Obviamente tengo alma de niño, o lo que es lo mismo el «Síndrome de Peter Pan». Uno cree haber visto y leído de todo. Sin embargo, cada día vuelven a sorprenderme las noticias de la Prensa. Myrna, que vive en Canadá, debió regresar un día del pasado invierno cansada a su casa. Hacia mucho frío en el exterior. Se encontraba destemplada. Supongo que debió encender la calefacción, luego hizo lo mismo con el televisor. En el noticiero, algunos científicos hablaban de la “presunta” relevancia de sus últimos descubrimientos. Se sintió un poco triste, ya que sus notables investigaciones no eran tan generosamente atendidas por los medios de comunicación de masas. Agotada y desencantada se quedó dormida. De pronto, al despertarse, tuvo una corazonada: ¡Eureka!: Si el suelo (pavimento) de mi casa se calienta cuando enciendo la calefacción…… el calentamiento climático debería generar algo parecido en la naturaleza. ¡Gran descubrimiento!. Al día siguiente, llegó excitada a su despacho, llamó inmediatamente al gabinete de prensa de su Universidad (en Canadá), y exclamó: ¡Acabo de descubrir algo de suma importancia, llamen a todos los periodistas!. ¡Y soltó la bomba!: Los suelos también sufren el calentamiento. Finalmente todos sus desvelos como investigadora quedaron recompensados.

 

 

 

Pérdida de carbono en las Islas Británicas (pero en su

 mayor parte no debido al cambio climático). Fuente.

Universidad de Cranfield.

 

Tenía el notición preparado desde que apareció en la prensa española, pero iba pasando el tiempo hasta que ayer mi amigo Gonzalo Almendros, del que ya os he hablado en otras ocasiones, me remitió nuevamente la nota de prensa vía correo electrónico. Más o penos piensa como yo respecto a la pésima calidad de las noticias científicas (como otros muchos colegas) que ofrece la prensa diaria.

 

Lo malo de estas noticias, y lo digo por experiencia, es que uno no sabe si Myrna espetó tal cantidad de obviedades por su propia voluntad o si algunos periodistas, que todavía no han aprobado los exámenes de primaria, lo distorsionaron todo. El  caso es que la nota de prensa, al menos en castellano, es sencillamente estúpida. Busqué por tanto el notición en suahili, y finalmente (tras un largo minuto de tensión) lo encontré aquí: Global Warming Is Changing Organic Matter in Soil”. Mas aún, era el resultado de un estudio publicado en Nature Geoscience, según la prensa, claro está (quiero decir que algo más relevante debió escribir porque si no…). Ahora bien, fíjense en el siguiente párrafo que extraigo de la noticia suahileña:

 

 

 

Until Simpson’s research, scientists didn’t know much about soil’s molecular composition. Part of the reason is that, from a chemical perspective, soil is difficult to analyze due to its many components, including bacteria, fungi and an array of fresh, partially degraded, or old plant material. Simpson’s team, which includes research collaborators Professors Dudley Williams and Andre Simpson, is uniquely positioned to address this new frontier. The team uses a NMR (Nuclear Magnetic Resonance) facility – the only NMR facility in Canada specifically dedicated to environmental research – to gain a detailed view of soil’s molecular structure and reactivity.


In their current study, Simpson’s team used an outdoor field experiment in the valley behind the UTSC campus to ensure natural ecosystem processes were preserved. Electrodes warmed the test soil between three and six degrees through winter and summer seasons, over a 14-month period. Throughout the test period, the team analyzed the molecular composition of soil samples.

 

Vamos que, desde la primera línea, en la que afirma que los científicos saben muy poco de la composición molecular de la materia orgánica del suelo (¿tu que opinas Gonzalo?), así como que  ella había abierto una nueva frontera en la materia, ya no apetece ni seguir leyendo, a pesar de que puede haber utilizado por primera vez un instrumental novedoso, o descubierto algo de verdadero interés ¿?.

 

Pues efectivamente, la noticia en Suahili es tan aberrante como la cuasi fusilada en España. Recuerdo cuando comenzamos a trabajar Gonzalo Almendros, Carmen Lobo y este impresentable acerca de los efectos de los incendios forestales sobre la bioquímica del humus. Recogimos muestras de campo de una zona afectada y de otra colindante que no lo fue. Seguidamente, algunas de las últimas, las introducimos en un horno, para ir aumentando gradualmente la temperatura. Conforme tal proceso ocurría extraíamos submuestras, con vistas a analizar como cambiaba la naturaleza del humus hasta su conversión total en carbón. Si no recuerdo mal, de allí salieron 4 papers (dos de ellos en un ISI Journal). Aquello fue a finales de los setenta e inicios de los ochenta del siglo pasado. Desde aquellos antidiluvianos tiempos, Gonzalo ha publicado numerosos papers sobre el tema, incluyendo varios relacionados con los posibles efectos del calentamiento climático sobre la composición de la materia orgánica de los suelos bajo ambientes semiáridos mediterráneos. Por supuesto, él ha hecho uso de una enorme batería de metodologías avaladas por sus 200 o más ISI papers. Resulta que, adicionalmente, estoy colaborando con el amigo Cecilio Oyonarte (Universidad de Almería) en la redacción de un paper sobre el secuestro de carbono en los paisajes de suelos de Andalucía, por lo que en las últimas semanas me he visto obligado a repasar el tema.

