El Tsunami de la IA: ¿Que nos dice de la sociedad actual?
Fuente. Colaje imágenes Google
Hará unos trece meses la noticia saltó a todos los medios de comunicación del mundo. La IA con lenguaje natural y los Chatbot invadieron todos los noticieros del y aun seguimos así. La batalla comenzó con unas breves noticias que pronto se convirtieron en miles, cientos de miles y ya, seguramente, millones. No vamos ha hablar en este post, de sus riesgos y beneficios para la humanidad, ya que ni siquiera los conocemos con exactitud. También hemos comentado que la ciencia no tiene moral, pudiendo utilizarse sus productos, para el bien o para el mal. Son las dos caras de la ciencia. Por lo tanto, y a sabiendas de los riesgos que conlleva su desarrollo, crecimiento y comercialización crecieron exponencialmente sin control alguno. Mientras tanto nuestras autoridades siguen dándole vueltas, tarde mal y nunca, a regularizar el uso de tal tecnología, cuando en realidad ya se encuentra en casi todos los buscadores de Internet. Malas noticias acerca de la gobernabilidad de nuestra sociedad. Entiendo que tal hecho no es nuevo ya que hemos visto lo acaecido en la lucha contra el cambio climático, tras décadas y decenas de cumbres, conferencias, simposios auspiciados por la ONU, etc. Ahora bien, dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Discrepo, ya que no tenemos limites para recaer “ad nauseam” en todos los socavones que nosotros mismos creamos. Abajo os dejo una muestra o relación de noticias para aquellos que queráis profundizar en el tema.
Los primeros beneficiados, como no, son las grandes tecnológicas que están obteniendo miles de millones de beneficios extra, lanzando sus productos al mundo, sin la menor garantía de lo que pueden hacer, ni para el mal ni para el bien.
Se han detectado ya flagrantes fraudes que afectan a los propios científicos, a los gobernantes y, como no al publico en general. Y como no, a las propias noticias de la prensa también.
Seguidamente parte de la comunidad científica ha encontrado otro nicho ecológico para poder discutir, teorizar y disparatar, sobre ella pero también (….)
(…) Si, pero también a cerca de en que consiste la consciencia. Ya que dicen que La IA generativa puede emularla y superarla, cuando ni tan siquiera sabemos “científicamente” como definir que es en realidad lo que llamamos consciencia. Discusiones bizantinas disfrazadas de artículos sabios y eruditos.
Resumiendo, que la sociedad de la tecnología e información han dado un salto cualitativo, para alenté o para atrás, sin que se tomen cartas en el asunto y casi inadvertidamente.
Me asombra la ingente cantidad de científicos que, (dicen estar en la vanguardia) ¿de qué? ¡dirán modas! ¿no? Somos como niños con juguetes nuevos. El problema reside en que estos juguetitos podrían llevar al colapso de la civilización y nosotros observando tan tranquilos como si fuera simplemente una palícula de ciemcia ficcion. Esperemos que no sea así. es la único que podemos hacer. Y luego no nos cansamos de apelar a las bondades sobre el principio de precaución. ¡Qué gran falacia!
Ahora bien, lo que resulta ya palmario es que vivimos en un mundo descarriado, en el que las gobernanzas, el principio de precaución y más lindezas, brillan por su ausencia, por mucho que intenten engañarnos. Se trata de un ejemplo magnifico de lo que nos propone la tecnociencia.
Personalmente, no me gusta la orina del enfermo, que en el fondo resultamos ser todos nosotros y nuestro planeta. Os dejo sin más con los titulares de las noticias, advirtiendo que algunos pueden fallar y que varias noticias enlazadas se encuentran escritas en el idioma del imperio.
Juan José Ibáñez
Continúa………
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Si la IA se vuelve consciente Así es como los investigadores lo sabrán
Una lista de verificación derivada de seis teorías de la conciencia basadas en la neurociencia podría ayudar en la evaluación.
