Brexit y Cambio Climático

Últimamente, al margen de que no puedo evitar que mi indignación aumente inexorablemente por el estado del mundo y su deplorable gobernanza, los palabros “cambio climático” me persiguen hasta en sueños, que así devienen en pesadillas. Y no se trata tan solo de los que se aprovechan “que todo afecte al clima” para publicar bastante basura científica, sino que los medios de comunicación es decir, TV, radio, periódicos, etc., le dan vueltas al mismo tema de forma patológicamente obsesiva. Y peor aún, es el caso de los políticos y gobiernos, a los que tan solo les interesan las finanzas y algún que otro tema aún más oscuro. Presiento (por no decir “estoy completamente seguro”) que en Europa el clima social también se calienta, por lo que a los ciudadanos les sale humo por sus cabezas. Para mayor desgracia, a países como España, han llegado ya las olas de calor que disparan las alertas rojas.  Andamos todos muy pero que muy calientes. ¡Claro está, la culpa es del calentamiento climático, pero de todo tipo! ¡Esto está que hierve! Y aquí, para que se evapore hasta el agua del mar,  entra en juego la famosa y temida diplomacia británica, hipocresía pura maquillada con la sublime elegancia de los gentlemen (caballeros) británicos. Por Europa, a los palabros aludidos, debemos añadir desde hace unas semanas otro acrónimo que martillea inmisericordemente nuestros oídos: Brexit, Brexit. Brexit Brexit, Brexit. ¡Voy a volverme loco! Y claro está, la combinación de ambas torturas posee un efecto multiplicador. Veamos a lo que me refiero.

 Hace pocos días, como podréis leer más abajo, me llegó desde USA una noticia lanzada por La City (“Londres”) que me ha dejado perplejo. Esta lleva por título: “El Brexit arroja una llave inglesa contra la política climática de la UE” (Brexit throws spanner into EU climate policy). Un evidencia palmaria más de como se las gasta la mentada diplomacia envenenada. El Reino Unido resulta ser uno de los países de la Unión Europea que más leyes ambientales incumple, pero echando su ponzoña y propaganda tendenciosa a los demás. Tras casi dos decenios colaborando con organismos de la UE, puedo asegurar que hubo un antes y un después del desembarco británico, que poco se asemeja al de Normandía (II Guerra Mundial). Vivíamos, con anterioridad de tan nefasto acontecimiento, reuniones moderadamente agradables y con espíritu de colaboración en las tareas que realizábamos. Empero al aterrizar los British, todo se convirtió en un puro mercadeo «conspiranoico», de los que ellos siempre salían beneficiados en detrimento de “todos los demás”.  ¿Opinión personal gratuita y fuera de contexto? Veámoslo.

 Christine Lagarde directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde el 5 de julio de 2011, acaba de animar a la Unión Europea a que …..

 La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, instó este domingo a la Unión Europea (UE) a poner en marcha aquellos proyectos e iniciativas que supuestamente frenaba el Reino Unido, una vez se haya consumado su salida. En una conferencia en los Encuentros Económicos de Aix-en-Provence (sur de Francia), Lagarde reflexionó sobre «tantas cosas que he escuchado una y otra vez a los comisarios europeos decir que no se podían hacer a causa de los británicos» y que cuando dejen de estar «sentados en la misma mesa» deberían emprenderse.

