Sobre el Concepto de Suelo: Contestando a Antonio

Hola Antonio,

 

Por fin comenzamos a animarnos (lo digo por los «expertos» que aun quedan por iniciar sus intervenciones). Welcome!

 

Para empezar no está nada mal. Diremos que es una definición descriptiva, como la mayoría de las que definen otros objetos naturales, artificiales, sociales, tecnológicos, etc. etc. Como tal descripción adolecerá de no haber incluido todos los criterios que caracterizan exclusivamente lo que es (o actualmente entendemos como suelo. Imposible hacer otra cosa. Por tanto vamos a intentar mejorarla (sinónimo aquí de ampliar la descripción, que podríamos hacer entre todos «ad nauseam» hasta rellenar cientos de páginas. La definición como de un suelo como un sistema (..)

 

  1. Complejo (no constituido por un solo elemento; pero ver más abajo)
  2. Multifásico (compuesto de materia viva, mineral, gases. Agua, etc.)
  3. Plurifuncional (desde un punto de vista antrópico podemos decir que el vocablo significa que desempeña múltiples funciones en los ecosistemas, usos por el hombre, etc.)

 

(..) dista por tanto, de ser completa. Si un día pudiéramos definir correctamente, es decir con exactitud, lo que es un suelo, probablemente la edafología estaría al límite de agotar sus aportaciones al conocimiento científico. Pero estamos muy lejos aún.

 

Por sistema complejo también podemos entender, apelando a las denominadas ciencias de la complejidad (algunos hablan de ciencias del caos, pero habría mucho que matizar y no es el foro apropiado), que posee una estructura, dinámica y evolución que en cierto grado es impredecible. Pero lo mismo le ocurre a la vida, el denominado sistema climático, los sistemas sociales y económicos, etc.

 

En el suelo concurren una serie de procesos que actúan y evolucionan a diferentes escalas temporales.   Por ejemplo, un horizonte superficial del suelo rico en materia orgánica (si raspáis apartáis un poco la hojarasca de un bosque, por ejemplo, veréis una tierra negruzca con minerales, trozos descompuestos de raíces y hojas, etc, junto a minerales) puede tardar en constituirse pocas decenas de años, pero la génesis y morfología de las capas más profundas (a las que llámanos horizontes) puede tardar centenares o milenios. Del mismo modo, desde un punto de vista ecológico (también ocurre lo mismo en ciertas de sus propiedades físicas y químicas) las estructuras y dinámicas pueden llegar a cambiar en horas, días, semanas, etc.

 

Por estas razones, un físico, un químico, un biólogo, un geólogo, etc. aportarían diferentes definiciones de suelo. Por ejemplo un químico podría hablar de que el suelo es un «reactor» en el cual se generan un sinfín de reacciones químicas, mientras que un ecólogo diría que es un subsistema de los ecosistemas, e incluso podrían habar de un ecosistema en si mismo. Para un geólogo y un geomorfólogo, se trataría de roca alterada por la acción de la atmósfera y los organismos vivos que adquiere una serie de rasgos y peculiaridades muy singulares y que reposa sobre las rocas de la geosfera.

 

Tan solo un pero a la definición de Antonio (se sobradamente que lo ha hecho por simplificar), su «situación natural» no está tan solo entre la atmósfera y la litosfera, sino que cabría añadir la propia biosfera y la hidrosfera. De aquí una de sus peculiaridades: al interaccionar la atmósfera, con la geosfera, biosfera, la hidrosfera, emerge una capa «el suelo» muy singular con rasgos propios que la diferencian de las susodichas, biosfera, atmósfera, etc. Son estos rasgos idiosincrásicos, y como veremos vitales para la biosfera, las que han obligado a que los científicos tuvieran que reconocer que se trata de un cuerpo natural que requiere una disciplina propia para su estudio: la «edafología». En el caso de que los rasgos que emergen por su auto-organización, se entendieran simplemente como una mera mezcla de minerales, materia viva, iones, gases y agua, no hubiera sido necesario crear esta disciplina científica.

 

Diremos para terminar por ahora que un suelo que se genera sobre una roca dura y homogénea (por ejemplo) termina desarrollando una serie de capoas y horizontes que atesoran diferentes colores, tamaños de partículas, propiedades hidrofísicas, químicas, etc. conspicuas (visibles por el ojo humano). Crece la vida igual sobre una roca que sobre un suelo: NO!. Un suelo favorece el desarrollo de la vida a la par que es producto de la misma. Y como iremos viendo, cuando un suelo se «erosiona» los ecosistemas y su vida sufre, en su sentido más amplio y metafórico. La erosión del suelo da lugar en ambientes mediterráneos a  conocida desertificación (si bien se puede generar por otros mecanismos como iremos viendo).

 

Demos paso a la opinión de otros.   

 

Juanjo

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14 comentarios

  1. ESTAVA BIEN CONDO UNO LEE SE DA CUENDA CUAN VALIOSA ES LA SUPERFICIE TERRESTRE EN DONDE VIVIMOS

  2. 10. La Geosfera:

    Formada por el núcleo, el manto y la corteza (que contiene el suelo y las rocas). Los combustibles fósiles y los minerales que usamos, se encuentran en la corteza en el manto superior de la tierra, conocido como Litosfera. Esta consta de varias placas gigantescas que han estado moviéndose muy lentamente durante ciento de millones de años.

