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De la Ubicuidad de los círculos de hadas al Origen de los Coros de Brujas (El Suelo y los factores formadores)

Fuente: Colaje Imágenes Google
Ya edité hace poco tiempo un post sobre estas estructuras (Patrones Matemáticos de la Naturaleza (los Círculos de Hadas)). El debate continúa acerca de su origen. Nuevas investigaciones muestras que se trata de patrones mucho más ubicuos de lo que anteriormente se pensaba. Del mismo modo, se han correlacionado con ambientes áridos y desérticos (recursos hídricos escasos y ocasionales) y suelos arenosos (retienen mal el agua pluvial) y pobres en nutrientes (haciendo énfasis en el nitrógeno). Ahora bien, la controversia sobre el papel de las termitas permanece y/o si por el contrario se trata de procesos de autoorganización espacial sin más, que se generan con vistas a maximizar la eficiencia de las estructuras abióticas de lo ecosistemas. El debate es lo suficientemente claro y jugoso como para que me explaye con más detalles en esta entradilla. Eso sí, debemos recordar que diferentes procesos pueden dar lugar a patrones especiales casi idénticos. La indagación más reciente se ha generado mediante imágenes satelitales e inteligencia artificial, pero sin detallados estudios de campo. Este hecho ha sido criticado, por lo que se mantiene la discusión. Al parecer los círculos de hadas fomentan la productividad de los ecosistemas en donde se ubican “ni tocarlos”.
Al buscar en internet por los «círculos de hadas» me he topado con los denominados “Corro de brujas”, de los que aun no he podido averiguar si se trata de círculos o patrones hexagonales. Eso sí, se dan en biomas diametralmente opuestos a los anteriores, como climas templados, agua abundante, praderas y hongos como generadores de estos patrones, etc. a los que el folclore europeo asoció con las “brujas y sus prácticas mágicas de la antigüedad”. Tan solo os lo mento como curiosidad, a falta de más información. Comenzamos con las brujas ya que el texto es breve (extraído de Wikipedia) y nos explayamos después con los círculos de hadas que dan para mucho.
Que os aproveche. Entre hadas y brujas anda el juego. ¡Vaya el dilema!
Juan José Ibáñez
Continúa………..
“Corro de brujas”,
Un corro de brujas es un anillo o sector anular formado por el crecimiento radial del micelio de un hongo. Suele manifestarse por bandas de distinto color en la hierba, especialmente cuando crecen en praderas. En bosques, su presencia se detecta cuando el hongo fructifica. Su tamaño suele ser reducido, de unos decímetros a unos pocos metros.1 (….) Cuando los hongos que forman corros de brujas crecen en praderas, su crecimiento da lugar a unas bandas concéntricas de hierba amarilleada en la periferia y mucho más verde en el interior inmediato. Esto se debe a que el micelio vivo compite con la hierba por los nutrientes, causando que la hierba se agoste. Cuando el micelio muere y se descompone, la hierba aprovecha el exceso de nutrientes liberados. Esto se repite año tras año mientras el corro se ensancha. Estos anillos ocupaban un lugar importante en las mitologías europeas, como la celta o la germánica, en las que se sostenía que eran puertas a reinos feéricos, o lugares donde habían bailado hadas, duendes o brujas.

Coros de Brujas Fuente: Wikipedia
La distribución global de los círculos de hadas deja de ser un misterio
La Universidad de Alicante (UA) lidera un estudio que demuestra que los círculos de hadas, observados hasta ahora únicamente en Namibia y Australia, están presentes en más de 250 localizaciones de 15 países y tres continentes
Con la ayuda de modelos basados en inteligencia artificial, un estudio liderado por la Universidad de Alicante (UA) en el que participa la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha clasificado imágenes satelitales y encontrado 263 lugares en 15 países donde se pueden observar patrones similares a los círculos de hadas descritos hasta la fecha en Namibia y Australia Occidental.
Una de las formaciones naturales más impresionantes y misteriosas que podemos observar en las zonas áridas de nuestro planeta son los círculos de hadas, enigmáticos patrones de suelo desnudo circulares rodeados de vegetación que hasta ahora únicamente se habían descrito en Namibia y Australia. Se han propuesto múltiples hipótesis para explicar su formación, que han dado lugar a numerosas discusiones sobre los mecanismos que los originan. Pese a ello, hasta ahora no se habían analizado los factores climáticos, edáficos y ambientales que determinan su distribución a escala global porque sólo se conocían en Namibia y una parte de Australia.
