas sean aptas para fomentar la tecnología y desarrollo, pero nadie se había preocupado “seriamente” de un tema de tanta trascendencia. Eso sí, les enviamos dinero, medicamentos, etc. Pero que puedan valerse por si mismos ¿nos interesa? Sinceramente creo que no. Sino, ¿de que tanta indignación? El descubrimiento de Jon, ¿va a perjudicar a muchas empresas e intermediarios que defienden intereses inconfesables? Seguro que sí. Pues me alegro infinitamente. Ya oigo los desdichados vocablos del capital que lo contaminan todo. Pues sí se os puede secuestrar un gran “modelo de negocio”a costa del hambre y las calamidades. ¡fabuloso!.

 

La Belleza de la Sencillez en Ciencia y Tecnología 

Como biólogo, admiro a los físicos y especialmente a los matemáticos por su ideal de belleza: la sencillez. Ellos piensan (o pensaban) que un teorema bello debía ser extremadamente simple. Si se requerían miles de páginas de ecuaciones los matemáticos consideraban al producto extremadamente “feo”. Con el advenimiento de la era de la supercomputación, ganamos mucho, pero perdimos otro tanto.  ¿Para que calentarnos la cabeza si podemos llegar a los mismos resultados relegando millones de cálculos por segundo a una de esas máquinas?. Desde el punto de vista lógico, se trata de reemplazar parte del talento por la fuerza bruta. Tal desplazamiento, no resulta ser lógico, y menos aun elegante.  Si apelamos a maquinas sofisticadas lo que se puede lograr con talento lápiz y papel, perdemos parta de los grandes valores que atesora la actividad científica. Y tal material es muy asequible y baratito, ¿O no?. Un día dedicaré un post a este tema. Se me antoja que nos encontramos castrando las mentes más brillantes por las “oportunidades de negocio” científico apelando al uso de tecnologías muy caras, cuando no contaminantes. Si luego se patentan y dan lugar a un buen negocio empresarial mucho mejor. Presiento que los investigadores, instigados por nuestras autoridades, hemos caído miserablemente en una trampa tan burda como falaz. Más aun, nuestra falta de perspectiva, mostrada por los que protestas que se premie a personas ingeniosas y honestas,  merece ser reprochada. Y mientras tanto, los organismos internacionales clamando por las epidemias y hambrunas en el tercer mundo. ¿Realmente preocupan a los que no se les cae de la boca aquello del “desarrollo sostenible?. ¡Que vergüenza! Me imagino en España en el papel del pobre Jon, solicitando financiación para conseguir sus objetivos. Con toda seguridad, un colega que me conociera comentaría: ¡Pobre Juanjo: que bajo ha caído!.  

 

Comprobar abajo como este nórdico solicitó ayuda (me imagino que para su comercialización y perfeccionamiento) a más de  ¡200! Instituciones, mientras que todas que la rechazaron de plano. ¿No había nadie con un poco de perspicacia y humanidad entre tanto talento repartiendo fondos? ¡Imposible!. Lo que realmente padecemos es una falta de ética diabólica. Pero centrémonos en el caso de la Fundación Gates.

 

 

Fuente: El Olor a la Pobreza

Fuente: Diaria La Nación (Argentina)

 

La Gran Mentira de la Fundación Gates

Belinda y Billy van por el mundo alardeando de benefactores. Yo os pregunto a vosotros, ya que lo he leído pero no encuentro la noticia: ¿cuales han sido los beneficios de Microsoft (antes y aun en plena crisis económica) y cual el PIB del continente Africano. El pobre Jon les solicita algo de dinero y le contestan que “solo se dedican a investigar en medicinas”. Hay amigo “Billy(Puertas)”, por la boca muerde (que no muere) el pez. Resulta que, una buena parte de la comunidad de edafólogos estamos indignados con la fundación Gates, por propiciar una generosa financiación a uno de los proyectos más fraudulentos (y por tanto de mayor cobertura mediática) falsamente ambicioso (perdón codicioso, vergonzoso, etc.) que padece nuestra disciplina. Me refiero a la iniciativa denominada GlobalSoilMap, que tiene de todo, menos lo que sugiere el vocablo.  A este tema habrá que dedicarle varios post, por cuanto se trata de la golfaza institucional más sería que aflige hoy a nuestra comunidad científica. Pues bien, si financian este tipo de basura sobre suelos, ¿Cómo es posible que le digan a Jon que solo invierten en medicamentos?. Mentís como bellacos.

 

 

Fuente: Blog Generando Conciencia

 

Consideraciones finales

Si realmente se otorgaran premios científicos y de otra índole a los “inventos” que más pueden ayudar a la humanidad, a Jon habría que otorgarle el Premio Nobel de la Paz, el Príncipe de Asturias, etc., etc., para vergüenza de la denominada vanguardia tecnológica. Pues no y encima le amenazan de muerte, vilipendian, etc.  Amo a la ciencia, pero no a esta cosa llamada ciencia globalizada. Ofrecer la posibilidad de salvar millones de vidas merece todo tipo de reconocimientos, por cuanto la ONU, UNEP, FAO, señalan la falta de agua potable como una de las causas de mayor morbilidad y mortalidad en el mundo.  Pues sí, Jon ha hecho un invento tan simple que parece estúpido, pero genial. Y al hacerlo, ha mostrado al mundo la estulticia del mundillo científico y tecnológico que ahora pretende denostarlo. Comparen ustedes esta noticia, que a penas ha tenido repercusiones en Internet, con esta otra: “Las diez tecnologías de 2009”. Seguro que muchos hubieran desarrollado un aparato de potabilización mucho más sofisticado, con semiconductores, nanotecnología, bacterias modificadas genéticamente, etc., etc., muy caro, y que a la primera rotura…….. Luego reflexionen de donde venimos y a donde vamos. Estoy convencido que algo tan simple se le debe haber ocurrido a más de uno, pero……. ¿No debe darnos vergüenza?.   

