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Los inigualables paisajes de los tepuyes del escudo guayanés: Colaje Google imágenes

Ya hablamos en post anteriores del concepto de geodiversidad, así como de las posibles estrategias y problemas para su cuantificación. Hoy explicaremos las posibles estrategias formales con vistas a su preservación. Son muchas las perspectivas desde las que se puede analizar el patrimonio geológico, mientras que cada una de ellas ofrecerá objetivos distintos y resultados disparesA falta de criterios formales consensuados, ciertas administraciones parecen haber optado por ir seleccionando enclaves mediante el juicio de los expertos. De este modo, algunos geo-sitios son elegidos por su valor geomorfológico, otros por sus tesoros paleontológicos, y así un largo etc.  Tal planteamiento carece de rigor científico, estando sujeto a subjetivismos, en función de las preferencias de quien toman las decisiones. Como ya comentamos en los post precedentes, los ecólogos han trabajado sobre estos temas durante décadas, si bien tampoco ha llegado a un consenso universal. Sin embargo, varias propuestas han dado lugar a formalizaciones dignas de ser consideradas por los estudiosos de la geodiversidad, las cuales exponemos a continuación.

Básicamente, a la hora de diseñar redes de reservas que den cuenta de la diversidad de un territorio, pueden agruparse las propuestas en tres familias o categorías: (i) “puntos calientes de riqueza”, (ii) “red de endemismos” y (iii) “diseños de complementariedad”.  Si cabe añadir que, en un mundo superpoblado y repleto de conflictos respecto al uso y tenencia de las tierras, siempre se intenta preservar el mayor número de estructuras de interés en el menor espacio posible, es decir ,maximizar la eficiencia con el mínimo espacio. Personalmente la UE me contrató a finales de los 90 del siglo XX, para elaborar un informe respecto al posible diseño a escala europea de una red de reservas de suelos. Yo entregué el informe pero la iniciativa no tuvo éxito, por cuanto la propuesta Directiva Europea de Protección de Suelos no fue aceptada. Pero vayamos al meollo del asunto.

  Los “puntos calientes de riqueza” tienen como objeto seleccionar las áreas en función de la variedad que alberguen de los objetos a preservar, de tal modo que los espacios geográficos más diversos serán finalmente los elegidos. La principal crítica que ha recibido esta aproximación estriba en que tal procedimiento no garantiza la preservación de taxones/especies de gran valor, como por ejemplo especies endémicas u objetos singulares, en pro de la inclusión de otras muy banales.

La “red de endemismos”, por el contrario, prioriza la preservación de los objetos más singulares e idiosincráticos. Esta aproximación ha sido criticada por soslayar  a menudo objetos representativos de la región geográfica estudiada,  incluyendo otros cuya idiosincrasia soslaya la conservación de aquellos que generan la “personalidad” de la zona a preservar.

Finalmente, “diseños de complementariedad” se basan en algoritmos que buscan maximizar el número de objetos a preservar en el mínimo espacio, de tal manera que se priorizan matemáticamente un número de alternativas. De este modo, los expertos supervisarán las más idóneas, “a su criterio”. Si la elegida resulta ser inviable en la práctica o soslaya elementos que son considerados indispensables, se elimina y se pasa a la siguiente alternativa, hasta dar finalmente  con la más diversa y que menos conflictos genere.   

A título personal, yo soy partidario de la tercera alternativa, por cuanto preservar la singularidad en detrimento de la representatividad o viceversa, merman uno u otro lado del espectro de intereses.  Los objetos singulares, obviamente llaman la atención y muchos de ellos deben ser motivo de conservación. Ahora bien, conservar los mejores paisajes que caracterizan a un determinado espacio geográfico, resulta esencial. Por ejemplo, estos últimos permiten la elección de georutas en donde se puede enseñar al ciudadano y educar a los alumnos a cerca de los aspectos esenciales que representan la estructura y procesos del territorio. Del mismo modo, lo que es singular en un espacio geográfico, puede ser casi banal en otros, más o menos cercanos.