“Analizar sus efectos en el funcionamiento de los ecosistemas y descubrir los factores ambientales que determinan su distribución es fundamental para comprender mejor las causas de la formación de estos patrones de vegetación y su importancia ecológica” indica Emilio Guirado, investigador principal del estudio, perteneciente al Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global de la Universidad de Alicante (UA).
Los lugares que identifica el estudio, publicado en PNAS, incluyen el Sahel, el Sáhara Occidental, el Cuerno de África, Madagascar, el suroeste de Asia o Australia Central. “Nuestro estudio proporciona evidencias de que las formaciones de vegetación en círculos de hadas son mucho más comunes de lo que se pensaba con anterioridad, lo que nos ha permitido el primer intento de comprender globalmente los factores que afectan a su distribución” destaca Manuel Delgado Baquerizo, líder del BioFunLab del IRNAS-CSIC y coautor de este estudio.
Los investigadores encontraron que la combinación de determinadas características del suelo y el clima, como presentar un bajo contenido de nitrógeno y una precipitación media inferior a 200 mm/año, se relacionaron con la presencia de círculos de hadas. Tanto las termitas como las hormigas tuvieron una importancia baja como predictores a escala global. Sin embargo, a una escala regional, las termitas fueron un factor predictivo más importante en Namibia que en regiones como el Sahel o Australia. “Este estudio ha tenido en cuenta múltiples variables hasta la fecha no consideradas, como el albedo o el estado de los acuíferos”, señala Jaime Martínez-Valderrama de la EEZA-CSIC y coautor del estudio.
Los investigadores también compararon la estabilidad de la productividad primaria de la vegetación de los círculos de hadas con la de otros ecosistemas y encontraron una mayor estabilidad cuando los círculos de hadas estaban presentes. “Estos resultados proporcionan la primera evidencia empírica de una mayor estabilidad de la productividad de los círculos de hadas, una propiedad clave de los ecosistemas que está relacionada con la provisión estable de servicios ecosistémicos como la cantidad de forraje” indica Fernando T. Maestre, catedrático de la UA y director del Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global. “Estos resultados también abren la puerta para investigaciones sobre si estos patrones espaciales pueden ser indicadores de la degradación de los ecosistemas con el cambio climático, como ocurre con otros patrones espaciales de la vegetación en zonas áridas”, apunta Miguel Berdugo, investigador de la Universidad Complutense de Madrid y coautor del estudio.
Este estudio ha generado un atlas global de los círculos de hadas y una base de datos que podría ser de utilidad para determinar si la presencia de patrones espaciales como los círculos de hadas hacen a los ecosistemas áridos más resilientes al cambio climático y otras perturbaciones. “Esperamos que estos datos inéditos sean útiles para quienes estén interesados en comparar el comportamiento dinámico de estos patrones con otros presentes en zonas áridas de todo el mundo”, finaliza Emilio Guirado.
Referencia bibliográfica:
Emilio Guirado, Manuel Delgado-Baquerizo, Blas M. Benito, José Luis Molina-Pardo, Miguel Berdugo, Jaime Martínez-Valderrama & Fernando T. Maestre 2023. “The global biogeography and environmental drivers of fairy circles”. Proceedings of the National Academy of Sciences. DOI: 10.1073/pnas.2304032120.
Los misteriosos círculos de hadas están en desiertos de todo el mundo
Estos enigmáticos patrones circulares rodeados de vegetación no son exclusivos de Namibia y Australia como se pensaba. Con imágenes por satélite e inteligencia artificial, investigadores españoles los han localizado en 263 zonas desérticas de más de 15 países en tres continentes.
Unos misteriosos patrones geométricos rodeados de plantas aparecen en zonas desérticas de todo el mundo. Los conocidos popularmente como círculos de hadas están presentes en más de 250 áreas arenosas de 15 países y 3 continentes, pese a que se creía que eran exclusivos de Namibia y Australia.
