Como me comentaba el oro día un amigo, como siga estrangulándonos el neoliberalismo económico vamos a terminar alimentándonos como el perro de un herrero, “que se comía las chispas para ingerir algo caliente”.  Empero por mucho que digan lo contrario, la clase política no se encuentra sensibilizada para satisfacer las necesidades de la mayoría de sus votantes, sino con vistas a exigirles más y más sacrificios al objeto de que, mediante el sistema financiero se acumule en muy pocas manos el beneficio resultante. De no ser así, el tipo de ideas que exponemos hoy deberían ser fomentadas por los que “dicen venir a servir , que no a servirse» del pueblo. Ya sabemos que la cultura del ladrillazo ha dejado a muchos desafortunados con una mano delante y otra detrás. Parado el negocio de la construcción abundan los solares (terrenos) en los que los ladrillos se han quedado esperando muertos de risa, en medio de las urbes.  Salpican las ciudades, de muchos Estados. Leía el otro día en la Prensa que en Irlanda piensan derruir muchas nuevas urbanizaciones, ya que nadie tiene dinero para comprarlas. ¿Porqué no regalarlas, ya que muchos sufridos irlandeses, como los griegos, españoles, portugueses e italianos, pero también estadounidenses y otros muchos han perdido las suyas por las trampas del capitalismo neoliberal? Estamos pagando los despilfarros generados por el contubernio constructoras-banca-políticos, mientras los responsables han depositado sus ganancias en paraísos fiscales, etc.   Nadie tiene una respuesta razonable, porque no la hay. Empero a lo que vamos. A un chef chileno en Nueva York se le ocurrió la magnífica idea de usar esos espacios para crear granjas/huertos móviles, que pueden desplazarse a otro solar si algún día finalmente terminan siendo construidos los edificios que emplearon los especuladores. Como veréis abajo, bueno, bonito y barato. Sisha Ortúzar, el “pensador”, utiliza ingeniosos y económicos procedimientos (muchos de reciclado) con vistas a aprovechar estos espacios, hoy inútiles, y nutrir la despensa de la cocina de su restaurante. Me parece bien. Sin embargo yo me pregunto, con forme se agrave esta crisis sin fin y la penuria se propague, ¿por qué no facilitar que los ciudadanos más necesitados, con la ayuda de asociaciones de vecinos y asambleas de barrio, hagan el mismo uso de estos solares a la hora de satisfacer parte de sus necesidades cultivando su propia comida?. Y así, secuestraríamos parte del carbono que emitimos, ayudando a paliar el efecto de invernadero. Si vendemos la idea de otra forma más razonable a los «Señores de la Sombra», seguro que nos escupirían en la cara.

riverpark-farm-fuente-fundacion-moises-bertoni

Riverpark Farm Fuente Fundacion Moises Bertoni

Todo lo que la nota de prensa expone abajo es claro, conciso y razonable. Eso sí necesitan un edafólogo, que ayudaría a aumentar los rendimientos de esta práctica agraria que puede llevarse a cabo con suelo o sin suelo. ¿Agricultura ecológica?. Pues en parte si y en parte no. Lo que la entrevista a Ortúaz omite estriba en que la calidad del aire en las ciudades es , por lo que las partículas en suspensión atmosféricas al depositarse en el suelo puede dar lugar a la contaminación del mimo y los alimentos que se produzcan de sus entrañas. Siempre es posible tomar medidas, pero de momento uno no sabe si los comensales de su restaurante, se alimentan sanamente o no. Obviamente también podríamos criar conejos, gallinas y cerditos. ¿Cerditos? Se me ocurren muchos pero prefiero omitir sus nombres y procedencias. En cualquier caso, en tiempos de crisis nuestras autoridades deberían satisfacer las demandas de los ciudadanos en “algo” no sea que un día les peguen un mordisco, por pura necesidad, que no por violencia manifiesta como suelen pensar ellos de los ciudadanos que sufre sus tropelías. Como siempre hemos cambiado las fotos de la nota de prensa por otras, rebuscando en internet. Y por favor no añadamos a estas granjas algo parecido al perro del hortelano ya que (…). Resumiendo, se trata de un sistema que, pensándolo bien, puede ser beneficioso tanto en las ciudades como en otros ambientes, bajo ciertas circunstancias. Reitero que el reciclado intrínseco y la idea de espacios flexibles urbanos se me antoja digna de ser valorada con seriedad.

