El Fraude Científico: “Los Pobres también Pecan”

Horace Freeland Judson cita la siguiente frase en su obra “Anatomía del Fraude Científico”: Lo más normal sigue siendo que los casos de fraude salgan a la luz por casualidad, y la magnitud del  problema nos preocupa”. El 7 de septiembre de 1997, el por entonces recién fundado COPE (Committee on Publication Ethics o Comité de Ética Científica), convocó en Londres una reunión a la que asistieron más de un centenar de editores de revistas científicas. Se trataba de analizar las conductas irregulares en el ámbito de la ciencia. Richard Smith, miembro del tal comité, espetó la frase mentada a un colaborador de Science. Durante aquel encuentro, Horacio fue informado de otro tipo de fraudes que a nosotros nos resulta menos familiar (quizás en nuestro país hace años…). En muchos Estados, a comienzos de los años 90, numerosos investigadores aun no sabían leer en inglés (conozco el caso de varios científicos españoles, algunos de los cuales son lamentablemente catedráticos). Un investigador polaco había generado fraude publicando, en su lengua natal, decenas de trabajos indexados (es decir en inglés) escritos por otros autores, relacionados con la medicina (plagiando casi al pie de la letra). También envió algunos en “anglosajón” a ciertas revistas europeas de bajo impacto. Unos daneses afectados lo detectaron y remitieron el caso a al Comisión de Improbidad Científica de Dinamarca, quien rápidamente comenzó a investigar el caso. ¿Cómo en España verdad?

 

Se trataba de un tal Andrzej Jendryczko, ingeniero químico y profesor de la Escuela de Medicina de Silesia. El caso pronto comenzó a recibir una amplia cobertura mediática en Polonia. ¿De cuantos artículos estamos hablando?: unos 140 en trece años. Como siempre, las autoridades polacas tardaron en reaccionar, si bien se vieron obligadas finalmente a expulsar al insigne plagiador, así como a pedir disculpas públicamente.

 

Se trata de un tipo de fraude de menor envergadura a nivel internacional, pero que nos pone alerta sobre que “los pobres también roban”. Hablo en sentido metafórico, por supuesto. Ahora bien, esta tipología también puede deparar muchas sorpresas. Insistimos en que la mayoría de estas prácticas deshonestas parecen haber sido descubiertas por casualidad. Empero de hecho, ya existen en el mercado, algunos softwares especializados, muy aptos para detectar en la Web tal tipo de actividades ilícitas. Horacio nos cuenta como en el futuro serán una herramienta esencial para indagar a cerca de la magnitud del fraude y la mala praxis en ciencia, especialmente cuando se logre instaurar la Web semántica. Y si finalmente, la comunidad científica opta por publicar en “Open Access”, las cosas se pondrán mucho más feas para los delincuentes.

 

Otro tipo de fraudes menores también son curiosos. Os expondré dos que me afectan personalmente.

 

Caso-1: Hace años en un Panel de Expertos de la CICyT, con vistas a evaluar proyectos del Plan Sectorial de Cambio Climático, me tocó revisar, entre otros, uno que me dejo obnubilado. Este incluía una amplísima introducción. Inmediatamente me di cuenta que el estilo de la redacción era mío. El redactor de aquel proyecto había plagiado más de cuatro páginas de una publicación extensa que hice sobre el tema en un libro publicado en castellano. La verdad es que algunos tienen mala suerte. Y más aun cuando la calidad del proyecto era pobre, eso si la introducción muy buena (jajaja, perdón por la inmodestia, es una broma). Ya que no podía ser aprobado, para que echar más leña al fuego. Me he dado cuenta que al final eres tu (el denunciante) el que resulta el conflictivo y quisquilloso a los ojos de muchos. Hay que reservar las balas para cuando realmente resultan ser necesarias.

