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En Un Mundo Imaginario (o paralelo) todo es posible pero en el nuestro……. Fuente: Livehoods

En un post anterior que llevaba por título «Materia Orgánica del Suelo y cambio climático: La Iniciativa 4×1.000«, comentamos que el lanzamiento de le iniciativa ‘4 por mil’ lanzada por el Gobierno francés, y apoyada por el COP21 (COP21 side-event and launch of the «4 Per 1000 Initiative»;4 per 1000  Soil Carbon to Mitigate Climate Change) ha creado unas expectativas desproporcionadas, ya que los cálculos que debieran respaldarla o son un espejismo, o simplemente no existen. Se trataría pues deuna de otras tantas ocurrencias” de ese intelecto distributivo degenerado al que denominamos Smart inteligence y que inunda de estupideces la prensa científica.

Cuando se realizan estas cumbres, suelo soslayar hablar de ellas porque a la larga siempre terminan siendo un fiasco. No puedo más que sonreír con tristeza al visionar las triunfantes y gloriosas imágenes finales en las que todos se abrazan como si se hubiera logrado un acuerdo con  algo de sustancia, cuando en realidad no se trata más que de palabrería. ¡Políticos!. Conclusiones, normas, etc., que no son vinculantes, ni punibles de ser incumplidas, no deja de ser patético, ya que se trata de las mismas escenas y andamiajes institucionales y mediáticos de siempre, en las que tan solo cambian (“a veces”) los actores y el tema tratado. Cuando alcanzas una cierta edad, tras décadas de expectación, tanta repetición de lo espurio genera hartazgo. Esta vez en la iniciativa iniciativa ‘4 por mil’ lanzada por el Gobierno francés, aparece una novedad digna de mención para los que estudiamos y/o nos interesamos por los suelos. El tema es que incrementar el contenido de materia orgánica de los suelos significa incrementar la calidad de los mismos, en la mayoría de las ocasiones, que no en todas. Un 4X1000 o un 0.4% anualmente es mucho más que lo que el ciudadano de a pie se imagina.

 Efectivamente si fuera viable, tal propuesta podría secuestrar ingentes cantidades de carbono de la atmósfera. Ahora bien, que lograra reducir tanto el CO2 atmosférico como para solventar el problema del calentamiento climático, demanda una enorme cantidad de cálculos basados en datos fiables, los cuales no existen, por cuanto los inventarios globales brillan por su ausencia, siendo necesarias investigaciones, tareas e inversiones previos para realizarlos onerosos y masivos.  Debería imperiosamente mejorar nuestra comprensión de las estructuras y procesos que acaecen en el medio edáfico, para obtener un balance de lo que los distintos tipos de suelos (edafodiversidad) absorben y emiten, a no ser que se enmendaran masivamente con carbón en sentido estricto.  Este último almacena carbono inerte pero no secuestra CO2 atmosférico directamente. Reiteramos que existe en la edafosfera global una gran edafodiversidad y cada tipo de suelos se comporta de una manera distinta, incluyendo las emisiones y secuestros de los gases de invernaderoTampoco pueden incrementarse las tasas de un posible secuestro de CO2 indefinidamente, ya que el exceso de materia orgánica también es perjudicial para la producción agraria, silvícola y pastoral. Por tanto, dudo de si se trata de otra “ocurrencia” de cara a la galería y los medios de comunicación. ¿Cuales son las tareas realizadas y las premisas con una sólida bese científica  con vistas a garantizar que los resultados puedan ser alcanzados?. Debemos reiterar de nuevo que resultaría imposible, a no ser que tal información se encuentre escondida como “top secret”, en los servicios de inteligencia de los gobiernos ¿¿??.  Vimos también como en la siguiente nota de prensa: “4 per 1000  Soil Carbon to Mitigate Climate Change” otros expertos matizaban correctamente el alcance de la propuesta. Se trataba de realizar prácticas de  manejo del suelo sustentables que, por su naturaleza, incrementaran el contenido de materia orgánica de los suelos (SOM). Este es el caso, por ejemplo, de muchos tipos de agricultura ecológica. ¡bien venidos sean!

 Ahora bien, tales estrategias debieran afectar, como incide la ONU y la FAO a enormes extensiones de la superficie de la tierra emergida. Y, hoy por hoy, se trata es un «cuento de hadas». Una buena parte dela población mundial se encuentra subsumida en la pobreza,  padece hambrunas, no dispone de electricidad, agua potable y de riego, servicios sanitarios, y un largo etc., por no hablar de nuevas tierras para labrar (esquivaremos aquí introducir la variable denominada acaparamiento de tierras). ¿Están los gobiernos de los países industrializados y emergentes dispuestos a suministrar ingentes sumas de dinero y apoyo técnico a miles de millones de personas?. Tal hecho significaría de facto tirar abajo la dictadura financiara global y reemplazarla por un nuevo sistema socioeconómico y geopolítico, bajo el imperio de una gobernanza mundial más amigable con los ciudadanos y el ambiente. ¿Ustedes creen que vamos por ese camino?. ¿Lo haría el propio gobierno francés?, ¿lo permitirían las poderosas multinacionales del agronegocio?. ¿Y los ciudadanos en general? Asumirían perder parte de su bienestar tecnológico aun a sabiendas que de hacerlo entraríamos en un nuevo orden  mundial?. 

