Como todos sabréis o sospecháis, existen muchos tipos de islas, en función de su origen. Lo que es menos conocido, a excepción de los estudiosos en el tema, estriba en que muchas de las propiedades fisiográficas, biogeografías, edafogeográficas, etc. de los sistemas insulares dependen de las fuerzas geosféricas que dieron lugar a su génesis. En el presente post os explicamos brevemente los tipos de sistemas insulares que un tal Nunn propuso en 1994, con alguna adenda de mi propia cosecha (Nunn, P.D. 1994. Oceanic Islands, Blackwell).

 

 

 

Islas Volcánicas de Oceanía y Pacífico. Fuente: Environmental Graffiti

 

En una primera aproximación, cabría discernir entre tres tipos de sistemas insulares: (i) islas puente o “precontinentales” y (ii) islas oceánicas sensu lato y (iii) mixtas. Las primeras dan cuenta de los sistemas insulares que, más o menos cercanos, forman parte del mismo de la litosfera continental, estando separados de ellos por un cuerpo de agua, eventualmente o no. Se trata de montañas de las plataformas continentales, constituidas por los mismos materiales litológicos, y que a menudo vuelven a conectarse con aquellos cuando baja el nivel del mar a causa de las glaciaciones. Ejemplos serían las Islas Británicas y las Baleares. En otros casos existe cierta actividad volcánica, pero no en otros muchos. Este tipo, como hemos mentado, no suele atesorar ni volcanes ni rocas de tal procedencia, salvo excepciones. Por el contrario, las islas oceánicas, son debidas a la ascensión de materiales volcánicos en las dorsales mesooceánicas o en los denominados puntos calientes intraplaca de la cortaza oceánica.  Las primeras emergen bajo los océanos, en las regiones en donde divergen o convergen las placas tectónicas, como ocurre en el cinturón de fuego. Se trata de las islas que suelen padecer más riesgos frente a los terremotos, tsunamis o maremotos, por cuanto aparecen en las regiones de mayor actividad sísmica, especialmente cuando se localizan en las zonas de subducción de la litosfera oceánica bajo la continental. En las segundas, también de origen volcánico, hacen acto de presencia dentro de una placa, oceánica o continental, debido a plumas del manto terrestre que erupcionan allí. El archipiélago Canario y el de Hawai serían dos ejemplos ilustrativos.  Finalmente, las mixtas, son sistemas insulares complejos que poseen islas del tipo (i) y (ii) simultáneamente. Las miles de islas que pueblan el Mar Egeo (en sentido amplio) formarían parte de este último tipo. En consecuencia son más “variadas” que las restantes.

 

 

 

Islas Volcánicas de Oceanía y Pacífico. Fuente: Environmental Graffiti

 

En este sentido cabe señalar que los sistemas insulares puente o precontinentales suelen tener un ciclo de vida mucho más prolongado que el de las oceánicas, que pueden considerarse efímeras si nos atenemos a las escalas geológicas (algunos millones de años).

 

Tanto en las islas y archipiélagos oceánicos (contemplaremos este término principalmente para las que aparecen aisladas, y no en grupos), ya sean intraplaca o procedentes de las dorsales mesooceánicas, pueden a su vez dividirse en tres categorías:

 



Islas intraplaca lineales. Hawai. Fuente: Random Spiritualities from a Doctor’s Chair

 

Lineales: se trata de archipiélagos que forman una cadena más o menos lineal de islas. En un extremo aparecen las más jóvenes y de mayores dimensiones y tamaños, mientras que en el otro lo hacen las primeras en emerger, viejas, de menores dimensiones y altitudes. Un ejemplo lo constituye el archipiélago Hawaiano.

 

Islas en grupo: forman una amalgama no lineal y generalmente más compacta, en las que se diluye el orden lineal del tipo precedente, como en el caso de las Canarias.  

 

 

 

Islas intraplaca en grupo. Canarias. Fuente: VR Canaries

 

Islas Individuales. Estas son sistemas con una única isla. Aunque en parte de la literatura se ubican principalmente entre las oceánicas, cabe señalar que obviamente, también pueden ser de origen continental. 

 

Nunn, divide los archipiélagos mesoocenánicos en función de su disposición estructural entre las placas tectónicas. Así nos hable de sistemas insulares: (i) en la zona divergente (en donde las placas se separan), (ii) convergentes (en donde colisionan) (iii) transversales a las fronteras entre placas tectónicas y (iv) islas aisladas (valga la rebuznancia), una vez más.

 

En este sentido cabe señalar que los tipos de cadenas lineales surgen principalmente en las áreas con plumas intraplaca relacionadas con las dorsales mesooceánicas que generan litosfera a mayor velocidad (p. ej. Océano Pacífico), mientras que el tipo en grupo lo hacen en las de menor velocidad (p. ej. Océano Atlántico). Las primeras generan cadenas de islas muy numerosas, pero más efímeras, hundiéndose rápidamente por el desplome de los edificios volcánicos. Este es el caso del archipiélago de Hawai. Por el contrario, los “grupos de islas” se engendran a menos velocidad, dan lugar a archipiélagos memos ricos en unidades insulares, pero que perduran durante más tiempo sobre el nivel de las aguas marinas. El archipiélago Canario cae en esta categoría.

 

Como ya iremos analizando, en sucesivos post, como cada tipo de archipiélago atesora una biota y ensamblaje de suelos que idiosincrásicos. Pero ese es otro asunto.

 

Juan José Ibáñez

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4 comentarios

  1. […] insulares) depende de su origen o naturaleza, como ya describimos en la siguiente entrega “Tipos de Islas: Clasificación de Sistemas Insulares”, abundando a cerca de algunos aspectos concretos en los siguientes post: “Ecología y Suelos […]

  2. […] pequeños matices pueden dar lugar a resultados muy dispares como os narramos en nuestro post: “tipos de islas: clasificación de sistemas insulares”. Ahora bien, tampoco se debe negar que otros patrones si parecen ser constantes (ver post: […]

  3. Muy interesante pero, por favor, haced una corrección gramatical antes de pubicarlo.

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