Resulta muy difícil nadar contracorriente, tanto en el agua como en el seno de una comunidad científica. Cuando uno considera que lleva la razón y la mayoría de los colegas están equivocados debe preguntarse si no se encuentra desvariando. A la postre debe pensar y pensar que falla en su razonamiento. Empero en la historia de la ciencia no es infrecuente que el eremita respondón finalmente se encuentre cargado de razones científicas. ¡la historia dicta sentencia!, aunque también sesgada. Por lo tanto vayamos al grano. Los edafólogos se encuentran ofuscados en buscar una definición del suelo que se sustente sobre las denominadas funciones y calidad de los mismos. Ahora bien, ¿funciones para qué?, ¿calidades para qué? Ambos términos padecen de una enorme carga teleológica que es inadmisible bajo cánones científicos (el método científico). Si algo tiene una función, mutatis mutandis tiene una finalidad. No obstante, al buscarla topamos con debates semejantes. Si bien la primera hornada de defensores del creacionismo basaban sus argumentos en razones acientíficas, he te aquí que los propios investigadores en el campo de la cosmología, patinaron estrepitosamente al proponer su principio antrópico (especialmente el denominado “fuerte”) dando así bases para que surgiera la segunda generación, es decir la del diseño inteligente. Pues bien, los que nos dedicamos al estudio de los suelos desvariamos tanto como para seguir el mismo proceloso camino. Una cuestión es utilizar los vocablos función y calidad como metáforas con vistas a divulgar la importancia de los suelos, y otra bien distinta intentar hacer uso de ellas en la búsqueda de un nuevo concepto que sustente la arquitectura del edificio de la edafología teórica. Hoy mostraremos tal incongruencia utilizando unos cuantos símiles, ya que de no hacerlo terminaremos en un callejón sin salida.

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Y Dios hizo las rocas, los suelos, el relieve, el agua, y el aire para disfrute y estudio del hombre. Fuente: Una ventana abierta

 ¿Cuáles son las funciones de las rocas?, ¿Cuáles son las funciones del relieve?, ¿Cuáles son las funciones del agua?, ¿Cuáles son las funciones del aire?, ¿Cuáles son las funciones de las plantas?, ¿Cuáles son las funciones de los animales?, etc.

Si se interpela a los expertos que dan cuenta del estudio de estos recursos y estructuras naturales sobre los ítems arriba mencionados, pensarán que el entrevistador es un imbécil. Si el suelo es un recurso natural ¿no ocurre lo mismo?. Lamentablemente para algunos parece ser que no. Atormentados por la inexcusable falta de interés de nuestros políticos y ciudadanos por los recursos edáficos, los investigadores de la ciencia del suelo se han afanado en explicar sus funciones, tanto la biosférica, como la que atañe a las necesidades de las sociedades humanas, mezclándolas para mas inri en el mismo caso. ¿Tiene el suelo la función de producir biomasa, descontaminar el agua, aportar nutrientes a las plantas, etc. etc.? ¿Sí? ¿Qué mente cósmica diseño este recurso natural?. Pues al parecer Dios y, como corolario su diseño Inteligente de todas las cosas. Bien pudiera ser así, pero bien no. Se trata de un problema que no atañe a la ciencia, sino a la Teología. Todo esto recuerda a una conversación entre Napoleón y Laplace, repetida con orgullo entre los miembros de la comunidad científica, y que extraigo del Blog Historias de las ciencia:

¿Recordáis la conversación entre Laplace y Napoleón? Os la recuerdo. Cuando el primero mostró al segundo su libro “Traité de Méchanique céleste”, Napoleón le dijo:

– Monsieur Laplace, Newton habló de Dios en su libro. Recorrí el vuestro y no lo he encontrado nombrado una sola vez.
– Sire, nunca he necesitado esa hipótesis – contestó Laplace.

Veamos ahora la siguiente cadena de razonamientos lógicos que versan para que sirven los suelos en la sabana, es decir cuál es su función:

La función de los suelos en la sabana es producir el pasto.

La función de los pastos reside en alimentar a los herbívoros (y parásitos)

La función de los herbívoros estriba en alimentar a los carnívoros (y carroñeros).

Y si seguimos desvariando…..

La función de los carnívoros es ser presa de los ricachones y nobles que van a África a conseguir trofeos de caza….

…..y podríamos seguir, seguir y seguir…..

Para que sirve todo esto en edafología: ¡Para nada!. Si realmente deseamos ofrecer a ciudadanos y políticos un concepto de suelo respetablemente científico, recomiendo explicarles cuales son las diferencias entre una roca y un suelo (ver post abajo) y, a partir de allí,  se desprenden, sin teleología alguna, lo que denominamos infamemente funciones de los suelos, pero erradicando tal sesgo antropomórfico.

Juan José Ibáñez

Post previos relacionados con el tema

Ciencia, Religión y Filosofía: Evolución, Creacionismo, Teoría del Diseño Inteligente y las Elucubraciones de Científicos y Filósofos

¿Funciones del Suelo o Servicios Edafosféricos?

Funciones del Suelo, Calidad del Suelo y Representaciones del Sistema Edáfico: Las Funciones del Suelo

Cómo la roca se convierte en suelo: Las Propiedades de las rocas y los Suelos (El Esponjamiento)

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3 comentarios

  1. Muy bueno el posteo Juan

    Me parece muy bueno diferenciar el «rol pedagógico» que puede tener el término de «funciones» de los suelos (o de los ecosistemas) del valor científico intrínseco en términos de generar una «teoría general de la Edafología». Para esto último posiblemente no sea de gran utilidad.

    Saludos desde Argentina.

    Martín Torres Duggan

  2. Que bueno saber de vos…… Le tengo a usted perdido. Espero que todo te vaya bien. La verdad es que sigo sin entender porqué tan pertinaz insistencia. Algunos colegas, y varios de ellos muy famosos, pretenden formalizar una definición científica de suelos basado en las funciones del suelo. Se puede, si se propone otro contexto más científico del que se deriven las funciones (para divulgación), pero no incluyéndolas en la definición explícitamente. Es una barbaridad. Un Abrazo
    Juanjo Ibáñez

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