No obstante, existe algún escollo que añadimos los seres humanos a la hora de tomar decisiones a cerca de que debemos preservar y que no, recayendo en las propias administraciones. Con el fin de intentar explicarme mejor, permitirme que utilice un ejemplo fácilmente extrapolable a la mayoría de los casos. Supongamos que deseamos preservar el patrimonio geográfico de un Continente, en el cual  los gobernantes de los Estados que lo conforman han llegado a un acuerdo previo e implementado un programa con tal fin. Un panel de expertos cualificados deberá seleccionar los enclaves. Resulta fácil de entender que deben seleccionarse los objetos de mayor calidad, singularidad y representatividad. A la hora de elegir por ejemplo estructuras volcánicas por si variedad de rocas, tipos de vulcanismo etc.,  lo deseable es fijarse en las regiones en donde el “entramado volcánico ocupe mayores extensiones y alberge más variedad de formas y procesos, ya que, seguramente, nos topemos con menos conflictos por el uso de las tierra.  Sin embargo, en los Estados en donde tal variedad de modelado, rocas, minerales etc. sean muy raros, sus gobiernos desearían preservar formas que por ser menores son allí muy singulares. ¿Qué hacer?. Simplemente apelar al principio de subsidiariedad. A nivel continental no puede atenderse ciertos tipos de solicitudes/deseos. Se escoge los mejor posible y punto, siendo el consorcio de países (por ejemplo la Unión Europea –UE- en este continente) quien sufragará el proyecto. Ahora bien, tan hecho no impide que cada Estado, tenga un plan propio que debe ser conforme con el continental, aunque añadiendo otros geositios que no han tenido cabida en la red de la mancomunidad de países.

Por ejemplo…….

 Por ejemplo, en la España Peninsular, Portugal o Grecia, los modelados glaciares son escasos, de pequeñas dimensiones, no bien desarrollados y en general poco vistosos. Es lógico y razonable que la UE seleccione los ejemplos monumentales que acaecen en los Alpes y otras grandes cadenas montañosas, soslayando lo mediterráneo. Empero algunos de los gobiernos mentados desearían preservar algunos de los mejores ejemplos glaciares que atesoran, generalmente vestigios de épocas más frías.   Por lo tanto, también resulta razonable, que con su propio plan y fondos nacionales implemente enclaves adicionales patrios. Ahora bien, puede darse el caso de que algunos países en los que las administraciones regionales (llamémosle “federales” en el sentido más amplio del término) atesoran un gran poder de decisión decidan que sus conciudadanos disfruten de geoparques variados, de gran interés científico y paisajísticamente vistosos. Pues bien, si la ley les otorga las potestades necesarias y disponen de fondos, pueden actuar de igual forma que los Estados frente al continente. Y así el continente atesoraría diversos planes unos anidados en el seno de otros al modo de las muñecas rusas en el cual la de mayor disensión resulta ser el continente. En cualquier caso, lo deseable sería que los procedimientos de selección fueran idénticos o como mínimo compatibles, de tal modo, que a la hora de hablar y valorar sobre estos temas, lo hagamos con un “lenguaje en común”.  De no ser así al final siempre surgen conflictos y no se optimiza el esfuerzo.

Eso sí, siempre tendremos que tener en cuenta los problemas derivados de la ambigüedad del concepto de geodiversidad y la dificultad de su cuantificación, como ya expusimos en los dos post precedentes de los que a continuación ofrecemos los enlaces.  

Para finalizar señalémonos el casi siempre ineludible e indeseable  problema del factor humano/experto. Cuando elaboré el informe sobre el diseño paneuropeo de reservas naturales de suelos, se abordó un único recurso y usando clasificaciones universales. Empero en este caso, mucho más sencillo, que el más variado y ambiguo de la geodiversidad también surgían problemas colaterales, como el de los paleosuelos y más aun de los enterrados o incluidos en el seno de secuencias estratigráficas. Obviamente, si se lograra algún día implementar una iniciativa de este calibre a nivel continental para el conjunto de la geodiversidad, surgirían muchos más conflictos y uno de ellos deviene en que cada experto en una materia tiende a pensar que sus objetos de estudio tienden a tener más interés que los que analizan otros, entrando ineludiblemente en disputas.

Del mismo modo, por la propia falta de recursos y los aludidos conflictos por el uso de la tierra, nunca se logrará preservar todo lo deseable y menos aun que satisfaga a todos. El  principio de subsidiariedad puede ayudar a resolver este tipo de situaciones. No onstante, como somos egoístas por naturaleza, muchos expertos desearán que se hagan diseños e implementen programas Paneuropeos (o Panamericanos) independientes para cada uno de los objetos de estudio considerados (por ejemplo: modelados, suelos, minerales, fósiles etc.),  lo cual será inviable tanto por la falta de fondos para financiarlos, como por el hecho de que en los territorios muy poblados tal actuación conllevaría a que habría que preservar enormes extensiones de terreno que se secuestrarían de otros usos, algo que las administraciones, lógicamente, rechazarían. Lo actitud más razonable,  en estos casos, estribaría en partir de los espacios que ya son conservados por otras figuras de conservación (como por ejemplo la Red Natura bajo la directiva Hábitat de la UE que conciernen a la naturaleza viva), examinar minuciosamente lo que contienen respecto a los nuevos objetos a preservar, para a la postre añadir los mínimos imprescindibles, que de hecho podrían ser ya demasiados. La realidad siempre trunca nuestras expectativas, pero también la unión hace la fuerza

Juan José Ibáñez

 Post Previos relacionados con el tema

 Continuará…………. 

