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COP30: ¿Reality show, Gran Negocio Turístico, Esperpento?

Colaje. Imágenes Google
Pue sí, y si alguien esperaba algún progreso (…) ha ido a peor que los anteriores COP, si eso es posible. Finalmente, otro reality show, Esperpento, gran bacanal turística y reuniones de los magnates que arrasan el planeta, subsumiendonos en un mundo infernal. Ya os avisé en algunos posts anteriores, nada se puede esperar ya de los COP. Comotambién os comuniqué, en un seminario de 2004, antes de aprobarse el Protocolo de Kioto, aquel tratado internacional de 1997, que entró en vigor en 2005, la Comunidad Autónoma de Madrid nos fichó a cinco o seis expertos con vistas a explicar el contenido y propósitos a los ciudadanos, escogiendo varios colectivos de diferentes edades y ámbitos, uno(a) de los cuales procedía era un colegio cuyos alumnos resultaban ser aún adolescentes. A todos les perecía bien lo de Kioto. Empero las tornas se torcieron cuando les comenté que también tendríamos que hacer concesiones, como ciudadanos, o como decimos en España deberíamos “apretarnos el cinturón”. Fue entonces cuando una alumna de alrededor de 14 o 15 años, dijo: ¡si pero yo no estoy dispuesta a perder mi calidad de vida!. Yo respondí, ¡entonces tu no eres parte de la solución, sino del problema! ¡Y por cierto, no es tu calidad debida, sino la de tus padres, por cuanto tú que aún no aportas nada a la sociedad! (Por no decir suciedad) Y comenzó la batalla campal. Su profesor tuvo que frenarla. Supongo que enloquecida por temer no comprarse un nuevo móvil, o a saber qué (…), se negaba iracunda. Por aquel debate me invitaron a abrir este blog, en este sistema de bitácoras.
Han trascurrido 26 años, y todo ha ido de mal en peor. Los que dominan el mundo, son más estúpidos que aquella criatura mal criada. En la antología del disparate: cada vez que llegan a un acuerdo sube el precio del pan. Más emisiones de gases de invernadero, más plásticos, mayor contaminación, gigantescos desastres naturales, etc. No hay más ciego que el que no quiere ver, si más sordo que el que no quiere escuchar. Empero ahora el cambio climático ya no debería crear incertidumbres. ¡Sorpresa! Muchos siguen despreciando/ignorando las grandes sequías, inundaciones y otros desastres ambientales. ¿Y qué ocurre? Pues que los negacionistas siguen impertérritos, muchos en el poder como presidentes de sus respectivos gobiernos, a pesar de nos afecta a todos, y a ello también. Y a los que no, les diría hasta que el destino los alcance (profética película de ¡1973!).
Como dice una de las noticia, elegida hoy, de un rotativo español, la lógica colonialista sube su apuesta y número de seguidores. Se trata del impenitente imperio, ya no de los países sino de las multinacionales que con su lógica de rapiña empobrecen al mundo, enferman a La tierra y sus moradores, llevandonos de paso hacia un desastre global. Es decir, el maldito negacionismo, no hay más. A los científicos también nos llaman ¡mentirosos¡ Todos somos culpables, aunque unos más que otros. Y en nombre del progreso también en el COP 30 (…) Y bla, bla, bla, palabras, palabras, palabras, mentiras, mentiras, mentiras.
Nada puede ir bien cuando asisten a tal evento 50.000 personas, haciendo gala de un enorme despilfarro de energía. ¿Cuántos deseaban un acuerdo y cuantos frenarlo? Yo no albergo dudas, aunque no puedo contarlos. Y así el precio del alojamiento lleg a ser tan desorbitado, que muchos prefirieron hacer una travesía en barco, en un crucero. Suculento negocio.
Empero como no pienso rebuznar más, ni clamar en el desierto, os dejo unas escasas noticias nacionales. Me ahorro las provenientes del mundo de la ciencia, y que si no me llamarían mentirosos. Turismo activista y turismo negacionista. ¡Vaya negocio!