Así lo recoge un nuevo estudio, en el Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología (IRNAS) del CSIC, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Estos enigmáticos patrones circulares son de las formaciones naturales más misteriosas que se pueden observar en las zonas áridas de nuestro planeta. Son círculos de suelo desnudo rodeados de anillos de vegetación, que hasta ahora únicamente se habían descrito en las regiones desérticas de Namibia y Australia.
A lo largo de los años, se han propuesto múltiples hipótesis para explicar su formación, que han dado lugar a numerosas discusiones sobre los mecanismos que los originan. Sin embargo, hasta este momento, se desconocía la dimensión global de este tipo de fenómenos y los factores ambientales que los explican.
Hasta ahora no se han analizado los factores climáticos, edáficos y ambientales que determinan su distribución a escala global porque solo se conocían en Namibia y una parte de Australia.
“Analizar sus efectos en el funcionamiento de los ecosistemas y descubrir los factores ambientales que determinan su distribución es fundamental para comprender mejor las causas de la formación de estos patrones de vegetación y su importancia ecológica”, indica Emilio Guirado, el investigador principal de este estudio, que forma parte del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio ‘Ramón Margalef’ de la Universidad de Alicante (UA).
Ayuda de la inteligencia artificial
Con la ayuda de modelos basados en inteligencia artificial, los científicos clasificaron imágenes satelitales y obtuvieron 263 sitios donde se pueden observar patrones similares a los círculos de hadas descritos hasta la fecha, los de Namibia y Australia Occidental, incluyendo el Sahel, el Sáhara Occidental, el Cuerno de África, Madagascar, el suroeste de Asia o Australia Central.
“Nuestro estudio proporciona evidencias de que las formaciones de vegetación en círculos de hadas son mucho más comunes de lo que se pensaba con anterioridad, lo que nos ha permitido, por primera vez, comprender globalmente los factores que afectan a su distribución”, destaca el coautor Manuel Delgado Baquerizo, líder del BioFunLab del IRNAS-CSIC.
Los investigadores encontraron que la combinación de determinadas características del suelo y el clima, como presentar un bajo contenido de nitrógeno y una precipitación media inferior a 200 mm/año, se relacionaron con la presencia de círculos de hadas. Tanto las termitas como las hormigas tuvieron una importancia baja como predictores a escala global.
Sin embargo, a una escala regional, las termitas fueron un factor predictivo más importante en Namibia que en regiones como el Sahel o Australia.
“Este estudio ha tenido en cuenta múltiples variables hasta la fecha no consideradas, como el albedo o el estado de los acuíferos”, señala Jaime Martínez-Valderrama, científico de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) y coautor del estudio.
Análisis de ecosistemas
Los autores del estudio también compararon la estabilidad de la productividad primaria de la vegetación de los círculos de hadas con la de otros ecosistemas y encontraron una mayor invariabilidad cuando los círculos de hadas estaban presentes.
“Estos resultados proporcionan la primera evidencia empírica de una mayor estabilidad de la productividad de los círculos de hadas, una propiedad clave de los ecosistemas que está relacionada con la provisión estable de servicios ecosistémicos como la cantidad de forraje”, detalla. “Estos resultados también abren la puerta a investigaciones sobre si estos patrones espaciales pueden ser indicadores de la degradación de los ecosistemas con el cambio climático, como es el caso de otros patrones espaciales de la vegetación en zonas áridas”, apunta el coautor Miguel Berdugo, de ETH-Zúrich (Suiza) y la Universidad Complutense de Madrid.
Un atlas global de círculos de hadas
Los científicos también ponen a disposición de quien lo desee un atlas global de los círculos de hadas y una base de datos que podría ser de utilidad para determinar si los patrones de vegetación de los círculos de hadas son más resilientes al cambio climático y otras perturbaciones.
“Esperamos que estos datos inéditos sean útiles para quienes estén interesados en comparar el comportamiento dinámico de estos patrones con otros presentes en zonas áridas de todo el mundo”, finaliza Guirado.
