De seguir los cánones vigentes del automarketing, debería iniciar este post con palabras grandilocuentes y triunfalistas. Sin embargo siento un enorme vacío, casi tristeza. Suele ocurrirme que cuando imparto una disertación importante y considero que ha calado entre el público, al día siguiente me levanto hundido. Tras una sobrecarga de adrenalina, la tristeza invade mi cuerpo. Desaparezco pues del congreso varias horas o un día y camino solo hasta que la niebla se levanta. Imagínense cuando culmino los estudios de una línea de investigación que propuse hace tiempo (…). Pues bien, este año aparecerán dos libros en inglés que dan cuenta de sendas iniciativas a las que he dedicado una buena parte de mi creatividad científica (poca o mucha, eso da igual, no soy quien para juzgarla). Al mismo tiempo, me acaba de invitar Oxford University Press a una nueva y original iniciativa denominada Oxford Bibliographies (en el ámbito de la geografía: Geography – Authoritative Research Guide – Oxford Bibliographies geografía) de la que ya os hablaré otro día.  Pues bien, me he desplomado abruptamente sobre el “suelo”. Ya iré comentando estos asuntos, cuyos productos editoriales van a coincidir en el tiempo, por gracia o desgracia de la diosa fortuna. Hoy hablaremos de uno de los libros que se van a editar este mismo més. En mi modesta opinión se trata de la mayor aventura intelectual que he realizado y que posiblemente realizaré. Lamentablemente no es la más conocida o apreciada, al menos a día de hoy. Las otras dos versan sobre la diversidad de suelos o edafodiversidad (pedodiversity). Resulta sorprendente que aun siendo dos temas aparentemente muy diferentes, su nacimiento surgió por la misma razón. Eso sí, no os voy a aburrir como otros blogueros científicos que dejan las portadas de sus hazañas (léase por ejemplo libros publicados) añadiéndolas como fotos permanentes en las entradas de la bitácora. Lo respeto pero no es mi estilo. Digamos que el libro aludido responde al  reto más fascinante y complejo al que he logrado enfrentarme. Hablamos de las razones por las cuales la mayoría de las clasificaciones, ya sean biológicas, edafológicas, etc. son conformes a patrones matemáticos muy similares, incluso en sus sesgos, respecto a lo que personalmente he propuesto como una estructura ideal. El camino recorrido ha sido considerablemente heterodoxo, ya que me vi impelido a conjugar en un mismo texto (y en consecuencia leer y digerir previamente) materias procedentes de ámbitos tan dispares del conocimiento como lo son la física y matemáticas de los sistemas complejos (incluidos análisis fractales y multifractales), herramientas bayesianas, antropología, psicología experimental,  ciencias cognitivas, filosofía analítica (lógica formal), etnoagricultura, etnoedafología, etnobotánica, etc. Obviamente el objeto de estudio resultaban ser las taxonomías en general (con especial énfasis en las biológicas y edafológicas), si bien las conclusiones trasciendan ampliamente a todo lo que aquí pudiera añadir en unas pocas líneas. ¡Quince años de trabajo/aprendizaje!, explorando/rebuscando en textos de la naturaleza más dispar.

Resulta curioso que las conferencias sobre esta materia fueran muy bien acogidas, sin embargo, la dificultad para su publicación en revistas de impacto crecía y crecía hasta la desesperación. En un arrebato remití el artículo final, justamente el que daba coherencia a los cuatro artículos precedentes, pero que resultó casi imposible de publicar a la famosa revista “Cognition: International Journal of Cognitive Science”. El editor rechazó su publicación amablemente señalando que el manuscrito le había gustado mucho. Sin embargo, no conocía a “nadie” capacitado para entender y evaluar un manuscrito tan heterodoxo y transdisciplinar.  El principal problema de los diversos manuscritos que una y otra vez llevé a cabo con la inestimable ayuda de Dick Arnold, padecían del mismo defecto. El nudo gordiano del asunto estribaba en la longitud del texto. Cuando remitíamos uno extenso (unas 40 páginas), inmediatamente nos lo devolvían solicitando una drástica reducción.  Y al hacerlo los revisores nos lo volvían a rechazar alegando que no se enteraban de nada. En otras palabras, explicar los contenidos en menos de la extensión mentada resultaba materialmente imposible. Finalmente, tuve que apostar por un formato de libro (Magic Numbers: A Meta-Analysis for Enlarging the Scope of a Universal Soil Classification System: Juan José Ibáñez & Luca Montanarella), que es el que va a publicarse la Unión Europea. Al final del post os muestro el resumen y otros datos editoriales. Pero todo comenzó (….)