La única diferencia respecto a COPs anteriores estriba en que casi ningún experto, esperaba progresos, y no nos ha defraudado.
y la traca final de este esperpento en la noticia final que añado el 23 de Nobiembre de 2025:
Abucheos, explosiones y pausas de última hora mientras se cierra una caótica COP30
Juan José Ibáñez
Continúa……..
La lógica colonialista irrumpe en la COP30: el norte paga al sur a cambio de poder contaminar más (Diario Público)
Los mercados de carbono permiten comprar a terceros países derechos de emisión de gases para alcanzar los compromisos de reducción, desplazando así la deuda de carbono.
Este instrumento cobra protagonismo en la cumbre del clima. Ecologistas y expertos advierten de que puede vulnerar los derechos fundamentales de comunidades locales del sur global.
El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva posa junto a los asistentes a la cumbre de líderes de la COP30.EFE Madrid-15/11/2025 20:00Adhik Arrilucea
Reducir las emisiones de CO2 es una tarea obligatoria para salvar al mundo del colapso ambiental. Las empresas y los países deben rebajar su huella para evitar que el planeta supere los 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales. La neutralidad climática para 2050 es uno de los grandes compromisos de Europa. Antes de llegar a la cumbre de la COP30 la UE anunció un nuevo objetivo de reducir un 90% las emisiones para 2040, en comparación con las cifras de 1990. Sin embargo, esta meta incluye flexibilidades como el crédito de carbono. Un instrumento cuya efectividad es puesta en duda y que tanto expertos como ecologistas consideran un mecanismo neocolonial.
El acuerdo al que llegaron los ministros medioambientales de los Veintisiete el pasado 5 de noviembre incluye estas flexibilidades. En concreto, permite la venta de crédito a países extranjeros para cubrir hasta el 5% del objetivo de reducción de emisiones, un permiso que hasta ahora era del 3%. Además, la ministra Sara Aagesen explicó que, más adelante, se podría introducir «un 5% más o no» mediante vías adicionales en la propuesta que elaborará la Comisión Europea y que deberán respaldar el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE. Esto rebajaría efectivamente al 80% las reducciones exigidas a las industrias europeas y podrían pagar a terceros para que rebajaran las emisiones en su nombre.
Representantes de Greenpeace presentes en la COP30 advierten de que los mercados de carbono han cobrado protagonismo en las negociaciones de los últimos días. Los activistas consideran que se trata de una «falsa solución» y de «una herramienta que permite que los países contaminadores sigan contaminando». Este instrumento consiste en que «tú puedes comprar derechos de emisión para seguir emitiendo gases de efecto invernadero», aclara a Público Marcel Llavero, coordinador del Atlas Global de Justicia Ambiental en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). «Comprando, reduces emisiones para compensar en otros aspectos».
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indica que «el 83 % de los países tienen la intención de utilizar los mecanismos del mercado internacional» en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). De hecho, el Acuerdo de París contempla en su artículo 6 este mecanismo para incrementar la ambición climática y facilitar el cumplimiento de los compromisos.
¿Cómo funcionan los mercados de carbono?
En este tipo de mercados se comercia con créditos de carbono. Estos se crean a partir de actividades que reducen o eliminan las emisiones de gases, tal y como apunta el PNUD. Llavero ejemplifica que algunos procedimientos para generar dichos créditos incluyen «construir plantas de energía renovable», ya que se asume que de este modo «se limitan las emisiones de carbono». Otro método es la «protección de bosques y selvas«, se preservan «sistemas que absorben CO2».
Llavero señala que existen dos familias de mercados de carbono: de cumplimiento y voluntarios. El primero tiene que ver con derechos de emisión que deben comprar empresas o Estados cuando superan los límites legalmente marcados –según lo establecen los gobiernos o los tratados internacionales–. El segundo, como su propio nombre indica, tiene que ver con la compraventa de créditos para alcanzar compromisos propios. Es decir, las empresas o Estados pueden, a libre elección, reducir sus emisiones –generando así créditos que pueden comprar terceros– o comprar estos derechos –de modo que de iure estarían rebajando su contaminación–.