NOTICIA; 24 agosto 2023: Mariana Lenharo
La ciencia ficción ha considerado durante mucho tiempo la idea de que la inteligencia artificial se vuelva consciente: piense en HAL 9000, la supercomputadora convertida en villano en la película de 1968 2001: Una odisea del espacio. Con el rápido progreso de la inteligencia artificial (IA), esa posibilidad se está volviendo cada vez menos fantástica, e incluso ha sido reconocida por los líderes en IA. El año pasado, por ejemplo, Ilya Sutskever, científico jefe de OpenAI, la compañía detrás del chatbot ChatGPT, tuiteó que algunas de las redes de IA más avanzadas podrían ser «ligeramente conscientes«.
Muchos investigadores dicen que los sistemas de IA aún no están en el punto de conciencia, pero que el ritmo de la evolución de la IA los ha hecho reflexionar: ¿cómo sabríamos si lo estuvieran?
La apuesta de décadas por la conciencia termina, y es filósofo 1, neurocientífico 0
Para responder a esto, un grupo de 19 neurocientíficos, filósofos e informáticos han elaborado una lista de criterios que, si se cumplen, indicarían que un sistema tiene una alta probabilidad de ser consciente. Publicaron su guía provisional a principios de esta semana en el repositorio de preprints arXiv.1, antes de la revisión por pares. Los autores emprendieron el esfuerzo porque «parecía que había una escasez real de discusión detallada, empíricamente fundamentada y reflexiva sobre la conciencia de la IA», dice el coautor Robert Long, filósofo del Centro para la Seguridad de la IA, una organización de investigación sin fines de lucro en San Francisco, California.
El equipo dice que el hecho de no identificar si un sistema de IA se ha vuelto consciente tiene importantes implicaciones morales. Si algo ha sido etiquetado como «consciente», según la coautora Megan Peters, neurocientífica de la Universidad de California, Irvine, «eso cambia mucho sobre cómo nosotros, como seres humanos, sentimos que esa entidad debe ser tratada».
Long agrega que, por lo que puede decir, las compañías que construyen sistemas avanzados de IA no están haciendo suficiente esfuerzo para evaluar los modelos de conciencia y hacer planes sobre qué hacer si eso sucede. «Y eso es a pesar del hecho de que, si escuchas los comentarios de los jefes de los principales laboratorios, dicen que la conciencia de la IA o la sintiencia de la IA es algo sobre lo que se preguntan», agrega.
Nature contactó a dos de las principales empresas de tecnología involucradas en el avance de la IA: Microsoft y Google. Un portavoz de Microsoft dijo que el desarrollo de IA de la compañía se centra en ayudar a la productividad humana de una manera responsable, en lugar de replicar la inteligencia humana. Lo que está claro desde la introducción de GPT-4, la versión más avanzada de ChatGPT lanzada públicamente, «es que se requieren nuevas metodologías para evaluar las capacidades de estos modelos de IA a medida que exploramos cómo lograr todo el potencial de la IA para beneficiar a la sociedad en su conjunto», dijo el portavoz. Google no respondió.
¿Qué es la conciencia?
Uno de los desafíos en el estudio de la conciencia en IA es definir lo que significa ser consciente. Peters dice que para los propósitos del informe, los investigadores se centraron en la «conciencia fenoménica», también conocida como la experiencia subjetiva. Esta es la experiencia de ser: lo que es ser una persona, un animal o un sistema de IA (si uno de ellos resulta ser consciente).
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Hay muchas teorías basadas en la neurociencia que describen la base biológica de la conciencia. Pero no hay consenso sobre cuál es el «correcto». Para crear su marco, los autores utilizaron una serie de estas teorías. La idea es que si un sistema de IA funciona de una manera que coincida con aspectos de muchas de estas teorías, entonces hay una mayor probabilidad de que sea consciente.
Argumentan que este es un mejor enfoque para evaluar la conciencia que simplemente someter a un sistema a una prueba de comportamiento, por ejemplo, preguntarle a ChatGPT si es consciente o desafiarlo y ver cómo responde. Esto se debe a que los sistemas de IA se han vuelto notablemente buenos para imitar a los humanos.
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