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Fuente: Colaje Imágenes Google

Este post fue redactado en 2021 por lo que aun no habían acaecido la sequía y grandes incendios forestales que en este momento azotan a la Cuenca Mediterránea. Es detestable que toda la literatura previamente descrita en el continente europeo en otros idiomas halla sido ignorada y enviada a la basura. Vivimos en la hoguera de las vanidades.

La nota de Prensa que os mostramos hoy (El fuego representa un riesgo a largo plazo para el sumidero de carbono forestal), no es más que un elogio a la tontuna, pero también un desastre para el medio ambiente y un atentado para los esfuerzos realizados en la lucha contra el calentamiento climático. Sin embargo, no todo termina aquí, ya que, significan un dispendio de dinero, cobrándose muchas vidas humanas. Desde el punto de punto de vista racionalidad científica, lo único que demuestra es, a día de hoy, la abundancia entre los investigadores que profesan el analfabetismo científico. La nota de prensa está repleta de inexactitudes, graves errores, etc. pero sobre todo de una ignorancia hilarante sobre el tema en el que dicen ser expertos.  A parecer, muchos de los denominados investigadores que estudian sobre reforestación y secuestro de carbono, desconocen la literatura existente en Europa, como ya expliqué en los siguientes post: (i)  Los Colonialismos y el Olvido de la Ciencia: El Efecto de la Lengua del Imperio y  (ii)   El Olvido de la Ciencia: El Efecto Internet.

A inicios de la década de los años 80 del siglo pasado, comenzamos en España a estudiar los efectos del fuego sobre el suelo. Yo fui uno de aquellos pioneros junto con Gonzalo Almendros, María del Carmen Lobo, etc. Los resultados se encuentran publicados en revistas científicas, aunque en español-castellano. Por aquel entonces, era casi la norma que los científicos de cada país publicaran sus resultados en las revistas patrias y lengua materna. Colegas de otros países también investigaban sobre el tema, y en especial aquellos que vivían a las orillas de la Cuenca Mediterránea, por cuanto los incendios siempre han sido bastante frecuentes y también se usaba en el manejo agrario. Ya os explicamos una síntesis de la historia del fuego en estos ambientes en nuestro post: Los Geoecosistemas Mediterráneos y el Fuego: Una Alianza Indisociable. Abajo encontrareis diversos post en los que hemos ido explicado el tema por activa o por pasiva. Sin embargo, os recomiendo que leáis los estudios de  M. Louis Trabaud, por cuanto son sumamente interesantes. Obviamente otros autores también publicaron indagaciones muy significativas. En mi Researchgate, podréis bajaros los míos. Me sorprendió mucho observar que las publicaciones de mi cosecha más citadas en este repositorio eran justamente aquellos estudios de esa añorada juventud, y no los que he ido publicando en inglés a lo largo de mi trayectoria científica, como investigador senior, en revistas de mayor prestigio. No se trata de unas pocas lecturas y descargas, ya que algunos llegan a una desorbitante cifra cercana a los ¡10.000!. ¡Aun me cuesta creerlo!. Todo en castellano o francés.

Sin embargo, la castración del bagaje europeo sobre incendios forestales y otros muchos temas es malintencionadamente grave a causa del imperio de la lengua anglosajona. No es nada infrecuente que, cuando añades a la publicación algún paper redactado en lengua española (y supongo que también francesa o alemana) ya sea el editor, ya algún revisor memo, te solicitan que lo elimines o sustituyas por otro, por cuanto se trata de literatura gris. Y no siempre es así.   Unos hicimos literatura gris y otros ahora no atesoran masa gris en sus cerebros. Pero que lo digan algunos editores españoles……. ¡Sin comentarios!.

Pues bien, a inicios de la década de 2020, en California y parte de Australia, por ejemplo, pavorosos incendios arrasan los paisajes.  Y es que con la moda del cambio climático, se defienden las ideas más horrorosas, mientras se pone el combustible para la propagación de los incendios de bosques y matorrales. Perdemos el tiempo y mucho, mucho, dinero, atentando además contra la biodiversidad y la pérdida de especies. Finalmente en 2022 llego el turno al ultimo enclaje, y el más extenso de los biomas mediterráneos: los que bordean la cuenca que lleva tal nombre o el de «Mare Nostrum«)

Como veréis abajo, existen muchas causas que pueden favorecer la mayor incidencia de los incendios en ecosistemas naturales ya sea en frecuencia, número, intensidad, áreas afectadas, etc. No nos valen buenas intenciones. sino buenas ideas puestas en práctica. Los conocimientos para ello ya están en el baúl de los recuerdos, por encontrarse redactados en otros idiomas.