 Geodiversidad Según Wikipedia

La geodiversidad expresa la variedad geológica de una región, teniendo en cuenta elementos tales como estructuras sedimentarias o tectónicas, materiales, como rocasfósiles o suelos, e incluyendo los rasgos geomorfológicos del relieve y los recursos naturales energéticos e hídricos. Su magnitud depende de la frecuencia y distribución de estos elementos y del registro de la historia geológica regional.1 2

La escuela anglosajona sigue la definición de geodiversidad de Gray, que separa la geomorfología y la edafología de la geología,1 y que la define como «el rango natural (diversidad) de características geológicas (rocas, minerales y fósiles), geomorfológicas (formas del terreno y procesos) y suelos. Incluye sus asociaciones, relaciones, propiedades, interpretaciones y sistemas». La definición de geodiversidad no incluye el paisajismo, las construcciones en cemento u otras influencias humanas significativas.3

La geodiversidad de una zona es el reflejo de su historia geológica, el resultado de millones de años de procesos y acontecimientos geológicos,2 tales como sedimentación,deformación,tectónica, plutonismo,metamorfismovulcanismotransgresiones y regresiones marinas, diagénesiserosión, etc. que quedan registrados físicamente en las rocas.

La geodiversidad puede ser cuantificada, pues está compuesta de elementos geológicos, que se muestran en afloramientos o formas del relieve con límites finitos, medibles, permitiendo estimar su frecuencia, distribución y hacer comparaciones entre regiones diferentes.1 4

Un tema asociado y que ha sido motivo de estudio es la característica variable de la geografía en un abanico de elementos diversos. Diversos geógrafos tales como Friedich Ratzel y Vidal de la Blache han hecho notar, como las acciones del hombre alteran el paisaje

Ver también: Patrimonio natural

Referencias

Saltar a:a b c Carcavilla, L.; Durán, J. J. y López-Martínez, J. (2008). «Geodiversidad: concepto y relación con el patrimonio geológico». Geo-Temas10: 1299-1303

Saltar a:a b «Geodiversidad». Instituto Geológico y Minero. Consultado el 2 de julio de 2015.

Volver arriba Gray, M. (2004) Geodiversity: valuing and conserving abiotic nature. John Wiley & Sons Ltd, Chichester

Volver arriba Benito-Calvo, A.; Pérez-González, A.; Magri, O. y Meza, P. (2009) «Assessing regional geodiversity: the Iberian Peninsula». Earth Surface Processes and Landforms34: 1433–1445.

Geodiversity segun la Wikipedi Inglesa

Geodiversity is the variety of earth materials, forms and processes that constitute and shape the Earth, either the whole or a specific part of it. Relevant materials include mineralsrockssedimentsfossils,soils and water. Forms may  comprise foldsfaultslandforms and other expressions of morphology or relations between units of earth material. Any natural process that continues to act upon, maintain or modify either material or form (for example tectonicssediment transportpedogenesis) represents another aspect of geodiversity. However geodiversity is not normally defined to include the likes of landscaping, concrete or other significant human influence

Gray, M. 2004, 2nd edition 2013:. Geodiversity: Valuing and Conserving Abiotic Nature. John Wiley & Sons Ltd, Chichester

Jump up^ Peppoloni S. and Di Capua G. (2012), «Geoethics and geological culture: awareness, responsibility and challenges«. Annals of Geophysics, 55, 3, 335-341. doi: 10.4401/ag-6099.

Overview

Geodiversity is neither homogeneously distributed nor studied across the planet. The identification of geodiversity hotspots (e.g. the islands of Great Britain and Tasmania) may be indicative not simply of the distribution of geodiversity but also of the status of geoconservation initiatives. In this regard it is worth noting that the biodiversity of an ecosystem stems at least in part from its underlying geology.[1] With the majority of biological species remaining undescribed the classification and quantification of geodiversity is not an abstract exercise in geotaxonomy but a necessary part of mature nature conservation efforts, which also requires a geoethical approach.[2]

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