Referencia:
Emilio Guirado et al. «The global biogeography and environmental drivers of fairy circles«. Proceedings of the National Academy of Sciences, 2023
Los enigmáticos círculos de hadas emergen en centenares de zonas áridas del planeta
Investigadores españoles crean un atlas mundial de este fenómeno en el que la vegetación se organiza formando circunferencias
MIGUEL ÁNGEL CRIADO; 25 SEPT 2023 – 21:00 CEST6
Durante décadas han intrigado a los ecólogos y botánicos: en varias zonas desérticas de Namibia la poca vegetación que hay se despliega creando calvas circulares en el terreno, unas calvas que, vistas desde el aire, parecen organizarse formando hexágonos. Son los llamados círculos de hadas. Hace unos años se descubrieron unos patrones muy similares en el desierto occidental de australiano, lo que añadió más intriga al asunto. Ahora, investigadores españoles han complicado el misterio descubriendo decenas y decenas de ejemplos de esta distribución vegetal. Todos se dan en zonas áridas donde escasean tanto el agua como los nutrientes. La circularidad y la organización hexagonal serían la forma óptima que han encontrado las plantas para sobrevivir.
En 1971, el ecólogo Ken Tinley observó a lo largo del desierto costero del Namib (Namibia, África) amplias extensiones con unas circunferencias de vegetación en cuyo interior no crecía nada. Debieron recordarle a los anillos o círculos de hadas (fairy circles, en inglés), una original distribución circular de varias especies de setas de la Europa húmeda, y tomó el nombre prestado. Su formación se debería a la acción de las termitas en suelos desérticos arenosos, según buena parte de los científicos que han estudiado estos patrones. En 2017, investigadores australianos descubrieron nuevos círculos de hadas en su desierto occidental. Los autores del trabajo descartaron la acción de las termitas y señalaron a mecanismos de autoorganización biológica ya anticipados por el matemático Alan Turing. Sin embargo, este mismo año y recurriendo al conocimiento de los aborígenes, otro trabajo ha relacionado los círculos de hadas australianos también con otra especie de termitas. El debate continúa y hora vienen unos investigadores españoles a avivarlo aún más: han encontrado muchos más círculos de hadas repartidos por el planeta.
Las termitas han construido la mayor estructura del planeta
La revista científica PNAS publica este lunes un trabajo de científicos de las Universidades Complutense de Madrid, la de Almería y la de Alicante, además del CSIC, han creado el primer atlas global de los círculos de hadas. Para hacerlo se han tenido que ir muy arriba, al espacio, para que un sistema de inteligencia artificial (IA) analizara miles y miles de imágenes captadas desde varios satélites. Al sistema lo entrenaron enseñándole fotografías de los círculos de Namibia y Australia, para que buscara patrones similares. La IA estuvo un mes mirando y mirando. Después, el banco de imágenes creado por la IA fue revisado por los autores del trabajo, ecólogos y edafólogos expertos en zonas áridas. Su resultado no lo esperaban ni ellos: Han encontrado 263 lugares con círculos de hadas en 15 países de tres continentes. Además de ampliar el número conocido de los desiertos namibio y australianos, han hallado formaciones similares en todos los países que bordean por su sur con el Sáhara, desde el territorio del Sáhara Occidental hasta el cuerno de África. Pero los han detectado además en Madagascar, también en el continente africano, en el sur y oeste de Asia y en gran cantidad en el centro de Australia.
“Los que hemos visto tienen la misma distribución espacial que los ya conocidos de Namibia y Australia”, dice Emilio Guirado, del Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global de la Universidad de Alicante (UA) y primer autor del estudio. En una de sus particularidades más intrigantes, los círculos de hadas forman hexágonos entre sí, en una cantidad casi constante. La media de los círculos conocidos es de 6,72 lados. En los nuevos, es casi idéntica, con 6,71 lados.
En una segunda parte del trabajo, cruzaron los resultados de este sistema de IA con otra inteligencia artificial, dedicada en este caso al estudio de los entornos y ecología de zonas áridas. El objetivo era averiguar qué factores facilitan la aparición de estos patrones. Lo decía en una nota Manuel Delgado Baquerizo, líder del BioFunLab del IRNAS-CSIC y coautor de este estudio: “Nuestro estudio proporciona evidencias de que las formaciones de vegetación en círculos de hadas son mucho más comunes de lo que se pensaba con anterioridad, lo que nos ha permitido el primer intento de comprender globalmente los factores que afectan a su distribución”.