Al margen de las numerosas necedades, que la nota de prensa espeta sobre los nutrientes del suelo, digamos que, en la mayor parte de los casos, las repoblaciones forestales se hacían a mediados y finales del siglo XX sobre dos pilares (i) restauración forestal de cuencas y (ii) material para las industrias madereras/papeleras. No se pensaba para nada en el calentamiento climático, al que como chivo expiatorio, los autores del estudio que comentamos hoy, le atribuyen todas las culpas. ¡No es así! Las especies arbóreas que crecen rápidamente suelen serlo por una estrategia de preservación. Se trata de especies amantes del fuego que serían ineludiblemente reemplazadas por otras si no tuvieran mecanismos que propiciaran su combustión. A muchos matorrales que cubren ampliar áreas del sur de Europa les ocurre lo mismo. En Consecuencia, si plantas dinamita, tan solo falta que prendas la mecha para desencadenar el desastre natural. ¡Qué te parta un rayo! Aunque también pueden ser turistas descuidados, urbanitas ignorantes, campesinos que cometen algún error, fraudulentas iniciativas con vistas a que un terreno no urbanizable sea recalificado (tras el desastre) como urbanizable, una lamentable planificación urbanística, y ese maldito viento que lo agrava todo, sobre manera. Por el contrario, las especies de crecimiento lento secuestrarán menos carbono, empero arden y propagan en fuego muy lentamente. Finalmente, de repoblar con estas últimas saldríamos ganando. De hecho, por ejemplo, gran parte de los incendios forestales/matorrales en España y Portugal se producen sobre esos matorrales que abundan debido al abandono de tierras cultivadas/pastadas y, como no, en las masas reforestadas antaño para obtener madera y pasta de papel y actualmente: ¿para secuestrar carbono de la atmósfera?. Pues bien, al hacerlo, sin conocimiento de causa, con las mentadas especies y sin cuidado en lo concerniente al crecimiento del sotobosque, la inversión financiera destinada al secuestro de carbono mediante estas estratagemas induce a que se emita mucho más CO2 a la atmosfera del que pretendían secuestrar. Es decir, nunca mejor la expresión de “te ha salido el tiro por la culata”.

De haber leído un poco los mentados antecedentes sobre incendios forestales, el documento de abajo jamás debiera ser motivo de más atención, sino de desprecio.  Si no sabéis mucho sobre este tema, abajo encontraréis todo tipo de explicaciones racionales, que no las majaderías como las vertidas en la nota de prensa. Falsedades, posverdades e ignorancia, bien mezclaras en una licuadora.

Juan José Ibáñez

Continúa……..

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Fire poses long-term risk to forest carbon sink: study
By Patrick GALEY; Paris (AFP) Feb 25, 2021

Stronger and more frequent wild fires are reducing forests’ ability to store carbon in a trend that will likely not be offset by planting new trees, a study said Thursday.

As Earth continues to heat due to ever higher concentrations of greenhouse gases in its atmosphere, both the number of fires, as well as how fiercely and long they burn, increases.

Slower growing tree species are better at surviving such intense blazes, but they capture less atmospheric carbon and reduce nutrient availability, according to research led by the University of Cambridge.

Analysing decades of data on the impact of fires on ecosystems across the world, the team of experts found that repeated fires were driving long-term changes in forest composition, while reducing their population size.

They found that after 50 years, regions with the most extreme annual fires had 72 percent less biomass than regions that had not burned.

Writing in the journal Nature Ecology and Evolution, the researchers said there were 63 percent fewer trees in hard-hit regions compared to areas untouched by fires.

Because not all areas are suitable for mass reforestation, and because the long-term impact of fires take decades to gauge, the team said simply replanting the trees would likely fail to offset the reduction in forests’ capacity to absorb carbon from the atmosphere.

«Planting trees in areas where trees grow rapidly is widely promoted as a way to mitigate climate change,» said Adam Pellegrini in the University of Cambridge’s Department of Plant Sciences.

«But to be sustainable, plans must consider the possibility of changes in fire frequency and intensity over the longer term.»

– Sink almost full –

Wildfires themselves are a major source of planet-warming carbon pollution, with annual blazes releasing CO2 equivalent to around a fifth of fossil fuel emissions.

