Vivimos en un mundo tan sorprendente que a las cosas más tontas las denominamos smart. Desconozco vuestra experiencia con los denominados productos smart, pero la mía es penosa, es decir considero que  son tontos de remate. A poca educación que tenga un ciudadano, su cerebro con millones de neuronas super-conectadas supera con creces la inteligencia de cualquier producto o aplicación a la que se antepone la mencionada palabreja de moda. Pues bien, ahora algunos ¿smartbrains? (cerebros inteligentes) a la agricultura de precisión osan denominarla agricultura inteligente, como en el caso de la noticia que ofrecemos hoy.  Pero el tema va aún más allá, el entrevistado comenta que no debe confundirse este tipo de tecnologías con las que se aplican en predios grandes con maquinaria pesada, ya que  su uso es viable en granjas pequeñas (le falta mentar tan que tan solo en los países ricos y para suelos que, de un modo u otro, pueden obtener cosechas considerables, ya que de no ser así no es rentable en modo alguno). Cabría recordar a este investigador que la agricultura de precisión nace, esencialmente para su aplicación en pequeñas parcelas, que no en las fincas que abarcan amplias extensiones de terreno. Y como no dice nada más este buen hombre (…) reflexionemos ante tan breve y vacua nota de prensa. Ya os hemos comentado nuestra opinión sobre este tema en una serie de post previos que os detallamos al final de este. Personalmente no tengo nada en contra este tipo de gestionar un predio, si se dispone de mucho dinero el potencial usuario, para su fortuna, vive en un país en donde tales tecnologías son asequibles, es decir «rico». Eso sí, lo de predecir la producción de las cosechas (como defiende el entrevistado) ya es otra cosa, por cuanto tormentas, granizadas, plagas, etc. impiden que tales predicciones no sean más que en el mejor de los casos “potenciales”. Sin embargo, lamento que en los territorios y ambientes en donde tanto aparataje sea difícil de conseguir y mantener, y más aún cuando el agricultor/ganadero  dispone de escasísimos recursos monetarios, tal venida de smart publicidad termine por hacerles creer que si dispusieran de estos utensilios su vida cambiaría para bien. No es así, al menos en la magnitud que defienden sus proponentes. La mejor forma de mejorar los rendimientos de nuestras tierras estriba en instruirse, conocer bien sus propiedades y trabajarlas con cuidado y esmero. Eso sí, ver los boletines que nos anticipan con cierto grado de certidumbre, el tiempo meteorológico nos ayuda, como también no dejarse engañar con el marketing que defiende que la tecnología lo arregla todo. Resulta mucho más económico y razonable, una educación agropecuaria adecuada y el esmero/atención por las llamadas subliminales que dimanan de los suelos y las plantas, es decir escuchar los mensajes de la naturaleza. En consecuencia no dejaros engañar por tanto canto de sirena que nos obliga a hipotecarnos al adquirir tecnologías onerosas y difíciles de manejar, cuando en realidad la producción de nuestros cultivos puede ser óptima si las gestionamos con sabiduría. El problema deviene en que en los países en vías de desarrollo muchos expertos también se encuentran fascinados por lo que no conocen. Os explicaré ahora en forma de metáfora este problema.

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Smartpañales como metáfora de la agricultura de precisión. Fuente: Aladipfiestas

Viajando con un joven y más que entrañable amigo, profesor de edafología, en un país con escasos recursos, al entrar en una tienda (…)

 (…) a la que difícilmente pueden acceder por falta de «pasta», le espeté compra lo que quieras que lo pago yo (siempre que no se excediera, claro está). Pues bien, mi joven amigo acababa de ser padre. Su esposa había oído hablar de los pañales desechables (de usar y tirar) que en España llámanos genéricamente  dodotis (en recuerdo de una de las primeras marcas que los introdujo en el mercado español). Sorprendido le pregunté: ¿y por qué no adquieres algo menos fungible, es decir más duradero (inventariable) en lugar de unos vulgares dodotis?. El me espetó que su mujer estaba entusiasmada por poner a su criatura tal super-pañal del que había oído hablar mucho. No tuve más remedio que recordarle que todos los allí presentes habíamos crecido con la prenda tradicional, es decir de tela (a la que en España se denominaban picos), que no es desechable pero que a la postre resulta por tal motivo mucho más económica y ambientalmente “sustentable”. Y para rematar le dije que no por tal motivo somos menos inteligentes que los bebés actuales, a casi todos los cuales se les ponen dodotis, ya que son más confortables para la madre pero dañinos con el medio ambiente. Empero por satisfacer a su esposa se llevó los smartpañales. Estos últimos son tan tontos que hay que tirarlos en pocas horas de estrenarlos. En fin, lo que uno no conoce le fascina, aunque en la mayoría de los casos, finalmente descubrimos que su utilidad es escasa, especialmente cuando hay que cubrir otras necesidades mucho más básicas. Abajo os dejo también las primeras líneas de lo que se entiende por agricultura de precisión. Y de nuevo, termino este post con una de mis frases favoritas que se escurrió un día de mis deterioradas neuronas: ¡Más vale acertar aproximadamente que errar con precisión!. El día que la agricultura de precisión sea la norma en todos los países del mundo, viviremos en un mundo más equitativo y justo en donde las desigualdades sean un nefasto recuerdo del pasado. Seguro que si tal hazaña ocurre en un futuro lejano, la mayor parte de nosotros ya habremos pasado a mejor vida.

Juan José Ibáñez              

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Agricultura de precisión (segun Wikipedia)

La agricultura de precisión es un concepto agronómico de gestión de parcelas agrícolas, basado en la existencia de variabilidad en campo. Requiere el uso de las tecnologías de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), sensores, satélites e imágenes aéreas junto con Sistemas de Información Geográfica (SIG) para estimar, evaluar y entender dichas variaciones. La información recolectada puede ser usada para evaluar con mayor precisión la densidad óptima de siembra, estimar fertilizantes y otras entradas necesarias, y predecir con más exactitud la producción de los cultivos.

Precision Agriculture for Small Scale Farming Systems

Oct. 8, 2013 — Raj Khosla, PhD, and other agronomists have demonstrated internationally that working closely with farmers can improve crop yields. The principles are the same no matter the location: use the right input, at the right time, at the right place, and in the right amount. How those principles are applied varies from field to field, country to country and farmer to farmer, but almost always impacts outcomes.

 Khosla will present «Precision Agriculture for Small Scale Farming Systems» on Wednesday, Nov. 6, 2013 at 9:30 AM. The presentation is part of the American Society of Agronomy, Crop Science Society of America, and the Soil Science Society of America Annual Meetings, Nov. 3-7 in Tampa, Florida. The theme of this year’s conference is «Water, Food, Energy, & Innovation for a Sustainable World» (https://www.acsmeetings.org/).

According to Khosla, «precision agriculture is a grossly misunderstood field, due to its development over time in large scale farming systems. The principles and concepts of precision agriculture are not only for large farms using large equipment. They can be applied to a farm of 2 acres or 2,000 acres.» He prefers to call it «smart agriculture» or «appropriate agriculture

«The examples we have from Africa, Asia, and South America show impacts in improving yields even greater than that in the US,» says Khosla. In Zimbabwe, simple tactics like using current labor forces and harnessing good techniques tripled yields in one study.

«Global food security is a huge issue,» says Khosla. «Smart agriculture is very much a part of the solution, but it is not the only solution

 Story Source:

The above story is based on materials provided by American Society of Agronomy (ASA), Crop Science Society of America (CSSA).

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