Desvirtualización de la Ciencia por el Marketing Científico-Tecnológico: Sobre el Talento, Innovación, Sociedad del Conocimiento y Sociedad de la Información

La globalización económica, que dice estar basada en la búsqueda del talento, la innovación tecnológica y otras lindezas (sociedad de la información y el conocimiento) ha cambiado las reglas del juego de la comunidad nacional de investigadores. Sin embargo, cabe preguntarse la razón por la que la sociedad, los políticos y los propios expertos se han tragado tal cantidad de palabros que no vienen a aportar nada nuevo a la ciencia y sí a un cambio drástico del modo de proceder de los científicos, es decir de la sociología que regulaba hasta no hace mucho tiempo las reglas del juego. En este post defiendo que tal proceso esta acarreando más perjuicios que beneficios. Se trata de puro marketing, pero vacuo y cegato. Veamos a que me refiero.

 

 

 

Marketing Científico. Fuente: Ciencia hoy

 

La Búsqueda del Talento 

Políticos, planificadores y voceros de la era de la economía globalizante (s esa misma que nos ha llevado a una crisis mundial de magnitudes más que inquietantes), nos enseñan ahora que las instituciones científico-tecnológicas y empresas deben cambiar su política y apostar por el talento. Ante tal palabrería el ciudadano debe estar preguntándose: ¿Y hasta ahora que buscaban?. Pues sencilla y llanamente talento. Es decir lo mismo, lo que equivale a que dicho vocablo debiera entenderse como “más de lo mismo” (valga la “rebuznancia”).  ¿Acaso con anterioridad tanto las instituciones científico-técnicas, y más aun las empresas, se dedicaban a fichar a los más tontos? De ser así, los amantes de la retórica darviniana deberían reconocer que luchábamos contra natura, es decir, seleccionando a los más ineptos, o dejando el sistema a una deriva neutral. Casi nadie echa piedras, salvo excepciones, contra su propio tejado. Pero por mucho que nos intenten vender la moto, el que existan procesos de endogamia universitaria, caprichosas decisiones políticas (las seguirá habiendo) y deficiencias nacionales del tejido empresarial (también continuarán, al menos en términos comparativos de unos Estados respecto a otros), no pueden más que entenderse como disfunciones que debían resolverse. Es obvio que en países como España, estos temas no se han atajado debidamente y tampoco observo interés político para ello. El retroceso de las inversiones gubernamentales en materia de I+D+i ya nos hablan por sí mismos. Antes de la crisis todo era palabrería, ahora vemos el valor que nuestros políticos otorgan a sus reclamos electorales.

 

Otra cuestión es que relacionemos formar a nuestros jóvenes investigadores en el extranjero con el drama de la fuga de cerebros. ¡Falacia total!. En este caso, los propagandistas de turno, confunden formación cualificada y estrategia de internacionalización con talento y masa cerebral de primera categoría, lo cual implica que los que andan un poco descerebrados son ellos (valga una vez más la “rebuznancia”). Y los chavales terminan por creerse que por estar en un laboratorio de USA, una deidad  “científica” les otorga un gen especial, el que les hace ser una persona talentosa. Horror, ya estamos otra vez con el «gen de Dios», o al menos con los genes divinos. Formarse en el extranjero es estratégico por diversas razones, dominio del idioma, aprender los procedimientos para que escribir artículos científicos de forma más eficaz (la lógica anglosajona imperante rechina a menudo con la de ciertos países continentales europeos –no solo España), colaborar con laboratorios y científicos punteros (a veces, ya que en otras se entiende como tal a aquellos que publican más ISI papers y punto), ampliar la red social de posibles partners para proyectos e investigaciones futuras (es decir en términos generales financiación e ISI papers), etc. etc. Todo muy bonito. Pero no hablamos de talento bruto, sino de adiestramiento e internacionalización. 

 

Reiteremos, en ciencia, por citar un ejemplo, los organismos y entes competentes y por ende competitivos no buscaban antaño zopencos, sino talento. Otra cosa es que en ciertos departamentos universitarios primaran más el inmovilismo y un feudalismo dañino, incluso para sus propios intereses. La estupidez también es libre. Empero ¡por favor, no generalicemos!.

 

 

 

Competitividad y talento: fuente: Daemon Quest

 

Innovación Ante Todo  

Retornamos a la misma retórica absurda.  Los susodichos voceros globalizados reiteran hasta la saciedad que un país necesita más, más y más innovación. Ahora bien, no confundamos la velocidad con el tocino. ¿A caso las empresas competentes y competitivas no buscaban la innovación en el pasado? ¿A caso la ciencia no progresa de la misma forma, es decir, buscando descubrimientos que abran nuevas puertas al conocimiento, propiciando el progreso de la sociedad?. Entonces, ¿a que se refieren?. Sencilla y llanamente a la velocidad del proceso y no a este en sí mismo. Sin embargo, innovación por innovación, sin criterio alguno no lleva a ningún lado. Yo me pregunto si cambiar de móvil cada año , porques urjan algunas mejoras, nos lleva a algún lado. Resulta que sí: a acumular artefactos como símbolos sociales de poder adquisitivo y riqueza, incremento en la generación de residuos y como corolario, el gasto superfluo (despilfarro) y la degradación ambiental.

