Perfil Modal de la Distribución de la Materia Orgánica del Suelo y las Raíces en los Perfiles edáficos: Estimas Mundiales

Los perfiles modales tienen un gran valor didáctico con vistas a mostrar a los alumnos como se distribuye la materia orgánica y las raíces a lo largo de un perfil de suelos, es decir en profundidad. Obviamente luego existen muchas especies que se desvían de tal perfil. Empero tal como se aborda el tema en “profundidad” (muy poca) por una buena parte de los expertos, lo que vamos a relatar también servirá para instruirlos. Esperemos que pierdan su pavor con vistas a ahondar en este universo invisible. Vamos pues tales perfiles promedios.

 

De acuerdo a E. G. Gobbágy y R. B. Jackson, en lo concerniente al contenido global de COS, agrupando todos los biomas, se alcanza una estima de 1502 Pg de carbono orgánico para el primer metro. Si subdividimos esta cantidad por intervalos de 20 cm. de profundidad encontramos las siguientes tasas de almacenamiento: 41, 23, 16 y 11% respectivamente. Podemos considerar pues esta secuencia como un perfil medio mundial para el primer metro de profundidad.  Con datos reales y extrapolaciones estadísticas se obtuvieron las siguientes tasas de distribución de carbono por metros de profundidad.

 

Primer metro del perfil del suelo: 1502 Pg.

Segundo metro del Perfil del suelo: 491 Pg.

Tercer metro del Perfil del suelo: 351 Pg.

 

Así pues las cantidades de carbono respecto al primer metro aumentaron en un 33% al considerar el segundo y en 23% más al tener en cuenta el tercero.

 

Ya hemos visto en cuatro post anteriores [1, 2, 3 y 4] una panorámica general de la distribución en profundidad del carbono orgánico de los suelos (COS), y en otros dos de las de las raíces [5, 6]. Uno de los autores (Jackson, participó en ambos trabajos). Por otro lado, si comparamos estos datos de carbono con los obtenidos para las raíces, pudieron mostrar que el COS tenía una mejor distribución relativa (que no en masa) en profundidad que las raíces, a pesar de la correlación positiva existente entre ambas. Así, por ejemplo, los 20 cm. superficiales de suelo poseían casi 2/3 en promedio de las raíces pero sólo la mitad de COS respecto al primer metro.

 

¿Por qué la distribución de las raíces es más somera que la del COS? No se han realizado estudios concluyentes a tal respecto, como señalan acertadamente G. Gobbágy y R. B. Jackson en su artículo. Estos autores proponen cuatro hipótesis que no son, en parte, mutuamente excluyentes.

 

  • La lenta tase de descomposición de la materia orgánica de los horizontes profundos (estabilizada por su unión con las arcillas para formar complejos órgano-minerales o –agregados del suelo), respecto a la de la biomasa radicular.
  • Ralentización de la tasa de reciclado (o renovación de biomasa) de las porciones radiculares profundas respecto a las más superficiales.
  • El lavado o lixiviado de la materia orgánica superficial hacia los horizontes profundos del perfil del suelo, por lo que incorporaría rápidamente en profundidad.
  • La bioturbación: o acción de mezcla de los materiales del suelo por la fauna que da como resultado que parte de ella sea transportada en profundidad. Según G. Gobbágy y R. B. Jackson,

La primera hipótesis es la que ha recibido un mayor aporte empírico, especialmente mediante dataciones de carbono. Yo mismo pude constatar tal evidencia cuando trabajé en bioquímica del suelo, a comienzos de la década de los 80.

 

Quizás la hipótesis más dudosa sea la mentada en segundo lugar, ya que las  3ª y 4ª han sido también demostradas. La cuestión pues, en mi opinión, no es cual de las cuatro conjeturas es cierta o no, sino que peso relativo tiene cada una de ellas a la hora de dar cuenta de este patrón o regularidad. Según estos autores, las hipótesis 3 y 4 debían estar relacionadas con un gradiente de precipitación: a mayor precipitación mayores repercusiones deberían tener a la hora de dar cuenta del carbono almacenado en profundidad, lo cual contradice sus datos. Sinceramente yo no estoy seguro de tal aserto. Por ejemplo, una buena parte de la microfauna del suelo, en climas áridos, semiáridos y submediterráneos,  abandona los horizontes superficiales y emigra en profundidad en los periodos con déficit estacional de agua o temperaturas extremas (altas o bajas), por lo que podría llegar a generarse una bioturbación más intensa en ambientes secos que en los húmedos. Tal aserto está por demostrar, pero no puede descartarse. Del mismo modo, en ciertas sabanas (o quizás en la mayoría de las que se encuentran en los trópicos) la acción bioturbadora de las termitas ha sido constatada en numerosas ocasiones, y alcanza varios metros de profundidad, aun cuando acaecen en ambientes con déficit estacional de humedad. Empero como vemos al hablar de Histosoles y Podsoles. En ambientes húmedos y fríos, otros mecanismos dan cuenta de una gran abundancia de COS en horizontes profundos. Por tanto, a nivel global, es difícil descartar o corroborar la opinión de estos autores al respecto. 

 

Otro dato interesante reflejado en la susodicha publicación de E. G. Gobbágy y R. B. Jackson, surgió al comparar los datos de COS con los de biomasa aérea/subterránea y con los de biomasa no radicular respecto a no la radicular. Las tendencias diferían en parte, por cuanto la primera afecta a la cantidad de biomasa que cae en la superficie del suelo (obviamente mayor en los bosques por la caída de la hojarasca), mientras la segunda da fe mejor de la distribución vertical de COS.

 

En cualquier caso, como podéis observar en el gráfico adjunto, los perfiles son muy similares. Así pues cabe preguntarse:

 

¿Se sujetan las distribuciones de la materia orgánica del suelo y las raíces al mismo patrón de distribución o ambos son distintos? La respuesta la ofreceremos en otro post

 

Juan José Ibáñez

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5 comentarios

  1. Mauricio,

    Mira a tu derecha en donde pone categoría y pinchas lo que buscas. Hay muchos post (unos 500) acerca del suelo.

    Juanjo Ibáñez

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