But they also reduce nature’s capacity to absorb the carbon pumped into the atmosphere.

Previous research has shown that frequent fires reduce the levels of soil nutrients such as nitrogen.

Thursday’s study showed that this favours slower growing tree species that have adapted to surviving with fewer nutrients.

These species limit the forest’s ability to recover as they hold on to nutrients rather than replenishing the soil as they grow.

Throughout human history, forests have maintained the ability to suck carbon from the atmosphere, proving a key line of defence against climate change.

But with relentless emissions growth, they are losing their capacity to do so.

One study from last year suggested that major forests such as the Amazon may soon tip over from being a carbon sink — i.e. they absorb more carbon than they release — to a source, perhaps within 15 years.

«As fire frequency and intensity increases because of climate change, the structure and functioning of forest ecosystems are going to change in so many ways because of changes in tree composition,» said Pellegrini.

El fuego representa un riesgo a largo plazo para el sumidero de carbono forestal, según un estudio

Por Patrick GALEY; París (AFP) 25 de febrero de 2021

Los incendios forestales más fuertes y frecuentes están reduciendo la capacidad de los bosques para almacenar carbono en una tendencia que probablemente no se compensará con la plantación de nuevos árboles, según un estudio.

A medida que la Tierra continúa calentándose debido a concentraciones cada vez mayores de gases de efecto invernadero en su atmósfera, aumenta tanto el número de incendios como la intensidad y duración de su combustión.

Las especies de árboles de crecimiento más lento son mejores para sobrevivir a incendios tan intensos, pero capturan menos carbono atmosférico y reducen la disponibilidad de nutrientes, según una investigación dirigida por la Universidad de Cambridge.

Al analizar décadas de datos sobre el impacto de los incendios en los ecosistemas de todo el mundo, el equipo de expertos descubrió que los incendios repetidos estaban provocando cambios a largo plazo en la composición de los bosques, al tiempo que reducían el tamaño de su población.

Descubrieron que después de 50 años, las regiones con los incendios anuales más extremos tenían un 72 por ciento menos de biomasa que las regiones que no se habían quemado.

Al escribir en la revista Nature Ecology and Evolution, los investigadores dijeron que había un 63 por ciento menos de árboles en las regiones más afectadas en comparación con las áreas no afectadas por los incendios.

Debido a que no todas las áreas son adecuadas para la reforestación masiva, y debido a que el impacto a largo plazo de los incendios toma décadas para ser cuantificado, el equipo dijo que simplemente replantar los árboles probablemente no compensaría la reducción en la capacidad de los bosques para absorber carbono de la atmósfera.

«La plantación de árboles en áreas donde los árboles crecen rápidamente se promueve ampliamente como una forma de mitigar el cambio climático«, dijo Adam Pellegrini del Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad de Cambridge.

«Pero para ser sostenibles, los planes deben considerar la posibilidad de cambios en la frecuencia e intensidad de los incendios a largo plazo«.

– Fregadero casi lleno –

Los incendios forestales en sí mismos son una fuente importante de contaminación por carbono que calienta el planeta, y los incendios anuales liberan CO2 equivalente a alrededor de una quinta parte de las emisiones de combustibles fósiles.

Pero también reducen la capacidad de la naturaleza para absorber el carbono bombeado a la atmósfera.

Investigaciones anteriores han demostrado que los incendios frecuentes reducen los niveles de nutrientes del suelo como el nitrógeno.

El estudio del jueves mostró que esto favorece a las especies de árboles de crecimiento más lento que se han adaptado para sobrevivir con menos nutrientes.

Estas especies limitan la capacidad del bosque para recuperarse ya que se aferran a los nutrientes en lugar de reponer el suelo a medida que crecen.

A lo largo de la historia de la humanidad, los bosques han mantenido la capacidad de absorber carbono de la atmósfera, lo que ha demostrado ser una línea de defensa clave contra el cambio climático.

Pero con el implacable crecimiento de las emisiones, están perdiendo su capacidad para hacerlo.

Un estudio del año pasado sugirió que los grandes bosques como el Amazonas pronto podrían volcarse de ser un sumidero de carbono, es decir, absorber más carbono del que liberan, a una fuente, tal vez dentro de 15 años.

«A medida que aumenta la frecuencia e intensidad de los incendios debido al cambio climático, la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas forestales cambiarán de muchas maneras debido a los cambios en la composición de los árboles«, dijo Pellegrini.

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