 

Pero albergo una seria duda: ¿Permitirán finalmente los poderes fácticos que se extienda la “caja negra?. Albergo dudas más que serias.

 

Juan José Ibáñez

 

Reproducción de la Noticia de Elmundo.es enlazada arriba

Joana Socías | Nairobi (Kenia); Actualizado lunes 27/04/2009 14:31 horas

 

Jon Bohmer, inventor de la ‘Kyoto Box’- una cocina solar hecha a partir de dos cajas de cartón– está convencido de que su artilugio salvará muchas vidas y muchos árboles en todo el mundo. Todavía un prototipo, la cocina solar ‘Kyoto Box’ muy pronto, en apenas un par de meses, será una realidad en más de veinte países de África, Asia y Latinoamérica, según cuenta el padre de la criatura que todavía no se cree el revuelo que ha provocado su artefacto, premiado con 75.000 dólares hace unas semanas por el Foro para el Futuro.

 

«Gracias a mi cocina solar se dejarán de cortar árboles en muchos países y además se acabarán las violaciones en el bosque de mujeres que recogen leña y se hervirá el agua de forma muy fácil de manera que se acabará con la insalubridad y muchas enfermedades«, afirma este noruego afincado en Kenia, que llevaba cinco años tratando de dar con una solución ecológica, económica y eficiente para generar energía en los países en vías de desarrollo. La solución llegó una tarde inesperada, en el jardín de su casa, mientras jugaba con su hija de cinco años, quien también participó en la creación del diseño pintando los laterales de la caja de color negro, para que absorbiera mejor el calor.

 

«El 80% de las enfermedades que matan cada año a miles de niños e incluso adultos, como el cólera, se deben a que el agua tiene bacterias y se bebe sin hervir«, explica Bohmer, quien más que inventor prefiere autodenominarse «emprendedor». «Con la ‘Kyoto Box’, se dejarán de cortar árboles, habrá menos desertificación y, además, habrá menos violaciones de mujeres, que podrán invertir el tiempo que gastan en recoger leña en hacer artesanías, así como menos muertes por inhalaciones de humo. Es una cadena y todos salimos ganando», cuenta Jon desde su casa-taller de Nairobi, donde acuden decenas de admiradores a diario, deseosos de hacer joint venture con el inventor.

 

Pese al reconocimiento de ahora, Bohmer lamenta el desamparo que se ha encontrado en la endogámica comunidad científica en su carrera de investigador. «Me rechazaron la propuesta en más de 200 instituciones. Incluso me puse en contacto con la Fundación Bill Gates y me dijeron que ellos solo se dedican a investigar en medicinas. No entiendo cómo todavía no se han dado cuenta de que la mayor parte de las enfermedades en África se deben a la insalubridad del agua. Hervir el agua y proporcionar una herramienta barata para hacerlo es un buen comienzo para acabar con muchas enfermedades«, cuenta resignado Bohmer, quien ahora se ha convertido en toda una referencia en el mundo de la energía solar en países en desarrollo.

 

El precio, la diferencia

Pero, ¿qué hace diferente este invento de las decenas de cocinas solares que ya se comercializan en medio mundo? «El precio», afirma el inventor. «Mi cocina solar cuesta 4 euros, las que hay en el mercado, 40″, agrega el hombre que confiesa que ha recibido correos electrónicos amenazadores de personas anónimas que critican los aplausos que ha generado la aparentemente ineficaz caja de cartón. «Recibo centenares de correos electrónicos al día», cuenta Jon, quien tampoco entiende cómo una «caja de cartón» puede llegar a ser tan polémica.

 

Y es que muchos critican que Foro para el Futuro decidiera otorgar el premio a la sostenibilidad a una simple caja de cartón que gracias a un plástico transparente, a la pintura negra y a un poco de papel de aluminio permite hervir agua en una hora además de cocinar cualquier alimento. Entre tanto email, también los hay de admiradores. Las últimas, un grupo de mujeres de la India que se dedica al «yoga solar» y que ven en la ‘Kyoto Box’ la «representación de todas sus creencias», cuenta Bohmer con la sonrisa en la boca.

 

A pesar de que el prototipo es de cartón, en dos semanas empezará la producción en Malasia de las ‘Kyoto Box’ hechas de plásticos reciclados, para proteger las cajas del agua. «Queremos aprovechar las miles de toneladas de plásticos que hay flotando en los océanos«, explica el noruego, que además de su ‘Kyoto Box’ se ha sacado de la manga una bolsa de plástico que se cuelga de los árboles que hace las veces de ducha móvil en lugares donde no hay agua corriente.

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