En el Congreso Mundial de Filadelfia, los comités editoriales de algunas de las revistas más importantes del suelo en el mundo andaban más que alborotados. Yo mismo, antes de acudir a Filadelfia, me había quedado estupefacto al recibir una circular de la multinacional Elsevier, en la cual se anunciaba que una revista recientemente incluida en la base de datos ISI había alcanzado un impacto mucho mayor que las más reputadas hasta la fecha a nivel internacional. ¿Cómo era posible?  Se trata de “Pedoshere”, editada por el “Institute of Soil Science, Chinese Academy of Sciences”. Vamos, que los dragones chinos se habían subido a la “chepa” de las lagartijas occidentales. Durante el mencionado Congreso, los susodichos comités editoriales, muy indignados, celebraron varias reuniones con vistas a contrarrestar la amenaza amarilla. Como veremos en esta contribución, los colegas chinos no habían realizado trampa alguna. Eso sí, tras “analizar” las estrategias de mercado existentes, habían adoptado una, ya utilizada de forma más encubierta por muchas revistas (o colectivos de algún lobby con poder en estas, cuando una no equivale a la otra) occidentales. Lo único a destacar es que su estratagema se había llevado a la práctica a lo bestia. Vamos a mostrar pues, como en esto de los índices de impacto hay prácticas bastante deshonestas, que no infrecuentes.

 

Tras hablar con algunos colegas, incluidos de nacionalidad china, me percaté de que incluso algunos de estos últimos se encontraban molestos. Lo estrategia llevada a la práctica por las fuerzas fácticas de las editoriales chinas (y su lobby asociado) consistía, más o menos, en publicar muchos artículos de aquella nacionalidad (como ocurre en el Eurasian Soil Research con los colegas rusos), pero cruzándose sus referencias bibliográficas de una madera masiva: todos citándose a casi todos, para resumir. Su argucia había prosperado hasta tal mundo que sobrepasaban a casi todas las revistas del mercado en ciencias del suelo, en lo que al factor de impacto se refiere. Vamos que los dragones asiáticos invaden todos nuestros mercados y nos están poniendo a prueba, incluso a este nivel. De haber hecho lo mismo los rusos, su revista se encontraría en la misma situación.

 

¿Se trata de una novedad? ¿Una practica deshonesta? ¿Una tortura china a los ingenuos occidentales? ¡Anda ya!. Cuanta hipocresía. Insisto, en que lo único sobresaliente fue el descaro y la intensidad con que Pedosphere arremetió para sacar a la luz algunas de las vergüenzas del sistema de indexación, y como corolario de excelencia (que no excelente). Cualquier colectivo más o menos cohesionado puede hacer lo mismo. Y de hecho ocurre, como mostraremos en otra nota al respecto que seguirá a esta, desde hace tiempo.

 

Una reflexión preliminar. Los españolitos solemos utilizar la estrategia opuesta. Es mejor no citar al enemigo patrio (no sea que se suba su número de citaciones del vecino). Ahora en serio: desde siempre los investigadores españoles (al menos en muchas disciplinas, como ocurre en las ciencias del suelo) inflan la bibliografía de citas anglosajonas, denostando tácitamente nuestra ciencia, a pesar de que muchas citas pudieran ser relevantes.  Flaco favor nos hacemos. Si nuestros colectivos e instituciones tendieran a valorar más lo “nuestro”, daríamos un paso de gigante en pocos años. Y para soslayar equívocos, no estoy hablando de “hacer trampas”, sino más bien de apreciar lo que hacen de bueno (o de malo y criticarlo) nuestros colegas de al lado, en lugar de encubrirlo. Nunca lo entendí y jamás lo entenderé. En este sentido, los franceses, a los que acusamos de chauvinistas, hacen más justicia con sus colegas compatriotas que nosotros. ¡Así nos va!.

 

Siempre he propuesto a los centros o departamentos en los que he estado habitando que si citáramos en cada publicación un “paper” más del colectivo al que pertenecemos (….), saldríamos mejor parados en los ranking.

 

Adelantemos algo del contenido de la próxima nota sobre las perversiones del sistema de valorar la “calidad” de las publicaciones y revistas científicas. ¿Saben ustedes lo que son las denominadas “escuelas invisibles”? ¿Han oído hablar del “Criterio de Autoridad”?.    

 

Resumiendo, el lobby de Pedosphere, a la larga nos está haciendo un gran favor al poner en evidencia las miserias que en occidente se utilizan desde hace décadas. Eso si lo han hecho sin discreción, sin el más mínimo pudor.

 

¿Quién tiró la primera china? ¿Quién pone ahora el cascabel al gato?

 

Juan José Ibáñez

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9 comentarios

  1. en resumen, que los chinos están dando al mundo la medicina que se aplica habitualmente overseas…bienvenida sea, porque está claro que su victoria está cantada.

  2. Tal vez sea demasiado naive, pero a mi me escandaliza este tipo de comportamientos. Nadie esta completamente libre de culpa, pero una cosas es tender a citar articulos de gente conocida, y otra es que desde la misma revista se manipulen las citas de manera masiva.

  3. David una cosa es conocida y otra defender anónimamente enfoques alternativos usando para ello el anonimáto de los referees y el beneplácito cuanto menos de los editores. Tan solo estoy comenzando este cuebrón. Mira también las últimas notas ilustrativas de la Weblog Tecnocidanos. Hay más, mucho más. Cuando más se del tema (y lo sufro) más me quedo horrorizado. Seguiré dando detalles.

    Un saludo

    Juanjo

  4. Me parece muy significativo el ejemplo que pones de como china nos va a dar sopas con honda usando las reglas que hemos establecido los occidentales, o han establecido los anglosajones, que todo habría que mirarlo.

    Ahora, creo que en tu análisis falta un elemento importante que hace "nuestro" sistema haya funcionado de manera razonable, sin duda con iniquidades, de las que seguramente tu hayas sido una victima, pero con capacidad de ir generando conocimiento riguro.

    Las normas sin tener en cuenta el espíritu que las impulsa no son más que palabras al servicio del poderoso que puede imponerlas sobre las demas.

    Una comunidad, en este caso, científica pero podríamos hablar de cualquier otra, sin referentes éticos es ingobernable y no hay reglas que la soporte.

    Somos lo que somos no por nuestras leyes y nuestras organizaciones, sino porque estas son el reflejo imperfecto de nuestros valores.

    La honestidad, el culto por esfuerzo y la creatividad.

  5. Juanjo, pienso que si las revistas científicas adoptaran los dos criterios "la destrucción por pares" y "la sociedad de elogios mutuos" al final los lectores saldríamos ganando, desde luego indicando a que fracción pertenecen. Estoy seguro que ambos tienen partidarios y razones muy bien fundadas, las mafias tendrían que ser al menos un poco mas discretas.

  6. Por diversas razones, Régulo, los de USA se han puesto manos a la obra de eliminar el sistema actual de evaluación por pares y/o modificarlo para que no se dé tanto amigismo y corrupción. Y viene de arriba, no de los investigadores de a pie. Yo tengo fe (quizas confunda fe y deseo) de que esto cambie.

    Veremos lo que pasa, pero puedes ver en mi mail del 8 de octubre (ayer) las cosas se están precipitando.

    Habrá que esperar a ver la guerra que se desencadena con las multinacionales y nuestros coleguas que se alimentan de ellas por estar en su establishment

    Saludos

    Juanjo

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