Filosofar sobre Ciencia no es apelar a la Filosofía de la Ciencia: Contestando a Antonio Ruiz Elvira

El día 13 de septiembre de 2006, el Administrador de la Weblog “Medio Ambiente y Ciencia”, incluido en el sistema de bitácoras de la CAM (Compromiso por la Ciencia) editaba tres notas. Una de ellas se titulaba: “La seguridad en si mismo y las definiciones en la ciencia”. Ruiz Elvira comentaba que la llamaba la atención que parte de su audiencia le interpelara por una definición de ciencia. A mi sinceramente no me extraña. También soy consciente de la dificultad que entrañan las definiciones a la hora de dar cuenta de la enorme complejidad del objeto que abordan. Ahora bien, una cuestión es filosofar y otra bien distinta omitir los estudios llevados a cabo por la filosofía, sociología e historia de la ciencia, así como también lo que nos dicen la epistemología y ontología. Si los científicos despreciáramos menos las humanidades seríamos menos timoratos. No tengo objeción alguna por los que apelan por filosofar. Ahora bien, unas bitácoras “académicas”, que están pensadas para difundir la ciencia entre los ciudadanos (de ahí lo de Compromiso Social por…) deberían albergar notas o post que versaran sobre el tema. No entiendo la resistencia de Ruiz Elvira, sinceramente. He sopesando durante varios meses el tema antes de aventurarme a realizar un análisis crítico (que pretendo sea constructivo) sobre los contenidos de la bitácora mentada. Espero que no se entienda este post como un ataque personal.

 

A mi modesto entender, las opiniones de Ruiz Elvira sobre “que es la ciencia”, “las definiciones, etc”., pecan de lo que he denominado filosofar (sentarse al PC y escupir lo que uno piensa, sin más). En ningún caso han abordado lo que los estudiosos sobre el tema opinan a cerca de tales cuestiones. Me preocupa y mucho que los lectores extraigan falsas conclusiones sobre estos temas. Estamos principalmente para informar sobre ciencia. Obviamente también damos nuestras opiniones (yo el primero). Sin embargo, cuando hablamos de algo que va a ser leído por unos ciudadanos que no conocen bien el tema, es necesario ser más rigurosos y didácticos. Ruiz Elvira dice en su post (que así recibirá más pinchazos)  

 

 

Muchos de los comentarios que recibo se refieren a un tema curioso: La seguridad en los conceptos.

 

Hace unos días aparecía en una publicación la noción de que la mente de una buena parte de las personas precisas una cierta seguridad en los conceptos que maneja, de manera que cuando no la tiene, la inventa. Así se han inventado los conceptos de las religiones, los fantasmas, y los ángeles. Cuando el ser humano no vislumbra un agente para una acción, genera un circuito mental que lo representa.

 

Ayer recibí un comentario que indica que el que lo escribe está molesto porque no le doy UNA definición de ciencia. Dice que ha leído lo que he escrito y que es  marear la perdiz, bla, bla, bla, etc.

 

Pues bien, esto es así. No hay definición de ciencia, ni clasificación de ciencia, ni relación entre la ciencia biológica y la contabilidad, ni casi nada de lo que desean algunos lectores. Definiciones exactas están en el catecismo o en las leyes de los estados, esas leyes que se rehacen una vez por año, como las de educación, por ejemplo. En estas materias son necesarias las definiciones exactas porque al ser aquellas arbitrarias, uno debe elegir entre miles de posibilidades la que quiere en cada momento.

 

La noción de que existe UNA única verdad o de que los sistemas científicos son definibles y pueden probarse deriva de esa necesidad de la mente inmadura de rellenar los huecos de lo desconocido con imágenes conocidas. Hasta hoy mismo Stephen Hawking lucha por encontrar la UNICA ecuación de la que deriven las demás, y a finales del siglo XIX David Hilbert quería encontrar la prueba definitiva de que la matemática fuera un sistema cerrado.

 

 

Si a mí me preguntaran sobre el tema, respondería que hay muchas definiciones, pero ninguna universalmente aceptada. Aportaría razones, información y bibliografía, que la hay en castellano y buena, para que cada uno extraiga su propia opinión. Lo que no se puede alegar, hábito muy habitual en Ruiz Elvira, es descalificar al lector “esa necesidad de la mente inmadura”. Por poner un ejemplo, en un post antiguo asociaba a los amantes del fútbol con nuestra herencia de “primates”. No creo que sea adecuado estar todo el día denostando a los lectores que no tienen sus gustos. En una bitácora sobre ambiente y ciencia se puede y debe descalificar, si llagara el caso, a aquellos que rigen nuestra política científica y ambiental, cuando lo hacen de manera ineficiente. Estar metiéndose con los ciudadanos, pero no con los que inducen al consumo de energía etc., es atacar vilmente a la gleba que no tiene “su supuesta gran cultura”, Sr. Ruiz Elvira. Y he puesto tan solo un ejemplo. Pero vamos al tajo.