 ¿Ven ustedes? ¡Sin comentarios!. Bueno,  mejor tan solo espetar uno: por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con la “regenta” del FMI. Pero veamos como los británicos calientan el clima. Según la nota de prensa, aunque para un gobierno conservador en UK, ratificar y/o poner en marcha los acuerdos previamente alcanzados o por alcanzar en lo referente al clima, no serán prioritarios, ellos cumplirán con lo pactado. ¿Pero lo han hecho alguna vez? Ahora bien, advierten en USA que no ocurrirá lo mismo en la UE , si “siguiendo su honorable ejemplo” (de exigir siempre ser especiales y los mejor tratados en cualquier acuerdo, pasado, presente o futuro), otros países en los que los ciudadanos xenófobos y fascistas (no lo digo yo, sino la nota de prensa como podréis comprobar), también logran que sus países se salgan de la UE. Resumiendo, al parecer ellos son muy limpios (tema que podría demostrarse que es absolutamente falso, hasta en la higiene personal, como por ejemplo la ducha, ya que así lo indican diversas estadística), mientras que los demás unos puercos (cerdos). Sin embargo, reiteramos que respecto (por ejemplo), a las emisiones de carbono que nos ponen “calentitos”, tras Alemania, el Reino Unido se encuentra en el “Top ten” mundial, y por lo tanto tiene el dudoso honor de ser uno de los Estados más responsables del cambio climático. No seré yo quien defienda a España u otros países, y menos aún el que vincule cualquier tema, divino o humano, al calentamiento climático. No obstante, ahora que acaba de producirse el Brexit, Brexit. Brexit Brexit, Brexit, que desde UK los british comiencen ya a echar basura sobre los demás, y pretendan guardar la suya propia bajo su felpudo, dice mucho acerca de cómo funciona la diplomacia británica. No entraremos aquí a hablar de temas económicos y menos aún de este del que no sabemos quién saldrá peor parado. En cualquier caso, con independencia de lo que ocurra en la isla, puedo asegurar que en la Comisión Europea se trabajará mejor, con más calma y sin tanto trapicheo, si impiden que los British que usualmente venía a traveseando el cana la  nado de queden allí tranquilitos y sin tocar las narices.

 Dime de que presumes y te dirá de qué careces.

Ahora bien al otro lado del canal, es decir el la rivera continental, tampoco se quedan mancos, aunque no he leído mención alguna al cambio climático. Por ejemplo, la siguiente noticia del diario el Mundo resulta ser bastante ilustrativa: “El defensor del Brexit Nigel Farage dimite como líder del UKIP”. En ella puede leerse:

Nigel Farage también arroja la toalla. El líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (Ukip) ha anunciado inesperadamente su dimisión alegando que su ambición política ha sido «cumplida», aunque seguirá presionando «para salir lo antes posible de la Unión Europea«. Tiene tanta prisa el chaval que hasta uno podría sospechar…..

 Cierto es que en algunos de los partidos mayoritarios de UK ha rodado alguna cabeza. Ahora bien, que el líder de una formación política que ha conseguido su objetivo dimita, no debería calificarse con frases del tipo “rodar cabezas” o “arrojar la toalla”. ¿No ha conseguido su objetivo?. De hecho lo lógico es que el partido termine desapareciendo, por cuanto no existe razón conocida para que persista en el espectro político británico. De perseverar, se trataría ya no de un Brexit, Brexit. Brexit Brexit, Brexit, sino no de la manifestación de un odio patológico contra todos los países del continente, por lo que habría que tener mucho cuidado. Por ejemplo, los continentales podríamos pensar que lo que desean realmente es una guerra, ya fuera de índole financiera o ¡bélica! Guau….. y por lo tanto, la UE debería prepararse para ir  “a las trincheras”.

 Ya no me queda la menor duda de que el cambio climático ha llegado. Lo que ignoro es si comenzó en nuestros calenturientos ceberos y se extendió al resto de la biosfera o ¡viceversa!. Reitero, como ya han apuntado algunos analistas, que al parecer “en Europa ya no queda vida inteligente”. ¡Extinción total!. Así son los british y como ejemplo os expongo este dicho, al parecer frecuente usado en las islas:

“Debido a la niebla en el canal, el continente ha quedado aislado”. A lo que yo añadiría ¡aleluya, aleluya, aleluya!. ¡Al fin libres! Os dejo abajo la nota de prensa.

 Juan José Ibáñez

Brexit throws spanner into EU climate policy

By Marlowe HOOD; London (AFP) June 28, 2016

Britain’s exit from the European Union may erode the bloc’s leadership role in fighting climate change and stymie crucial efforts to set more ambitious targets for cutting greenhouse gases, officials and experts said Tuesday.

The damage will become worse the longer the divorce proceedings drag on, or if Brexit inspires other EU nations to follow suit, they said.

European leaders meeting in Brussels pressured British Prime Minister David Cameron Tuesday to launch the two-year withdrawal process «as soon as possible», but the embattled premier has vowed he will leave that task to a successor to be named on September 9. When it comes to EU climate policy, «there is going to be quite a bit of uncertainty, transition and volatility for at least two years,» the UN’s outgoing climate chief, Christiana Figueres, told delegates to the Climate and Business Summit 2016 in London on Tuesday.