magic-numbers-portada-preliminar

Portada provisional No Definitiva del Libro

(…) a finales de la década de los 90 del siglo pasado, cuando los edafometras (edafólogos matemáticos) comenzaron a rechazar los artículos enviados sobre edafodiversidad alegando que las clasificaciones de suelos eran constructos mentales subjetivos.  Os he narrado esta historia en otros post, por lo que no volveré a reincidir en el asunto. Simplemente me pregunté ¿y si tienen razón? (…) Veámoslo (……) y poco a poco (….). Finalmente los datos son testarudos y uno no debe confundir inconsciente por subjetivo, ya que nuestra mente fractal (fractal mindtrabaja matemáticamente de una manera innata, y eso ya nadie lo niega: la sombrosa semejanza de todas las taxonomías jerárquicas que a la postre resultaron ser sistemas de información altamente eficientes. Llegados a este punto cabe mentar algunos aspectos que jalonaron un parto de 15 años.

Digamos para empezar que el vocablo meta-análisis no responde al concepto del que suele hacerse uso actualmente en la literatura científica cuando se escribe metaanálisis, en mi opinión más que desafortunado, y que da lugar a estudios  que podrían calificarse de pedestres (meras revisiones bibliográficas llevadas a cabo con el auxilio de minería de datos, en el mejor de los casos técnicas más prometedoras que actualmente eficientes). Tenía el término in mente alrededor del inició del presente siglo, posiblemente antes de que se generalizara la moda del metaanálisis. La acepción de meta-análisis o análisis meta-científicos que propongo se encuentra en este post.

Defiendo y reitero a mis alumnos de la signatura de metodología de la investigación científica, que en ciencias existen victorias pírricas y  sonados, aunque exitosos fracasos que, a la postre, aportan mucho más al progreso científica que la mayoría de los papers que se publican. No se trata ya de que el libro que va a parecer editado resulte ser una joya irrefutable. Me encuentro convencido de que no es así, ni falta que le hace ¿?. Me explico. He intentado abrir una nueva línea de investigación en donde previamente no había nada de nada. Los resultados muestran que las mentadas estructuras generadas innatamente por los expertos son muy ricas y sofisticadas desde un punto de vista matemático. Y si este fuera el caso, se habría abierto una puerta por donde explorar “como trabajan y estructuran la información nuestras mentes de forma innata”. Por lo tanto, que a la postre se constate que ciertas premisas o son erróneas o mejorables, resulta un tanto irrelevante, si se tiene en cuenta que se trata de los primeros pasos de un sendero que se me antoja muy prometedor.

A lo largo de esos años, tanto en las publicaciones previas como en este monografía he recibido la inestimable colaboración de muchos expertos y amigos. Empero si nos ceñimos a la monografía, sentía el pavor y desconcierto de algunos de sus lectores. Casi todos ellos prestaban más atención a los aspectos marginales, que encajaban mejor o peor en sus respectivas perspectivas (que si la USDA Soil Taxonomy es una mejor taxonomía que la WRB o viceversa, por ejemplo), soslayando la verdadera esencia de la hipótesis de partida y las conclusiones obtenidas.  No entraré en más detalles.  