 

Myrna se ha pasado tres pueblos con sus aseveraciones grandilocuentes y rancias. Claro que “es una de los Simpson” y debe encontrarse entusiasmada con el carisma de su familia televisiva. No me extraña pues que…… repita mil y una obviedades, que ya saben los que hayan disfrutado de un curso introductorio a la edafología. La noticia pone en boca de Myrna (acompañada de su marido, que es el otro Sipmson, como veréis más abajo y en otras noticias de Internet) aspectos relacionados con la erosión de los suelos que no son suyos. Las cifras que ofrece sobre el secuestro de carbono en el suelo, respecto a la atmósfera son ambiguos y los tenéis mucho más precisos en otros post de esta bitácora. En otras palabras, tales cálculos tampoco son suyos.  Todo lo comentado por ella ya lo hemos ido relatando esta bitácora, que no en Nature Geocience. Lo demás es pura retórica y de las de más baja estopa. Pido mil perdones a Myrna y su señor esposo, pero la desiderata que ponen en sus labios (sea cierta o no) deja constancia, una vez más, que la prensa aborda los temas de ciencia de una manera paupérrima, así como que los científicos no desmerecen a los actores y otros colectivos a la hora de hacerse paso en los medios de comunicación de masas, de cualquier forma. ¿Y tu que opinas Gonzalo? Vayamos pues al contenido de la nota de Prensa sin mayores dilaciones. Lo dicho, por pura obviedad, lo saben hasta los “niños de teta. Muchos periodistas son nefastos, pero otros tantos colegas científicos no les van a la zaga. La bobalización ególatra lo impregna todo.     

 

Juan José Ibáñez

 

Los suelos también sufren el calentamiento

El calentamiento global no sólo afecta a la atmósfera. Según un grupo de investigadores de la Universidad Scarborough de Toronto, el cambio climático puede tener unos efectos desastrosos en los suelos, ya que se modifica la estructura molecular de la materia orgánica del terreno. Myrna Simpson, profesora de Química Ambiental de esta universidad canadiense explica que los suelos «contienen más del doble de carbono que la atmósfera».

 

FUENTE | Público; 21/01/2009

A través de su investigación, este grupo de científicos ha tratado de determinar de qué están hechos los suelos a nivel molecular y si esta composición cambia en un mundo más cálido, que es lo que predicen los estudios de los expertos del IPCC o Panel Intergubernametal para el Cambio Climático de la ONU.


Según sus previsiones, durante todo este siglo el aumento de las temperaturas será de entre 1,5 y 4,5ºC, con un promedio estimado de 2,5ºC. La materia orgánica del suelo es lo que permite que el terreno sea fértil y capaz de soportar la vida vegetal, lo que es de vital importancia para la agricultura. La materia orgánica retiene el agua en el suelo y evita la erosión. Ésta se está acelerando en todos los lugares del mundo y ya ha degradado unos 2.000 millones de hectáreas de cultivo. Cada año, la degradación de los suelos provoca una pérdida que oscila entre 5 y 7 millones de hectáreas de tierras cultivables, según datos de la investigación.


ENERGÍA Y AGUA


Los procesos naturales de descomposición de la materia orgánica del suelo proporcionan a las plantas y a los microbios la fuente de energía y el agua que precisan para crecer; en ese momento, el carbono es liberado a la atmósfera como subproducto de este proceso. Por todo ello, los científicos esperan que el calentamiento de la atmósfera acelere este proceso, con lo que finalmente se aumentaría la cantidad de CO2 que se transfiere a la atmósfera.


La investigadora es tajante: «No podemos permitirnos el lujo de perder carbono del suelo, ya que aumentaría la erosión». Pero considera como alternativa el carbono que está almacenado en el permafrost o suelo congelado del Ártico que, según algunos estudios, puede descongelarse hacia la mitad del siglo. «Tenemos que saber y comprender qué va a suceder con el carbono almacenado cuando los microbios sean más activos con temperaturas más cálidas», ha añadido Simpson

 

 

Resumiendo: Investigadores Canadienses descubren que:

 

El Calentamiento Climático Calienta los Suelos

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