Nicola Scherer, experta en justicia financiera: «Los promotores de la crisis climática especulan con los créditos de carbono»
En el mercado voluntario, el PNUD señala que también pueden participar inversores que compran créditos para luego revenderlos. Nicola Scherer, investigadora de justicia financiera en el Observatori del Deute en la Globalització (ODG), critica que se trata de una «especulación propia de las dinámicas capitalistas». «Damos un precio a la naturaleza, al aire, al bosque… para resolver el problema del cambio climático», abunda. «Los actuales promotores de la crisis ambiental son los que están especulando. Es absurdo, pero se piensa en la lógica capitalista».
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Una herramienta neocolonial
Fuentes de Ecologistas en Acción calificaron estos mecanismos como «herramienta neocolonial» en un encuentro con medios. Scherer y Llavero coinciden con este análisis. «Es un sistema neocolonial. A través de estos incentivos, poniendo un precio, pueden contaminar los que tienen dinero y lo pagan«, analiza la experta. Por su parte, el coordinador del Atlas Global de Justicia Ambiental remarca que «perpetúa la paradoja de que los países que más contaminan no asumen su responsabilidad, sino que la desplazan». «Vemos una continuidad con la historia colonial en la medida en la que unos pocos en el norte global se benefician en detrimento de las comunidades del sur global por el sistema económico capitalista», añade.
Marcel Llavero, investigador de la UAB: «Los países que más contaminan no asumen su responsabilidad, sino que la desplazan»
Llavero remarca que los principales afectados de esta clase de instrumentos son las personas indígenas y del mundo rural, especialmente en Latinoamérica, África y el sudeste asiático. «Los países del sur global promueven este tipo de soluciones, pero afecta a sus comunidades», matiza. Scherer ha analizado el caso de Madagascar junto a la investigadora sobre derechos humanos Zo Randriamaro en un informe que el ODG ha publicado este mes. El estudio concluye que el mercado de carbono ha redundado en vulneraciones de derechos fundamentales para las poblaciones locales.
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Las expertas investigaron la estrategia nacional REDD+, que forma parte de las iniciativas de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) para mitigar la emergencia medioambiental. El proyecto consiste en vender crédito de carbono a otros países para financiar con ese dinero la protección de los bosques y reducir la deforestación. Sin embargo, «no ha habido una reducción local significativa, sino más bien una tendencia preocupante al alza a escala nacional«, alerta el informe. Además, «existen restricciones y prohibiciones severas respecto al acceso al bosque, que ha sido clasificado como zona protegida». Esto agrava los efectos de la crisis climática sobre quienes «dependen completamente del bosque para su subsistencia, alimentación, vivienda, salud, etc.», subraya.
Una solución que no soluciona
Scherer explica que esta clase de medidas se contemplaron como incentivo para lograr que el sector privado contribuyera en la reducción de emisiones y alcanzar así los compromisos acordados. Pero no funcionan. En el caso de Madagascar, «no se ha adoptado ninguna solución para las comunidades afectadas, que han sido abandonadas a su suerte y obligadas a continuar con prácticas forestales destructivas, como la agricultura de tala y quema, la tala de árboles y la producción clandestina de carbón vegetal», recoge el informe.
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Llavero también identifica una serie de problemas con los mercados de carbono. En el caso del crédito generado por la construcción de plantas renovables, señala que no implica una sustitución de las centrales de carbón, de manera que no existe una reducción real de las emisiones. En cuanto a la protección forestal, pone de relieve que «la escala humana es muy distinta de la escala ecológica«. Para que exista un impacto real de la reparación de bosques y selvas, indica que estos deben preservarse durante mucho más tiempo que el que normalmente se espera.
El presupuesto de carbono restante para limitar el calentamiento a 1,5ºC podría superarse antes de 2030
La investigadora del ODG también apunta que se trata de una «falsa solución» y se remite a los hechos: las emisiones están aumentando. Según el último informe de Global Carbon Budget, se prevé que las emisiones mundiales de CO2 procedentes de combustibles fósiles aumenten un 1,1% en 2025, alcanzando un récord de 38.100 millones de toneladas. Si la polución continúa a este ritmo, el presupuesto de carbono restante para limitar el calentamiento a 1,5ºC podría superarse antes de 2030. Por este motivo, ecologistas y expertos exigen medidas contundentes que garanticen la reducción real y efectiva de la contaminación, y no solo estrategias de flexibilidad que permitan al norte global desplazar su deuda de carbono. Adhik Arrilucea
Redactor de Medio Ambiente, Crisis Climática y Animalismo en ‘Público’. Graduado en Periodismo y Humanidades, mención en Ciencias Políticas y máster en Teoría y Crítica de la Cultura por la UC3M. Tiene experiencia en información científica e institucional, ha colaborado con diferentes medios y pasado por la redacción de la Agencia SINC.