En el mundo actual de la ciencia, donde la mentalidad anglosajona y su mentalidad empirista/positivista lo impregna todo, llevar a cabo y redactar un estudio apelando al método hipotético-deductivo (el recomendado por los filósofos dele ciencia) parece ser un temerario desafío, cuando en realidad debería considerarse la ortodoxia. ¿De qué hablo?. Todo comienza con una idea, un chispazo que nos hace pensar en “algo” desde un punto de vista no convencional.  Al madurar esa idea bajo una óptica científica ésta pasa al estatus de conjetura. A partir de la última, tras un arduo trabajo se generará un sistema de premisas de las que pueden deducirse resultados concretos. Y así llegamos a desarrollar una hipótesis. Para que esta última alcance el estatus de Teoría debe ser corroborada por unos datos que  avalen las conclusiones de la primera. En una investigación multidisciplinar que demande explicar cada premisa detalladamente, resulta trivial que los apartados dedicados a resultados y conclusiones serán mucho más breves que los precedentes. Mutatis muntandis  ya han sido varios los colegas que me han acusado de escribir al revés de como demandan los cánones científicos, cuando son ellos los que se han quedado, en el mejor de los casos, anclados en escuelas de filosofía de la ciencia, consideradas actualmente obsoletas y anacrónicas por el establishment de esta rama del conocimiento. Aunque parezca asombroso, así andamos los científicos: ni idea de filosofía de la ciencia, ni idea de en qué consiste el método científico. Tal hecho no implica que cualquier investigador desconocedor de estos temas puede llevar a cabo magníficos estudios (son cosas distintas). Si mediante la deducción buscamos que debería esperarse, si las  premisas son válidas, los resultados obtenidos en los experimentos tan solo corroboran/refutan la hipótesis, por lo que no existe necesidad alguna de explayarse en los mismos, sino en hacer entender al lector racionalidad de las premisas y el razonamiento deductivo que nos lleva a esoerar resultados concretos.

Hablando vulgarmente, tras el ataque (descalificación apriorística sin justificación), sopesé lo argumentos rivales e intenté refutarlos. Y al hacerlo me arroje a un laberinto “maravilloso” aprendiendo “mucho más” de las que prácticamente lo ignoraba casi todo. Hoy atesoro más riqueza de conocimientos que si hubiera claudicado a las primeras de cambio. Soy un «poquito» más sabio. Os invito a que lo hagáis. Resulta curioso que justamente aquellos que rechazaban las publicaciones que remitía sobre edafodiversidad a las revistas de edafología, sin razón explícita alguna (que no en las de ecología y geomorfología en donde finalmente se publicaron), es decir mis detractores (el establishment de los edafometras) usen quince años después las mismas herramientas por las que me descalificaron a mí.

Parte de los seguidores de esta bitácora conocéis avances de estas indagaciones, por cuento los fui explicando en los primeros post tras el alumbramiento de esta bitácora. Así pues  podéis rastrearlos en español-castellano en nuestra categoría (taxonomías y clasificaciones).

Al margen del entrañable Dick Arnold, debo agradecer su colaboración e inestimables consejos a mis amigos Alfred Zinck y Mabel Susana Pazos. Soslayo mentar a otro colega cuyo comportamiento me ha defraudado profundamente tras ayudar a lanzarle en su trayectoria profesional. Este personaje secuestró parte de las ideas para lanzarlas como propias.  Todo a su tiempo. 

Soy de los que opina que ya que un porcentaje ínfimo de los científicos pasaremos a los anales de la ciencia, cabe seguir tres estrategias (i) trabajar en temas menores pero que deparan interés en un determinado momento, (ii) refugiarse acríticamente en las doctrinas que defiende el establishment que dicta lo es científicamente correcto y lo que no, o (iii) ser transgresivos e intentar abrir nuevos horizontes conjeturando hipótesis audaces con un gran “potencial heurístico”. Podremos conseguirlo o no. Sin embargo, la ciencia con mayúsculas ha sido llevada a cabo por investigadores transgresivos, muchos de los cuales fueron denostados por sus coetáneos. Algunos valientes triunfaron y otros muchos no. Sin embargo la belleza de cada uno de estos tres caminos dista mucho entre sí. Y de aquí que siempre termine rememorado aquellos versos de Antonio Machado  

Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

Caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar.

