J.A. Zinck

Enschede (Holanda)

 15.05.2009

 

A nivel global, tierras de buena calidad disponibles para nuevos desarrollos agrícolas son cada vez más escasas. De hecho, en las nuevas fronteras agrícolas, se incorporan tierras de baja productividad para satisfacer la creciente demanda de alimentos. Hoy en día, se suele hacer uso de dos estrategias con vistas a aumentar la producción de cultivos: una es por mejoramiento de los rendimientos y la otra mediante la ampliación de la superficie cultivada. La segunda alternativa parece ser más atractiva que la primera y, por esta razón, se observa una tendencia mundial a extender las áreas arables. Las nuevas fronteras agrícolas aparecen esencialmente en dos amplias zonas agro-ecológicas donde hay todavía tierras sin usar, los trópicos húmedos y las áreas subhúmedas-semiáridas. En ambos tipos de ambiente, los suelos resultan ser a menudo marginalmente aptos para usos agropecuarios y, por lo tanto, expuestos a una rápida degradación, especialmente por su susceptibilidad a la compactación. En los trópicos húmedos, tal proceso de degradación física de los suelos resulta ser mayoritariamente el resultado del pisoteo del ganado en pastizales establecidos sin rotación de potreros. En las áreas subhúmedas a semiáridas, es el uso de maquinaria pesada para deforestación, labranza y cosecha en agricultura de secano la principal causa de la mencionada compactación.

 

 

 

Deforestación de los bosques del Chaco

para el cultivo de la soja. Fuente: La Nación.

 

En Sudamérica, del norte al sur, se aprecian rápidos cambios de cobertura vegetal y uso de las tierras, mayormente relacionados con la expansión del monocultivo de la soya. En general, las plantaciones de soya se desarrollan en detrimento de ecosistemas a la vez frágiles y altamente biodiversos. Este es el caso de la Cuenca Amazónica, en donde la producción de soya se incrementó en un 60% en tan sólo cuatro o cinco años (1998-2002), gracias al desarrollo de variedades resistentes a alta humedad ambiental. Igualmente, el desarrollo de técnicas de manejo de suelos de baja fertilidad ha permitido la expansión de la soya en los altiplanos de la ecoregión denominada “Cerrado(Brasil central). Se estima en un millón de hectáreas el área deforestada para desarrollar el cultivo de la soya en las tierras fértiles de Santa Cruz, en Bolivia oriental. Del mismo modo, grandes extensiones de “Bosque Chaqueño(Ecoregión del Chaco) han sido convertidas al cultivo de la soya en el noroeste de Argentina. A pesar de los mejoramientos introducidos recientemente en el sistema de manejo de la soya, tales como plantío directo, incorporación de abonos verdes y rotación de cultivos, una consecuencia alarmante del monocultivo altamente mecanizado de la soya ha sido, una vez más, la compactación de los suelos. Este proceso genera, como muchos de vosotros sabéis, la merma de los rendimientos, alimentando la espiral de la deforestación para seguir incorporando nuevas tierras a la producción agrícola.

 

 

Algunos expertos sostienen que la deforestación del

Chaco induce la expansión de la epidemia del dengue.

Suelos, compactados en el Chaco. Fuente: Esteban Branco Capitanich

 

Un ejemplo ilustrativo de la frontera agrícola controlada por la soya es el área de Burruyacú en la provincia de Tucumán, al noroeste de Argentina, donde 60.000 hectáreas de bosque chaqueño han sido deforestadas desde la década de 1970, Dos han sido las razones: (i) los precios atractivos de la soya en el mercado internacional, y (ii) la presencia de un ciclo temporal con relativa abundancia de lluvias, en un ambiente normalmente seco. En este área, un grupo interdisciplinario de investigadores del Instituto de Geociencias y Medio Ambiente (INGEMA, Universidad de Tucumán, Argentina), y del International Institute for Geo-Information Science and Earth Observation (ITC, Enschede, Holanda), ha analizado y evaluado el impacto del monocultivo de la soya en el ecosistema del bosque chaqueño, con énfasis en la degradación de tierras. Los resultados de este proyecto de investigación se encuentran publicados en una publicación titulada: ”Land Use Change and Land Degradation in the Western Chaco, Tucumán Province, NW Argentina”, J.A. Zinck (ed.), ITC Publication No. 84 (2006), ITC-INGEMA (Enschede, The Netherlands, 348 pp.). Tal documento, de libre acceso en Internet  puede ser consultado en la siguiente dirección:

 

http://www.itc.nl/library/papers_2006/general/zinck.pdf

 

En base a este informe, se han propuesto alternativas de uso de las tierras para mitigar el efecto del monocultivo de la soya en la degradación de las tierras. Esta información puede encontrarse en: L. Recatalá Boix and J.A. Zinck. Land use planning in the Chaco plain (Burruyacú, Argentina): Part 1: Evaluating land-use options to support crop diversification in an agricultural frontier area using physical land evaluation, and Part 2: Generating a consensus plan to mitigate land-use conflicts and minimize land degradation. Ambos han sido publicados en la revista Environmental Management (2008) 42: 200-209 and 1043-1063.

 

J.A. Zinck

Enschede, 15.05.2009

Compartir:

Un comentario

  1. El post da mucha tela de donde cortar, pero de momento conviene ambientar algunos aspectos.

    En México los suelos dominantes son los arcillosos, según Ortiz-Solorio y Ortiz-Villanueva, lo cual los hace proclives a la compactación, erosión, anegamiento, etc.

    Así tenemos la compactación de los suelos, por el pisoteo del ganado mediante la practica de pastoreo extensivo, conocidos en México como potreros. Estados como Veracruz primer estado ganadero de la república mexicana, hace varios decenios ya era un potrero con vista al mar y por ende exportador a los primos del norte. Según Rudolf Stram en Porque somo tan pobres, editado por la SEP, dicha carne es utilizada para alimentar a sus mascotas.

    El laboreo intensivo favorece la destrucción del de por si pauperrimo contenido de materia orgánica de los suelos agrícolas y la compactación.

    Desgraciadamente se sigue atribuyendo todos los males del campo a la deforestación y la repiten como pericos hasta los diputados y periodistas. Logicamente la soluciónpara ellos es el linimento forestal, que consiste en la promoción oficlal de las plantaciones "comerciales" intensivas monoespecíficas o de especies no adaptadas, aún en las areas previamente selváticas.

    Por lo tanto sale peor la medicina que la enfermedad.

Deja un comentario