El Complejo Estudio de la Persistencia y Degradación de los Pesticidas en el Suelo
Si la eficacia de los herbicidas resulta ser de vital importancia para el agricultor, su velocidad de degradación lo es para la salud humana y ambiental. El estudio de la descomposición de estos agroquímicos (como de otros muchos) no resulta ser nada trivial. En condiciones controladas de laboratorio con materiales edáficos ya conocidos, los resultados son más reproducibles. Sin embargo, de poco sirven por cuanto la naturaleza del suelo y sus comunidades, que atesoran una gran complejidad, son muy variables en el espacio geográfico. De ello nos informa la noticia de hoy. Fíjense en los paralelismos con la respuesta humana al uso de fármacos, demostrando que el medio edáfico debe entenderse como un ente complejo y analizarse holísticamente. Cuanto mayor es el uso de agroquímicos, también lo es su velocidad de degradación, pero a costa de perder eficacia.
Son muchos los estudios realizados con herbicidas en condiciones controladas de laboratorio: fijación por las arcillas y la materia orgánica del suelo, velocidad de degradación, etc. Pero reiteramos que de tales análisis difícilmente pueden extraerse conclusiones que nos ayuden a manejar tales venenos en la naturaleza.
Las aplicaciones reiteradas de la atrazina (el herbicida analizado) preparan la respuesta de las comunidades edáficas para su ulterior degradación. Se trataría de una buena noticia, a no ser por las graves consecuencias colaterales para el agricultor: pierden su eficacia. Parece como si el ecosistema edáfico se comportara al modo que el organismo humano lo hace ante el consumo repetitivo de ciertos fármacos (antibióticos, por ejemplo). En consecuencia, todo apunta a que tan solo debieran usarse cuando el problema es severo, so pena de que se genere “un tipo de resistencia” en el medio edáfico.
Del mismo modo, las parcelas que habían recibido dosis reiteradas de laboratorio, impedían que el herbicida descendiera en profundidad a lo largo del perfil del suelo (posiblemente al ser descompuesto por los más abundantes y diversos microorganismos de habitan en los cm. superficiales, una vez “inmunizados”). ¿Se evitaría así que afectaran las raíces de las malezas o malas hierbas? Sinceramente lo desconozco.
La humedad del suelo, en función del riego, no pareció, en este caso, variar las velocidades de degradación del herbicida analizado. Sin embargo, como ya mostraremos en otro post, sí condicionan la de los antibióticos, al menos en el proceso de compostaje del estiércol.
Lo dicho, los estudios en condiciones controladas de laboratorio jamás pueden sustituir a que se realizan en condiciones de campo. Y, como siempre, queda por contestar la pregunta del millón: El coste de la producción por hectárea incrementa con el uso sistemático de los herbicidas: ¿Merece la pena aumentar la cosecha si le resulta más cara de producir al agricultor? Lamentablemente, la respuesta, hoy por hoy, sería: A veces sí, a veces no. Lo que sí parece palmario, que tal modo de proceder deviene en comida para hoy y hambre para mañana.
Os dejamos con la noticia original y otra previa del mismo equipo que también os puede resultar de interés. Me he permitido mejorar el español-castellano de la primera, por cuanto los escritos del ARS aun adolecen de una traducción pobre. Eso sí, es de lamentar que tal hecho ocurra, por cuanto si los hispanoparlantes enviáramos papers para ser publicados con un inglés equivalente, nos tacharían de analfabetos.
Juan José Ibáñez
El uso previo de herbicidas tiene un impacto crítico en su eficacia
La selección de cultivos y el uso previo de herbicidas tienen más impacto que la cantidad y el momento escogido del riego en la eficacia de herbicidas y la seguridad ambiental, según científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS). Los fisiólogos de plantas Dale Shaner y Lori Wiles con el ARS hicieron este descubrimiento durante experimentos todavía en curso en dos campos regados de la Universidad Estatal de Colorado (CSU por sus siglas en inglés) en Fort Collins, Colorado. Shaner y Wiles trabajan en la Unidad de Investigación del Manejo de Agua mantenida por el ARS en Fort Collins.