 Estén seguros que esta monografía podrá calificarse con cualquier adjetivo, excepto de una publicación al uso. Gustará  o no, pero no dejará al lector indiferente, para bien o para mal.  ahora me encuentro vacío, casi triste a la par que satisfecho por la labor cumplida. ¿Qué rellenará el hueco intelectual que dejará en mi mente la culminación de los estudios que suponen los dos libros que alumbro?. Ah!  Sinceramente posiblemente me dejaré la última de mis mejores tres conjeturas por desarrollar (el dilema de la medida). El problema es que necesitaría bastantes recursos técnicos y personales. Sin embargo, difícilmente puedo salir de mi cubículo de anacoreta. Demasiado viejo, demasiado cansado, demasiado hastiado de los cánones de le ciencia actual. ¡Se me olvidaba!: el número mágico es el “7”.

Juan José Ibáñez

PD. Tan pronto como salga y pudiendo adquirirse una copia digital en acceso abierto, os tendré informados.

Magic Numbers: A Meta-Analysis for Enlarging the Scope of a Universal Soil Classification System

Abstract:

Categorization of the world around us in discrete classes is an innate capacity of the human mind to organize the information and carry on languages in all past and present cultures. Likewise our cognitive apparatus organize these categories in a hierarchical way.  Recently the authors of this monograph demonstrated that the breaking of the continua of biological and pedological entities in order to carryon taxonomies follows the same mathematical rules: an iterative fragmentation according to fractal rules. For this reason both biological and pedological taxonomies have similar topological structures. However these mental constructs divert little bit of the expected fractal values by utilitarian, geographic and cognitive bias. It can recognize two type of cognitive bias, termed the prototypic effect and the constraints of humans to process the information to do not exceed our channel memory capacity. Therefore the fractal fragmentation and our channel memory capacity determine the structures of taxonomies to get efficient information systems. On this working hypotheses the authors shows in this monograph a set of rules that should be follow to could efficient and user friendly information systems. Furthermore, current biological and pedological taxonomies and possibly classification of other disciplines, was carry out by experts conforming to the above-mentioned rules in an intuitive way. In view that there is not a science of the taxonomies the authors offer a set of rules to assist in this task. The steps to carry on hypothetical Universal Soil Taxonomy is used as example.

 Bibliographic Information:

Ibanez J, J. Montanarella L. Magic Numbers: A Meta-Analysis for Enlarging the Scope of a Universal Soil Classification System. EUR 25849. Luxembourg (Luxembourg): Publications Office of the European Union; 2013.  JRC79481

Year of Release 2013

EUR Number 25849

ISSN 1831-9424

ISBN 978-92-79-28899-9

Catalogue Number LB-NA-25849-EN-N

DOI: 10.2788/85728

URL

Publisher Name Publications Office of the European Union

Publisher City Luxembourg

Publisher Country Luxembourg

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5 comentarios

  1. Juanjo, admiro lo prolifico que eres y que no te achiques ante nada. Que no decaiga.
    Enhorabuena por tus nuevos libros, y feliz cumpleaños!

  2. Hola Kike,
    Que alegría que aun te acuerdes de nosotros. ¿Sigues por Canadá?. La verdad es que a estas edades uno comienza a cansarse de tanta publiquitis. Sin embargo si queremos “intentar conseguir una pensión”…… Espero que algún día podamos hablar en persona.
    Un abrazo para ti y toda tu familia.
    Juanjo

  3. Para tener pensión, parece que los de a pie tendremos que saltar por aros ardiendo.
    En Canadá seguimos, no pienso mas que en volver (a pesar de como esta la situación en España), asi que a ver como lo apaño. Las próximas vacaciones te echo un correo electrónico para ver si coincidimos, a Rafa Bellver le debo una visita tambien.
    Un abrazo fuerte.

    Enrique

  4. Hola Kike,
    Perdona por el retraso en contestarte pero llevo una semanita…… Ya sabes que por aquí no se pierde el humor ciudadano a pesar de la crisis, aunque esta no tenga ninguna gracia y menos por su origen (repleto de corruptos). Estaré feliz en que charlemos cuando vengas. Un abrazo y espero tu llamada.
    Juanjo Ibáñez

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