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En nuestro post precedente: COP26: Cambio Climático vs Espiritualidad Ubuntu (y la Responsabilidad Ciudadana) ya comenzamos, y casi terminamos, de hablar sobre este tema: entre la pantomima y la tragedia. La Reunión del COP26 ha sido como la precedente, y acertamos en su momento: “COP 25 ¿Qué cabe esperar?. ¡Nada!, ¡Nada de Nada!”. ¡Suma y sigue!: COP27, COP28, COP29….”, hasta que reventemos el planeta y todos nosotros. Como en el caso de la Pandemia del COVID, la cantidad de artículos, notas de prensa e informes publicados es innumerable, casi tóxico. Los científicos alertan de la hecatombe, mientras nuestros gobernantes, autistas, hablan dando la espalda al ciudadano e intentando lavar su imagen, por no hablar de las empresas, ya que si la publicidad engañosa fuere delito penal, posiblemente casi todos terminarían entre rejas, siendo tal actitud una esperanza para el futuro. Prácticamente, todos ustedes saben lo que es el darvinismo. Una fracción ostensiblemente menor comprenderá a lo que en su día se denominó Darvinismo social. De hecho, a pesar de lo que señala Wikipedia, o al menos lo tamiza, el Darvinismo Social no fue consecuencia del biológico, sino que le precede. La burguesía durante la revolución industrial del Siglo XIX lo proclamaba a los cuatro vientos, pero con otras palabras. Darwin dio a la luz el Darwinismo Biológico y dado su éxito,  se escogió más tarde el término para justificar, dar solidez y aparentar rigor científico a los deseos de la nueva burguesía industrial-capitalista. En la búsqueda de “energía” (“el carbón”), el padecimiento de los mineros británicos resultó a la postre un acto cruel y sumamente insalubre. ¿pura explotación».

Ya hablamos de estos temas hace muchos años y os mostramos que el darvinismo tan solo explica un lado del poliedro que encierra el complejo entramado de la evolución biológica. No les importa que existan sobradas evidencias de este hecho. Hablamos del Neodarwinismo radical de Richard Dawkins. Y así se omitieron las pruebas de la importancia de la cooperación, el apoyo mutuo y  la simbiosis que avalan en parte la Espiritualidad Ubuntu. Como corolario, mientras la ideología imperante sigue obteniendo brutales beneficios subyacentes a frases como “solo sobreviven los más aptos” o de que “el pez grande se come al chico”, claman ignominiosamente por la necesidad de un cambio de paradigma hacia una sociedad sustentable y equitativa/cooperativa. La fábula del escorpión y la rana, nos viene como anillo al dedo a la hora de explicar la situación. ¿Cómo puede nadar el ciudadano entre un mar de amenazas terroríficas y los buenos deseos que farisaicamente dicen desear nuestros gobernantes y multinacionales?. Pues bien, a algunos no les importa en absoluto (prefieren el botellón y contagiar de covid-19 a sus congéneres), otros tienen necesidad mucho más perentorias, como vivir y alimentar a sus familias mientras sobreviven  casi sin recursos. Y así finalmente otro grupo cae en ese nuevo y calentito concepto de “ansiedad climática”. Y si tales amenazas, cien veces comprobadas, fueran en realidad falsas, cabría volver a la maniobra neocapitalista ultraliberal de la Doctrina del Shock. Sin embargo, comienzo a pensar que la táctica resulta ser rocambolescamente útil, ya que así nos clavan como un puñal el Gran Reseteo (Foro Davos, Foro Económico Mundial). Es decir que la ciudadanía más desheredada y necesitada pagará las consecuencias, como ya ocurre con la vinculada Pandemia. La mayor parte de los rotativos del mundo e incluso la propia ONU reconocen que día a día los ricos son más ricos y los pobres más pobres incrementando  las desigualdades sociales, y de salud, como lo hace la concentración de CO2 en la atmósfera. Resulta llamativo que tras tanto COP. Por ciento COP significa en español-castellano policía… ufff.  ¿Cómo es posible que con tanta policía (COP) sigan aumentando las concentraciones de CO2 en la atmósfera?. ¿En qué mundo vivimos?. Más aun cómo es posible que una gran parte de los Estados Industriales planean invertir para el año que viene más fondos económicos en combustibles fósiles.