Juan José Ibáñez

riverpark-farm-fuente-igreenespot

Granjas móviles Urbanas. riverpark-farm fuente igreenespot

Una granja portátil siembra ideas y alegría en Nueva York

Alejandra Martins. BBC Mundo: Última actualización: Domingo, 7 de octubre de 2012

La granja portátil se encuentra en uno de los cerca de 700 predios con construcciones paradas en la ciudad debido a la crisis económica. Fotos: gentileza Riverpark Farm.

Entre edificios de concreto y en uno de los centros urbanos más desarrollados, emerge una presencia revolucionaria: tomates, pimentones y berenjenas. No estamos simplemente ante una de las tantas huertas urbanas en techos o jardines de Nueva York. La granja Riverpark Farm tiene una cualidad única, es completamente portátil. El chileno Sisha Ortúzar es cofundador de la granja: «Si pensamos en términos de flexibilidad hay muchas oportunidades».

riverpark-fuente-gotham-gal

Granjas Urbanas Móviles. Fuente: Riverpark Fuente:Gotham gal

La huerta se encuentra en el complejo Alexandria, un centro que en el futuro llegará a contar con tres torres dedicadas a la ciencia y la investigación. El centro abrió en 2010 y alberga un restaurante, Riverpark, cuyo chef es el chileno Sisha Ortúzar, cofundador de la granja.

«Cuando construyeron el centro iba a tener inicialmente dos torres, pero debido a la crisis de 2008 decidieron construir una. El terreno para la segunda ya estaba preparado, limpio y plano, y luego de abrir el restaurante le propusimos al centro Alexandria usar el espacio en forma temporaria para producir vegetales«, le dijo Ortúzar a BBC Mundo.

Convencer a las autoridades locales de usar tierra escasa y de alto valor comercial para cultivar vegetales fue un proceso arduo, pero Ortúzar y los otros impulsores del proyecto tenían algo a su favor, el entusiasmo y apoyo de grupos comunitarios y organizaciones ciudadanas.

«Debido a la crisis en 2008 y 2009 se pararon muchos proyectos. Incluso la ciudad tiene un programa llamado Stalled Sites o sitios parados. De momento hay cerca de 700 sitios sin usar alrededor de la ciudad«.

«Para nosotros fue una oportunidad porque como restaurante siempre nos atrajo mucho la idea de producir nuestras verduras y frutas. Las verduras que se cosechan en la mañana se sirven ese mismo día. Eso es algo muy importante para nosotros».

La iniciativa también supuso un cambio fundamental en la forma de pensar, según Ortúzar. «Si pensamos en una granja urbana como algo temporario, fluido, que se pueda mover, se empiezan a abrir nuevas posibilidades«.

Cajas portátiles

Para cultivar vegetales en forma portátil, los fundadores de Riverpark Farm hallaron una solución de alto ingenio y bajo costo.

Las cerca de 4.000 cajas de plástico son recubiertas de una tela permeable para que funcionen como macetas.

«Es un sistema muy simple porque usamos macetas. Lo que hicimos fue tomar las cajas de plástico en las que vienen los cartones de leche. Son un cubo perfecto de un pie (33 cms) por un pie por un pie», dijo Ortúzar a BBC Mundo.

«La ventaja que tiene es que las cajas son fáciles de conseguir, son baratas, livianas y además fáciles de acarrear porque tienen asas o mangos. Se pueden poner una arriba de la otra y no gastan espacio porque no tienen lados redondos. Se trata de un cubo perfecto».

Pero las cajas están llenas de hoyos. «Tuvimos que poner una tela de fibra que se usa para la jardinería para mantener la tierra adentro. Esta tela permite que pase el agua fácilmente y además el aire, algo que es importante para la salud de la tierra«. «Es impresionante lo que puedes cultivar en una caja de ese tamaño: tomates, zapallos, berenjenas».

Hoy en día Riverpark Farm tiene cerca de cuatro mil cajas plantadas, que proveen el 80% de las necesidades del restaurante de una gran variedad de vegetales. La producción varía continuamente. «Una semana hay mucho tomate, la siguiente no tanto, pero ya vienen los pimentones. La producción va cambiando».

Descubriendo plantas de berenjena

La granja atrae voluntarios, turistas, escolares y universitarios.

