La distribución en profundad de la materia orgánica del suelo y de las raíces siguen la misma tendencia, con alguna singularidad. Ambas son conformes con la curva de Willis y se ajustan razonablemente a leyes de escala, sugiriendo la posible presencia de estructuras fractales subyacentes.

 

Con vistas a obtener datos de COS hasta profundidades de 3 y 4 metros, E. G. Gobbágy y R. B. Jackson hicieron uso de funciones matemáticas previamente utilizadas en estudios relacionados. De este modo constataron que, las distribuciones que mejor se ajustaban a los datos eran las leyes potenciales o de escala, con independencia que se trabajara con datos (frecuencias) simples o acumulados. Lo mismo ocurre con las raíces aunque como vimos en otro post, no se porqué razones utilizaron otros modelos distintos. ¡Lástima no disponer de los datos para realizar personalmente un análisis!. Reiteramos que ambas siguen la misma tendencia y se ajustan aproximadamente a leyes de escala. Los datos eran estadísticamente significativos hasta la profundidad de 3 m, al menos para el COC. Sin embargo, la ley potencial sobreestimaba en exceso al incrementar la profundidad, por lo que tan solo dieron como válida la información hasta tres metros. Los autores mentados sacaron una ecuación para cada uno de los 11 biomas considerados en que agruparon los perfiles respecto a la clasificación que Whittaker que a tal respecto elaboró de 1975.

 

 

 

Ya hemos comentado en muchos post [ver carpeta de Diversidad] que las estructuras fractales y ciertos modelos de distribución estadísticos relacionados con ellas, a los que agrupamos genéricamente con el término de curva de Willis, son extremadamente ubicuos en la naturaleza e incluso en ciertos constructos mentales (como los sistemas jerárquicos de ramificación que se dan en las taxonomías biológicas y edafológicas) [ver Carpeta sobre Taxonomías y Clasificaciones]. Cabe mentar que la ramificación de las ramas de los árboles y de las raíces de la vegetación son fractales, es decir se ajustan a leyes potenciales a diferentes niveles de resolución que cubren más de tres órdenes de magnitud.  Del mismo modo, el incremento del número de edafotaxa y biotaxa con el área también se ajusta a leyes de escala.

 

 

El problema con vistas a cuantificar las raíces y el COS consiste en la dificultad de obtener datos precisos y la escasa atención que los especialistas han prestado hasta la fecha a la hora de hacer los estudios pertinentes que permitan corroborar los datos, no muy precisos, de que disponemos. Los fractales y las leyes de escala (distribuciones potenciales) permiten modelizar y elaborar ciertos tipos de simulaciones que nos ofrecen la posibilidad de extraer un paisaje mental más claro sobre la distribución de las raíces y el COS en el suelo. Sin embargo, es de suponer que la rizosfera y las micorrizas, por acompañar las estructuras radiculares deben seguir un patrón semejante en lo que concierne a la actividad biológica, biomasa y/o biodiversidad del suelo. Así se ha demostrado con los nematodos fitoparásitos, al menos.

 

 

 

En la Galería de Fotos de Biología y Ecología del Suelo, mostramos varios gráficos y figuras sobre estos temas. Tanto los que corresponden a la distribución de la materia orgánica (COS) como que conciernen a las raíces se muestran en la [Galería de Fotos de Fotos de “la Biomasa y Necromasa en los Suelos]. Allá podéis obtener abundante información adicional.

 

Juan José Ibáñez

 

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4 comentarios

  1. Juanjo, desde hace tiempo he estado rumiando, la figura de la helix, que parece empezar en el ADN, sigue en la filotaxia y parece terminar en el viaje sideral de nuestra galaxia hacia Alfa Centauri. Aunque no he estudiado a detalle la arquitectura de los sistemas radiculares y de las ramas de las plantas, existen especies donde es bastante obvio este último como en la Terminalia cattapa. Desde luego son meras elucubraciones, por encontrar ese orden que seguramente esta ante mis ojos, pero que soy incapaz de verlo.

  2. Régulo hay varias formas que son óptimas con vistas a realizar ciertas funciones. Ya hablé de esto en algún post anterior.

    Ya iremos comentando el tema más edelante

    Juanjo

  3. perdonad la intromision, pero sobre esas formas optimas de la naturaleza, por ejemplo, y supongo que lo sabeis de sobra, pero no dejar de ser interesante, la frecuencia con la que se encuentra la espiral logaritmica en la naturaleza, desde la disposicion de las hojas a lo largo del tronco de una planta, la agrupacion de semillas en una flor, la caracola etc, y es que la espiral logaritmica, que se obtiene geometricamente a partir de la serie de fibonacci, es una forma optima de empaquetar el mayor material posible en la menor superficie.

  4. Amarindo,

    No hay que perdonar nada. Efectivamente las espirales sonn una de tales formas. Básicamente más o menos han sido propuestas entre 6 y 10 formas óptimas, aproximadamente, segun el autor (Stevens, Wagensberg, etc.) . Lo que ocurre es que aquí hemos hablado hasta ahora básicamente de unas pocas pero muy frecuentes y conspicuas en los suelos (tres que yo recurde). A ver el dia que tenga tiempo y comenzamos una revisión más exhaustiva. Tan solo Amarindo que entiendas que esto es una bitácora de suelos y por eso hablo principalmente de las que acaecen allí, al menos por mi experiencia.

    Saludos

    Juanjo Ibáñez

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