Lamento ser tan pesimista, pero soy perro viejo. Siempre me preocupó el tema. Más aun ya en 1992 (1993 formé parte de los redactores del Plan Nacional del Clima (en España) y luego se me nombró miembro de la Comisión Nacional del Clima. Ya por aquél entonces, tras solicitar y disfrutar un proyecto, abandoné la idea de seguir dedicándome a ello, por advertir que el Sistema Climático, como la propia Tecnociencia son Sistemas Complejos o No lineales: ¿Qué Significa?. Simplemente que no se puede predecir la trayectoria temporal que seguirán con el tiempo por ser muy sensibles a las condiciones iniciales de partida y a los vaivenes del entorno (naturales, sociales, económicos). Sin embargo a nadie le gusta la incertidumbre (“ansiedad climática”). Y seguimos gastando el dinero en modelitos, predicciones con IA, etc., cuando en realidad la raíz del problema estriba en nuestro modo de vida alimentado por un sistema económico-productivo que ha mostrado ser insustentable, gracias al darvinismo social que lo impregna. Y sobre este tema nadie dice nada de nada, como sobre el crecimiento demográfico y todo lo que implica, incluido el envejecimiento.  Han pasado por mi vista durante demasiados decenios noticias sobre este tema, pudiendo asegurar que a estas alturas estamos peor que nunca. Relean esta erudita fábula, ya que la literatura al uso no conduce a ninguna parte, al menos esperanzadora. La fábula del escorpión y la rana

Y el día después se cierra todoLa cumbre del clima se cierra con un mensaje descafeinado contra el carbón y los combustibles fósiles: ¿Lo ven?: Los gobiernos admiten en Glasgow que están fallando en la lucha climática y que tienen que aumentar sus planes de recorte de emisiones en 2022

 Juan José Ibáñez

La cumbre del clima se cierra con un mensaje descafeinado contra el carbón y los combustibles fósiles

Las negociaciones de Glasgow se olvidan de los combustibles fósiles y evidencian las diferencias entre norte y sur

Las nuevas promesas de emisiones apenas afectan al calentamiento global: ONU 

La ONU calcula que las emisiones de CO2 van a aumentar casi un 14% en esta década

El 1% más rico del mundo contamina 30 veces más de lo necesario para frenar la crisis climática

El ‘lobby’ de los combustibles fósiles tiene más representantes en la COP26 que cualquier país asistente

En vísperas de la Cumbre del Clima, la OPEP prevé que la demanda de crudo «se recupere» en 2022: las previsiones económicas a corto apuntan a un mayor consumo de combustibles fósiles

¿Puede hacer Putin que Europa se quede sin luz? Solo en una situación extrema… aunque sí puede hacer que pagues más

El miedo al gran apagón

Nuevo compromiso en Glasgow para hacer más ecológica la agricultura y ganadería intensiva

Las grandes potencias siguen sin comprometerse a reducir 13 gigatoneladas de gases con efecto invernadero

Expert warns on the perils of climate anxiety

COP26: Cambio Climático vs Espiritualidad Ubuntu (y la Responsabilidad Ciudadana)

El carbón sale reforzado de la crisis del coronavirus: Asia llevará al planeta a niveles récord de CO2 en 2022

La Tecnociencia Como Sistema Complejo o No lineal: ¿Qué Significa?

Tecnociencia Definiciones y Objetivos

COP 25 ¿Qué cabe esperar?. ¡Nada!, ¡Nada de Nada!

El Gran Reseteo: ¿Hacia una Sociedad Sustentable?: Foro Davos, Foro Económico Mundial y el Cuento de Caperucita Roja

Cambio De Paradigma o el Decrecimiento Económico frente al Crecimiento. Esperanza para la Humanidad y el Planeta

¿Holocausto ambiental o Guerra mundial?