  3. Hemos empleado el vocablo como sinónimo de la física del suelo en relación con la circulación del agua en el suelo

    Juanjo Ibáñez

  4. Juanjo he estado haciendo revisiones sobre el concepto suelo, y puedo concluir parcialmente que no existe un concepto único de suelo. Por la importancia que tiene dicho recurso natural para todo tipo de vida en el planeta y para el presente trabajo, comenzaremos explorando algunas ideas actuales.

    No hay discrepancia en cuanto a que los componentes del suelo incluyen materiales minerales (arena, limo y arcilla), materia orgánica, agua, gases y organismos vivos, tales como lombrices, insectos, bacterias, hongos, algas y nemátodos. En éste se dan continuos intercambios de moléculas y iones entre las fases sólida, líquida y gaseosa, que están mediados por procesos químicos, físicos y biológicos (Brady y Weil, 1999).

    La tendencia moderna, con un fuerte enfoque ecológico, visualiza al suelo como un cuerpo viviente, natural, dinámico, vital para el funcionamiento de los ecosistemas terrestres (Doran y Parkin, 1994). El suelo se forma a una tasa de 1 cm por cada 100 a 400 años por la interacción del clima, topografía, biota y material parental, por lo que hay autores que lo consideran como un recurso no renovable en la escala humana de tiempo (Porta et al., 1999).

    Textos recientes (Sumner, 2000) consideran al suelo como una especie de piel, muy delgada, frágil y apreciada, que recubre las formaciones geológicas de la tierra, intemperizadas o parcialmente intemperizadas. No es roca ni sedimento geológico, sino que un producto proveniente de las alteraciones que experimentan estos materiales. Las alteraciones son causadas por factores geológicos, topográficos, climáticos, físicos, químicos y biológicos, que dan como resultado una entidad viva, compuesta, por un lado, por una asociación de partículas inorgánicas o minerales unidas inextrincablemente por materia orgánica y perfusada por gases, y por otro lado, por la vida terrestre, que surge cuando este material complejo es humedecido y transformado en un sustrato fértil. El agua es el solvente y la conductora de los nutrientes, así como un constituyente vital, de todas las formas de vida. Esta zona del planeta se denomina pedosfera, y como ya se indicó, es biológicamente activa, porosa y un medio estructurado que de manera efectiva integra y disipa flujos de masa y energía. En su estado originario o prístino la pedosfera es autorregulada, pero a medida que continúa su intemperismo evoluciona lentamente a nuevos estados de equilibrio.

    Otra visión moderna del suelo, también con un sólido fundamento holístico, incorpora explícitamente alguno de los servicios ambientales que presta el suelo, y lo considera, además de ser un sistema vivo y dinámico, con funciones primordiales de mantener la productividad de las especies vegetales que en él se establecen, como un recurso en el mantenimiento de la biodiversidad, la calidad del aire y del agua, así como la salud humana y la calidad del hábitat (Doran y Parkin, 1994).

    Dadas las notorias diferencias existentes entre los suelos es preciso contar con denominaciones específicas (Porta et al., 1999). Para ello la taxonomía de suelos establece jerarquías de clases que permitan entender la relación entre los suelos y los factores responsables de sus características (Soil Survey Staff, 1998).

    El Soil Survey Staff (1996) visualiza al suelo desde el punto de vista de un objeto de clasificación. Lo define como cuerpo natural tridimensional con límites definidos, que comúnmente, pero no siempre, está conformado por horizontes, los cuáles están constituidos de materiales minerales y orgánicos, contienen materia viva y pueden sostener vegetación. Esta concepción es limitada y no hace referencia a los servicios ambientales que presta este recurso. En la última versión del Soil Survey Staff (1998), el suelo es redefinido como un cuerpo natural formado por sólidos (minerales y materia orgánica), líquidos y gases, que ocurren sobre la superficie de la tierra, ocupa un espacio y tiene una o ambas de las siguientes características: horizontes o capas que se diferencian del material inicial como resultado de adiciones, pérdidas, transferencias y transformaciones de materia y energía o por la habilidad de poder mantener una determinada masa forestal, una rotación de cultivos, al papel del suelo como depurador natural, entre otros posibles usos (Porta et al., 1999).

    Pero hasta ahora me recuerdan a las descripciones que los ayudantes de caronte (Vulgo Médicos) le dan a las relaciones intimas. Un mecanico no describiria mejor una máquina. Pero acaso los edafologos no podemos constuir al menos un concepto, con conciencia, conciso, con seso y le haga justicia y contribuya a una mejor comprensión de su importancia para toda la biota incluyendo desde luego al animal humano.

  5. quisiera saber el concepto de suelo desde el punto de vista de la ing geografuica,ambiental, civil y agronomia

  6. el suelo es un compuesto de minerales gases y otros en resumen el suelo es un cuerpo tridimencional

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