Los círculos de hadas aparecen, según este trabajo, en regiones áridas cuyo suelo es fundamentalmente arenoso. “La arena es muy importante. Allí donde hay arena puede haber círculos de hadas, pero no en zonas no arenosas”, detalla Guirado. Otras condiciones universales que han observado son la escasez de agua, en especial la irregularidad de las pocas precipitaciones, y la reducida presencia de nutrientes en el suelo. “La vegetación se abre camino de forma diferente que donde no hay problemas de agua”, termina el investigador de la UA.
En cuanto al papel de las termitas, Guirado recuerda que “se dan en todo el mundo, pero su importancia global es baja”. Añade que pueden tener una importancia local destacada en algunos casos, como el de Namibia, “pero hay otros factores aún más importantes”, completa. Hay que tener en cuenta que este atlas es una fotografía, una imagen fija, “que mira si hay o no círculos de hadas, pero no muestra nada sobre su origen o formación”, termina el científico. Así que no se puede descartar que los insectos tuvieran su papel en su momento. Para los autores del trabajo, hará falta bajar desde el satélite hasta el terreno para despejar la incógnita.
Norbert Juergens es profesor emérito del Instituto de Ciencias Vegetales y Microbiología de la Universidad de Hamburgo (Alemania) y uno de los mayores expertos en círculos de hadas. Lleva estudiando los de Namibia desde hace décadas y es el primer sostén del papel ingeniero de las termitas. Desde el Namib, responde al trabajo de Guirado que, mientras no se estudien de cerca los nuevos patrones, “sería útil para el debate científico limitar el término círculo de hadas a aquellas estructuras descritas por primera vez por Tinley en 1971″. Tras recordar que en todas las zonas áridas se reproducen patrones sobre el terreno fruto de diferentes procesos, se pregunta por qué “los métodos aplicados por los autores encontraron calvas desnudas redondeadas y regularmente espaciadas entre la vegetación solo en el viejo mundo, no en América”. Y añade: “Si esto es correcto, sería un fuerte indicio de un papel central de organismos específicos como, por ejemplo, las termitas, que se desarrollaron durante la evolución en África y Australia, pero no en América”, añade.
“Estos patrones regulares aumentan la productividad de la vegetación, maximizando la captación de recursos”
Fernando Maestre, director del Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global de la Universidad de Alicante
Fernando Maestre, director del Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global de la UA reconoce que no saben por qué en los desiertos arenosos con bajas e irregulares precipitaciones y escasez de nutrientes de América no hay estos patrones vegetales. “Solo podemos especular. Podría deberse a la acción humana en el pasado, al pastoreo, a incendios o cambios en el uso del suelo que redujeron la cubierta vegetal”.
Pero lo que destaca Maestre de los círculos de hadas es su función clave en estos entornos extremos. Han comprobado que las zonas donde hay círculos de hadas, la productiva primaria de la vegetación es mayor. “Estos patrones regulares aumentan la productividad de la vegetación, maximizando la captación de recursos a escala local. La productividad primaria es un índice que se puede comprar con el verdor de las plantas, con su frondosidad. No se trata de vergeles, pero sí mantienen esa cubierta de vida todo el año.
El investigador del departamento de Ecología, Evolución, y Recursos Naturales en la Universidad de Rutgers (EEUU) Juan Bonachela, no relacionado con el actual estudio, recuerda que “ha habido un debate muy activo sobre el origen de los círculos de las hadas, que en los últimos años se había reducido a dos teorías que parecían enfrentadas: auto-organización de la vegetación versus termitas. Bonachela y otro grupo de expertos publicó en Nature un trabajo en 2017 que mostraba que las dos explicaciones no son excluyentes. Para él, el nuevo trabajo “muestra que hay factores globales comunes, pero que están muy condicionados por factores locales”.
Por último, Bonachela destaca otra aportación del nuevo atlas de estos patrones vegetales: “La cuantificación a escala global de la correlación entre productividad y los círculos de hadas. Como mencionan los autores, trabajos teóricos (varios nuestros) y empíricos (a nivel local) habían mostrado lo mismo, pero es la primera vez que se mide a este nivel cómo los círculos de hadas contribuyen a la productividad del sistema, lo cual es importante teniendo en cuenta que son ecosistemas áridos o semiáridos”. Y esto es relevante, porque según la proyección que hacen sus autores, las zonas con círculos de hadas llevarán mejor el impacto de la reducción de las precipitaciones y el aumento de su torrencialidad que está trayendo el cambio climático.