En colaboración con Neil Hansen con CSU, Shaner y Wiles compararon el comportamiento del herbicida atrazina en el maíz cultivada continuamente por muchos años con la labranza convencional, y el maíz cultivado en tres diferentes rotaciones de cultivos. Ellos probaron varios niveles de labranza y riego, incluyendo sin riego.
La cantidad de riego–incluyendo una falta total de riego–no tuvo ningún impacto en la tasa de degradación de atrazina por los microbios que habitan en el horizonte superior del suelo. Los factores que sí tuvieron un impacto resultaron ser el uso previo de herbicidas y la secuencia de cultivos, con el uso previo de herbicidas como el factor más importante.
Estudios previos, incluyendo uno por Shaner, han mostrado que las aplicaciones previas de atrazina pueden predisponer el suelo a degradar más rápidamente las aplicaciones subsiguientes del herbicida. Pero hasta ahora, no estaba claro si otros factores tales como los tipos de cultivos usados, o la cantidad de riego, desempeñaban un papel en la tasa de degradación.
Dos conclusiones pueden extraerse de la degradación más rápida de atrazina en las parcelas que han recibido aplicaciones previas del herbicida. La primera es una pérdida de control sobre la proliferación de las malezas. En las parcelas con la degradación más rápida, las malezas comenzaron a infestar de nuevo el terreno en las cuatro semanas después del tratamiento, mientras las parcelas con la tasa más lenta de degradación no creció ningún tipo de malezas a lo largo de toda la temporada de cultivo.
La segunda consecuencia es que el atrazina lixivia más profundamente en el suelo en las parcelas que tienen una tasa más lenta de degradación, pero el herbicida no se movió más allá de las tres pulgadas superficiales del perfil del suelo en las parcelas con la degradación más rápida. Los resultados de esta investigación fueron publicados en ‘Journal of Environmental Quality’ (Revista de Calidad Ambiental).
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés). Esta investigación apoya la prioridad del USDA de promover la seguridad alimentaria internacional.
Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés); 17 de marzo de 2010. Vea esta historia en Internet, junto con fotos y otros artículos relacionados, en www.ars.usda.gov/is/espanol/pr
Científicos estudian el suelo para promover el control de malezas
Por Laura McGinnis; 16 de agosto 2006: La lucha contra las malezas está llegando a ser sucia.
En Fort Collins, Colorado, científicos con el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) están estudiando el suelo para promover el control de malezas. La variabilidad del suelo, la cual es un factor importante en el tratamiento de los campos infestados con malezas, puede ser calculada midiendo la conductividad eléctrica (EC por sus siglas en inglés) de los diferentes suelos. La EC de suelo evalúa qué fácilmente una corriente puede pasar por ello. Suelos con una EC más alta generalmente tienen más arcilla y materia orgánica y requieren más herbicida. Granjeros pueden usar EC para crear mapas de aplicación de herbicidas, que les permiten a regular las tasas de aplicación basadas en variaciones dentro del suelo. Esto, en turno, reduce el riesgo de la lixiviación excesiva de herbicidas mientras manteniendo eficacia.
La selección de herbicida es un aspecto igualmente importante para el control de malezas. Dale L. Shaner, un fisiólogo de plantas en la Unidad de Investigación del Manejo de Agua mantenida por el ARS en Fort Collins, ha mostrado que atrazina, el cual es un herbicida ampliamente utilizado, algunas veces se descompone rápidamente en los campos donde se ha usado por muchos años. Esta descomposición podría ser causada por bacterias que reducen el herbicida a sus partes elementales.
La degradación de herbicida hace difícil el control de malezas, así que los granjeros tienen que pasar más tiempo y gastar más dinero en aplicar más herbicida. Un herramental barato de campo podría ayudar a los granjeros y consultores agrícolas a identificar si los campos tienen riesgo de degradación de herbicida antes de aplicar atrazina.
Shaner y sus colegas están investigando si las tiras de ensayo usadas para analizar agua para la presencia de atrazina podrían ser modificadas para ensayar el suelo. Aunque un herramental de campo todavía está en las primeras etapas de desarrollo, Shaner cree que podría ser usado para reducir el uso excesivo de herbicida.
Lea más sobre esta investigación en la revista ‘Agricultural Research’ de agosto 2006. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU.