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Foto: Gonzalo Almendros

Hoy os vamos a exponer una noticia sobre la bioquímica del humus en áreas que han sido pasto de los incendios forestales. El entrevistado resulta ser mi más que entrañable amigo y compañero Gonzalo Almendros. Gonzalo entro unos meses antes que yo al CSIC, aunque si recuerdo bien, el mismo año. Pronto nos presentaron, hablamos y nos pusimos a llevar a cabo investigaciones conjuntas durante varios años, pronto en compañía de la también entrañable amiga María del Carmen Lobo Bedmar (actualmente investigadora de la Comunidad de Madrid). Los tres trabajabamos en los laboratorios que comendaban Eloy Dorado y Alfredo Polo. Empero el Dr. humus (como le suelo llamar), Carmen y yo indagábamos libremente, publicando bastante para aquella época. Una de las líneas de investigación concernía al efecto del fuego sobre la materia orgánica del suelo. Eloy había discutido con personal del proyecto de investigación en el que participaba. Habló con nosotros, ofreció una ínfima financiación  sobrante de otros menesteres para que demostraramos a los antiguos “socios de la aventura truncada” de lo que éramos capaces. Y así comenzaron a salir artículos de investigación que fueron pioneros en su época y que aun hoy son de los más leídos en mi Researchgate). Luego yo cambié de línea de investigación y Carmen aprobó una oposición en la CAM. Mi vida ha dado muchas vueltas. Sin embargo cuando me incorporé de nuevo al CSIC en Madrid, lo hice al MNCN. Años atrás estábamos ubicados en el CCMA (y aun antes en el extinto Instituto Nacional de Edafología y Agrobiología), empero este Centro fue abducido por el MNCN junto a su edificio. En resumen,  me dieron un despacho, justo enfrente de aquel joven investigador con el que comencé a jugar en ciencia hace más de cuarenta años. Más aun, el espacio correspondía a un antiguo laboratorio en el que realizé gran parte de mi tesis doctoral. Esto si que es un  círculo vicioso o virtuoso, según se mire. Y allí nos encontramos de nuevo, tan amigos y parlanchines como antes y en el mismo lugar medido por GPS.

Gonzalo Almendros ha publicado una enorme cantidad de valiosas publicaciones sobre la bioquímica del humus, entre las cuales la mentada hoy es una más. El Dr. Humus es una persona humilde, tímida, trabajadora hasta la extenuación (a mí me agotaba) y es reconocido por la calidad de sus publicaciones mundialmente (ver el researchgate enlazado a su nombre y observar el número de citaciones recibidas). Empero eso de salir en los medios de comunicación, ostentar cargos, e incluso ir a congresos, no es lo suyo; le quita tiempo. Le pagan para investigar y a ello se dedica casi las 24 horas al día, ni más ni menos. Con mi/su edad más o menos y cansado de publicar, gran parte del tiempo lo dedica ahora a colaborar y adiestrar a jóvenes investigadores, sin más. Es decir a formar a jóvenes investigadores, sin pedir nada a cambio. Ojalá todos fueran como él. Y hoy nos habla del humus. Como siempre, desde la humildad,  sin aspavientos, sin autobombos. Lo bueno, claro y breve tres veces bueno. Por lo que os dejo la noticia tal cual, sin más, y que lleva por título:  Los procesos de restauración del suelo quemado no logran recuperar a corto plazo su composición original. Como podréis observar, el efecto del fuego transforma la materia orgánica y aumenta su diversidad de sustancias húmicas, lo cual no es tan negativo como alguno piensan, por cuanto el humus resistente a la degradación microbiana durante largo tiempo, secuestra carbono más establemente (acordaros del biochar, biocarbones, etc.). Pero seguir leyendo la nota de prensa……

 Gonzalo  ya regresa al CSIC mientras yo siguo confinado por el COVID debudi a mis reacciones a muchísimos medicamentos, pero hablamos por teléfono y nos enviamos mails gastándonos bromas y opiniones, cuando no pidiéndonos favores (sobre todo yo, que soy un inútil). ¡Va por ti maestro!. Te dedicas a aquello por lo que te pagamos los ciudadanos y dejas para otras mentes más codiciosas y arrogantes, aunque menos lúcidas, lo de salir en la foto y exclamar bochornosamente ¡soy el mejor!. Un científico con mayúsculas que ha creado escuela en España y allende de nuestras fronteras.