Britain’s own emissions reduction commitments — set in national law — are not likely to budge, even if global warming is unlikely to figure at the top of a new Conservative government’s agenda. On the other side of the Channel, however, the impact could be significant, especially if other countries follow the UK’s example.

Los propios compromisos de la Gran Bretaña sobre la reducción de emisiones – establecidos en la legislación nacional – no son propensos a ser alterados, incluso si el calentamiento global es poco probable que figura en la parte superior de la agenda de un nuevo gobierno conservador.

En el otro lado del canal, sin embargo, el impacto podría ser significativo, especialmente si otros países siguen el ejemplo del Reino Unido.

At a minimum it will create an accounting and administrative quagmire for governments because the formerly 28-nation bloc’s climate change commitments — inscribed in the landmark 2015 Paris Agreement — will need to be recalculated for the remaining 27 members. «The EU would have to look at some recalibration of the effort on burden sharing,» said Figueres, referring to the internal negotiations on how European states divvy up the carbon reduction targets of the bloc as a whole.

Como mínimo se creará una rendición de cuentas en la ciénaga administrativa para  los gobiernos debido a compromisos sobre el cambio climático antes de que el bloque de 28 naciones – inscritas en el Acuerdo de París hito 2015 se convierta en uno de 286 o menos – tendrán que ser recalculado para los 27 miembros restantes de momento. «La UE tendría que buscar en algún recalibración del esfuerzo de distribución de la carga», dijo Figueres, en referencia a las negociaciones internas sobre cómo los Estados Europea repartir los objetivos de reducción de carbono del bloque en su conjunto.

New terms must likewise be negotiated for Britain — which imports nearly half its energy needs — for access to the European energy market.Brexit will also be a major headache for businesses keyed into climate- and energy-related sectors. «Within the business community, the amount of management time that will be unnecessarily spent on this issue will distract from the very critical decisions we need to make,» said Peter Sweatman, CEO of Climate Strategy, an international consulting firm based in Spain. In a highly competitive international environment, «we don’t have the luxury of focusing on non-productive things,» he said on the margins of the two-day London conference. Some analysts worry that Britain’s exit will cripple the EU’s ability to increase its carbon-cutting goals — something scientists say all major emitters must do if Earth is to avoid calamitous climate change impacts. «The role of Europe as a key political driver in setting ambition will be lowered,» said Nick Mabey, chief executive of E3G, a London-based environmental think tank.

El papel ambicioso de Europa como conductor político clave en el establecimiento esta iniciativa se reducirá «, dijo Nick Mabey, presidente ejecutivo de E3G, un centro de estudios ambientales con sede en Londres.

«That will lower the overall global drive,» he told AFP. «Pretty soon you find everyone veering off course for two degrees, and that’s when you get into dangerous zones of climate change.» The Paris pact — headed for ratification later this year or in early 2017 — calls for capping global warming at well below two degrees Celsius (3.6 degrees Fahrenheit), and 1.5 C (2.7 F) if possible. But voluntary national pledges from some 190 nations to cut carbon pollution would still see Earth’s surface heat up by 3 C (5.4 F), compared to a pre-Industrial era benchmark. How to close that «emissions gap» is arguably the most urgent question on the international climate agenda. Historically, Europe — led in part by Britain — was a leader in the fight against global warming, often acting as mediator between other nations bickering over how to share out responsibility.

Históricamente, Europa – llevado en parte por Gran Bretaña – fue un líder en la lucha contra el calentamiento global, a menudo actuando como mediador entre otras naciones discutiendo sobre la forma de repartir la responsabilidad (esto es absolutamente falso).

For European advocates of aggressive climate action, the nightmare scenario is further unravelling of the EU. Far-right parties rising in the polls in the Netherlands and France, for example, have already called for Brexit-style referendums. «If Europe really started to disintegrate, it would be hard to maintain any of its continent-wide policies — car standards, clean energy, the energy market,» Mabey said.

Para los defensores europeos el peor escenario más oscuro que la propia acción sobre el clima devendría de la desintegración de la UE. Por parte de los partidos de extrema si aumentan sus votos en las  urnas como podría ser el caso de los Países Bajos, Francia y Austria, que por ejemplo, ya han llamado a referendos de estilo Brexit. «Si Europa realmente comenzó a desintegrarse, sería difícil de mantener cualquiera de sus políticas en todo el continente – normas para vehículos, energía limpia, el mercado de la energía,» dijo Mabey.