 

De nuevo, otra cuestión bien distinta son la cultura de un país (sus ciudadanos, y yo diría que sobre todo sus políticos) y la fortaleza de su tejido industrial. Resulta que en un Estado como España, que ha basado todo su crecimiento durante los últimos años en la “cultura del ladrillazo” e infraestructuras (todo bañado de escándalos de corrupción), con la anuencia de los gobernantes, dice muy poco de su potencial, talento y competitividad. ¡Todo palabrería!. ¿Qué el empresariado de algunos países es muy conservador y poco dado a inversiones con un “cierto riesgo”? Pues efectivamente así es. Pero de nuevo son las reformas educativas y una política bien planificada las que pueden revertir la situación. Y dna vez más nuestros gobernantes no dan el menor síntoma de poder revertir la situación.

 

Ahora bien los que ostentan el poder, se equivocan de lleno, al despreciar la ciencia básica en aras de la aplicada. ¿Por qué?. Sencillamente no puede haber la una sin la otra. Se trata de dos caras de la misma moneda, se mire por donde se mire.  Del mismo modo, se confunde al ciudadano para que pueda entender lo que es relevante de lo que no lo es. 2008 fue el año de la divulgación científica, es decir el de acercar la ciencia al ciudadano. Se trataba de mostrar al pueblo el valor de la ciencia y la tecnología. El resultado no fue lamentable, sino patético.  Prácticamente todos se olvidaron del poder de las TIC y de las Redes Sociales. Ahora deviene la crisis y aquellas iniciativas se han ido al carajo. ¿Quiénes son entonces los que dan muestras de incultura en la materia? A mí, que me lo expliquen.

 

 

La Sociedad de la Información y del Conocimiento.

A nuestros prebostes se les hace la boca agua a la hora de espetar tales palabros. ¿Saben lo que dicen? ¿Dicen lo que piensan? ¿Piensan lo que dicen? Sinceramente creo que no. Es palmario que el mundo de Internet pone a disposición de los ciudadanos ingentes cantidades de información. Jamás en la historia de la humanidad un individuo corriente ha dispuesto de tanta. Sin embargo, cabría puntualizar una plétora de argumentos como para criticar tanta euforia.

 

En primer lugar, han sido los propios ciudadanos lo que han enriquecido la información del ciberespacio con el advenimiento de la Web 2.0, que no las instituciones. Del mismo modo, confundir información con conocimiento es una verdadera aberración. Sería algo así como equiparar a una persona capaz de memorizar muchos datos con otra que lo hace y reflexiona acerca razones de los porqués, que sabe lo que ocurre en el mundo que vivimos y detecta sus regularidades. Las noticias de que nos llegan de muchos países nos informan de cada vez se lee menos. La programación televisiva hace tiempo que comenzó por sustituir lo decente e instructivo por los denominados “rosa” y otras basuras, fomentando así el embrutecimiento de la población. Los Informes Pisa advierten que la educación en España va muy mal y que nuestros infantes padecen de todo tipo de problemas como la grave “comprensión lectora”. Y podríamos seguir ad nausean. ¿Es este el conocimiento que propician nuestras autoridades? OK. Ya nos vamos entendiendo. Una ingente cantidad de información solo es aprovechable si los ciudadanos se encuentran preparados e interesados en procesarla. No suele ser el caso y nadie pone coto a este desastre. Efectivamente nos encontramos en la época de la desinformación y el “asnamiento”.        

 

A modo de Resumen

Y sobre estos pilares del “Talento, Innovación, Información y Conocimiento”, pivota una civilización generadora de guerras, pobrezas, hambrunas, degradación ambiental sin precedentes, etc. Sí, esa misma que ha llevado a la economía a una crisis monumental que sufrirán los ciudadanos, que no los poderes fácticos, esos que hablan de “Talento, Innovación, Información y Conocimiento ¿Usted como les calificarían?. En nuestro próximo post entraremos en detalle a cerca de los “borriquitos” que defienden que hay que gastarse la “pasta” en investigación aplicada más que en la básica. Quien no entiende la dinámica del progreso científico no puede más que espetar necedades.

 

Juan José Ibáñez

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3 comentarios

  1. amigo es un articulo excelente gustaria recibir informacion o conocerte estoy en españa por estudios en el albacete como puedo ubicarte

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