 

Caso-2. Hace poco, al buscar en la Internet documentación acerca del tema de edafodiversidad, topé con un artículo publicado en una revista española por un “Científico de Excelencia”, que no un excelente científico, en el que se hablaba del tema. Conocía al tipo y especialmente por nuestros afamados choques de los que han tenido noticia las autoridades del CSIC. Casi siempre, sale escocido el porque es un bicho, pero también muy torpe. Resulta que antaño, cuando todavía no habíann comenzado las hostilidades entre ambos, manteníamos algunos negocios y le invité a confirmar una nota que saldría en una Revista de Divulgación Científica que en su momento editó el CSIC: Fronteras de la Ciencia y la Tecnología. El figuraba como principal autor, por cortesía mía ya que hice casi todo el trabajo, y fui expresamente invitado por el Presidente a redactar aquella nota larga o artículo corto. Pues bien, aprovechando que había unos pequeños comentarios sobre edafodiversidad en tal publicación, no dudó la oportunidad para seleccionar información de otros papers míos sobre el tema, incluirlos en su publicación y poner falazmente como referencia la mentada de Fronteras de Ciencia y tecnología. La verdad es que me resulta increíble observar como la gente es tan ruin. Este sujeto, tiene una fama inmerecida en la prensa y muy mala entre la mayoría de sus colegas, que ya le conocen. Por lo que sé no es la primera vez que ha hecho esto, ni será la última ¿A que entonces hacer este tipo de artimañas miserables que no sirven para nada, y que de hecho tampoco le benefician en absoluto?: no cuentan para el CV y encima si te pillan con las manos en la masa (…). Simplemente hay gente que es así de mezquina. Dan lástima. Yo ya he comentado a las autoridades del CSIC su comportamiento pero (…) el conflictivo soy yo, por denunciarlo.

 

Sin embargo, el tema de la edafodiversidad ha sido motivo de fraudes y praxis mucho más graves, como ya veremos. Yo creía que esto ocurría en otra galaxia, no en la pobre edafología, y menos aun a este miserable administrador. Os mostraré el fragante fraude y mala praxis de un par de editores de revistas internacionales de prestigio en mi ámbito. Vamos, que uno tiene un par de ideas, “posiblemente brillantes”, en su vida y a la primera comienza la marcha ¿Qué debe ocurrir en campos en donde la competencia es mucho más feroz?. Prefiero no pensarlo.

 

Hasta mañana.

 

Juan José Ibáñez

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4 comentarios

  1. alguien de los presentes puede responder a la siguiente pregunta, que podría desdoblarse en muchas, pero la planteamos en plan sencillo: ¿qué porcentaje de catedráticos hay en la universidad española que tienen el carnet del psoe, el carnet del opus o afines, el carnet del pp o el carnet de algun sindicato?…podría hacerse esta pregunta sobre el resto de profesorado funcionario o contratado también…o lo mismo en versión negativa: ¿qué porcentaje no tiene ninguno de esos carnets?…da la impresión que posiblemente las cifras no son tan altas como se ha sugerido en estos foros, incluso igual son más exigüas de lo esperado,… y, por supuesto, que conste que nadie está diciendo que haya algo reprobable en la posesión de alguno de esos carnets,… como en cualquier otra empresa, la afiliación en la universidad es posible pero seguramente será una de las empresas donde menos se ejercita ese derecho ciudadano…¿alguien tiene datos sobre esta cuestión en comparación con el resto de sectores productivos?…¿puede venir por aquí también otro indicador más de la desconexión social de la universidad?.

  2. Quizas, ¿pero tu sábes si algún partido ha puesto sus afiliados a la luz pública? Que yo sepa no. ¿No habrá personal con carnets de varios partidos?. Si no es así es porque no pueden. Y no me refiero solo a la Universidad y OPIS

    JJI

  3. ¿Cuantos investigadores han sido sancionados por el CSIC en su historia por fraude científico?

  4. La Presinecia del CSIC se comprometío hace años a crear un comité de ética. Pero no se hizo. Como yo he denunciado cuatro o cinco veces mala praxis, más o menos, sé como va la cosa.

    Cuando se denuncia algo concreto pueden tardar meses. Luego ya sea la Presidencia o el Coordinador de Área del ámbito correspondiente toma una decisón. A veces se han creado grupos de trabajo "ad hoc" para asesorar al que tome las decisiones. También se han producido ceses fulminantes de Directores o Direcciones de Centro, por anomalías en la gestión científica y/o económica de los institutos.

    Pero jamás, que yo sepa, se han tomado medidas que trascendieran la más estricta confidencialidad. Lo cual es negativo, ya que de este modo, el personal sigue sin saber que hay unos límites que no puede sobrapasar.

    Total, sistema muy deficiente, como en casi toda España. Francia al parecer sigue el mismo patrón, por lo general.

    Como hemos visto USA, UK, Alemania y países nórdicos cuentan con sistemas claros y públicos. Que unos funcionen mejor que otros, seguro. Paro ya no te puedo decir más, porque no lo sé.

    Juanjo Ibáñez

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