Efectivamente la edafosfera almacena varias veces el contenido de carbono presente en la atmósfera y tiene capacidad de absorber el excedente que hemos generado. Pero los árboles parecen no dejar ver el bosque (por no usar el palabro vertedero que hemos creado).

Cambiar los sistemas agrarios insustentables que padecemos por otros respetuosos por el medio ambiente y capaces de garantizar la soberanía alimentaria de casi toda la superficie del planeta demandaría un esfuerzo y sacrificio colosal por parte de todos. Algunos estaríamos dispuestos, pero la mayoría no. ¿Se imaginan trasformar casi todo el Sahel,  en un edén, seco, pero edén a fin de cuentas, de la mano de los generosos Chinos, Norteamericanos Rusos, etc. Desgraciadamente yo no.

Sería interesante que pudiéramos realizar los cálculos necesarios y los costos de todo tipo para llevar a cabo un programa que, de hecho, consistiría en el mayor esfuerzo cooperativo global que ha hecho la humanidad, al margen de su insano afán por degradar la biosfera y las guerras mundiales. Imaginémonos que fuera posible, aunque es mucho imaginar. Una vez tal imaginario informe de lo que significa se entregara  al Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, G-20 etc., los autores serían quemados en una hoguera, como el documento de marras).

Las buenas intenciones, por usar un palabro cariñoso (es decir ocurrencias), no bastan, confundiendo más que clarificando el asunto, los propósitos y las estrategias necesarias.

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De los políticos se puede esperar cualquier cosa. Ahora bien que los técnicos y científicos aplaudan, o por aun consideren viable tal hazaña se me antoja muy, pero que muy preocupante. ¿Dónde ha quedado el pensamiento crítico que se nos presupone?.  ¿Hay vida inteligente no-necia” sobre el planeta?.  

Eso sí, desde el lado positivo y como edafólogo, que las grandes potencias cambiaran sus insustentables sistemas agrarios basados en transgénicos y enormes cantidades de pesticidas y fertilizantes ya sería una verdadera heroicidad, propia de Don Quijote. Incluso fracasando, mejoraríamos el medio ambiente y la salud de los alimentos, lo cual a la postre como “somos lo que comemos…”, redundaría en el bienestar de la población de los países implicados  y su medio natural.

No se engañen, nadie ha hecho los cálculos y lo que es peor, me temo que nunca se harán, tanto por falta de medios y conocimientos, como debido a que ya con las primeros cálculos, la mayor parte de los países poderosos cortarían la financiación para llevar a cabo un estudio más serio. Recordemos que la Unión Europea, cuando tuvo conocimiento del enorme precio a pagar por descontaminar los suelos de sus dominios, paró de inmediato la propuesta de una Directiva de Protección de Suelos.

Pero en esta sociedad, los que desconocen de lo que se habla aplauden ilusionadamente, mientras los que saben bien de que va el tema callan y los lobbies económicos se afanarían en cortar por lo insano tal osadía de los “extremistas radicales”. Porque de eso se trata. Incrementar un 4×1000 el contenido de SOM de una buena parte (y aunque fuera la mitad o la cuarta parte) de la edafosfera, aunque no se lo crean, requeriría necesariamente un cambio radical de los valores en los que se sustenta el mundo neoliberal.  

Si entiendo perfectamente que muchos lectores crean que soy un negativo impertinente y contumaz pesimista. Puede ser, pero no viene al caso. Lo que ocurre es que, a veces un puñadito de algo es mucho, y el 4 x 1.000 da la impresión de que es una nimiedad, cuando en realidad no lo es, sino modo lo contrario.

De hecho, me considero espeluznante que cuando en este país (léase España) el Año Internacional de los Suelos ha pasado prácticamente desapercibido, un mes después de terminar tan fausto evento, se hable más de ellos en por esta quimera climática y peor aún que el gobierno se adhiera. ¡No saben lo que significa!. ¡Burritos, Burritos, que son nuestros dirigentes!. Quien sabe, igual caen en la trampa y algo ganamos.  

¿En que estaban pensando en la Cumbre o lo que sea del Clima? Desde luego expertos no había, y si estaban dice muy poco de su moral y su ética.

¿A quién se le escurrió esta manera ingeniosa de engañar a los ciudadanos?.

Juan José Ibáñez

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