Brasil ve protestas climáticas masivas mientras la COP30 llega a la mitad
Por Facundo Fernéndez Barrio e Issam Ahmed; Belem, Brasil (AFP) 16 de noviembre de 2025
Decenas de miles de personas salieron a las calles de Belém en los últimos días, realizando las mayores manifestaciones públicas vistas en una cumbre climática de la ONU desde la COP26 en Glasgow hace cuatro años. La «Gran Marcha de los Pueblos», combinada con dos importantes acciones lideradas por indígenas a principios de semana, subrayó la creciente frustración a medida que las negociaciones de la COP30 entraban en un tenso punto intermedio.
Un regreso de la movilización climática masiva
La manifestación del sábado atrajo a unas 50.000 personas bajo un sol abrasador de la Amazonía. Los manifestantes bailaron con altavoces que golpeaban, empujaron una Tierra inflable gigante a través de la multitud y organizaron un funeral simulado por combustibles fósiles, llevando tres ataúdes negros marcados como «carbón», «petróleo» y «gas».
Las diversas columnas de manifestantes incluían sindicalistas, ambientalistas y grupos comunitarios, pero fueron los líderes indígenas quienes marcaron la pauta.
«Hoy estamos presenciando una masacre mientras nuestro bosque está siendo destruido», dijo Benedito Huni Kuin, del pueblo Huni Kuin del oeste de Brasil. «Queremos hacer oír nuestras voces desde la Amazonía y exigir resultados. Necesitamos más representantes indígenas en la COP para defender nuestros derechos».
Los organizadores enmarcaron la marcha como un desafío directo a las negociaciones estancadas dentro del lugar y una demanda de justicia climática, incluidas reparaciones para las comunidades más afectadas por el calentamiento y las industrias extractivas.
Algunos manifestantes ondeaban banderas palestinas, mientras que otros llevaban obras de arte que criticaban al imperialismo, las grandes petroleras y las figuras políticas estadounidenses, incluido Donald Trump. «Estas son las políticas que debemos avanzar para derrotar la crisis climática», dijo el activista Giovani Del Prete.
La manifestación terminó pacíficamente cerca del perímetro de la COP30, donde los soldados mantenían una zona de amortiguación vigilada.
Las acciones indígenas interrumpen la cumbre
La marcha del sábado coronó una semana de creciente presión indígena.
Martes: Decenas de manifestantes indígenas irrumpieron en el recinto de la COP30 en el Parque da Cidade, un antiguo aeropuerto remodelado para la cumbre. Se enfrentaron con la seguridad privada, causando heridas leves y provocando un cierre temporal.
Viernes: Aproximadamente 60 activistas indígenas bloquearon la entrada principal durante dos horas, formando una barricada humana mientras miles de delegados hacían cola afuera. Algunos sostenían bebés; otros corearon bajo un sol abrasador mientras exigían una reunión con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
«¡Vamos, Lula, muéstrate!», gritó la líder indígena Alessandra Korap. «Queremos ser escuchados. También queremos participar en las negociaciones».
El presidente de la COP30, Andre Correa do Lago, se saltó los compromisos programados para reunirse con el grupo, sosteniendo la mano de un manifestante y acunando brevemente a un bebé con un tocado de plumas.
«Tienen preocupaciones fuertes y muy legítimas», dijo después. «Tuvimos un diálogo muy positivo y muy constructivo».
Los activistas, muchos de la comunidad Munduruku, están presionando por una demarcación más rápida de sus territorios tradicionales y se oponen al megaproyecto ferroviario Ferrogaro, un corredor de granos de 1.000 kilómetros planeado para atravesar el Amazonas.