La cumbre del clima 2021 (Fuente Madri+d)

Continúa………

¿’Greenwashing’ o genuino?: Detrás de las promesas climáticas de las grandes empresas 

Por Catherine HOURS, Juliette VILROBE;París (AFP) 2 nov 2021. A medida que se han intensificado las advertencias sobre el daño masivo que el cambio climático tendrá en el mundo en las próximas décadas, las grandes empresas han comenzado a asumir compromisos para reducir las emisiones de carbono. Pero, ¿están estas compañías haciendo un intento genuino de combatir el calentamiento global, o simplemente «lavando» sus marcas para tratar de desviar las críticas mientras siguen cosechando enormes ganancias de sus industrias basadas en el carbono?

Con la cumbre COP26 en Glasgow que se produjo después de que la ONU advirtiera que el mundo se estaba acercando a la «catástrofe climática», los análisis de consultores y think tanks muestran que todavía hay mucho más que se puede hacer.

– Las omisiones de emisiones «netas cero» –

La Agencia Internacional de energía (AIE) dice que la industria representa casi el 40 por ciento del consumo mundial de energía y sigue utilizando de manera abrumadora los combustibles fósiles: petróleo, gas y particularmente carbón, que contribuyen enormemente al calentamiento global inducido por el hombre. La AIE dijo que «varias empresas de todo el mundo han establecido objetivos ambiciosos, pero su impacto potencial sigue siendo desigual».

De las 1.300 empresas encuestadas por el Boston Consulting Group, solo el 11 por ciento dijo que había alcanzado sus objetivos de emisiones de carbono en los últimos cinco años. Y solo el nueve por ciento midió con precisión sus emisiones. La «Lista A» del grupo de expertos InfluenceMap evaluó las ambiciones climáticas de cientos de empresas, pero encontró que solo 15 eran suficientes. Doce de las 15 compañías eran europeas, con Unilever, Ikea, Nestlé y Tesla entre los pocos pesos pesados de la industria que utilizan su influencia corporativa para impulsar políticas ambiciosas.

Kendra Haven, de InfluenceMap, dijo que «grandes partes del mundo corporativo parecen permanecer ambivalentes o activamente opuestas a una acción climática audaz». El grupo de expertos con sede en Londres descalificó a las empresas que mantienen membresías en «grupos de presión obstructivos», por lo que firmas como Microsoft y Siemens AG no hicieron el corte porque están asociadas con la Asociación Nacional de Fabricantes o la Cámara de Comercio de los Estados Unidos.

El número de compañías que han dicho que su objetivo es reducir las emisiones a «cero neto» en el futuro ha aumentado más de seis veces desde 2019 a más de 3.000, dijo BP en un informe de julio. Sin embargo, la frase «cero neto» puede ocultar muchas emisiones, dependiendo de cómo la empresa elija definirla. Muchas empresas han dicho que sus emisiones directas alcanzarían el cero neto en las próximas décadas, pero dependiendo de lo que produzcan, sus emisiones indirectas podrían ser mucho mayores.

Por ejemplo, los principales productores de petróleo podrían comprometerse a cero emisiones directas sin incluir las vastas consecuencias de carbono del petróleo que suministran. También se puede abusar de las «compensaciones de carbono», como el apoyo a proyectos de reforestación, para doblar la cifra hacia cero. Sin embargo, para una transición en línea con los objetivos del acuerdo climático de París, las empresas pueden obtener la certificación de la iniciativa Science-Based Targets, que reúne a expertos, ONG y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

– ‘Greenwashing’ – Lavado Verde

También hay pasos que el sector financiero podría tomar para ayudar, incluido un mejor seguimiento del desempeño ambiental de las inversiones que están etiquetadas como neutras en carbono. De los 16.500 fondos de inversión analizados por el Carbon Disclosure Project, solo el 0,5 por ciento está actualmente en línea con los objetivos del acuerdo de París.

«La realidad de las estrategias tradicionales de inversión climática no está a la altura de las promesas«, según un estudio de la cátedra de investigación científica beta de la escuela de negocios francesa Edhec, arremetiendo contra el «lavado verde«. «Hablar de inversión climática cuando el desempeño climático de las compañías solo representa en promedio el 12 por ciento del peso de sus acciones en las carteras es, en el mejor de los casos, un nombre inapropiado y, en el peor, una desinformación«.

