¿Se imaginan ustedes unos políticos que en tiempos convulsos repletos de disturbios reduzcan las plantillas de policía? ¿Hace falta ser tonto verdad? Pues vamos a ver lo que pasa este verano en España, es decir el año de gracia de 2012. No voy a discutir hoy acerca de los recortes económicos en tiempos de crisis. Ahora bien, quien juega con fuego termina quemándose. En este santo país, tales ahorros en base a reducir las cantidades pecuniarias destinadas a muchos recursos y despedir el personal que debería llevarla a cabo, se esta haciendo con los pies, que no con la cabeza. Ya sabemos que en los climas mediterráneos, si tras años de sequía surgen veranos calurosos, “ventosos” y secos, una buena parte de la vegetación forestal y grandes extensiones de matorral pueden arder. Afortunadamente, las áreas que sufren más riesgos de ser pasto de las llamas resultan ser las repoblaciones forestales, hechas en base a coníferas y eucaliptos, sí como extensos territorios de matorral (cistáceas y ericáceas, es decir jaras y brezos en el sentido más amplio el término). Se trata de especies pirofíticas, es decir amantes del fuego.  En consecuencia, generalmente, los bosques naturales son en general menos susceptibles de arder, aunque no se encuentren exentos de correr la misma suerte. Pues bien durante 2012, a consecuencia de los recortes económicos se han reducido más que considerablemente, las cantidades de dinero destinadas a estos menesteres, dejando en el paro a parte de las plantillas. Ahora bien, resulta que durante los últimos años, debido a la climatología, las superficies quemadas han sido ciertamente moderadas. Como resultado, la acumulación de materia orgánica muerta (restos vegetales) ha aumentado considerablemente. Empero durante 2011-2012 la sequía se ha pronunciado y los fuegos forestales se han adelantado inusitadamente varios meses, hasta inicios de primavera. El verano comienza en muchas partes de España “calentito” (como la economía, finanzas y desconfianza pública en nuestros gestores) alcanzándose más de 40ºC en diversas regiones. Resulta palmario, que bajo etas circunstancias no era el momento más propicio con vistas a reducir drásticamente los recursos en la lucha contra el fuego. Empero nuestras autoridades, han cogido las tijeras recortando hasta nuestros “caretos” del documento nacional de identidad. Sabemos que lo barato termina resultando ser caro. En otras palabras, como tengamos un verano ventoso el desastre se encuentra en ciernes. Recordemos que buena parte  de las repoblaciones tienen fines comerciales, como la obtención de pasta de papel y madera. Dicho de otro modo, de arder amplias extensiones, al margen de los graves impactos ambientales que generen, se perderán muchos millones de euros.  ¿Cuántos? Posiblemente muchos más de los ahorrados por los recortes. ¿Mal  negocio no?. Esperemos no terminar lamentándolo, aunque de seguir sí (…) Tan solo nos queda la estrategia de  retrotraerse a las centenarias Rogativas pro-pluvia, como el pueblo hizo durante siglos. Pero como el carácter del clima mediterráneo es muy “latino”, y nunca llueve a gusto de todos, no olvidemos tampoco rogativas pro-serenitate. Eso si, que sean los políticos los encargados de llevar a cabo tales menesteres, ya que los ciudadanos bastante hacemos con someternos a sus tropelías y sufrir sus torpezas. ¡Qué Dios nos pille confesados!, de unos y de otros. Según afirman algunos, en España hay más políticos que policías y bomberos y médicos juntos. En consecuencia, ya que apenas ha descendido el número de estos individuos, resulta lícito y razonable reclamar que sean ellos los que generosamente recojan los cascos y las mangueras de los trabajadores que han echado a la calle. ¡Eso si seria dar ejemplo! ¿Lo Harán?

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Incendios forestales.  Fuente: RFID Point

Juan José Ibáñez

Recomiendo la siguiente Lectura de la Nota de Prensa de Jorge Mataix Sobre el tema

Sobre qué hacer ahora en las zonas quemadas en Valencia. Algunas reflexiones

 

 

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