Juan José Ibáñez

Continúa……….

Los procesos de restauración del suelo quemado no logran recuperar a corto plazo su composición original

Los daños que provoca un incendio forestal son profundos y la restauración de los ecosistemas afectados es enormemente compleja. Un equipo en el que participan investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), lleva años estudiando cómo recuperar la materia orgánica del suelo, sustento de la vida, tras el impacto del fuego. En el artículo que publican en la revista Science of the Total Environment confirman que, si bien a corto plazo las medidas de restauración no logran la recuperación de la composición original del suelo, sí producen un incremento significativo de su diversidad molecular, lo que, a largo plazo, podría permitir su recuperación completa.

Es posible que con el tiempo la actividad microbiana dé lugar a suelos con niveles de humus y de nutrientes semejantes a los que había antes del fuego 

El empleo de cubiertas vegetales es una de las prácticas que se aplican para la recuperación de los suelos quemados. Aunque su aplicación es eficaz para proteger al suelo de la erosión, se desconoce el impacto de su aplicación sobre la calidad y cantidad de la materia orgánica del suelo. En este estudio han trabajado en áreas de pinares del Parque Nacional de Doñana y han comparado cómo se comporta la materia orgánica de suelos en áreas quemadas; áreas restauradas tras un incendio previo y áreas no afectadas por el fuego.

Frente a las zonas que han sufrido los efectos del fuego, las zonas no quemadas son las que conservan mayor cantidad de carbono orgánico, aunque las diferencias se perciben sobre todo en el análisis de las partículas más finas. En los suelos quemados se ha destruido gran parte de la lignina, un componente mayoritario de los tejidos de las plantas que está presente especialmente en las paredes celulares de la madera. “Los nuevos compuestos que se forman en los suelos quemados tienen un carácter más aromático y condensado, lo que sugiere que son más resistentes frente a la actividad biológica, retrasando los procesos microbianos requeridos para la restauración el suelo”, añade Gonzalo Almendros, investigador del MNCN 

El suelo, un componente no renovable de la biosfera, es clave para la productividad y sostenibilidad de los ecosistemas terrestres

 

“Los resultados nos sugieren que, para alcanzar una restauración de la calidad del suelo hasta los niveles previos al incendio, no solo hace falta un aporte continuado restos vegetales, sino el desarrollo de actividad microbiana durante un número de años suficiente como para que la materia orgánica alcance niveles equivalentes de madurez”, continua Almendros.

 El efecto del fuego 

El suelo es un componente crucial de la biosfera, no renovable a escala humana y ejerce un papel clave en la productividad y sostenibilidad de los ecosistemas terrestres. Cuando una cuenca o parte de ella se ve afectada por un incendio forestal, todo el sistema se ve alterado directa o indirectamente. La destrucción de la cubierta vegetal produce una inmediata desprotección del suelo frente a la lluvia, con el consecuente incremento en las tasas de erosión.

Este trabajo se ha llevado a cabo por un grupo multidisciplinar formado por investigadores del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla, el MNCN, ambos del CSIC y las Universidades de Évora (Portugal) y Sevilla.

Fecha

Miércoles, 19 Agosto 2020

Publicado en

Science of the Total Environment

Investigador

Gonzalo Almendros

Referencias

N.T. Jiménez-Morillo, G. Almendros, J.M. De la Rosa, A. Jordán, L.M. Zavala, A.J.P. Grange, J.A. González-Pérez (2020). Effect of a wildfire and of post-fire restoration actions in the organic matter structure in soil fractions. Science of the Total Environment. DOI:  https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2020.138715

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