«Luchar por nuestros territorios es luchar por nuestras vidas», decía una pancarta.
Aunque Lula se presenta a sí mismo como un defensor de los derechos indígenas, incluida la creación del primer Ministerio de Pueblos Indígenas y la reducción de la deforestación, muchos aún critican el lento reconocimiento de tierras y la nueva exploración petrolera aprobada cerca de la desembocadura del río Amazonas. El icónico jefe Raoni dijo esta semana que «le daría a Lula una buena charla» sobre el tema.
A pesar de las interrupciones, los funcionarios de la ONU insistieron en que «no había peligro», aunque las preocupaciones de seguridad resurgieron después de la violación del martes.
Las negociaciones se estancaron a medida que aumentaban las presiones
Dentro de la zona de conferencias, los negociadores cerraron la primera semana sin un gran avance. El presidente de la COP30, Correa do Lago, advirtió a las delegaciones que no pierdan tiempo en maniobras de procedimiento.
«Las apuestas son demasiado altas para permitir que las discusiones estancadas impidan el progreso», dijo.
Brasil planea publicar una «nota» de síntesis para guiar las conversaciones ministeriales a partir del lunes. Las líneas clave de batalla incluyen:
+ Finanzas: Los países en desarrollo insisten en que las naciones ricas triplicen la financiación de adaptación y transición.
+ Ambición climática: Los objetivos nacionales débiles siguen siendo un punto conflictivo.
+ Barreras comerciales: El impuesto fronterizo sobre el carbono de Europa y medidas similares han generado fricciones.
Desaparición progresiva de combustibles fósiles: Brasil, Dinamarca, Reino Unido, Kenia y otros apoyan una «hoja de ruta» negociada para avanzar en los planes globales de eliminación progresiva. Arabia Saudí y otros grandes estados petroleros se oponen firmemente a ella.
«Nos encantaría ver un resultado al respecto», dijo la ministra británica de Clima, Katie White, aunque los negociadores dudan que el consenso sea posible.
Se animó a las delegaciones a tratar las consultas internas como «sesiones de terapia» e incluso a presentar reflexiones escritas confidenciales —llamadas «cartas de amor»— detallando sus frustraciones y esperanzas.
«Estas negociaciones son como una montaña rusa», dijo la negociadora jefe de Brasil, Liliam Chagas. «A veces están arriba, a veces están abajo».
Un negociador africano advirtió que la cumbre corría el riesgo de convertirse en una «COP vacía» a menos que la presidencia tome un liderazgo más fuerte. Otros se mantuvieron más optimistas, insistiendo en que las partes tienen la intención de llegar a un acuerdo significativo antes de la fecha límite del 21 de noviembre.
La oposición de Australia abandona el compromiso de cero emisiones
netas. Sídney (AFP) 13 de noviembre de 2025 – La oposición conservadora de Australia dijo el jueves que abandonará su compromiso de lograr cero emisiones netas para 2050 si gana el poder y lidera un país dependiente de los combustibles fósiles pero altamente vulnerable al cambio climático.
El gobierno de centroizquierda del primer ministro Anthony Albanese ha invertido miles de millones en energía solar, turbinas eólicas y fabricación ecológica y se ha comprometido a convertir a Australia en una superpotencia de energía renovable.
También se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta hasta en un 70 por ciento con respecto a los niveles de 2005 durante la próxima década y está haciendo campaña para ser coanfitrión de la cumbre climática de la ONU del próximo año junto con los vecinos de las islas del Pacífico, algunas de las naciones más amenazadas por el clima en el mundo.
El opositor Partido Liberal de centroderecha ha agonizado en las últimas semanas sobre si abandonar el compromiso de cero emisiones netas, introducido en 2021 por el exlíder Scott Morrison cuando era primer ministro.
La líder Sussan Ley dijo el jueves que su partido abandonaría el objetivo si regresaba al cargo, coronando semanas de debate interno.
Dijo que seguía comprometida a «responder al cambio climático de una manera asequible, responsable y alcanzable».
«El cero neto sería bienvenido», pero el objetivo tendría que lograrse sin la intervención del gobierno, dijo Ley.
La «asequibilidad de la energía» tendría prioridad sobre la acción del gobierno para detener el cambio climático, dijo.