Cuando se trata de la industria de los combustibles fósiles, el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, dijo que hasta ahora se ha prestado atención a las compañías energéticas estadounidenses y europeas, pero los productores en el resto del mundo también deben ser presionados.

«Todas estas empresas deberían informar de manera transparente cuánta inversión están poniendo en energía limpia, de cuántas emisiones son responsables y cuáles son sus planes para enfrentar esto«, dijo Birol a la AFP.

Al decir que el «lavado verde» ha planteado un desafío, agregó que la AIE ha estado rastreando cómo estas compañías invierten en energía limpia. «Hace dos años, el uno por ciento de todas sus inversiones iban a la energía limpia, y este año es el cinco por ciento. Así que hay un aumento», dijo Birol. «Pero el 95 por ciento sigue yendo a sus prácticas habituales«.

Para las grandes fortunas ya no hay pandemia: los ricos se hacen más ricos

Los millonarios españoles ven aumentar su riqueza un 17% durante el último año. Miguel Riopa / AFP

MADRID; 02/11/2021 11:34 ACTUALIZADO: 02/11/2021 16:30

PÚBLICO

Los ricos se hacen cada vez más ricos y da igual la pandemia y la crisis derivada de la covid-19. En el último año, las grandes fortunas españolas han aumentado su riqueza hasta los 153.575 millones de euros, un 17% más que en 2020. Según la lista de la revista Forbes publicada este martes, cada millonario ha visto crecer su cartera en 565.000 euros al día.

Una vez más, el fundador de Inditex, Amancio Ortegaencabeza la clasificación de los 100 españoles más ricos, con una fortuna de 67.000 millones de euros, 10.000 más que en 2020. Le sigue su hija Sandra Ortega, que atesora 6.300 millones de euros, un 12,5% más que el pasado año. El top cinco lo completan Rafael del Pino (Ferrovial), Juan Roig (Mercadona) y Juan Carlos Escotet (Banesco). Entre todos ellos concentran más del 50% del total, 83.500 millones de euros.

La desigualdad de género también está presente en la élite millonaria española. Y es que, según la información de Forbes recogida por la agencia EFE, entre los 100 nombres solo aparecen en la lista 30 mujeres. La riqueza media de ellas es de 993 millones de euros frente a los 1.511 millones de los varones. Por detrás de Sandra Ortega figuran Alicia Koplowitz, propietaria de Omega Capital, y Hortensia Herrero, accionista de Mercadona, en sexto y séptimo lugar con 2.300 millones, respectivamente.

‘Forbes’ deja a Trump fuera de los 400 más ricos por primera vez en 25 años

Madrid es la comunidad que más mujeres multimillonarias aporta al ranking con 19 fortunas que acumulan 12.875 millones. Le sigue Catalunya, con 18 mujeres y una suma de 8.550 millones de euros. En el otro extremo de la tabla se sitúan Extremadura y Navarra, donde ninguna mujer tiene más de 30 millones de euros.

Precisamente, el Madrid de Isabel Díaz Ayuso y su política fiscal tiene el mayor número de millonarios con 50, la mitad de la lista. A los 36 oriundos hay que sumar las 14 fortunas que, aunque sean de otras regiones, tienen su sede principal en la comunidad. Catalunya ocupa el segundo lugar en la carrera por congregar potentados. Tras ella están Euskadi y Murcia, que cuenta con cinco de las 100 familias más ricas de España y tres de los españoles más ricos. Balears y Canarias cierran la tabla, marcadas por sus fortunas provenientes del turismo.

Por último, ningún deportista aparece en la lista de 100. Los más ricos, de acuerdo a Forbes, son Rafael Nadal y Fernando Alonso, con 225 millones de euros cada uno. A continuación se sitúan Sergio Ramos, Andrés Iniesta y Gerard Piqué, con 100 millones cada uno.

 TREMENDING

A nivel global, Jeff Bezos es el más rico del mundo por cuarto año consecutivo, con 177.000 millones de dólares. Elon Musk está en segundo lugar con 151.000 millones de dólares, gracias a la subida de las acciones de Tesla y Amazon, recuerda la revista.

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