 

El porqué de la necesidad de definir”. Aquí la cuestión parece estar más que clara para los expertos en CC. Cognitivas y los filósofos de la ciencia. La mente humana necesita categorizar, es decir, romper el continuo que generalmente se presenta en la naturaleza en clases discretas (duras o booleanas) que podamos discernir y comunicar. Hasta nuestro lenguaje requiere tal proceso. Los filósofos también lo llaman “cosificación” (“reify” en inglés). Las categorías deben ser descritas tan inequívocamente como sea posible, y para ello las definiciones y conceptos son esenciales. Empero, como dice Jordi Wagensberg, la ciencia genera teorías, y estas dan lugar a la “compresión” de la información que obtenemos de la naturaleza. Tal compresión requiere pérdida de información, y de ahí que una definición no pueda dar cuenta, por lo general, de todo el espectro o variedad de objetos o procesos que la incumben. Es cierto que, los conceptos no son inmutables y, en el caso de la ciencia, por definición debe ser así. Lo que tampoco parece ser “hoy” cierto, y ha sido descartado por la mayoría de las corrientes actuales de la filosofía y epistemología, es que la ciencia sea un proceso de acumulación gradual de conocimientos, como Ruiz Elvira alega. Pero esa es otra cuestión.

 

Peor es aún, cuando el Sr. Ruiz Elvira nos indica en varios post que la ciencia pretende analizar la “realidad”. Yo le pregunto: ¿Qué es la realidad Sr. Ruiz Elvira? Se trata de un tema que no concierne ni a la ciencia, ni a la filosofía, ni a la epistemología, sino a la ontología. Como se decía en una serie de televisión: “la realidad está ahí fuera”. Ahora ¿que es la realidad?, ya es otra cuestión.  Casi ningún filósofo actual duda de ello, con la salvedad de la escuela del siglo XVIII denominada actualmente: “Realismo Ingenuo

 

Es razonable, y no una necesidad de “mentes inmaduras”, que le pregunten que es la ciencia y cuestiones análogas. Pero si queremos informar correctamente a los ciudadanos, debemos nosotros informarnos previamente con un cierto rigor. En caso contrario, “desinformamos», como cuando usted habla de desertificación, la erosión y los tractores.  Y este es un tema ambiental. Sr. Ruiz Elvira: arar a favor de las curvas de nivel, en ciertos ambientes, es una práctica más que razonable. Los tractores no se caían ladera abajo (salvo alguna gloriosa excepción), como usted dice y la erosión de los suelos españoles se generó mucho, pero que mucho antes de los años 50. Entiendo que no tenga tiempo para informarse sobre estos temas. Pero lo que no me parece tan lógico es que no lea a sus colegas de los blogs de “al lado”, como hago yo. Y tal actitud me parece más sería cuando sus post versan sobre el medio ambiente. Por ejemplo,  esa manera de arar esta justificada (en áreas con abundantes precipitaciones torrenciales) y, fue la arrogancia de ciertos servicios de conservación de suelos  (como los da la FAO) las que la denostaron. Se equivocaron, y lo han reconocido, como lo expliqué en un post anterior, cuyo título hacía mención al tema. Si lo hubiera leído no habría confundido al ciudadano.  

 

Finalmente Sr. Ruiz Elvira, desearía hacerle la siguiente pregunta. Ese mismo día publicó, por ejemplo, un post denominado «Biodiversidad». Personalmente no me he enterado del contenido ambiental del post, por lo que le interrogo: ¿No utilizará usted los títulos para reclamar visitantes? (le aseguro que hoy le he visitado –pinchado- muchas veces). De no ser así, no entiendo los encabezamientos, como muchos dedicados al fútbol que tanto parece odiar, y que no sé que tiene que ver directamente con el ambiente, el “tema de su bitácora”·. ¿Porqué siendo un experto en cambio climático no nos comenta a todos las noticias que al respecto imprime la prensa y/o nos instruye mejor sobre el funcionamiento del sistema climático? Estamos en bitácoras académicos, no en otras de tipo personal, por lo que el ciudadano viene aquí a informarse fidedignamente sobre temas científicos.

 

Disculpe usted mi desiderata. Tan solo me gustaría que nos hablara en verdad sobre los problemas ambientales, e informara amenamente y con rigor a los ciudadanos.

 

Cordialmente

 

Juan José Ibáñez

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5 comentarios

  1. estaba buscando un concepto de porque filosofar y usted lo que ha hecho es hablar de otras cosas que ni siquiera entiendo yo lo que quiero es un concepto de porque filosofar no entiendo porque me mandan otra cosa que no viene al caso

  2. SOLO LE PREGUNTO EN SI QUE ES FILOSOFAR POR QUE YO ESTOY MUY CONFUNDIDA HACERCA DE ESO TAMBIEN SI EXISTE DIOS O ES SOLO UNA IDEA QUE NOSOTROS LOS SERES HUMANOS TENEMOS POR QUE NO LAS HAN INCULCADO

  3. SOLO LE PREGUNTO EN SI QUE ES FILOSOFAR POR QUE YO ESTOY MUY CONFUNDIDA HACERCA DE ESO TAMBIEN SI EXISTE DIOS O ES SOLO UNA IDEA QUE NOSOTROS LOS SERES HUMANOS TENEMOS POR QUE NO LAS HAN INCULCADO

  4. Marha

    Filosofar, en términos coloquiales es reflexionar seriamente sobre temas profundos de la vida, sociedad, existancia, etc., pero sin ningun tipo de aprendizaje filosófico.

    Folosofía es una disciplina (o ciencia, segun se entienda y la opinión del autor) de las humanidades que más o menos realizaría las mismas funciones que filosofar pero realizado por profesionales que nonocen escuelas, métodos, etc.

    La regligión es un acto de fe y no tiene nada que ver ni con la ciencia ni con la filosofía con la excepción que una rama de la filosofía estudia sus raices, etc.

    No may que mezclar filosofar con filosofía, ni ciencia con religión. Se trata de perspectivas del mundo distintas.

    Saludos

    Juanjo Ibáñez

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