Los liberales fueron derrotados rotundamente en las elecciones federales de este año por el Partido Laborista de Albanese, lo que provocó un examen de conciencia sobre la mejor manera de recuperar el poder.
El anuncio de Ley se produjo pocos días después de que los socios conservadores de la coalición del partido, los Nacionales, votaran a favor de abandonar su propio objetivo de cero emisiones netas para 2050.
Los dos partidos se reunirán el domingo para determinar la postura formal de su coalición.
– Reedición de las «guerras climáticas» –
Las «guerras climáticas» de Australia, una lucha interna de años sobre la política de emisiones, estancaron el progreso y el país sigue dependiendo de su economía de combustibles fósiles para crecer.
Albanese criticó a la oposición el jueves por «alejarse de la acción climática».
«También se están alejando de la energía confiable y asequible», dijo a los periodistas en Canberra.
Las ambiciones ecológicas de Albanese siguen en desacuerdo con el profundo enredo de Australia con las lucrativas industrias de combustibles fósiles.
Es el segundo mayor exportador de carbón del mundo, posee las terceras reservas de carbón más grandes y continúa canalizando miles de millones de dólares en subsidios públicos hacia combustibles fósiles.
El mineral de hierro, extraído a través de la minería intensiva en emisiones, también sigue siendo su exportación más valiosa.
Australia, con su vasta flora y fauna, se considera altamente vulnerable al cambio climático.
Un informe histórico sobre el impacto climático publicado por el gobierno en septiembre advirtió que el aumento de los océanos y las inundaciones causadas por el cambio climático amenazarán los hogares y los medios de vida de más de un millón de australianos para 2050, mientras que las muertes por enfermedades relacionadas con el calor se dispararán.
James Hopeward, de la Universidad de Australia del Sur, dijo que la reversión de los liberales fue «un fracaso catastrófico en el reconocimiento tanto de la ciencia del clima como de la dinámica del sistema energético».
«Crucialmente, el retroceso político del Partido Liberal ignora una verdad fundamental: la transición a la energía renovable es inevitable», dijo.
Australia ya tiene la tasa más alta de cáncer de piel del mundo: se estima que casi 19,000 australianos fueron diagnosticados con melanoma en 2024, según muestran los datos oficiales de salud.
Los ecologistas temen que la medida del jueves por parte de los liberales les haga retroceder cualquier avance significativo logrado en los últimos años si vuelven al poder.
Amanda McKenzie, directora ejecutiva de la ONG Climate Council, dijo que eliminar la neutralidad de emisiones permitiría que «el cambio climático se descontrole».
«Es una negligencia mortal que dejaría a los australianos enfrentándose a más incendios, inundaciones y olas de calor», afirmó.
«No se puede ganar elecciones ignorando a los votantes que quieren una acción climática significativa.»
Una alianza en la cumbre del clima de Belém contra la desinformación que alimenta el negacionismo y “retrasa la acción urgente”
Decenas de manifestantes invaden el área restringida de la COP30 durante una protesta contra el cambio climático
Los manifestantes, entre los cuales había profesionales sanitarios e indígenas amazónicos, sortearon los arcos de seguridad y accedieron ya de noche al vestíbulo de la gran carpa administrada por la ONU
Obras faraónicas y gentrificación: las contradicciones de la COP30 en el Amazonas
50000 PARTICIPANTES DEL COP30 SE ALOJARAN EN CRUCEROS POR LA FALTA DE HOTELES
Protestas masivas en Belém ante la COP30 claman por justicia climática
En Belém, miles se han manifestado contra la COP30 con un llamado a la justicia climática y el fin de la dependencia de los combustibles fósiles.
IA de Google: El cambio climático se está intensificando con eventos climáticos extremos, lo que lleva a una reacción violenta contra las industrias del turismo y el transporte marítimo a través de protestas. Las protestas, como las que se han producido contra los cruceros en Newcastle, Australia, y otros lugares con gran cantidad de turistas, han provocado la cancelación de visitas a barcos, causando pérdidas económicas a las empresas locales y creando conflictos entre los activistas, la industria del turismo y los residentes.
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