El proyecto ha creado dos puestos de trabajo a tiempo completo, pero una de las grandes satisfacciones de Ortúzar es «producir la comida al lado del restaurante y ver la alegría de la gente cuando pasa y va a comer. Se expresa muy fuertemente. La gente no está acostumbrada a ver su comida saliendo de la tierra en ambientes tan urbanos. Hay mucha gente que jamás había visto como era una planta de berenjena».

La granja ha tenido una gran respuesta y cada semana Riverpark Farm atrae voluntarios, turistas y grupos escolares, desde la guardería hasta universitarios.

«Llegan de escuelas muy urbanas de un ambiente socioeconómico bajo donde se come muy poca verdura fresca y vienen a conocer qué está disponible aparte de las hamburguesas y el pollo. Algunos chicos nunca han visto verduras salir de la tierra. Les enseñamos a plantar, a cosechar y a hacer ensaladas. Varias escuelas luego de habernos visitado han formado sus propios jardines«.

El gran interés demuestra, según Ortúzar, que «hay un hambre por estos cultivos en ambientes urbanos«. «Hay mucha gente que jamás había visto como era una planta de berenjena»

Sisha Ortúzar: «Somos realistas, no pensamos que la ciudad se tiene que llenar de granjas. Para nosotros el proyecto sería exitoso si por lo menos empezamos una conversación acerca de qué es posible, de qué nos falta, de qué vamos perdiendo como sociedad al irnos cada vez más a las ciudades. Si tenemos proyectos que nos recuerdan de dónde venimos y qué deberíamos estar consumiendo, para mí eso es importante». Fiel a su naturaleza portátil, la granja será desmontada en las próximas semanas.

«Se va a construir la segunda torre. Siempre supimos que en algún momento la íbamos a tener que mover. La vamos a desmontar por el invierno, guardar todas las cajas y la tierra y proteger algunas de las plantas en un invernadero y en la primavera la vamos a montar nuevamente en otro espacio dentro del centro y cerca del restaurante«.

Flexibilidad

Riverpark Farm nació como un proyecto temporario, pero está sembrando semillas de cambio profundas y duraderas.»Si pensamos en el corto plazo podemos hacer cambios en el largo plazo»

Sisha Ortúzar: «Para mí el mensaje más importante de este proyecto es la visión creativa de pensar en espacios flexibles. Yo lo veo como algo parecido a un estacionamiento. Cuando estacionas tu auto ese lugar en el momento te sirve mucho y tiene un gran valor porque tienes allí tu coche. Pero cuando te vas ya no te importa, es flexible».

El mensaje de Riverpark Farm abarca mucho más que una iniciativa para una granja portátil, según sus fundadores. «Siempre pensamos en cosas permanentes cuando queremos construir algo, pero si empezamos a pensar un poco más abiertamente en términos de flexibilidad hay muchas oportunidades y cosas por hacer y descubrir«.

«Un poco la soberbia del ser humano es querer construir cosas para la posteridad, pero si dejamos de lado la idea de que las cosas que hacemos tienen que ser permanentes, si pensamos en proyectos que tengan un impacto positivo aunque sea por un período corto, esas cosas se van sumando y vamos avanzando«, dijo Ortúzar a BBC Mundo.

«Si pensamos en el corto plazo podemos hacer cambios en el largo plazo». La granja se encuentra en el centro Alexandria, en 430 calle 29 este, Kip´s Bay.

Compartir:

3 comentarios

  1. Desde luego Dr.Ibañez decir que se supera Vd. despues de tantos años es decir poco. Me ha encantado la idea el concepto y el discurso. Hace unos años pude ver la serie de la BBC La vuelta al mundo en ochenta Jardines, presentada por el conocido divulgador británico Monty Don, su visita a los huertos urbanos de la Habana donde nos llevan años de adelanto sobre este tema de la crisis, los espacios urbanos (allí los edificios se caen de viejos liberando suelo) y la necesidad de comer, ha propiciado una actividad urbana agrpecuaria (ecologica por supuesto) que en contraste con su información resulta sumamente esclarecedora de los tiempos que se nos vienen encima.
    Abrazo.
    Juan

  2. Hola Juan,
    Gracias pero no es para tanto. Todo consiste en leer la noticia con ojos críticos y ver si «es oro» todo lo que te venden relucientemente.
    Un abrazo
    Juanjo Ibáñez

Deja un comentario