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Fuente Colaje imágenes Google

Ya en 2006 publicamos el primer post sobre el fraude científico, tras leer un libro que permítanme la “rebuznancia” se titulaba “Anatomía del Fraude Científico”. Su prestigioso autor, tras un interesantísimo análisis histórico de esta mala, depositaba sus esperanzas sobre una iniciativa que iba a denominarse en “acceso abierto”, comenzando por la “al perecer” bien intencionada revista Plos One. De este modo, además muchos investigades podrían leer los resultados de indagaciones científicas que, por sus precios en los “Journals en donde se publicaban”, eran prohibitivos para ellos. Y sí se institucionalizó una buena idea que progresivamente se fue convirtiendo en un lodazal.

“Muchos listillos” comenzaron a editar una plétora de revistas con contribuciones de mala calidad, prácticamente sin revisión por pares. A la par, las editoriales más prestigiosas lanzaron una campaña de descrédito masivo, descalificándolas como revistas depredadoras, aunque también libros y luego congresos (….).   Sin embargo, con el tiempo, debieron hacer sus cálculos financieros y bajando el listón de calidad, se embarcaron en el mismo modelo de negocio.  Ya hemos ido indicando como el ocaso de la ciencia generado por la Tecnocienciaha dado pie a que con el tiempo, las consideradas mejores revistas del mundo se travistieran en lo que habían venido denunciando.  Poco a poco y a precios desorbitados (decenas de miles de auros) han logrado obtener pingues beneficios, como ya se denuncia en este sistema de blogs y noticieros de la Comunidad Autónoma en la que residía. Más concretamente, me refiero a una breve nota de prensa que lleva el título de “Papers de marca “. Del mismo modo,esta última nos remitía a un post bastante extenso que lleva por título: “Por qué las revistas de las grandes marcas perjudican la investigación”. Os recomiendo que lo leáis, por cuanto resulta ser bastante interesante. Y así, en la actualidad, “Las mayores beneficiadas por el acceso abierto de los artículos científicos están siendo las revistas de prestigio”. Todo muy lamentable, excepto para las arcas de las multinacionales. Ya me encontraba redactando un “Curso Básico Sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia«. Empero años después tuve que iniciar otro denominado “ Curso Básico sobre Filosofía de la Tecnociencia”. Este es el resultado de la degradación de la ciencia a la “Tecnociencia”.

Leo en las mismas “prestigiosas editorialespublicaciones sobre suelos, escritas por profanos en la materia, en los que a menudo, los hallazgos que muestran a arrogantemente los autores (cambios de paradigma y otras sandeces), ya estaban escritos en manuales publicados en las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado, como lo era el Manual de Edafología P. Duchaufour de 1975. Yo aprendí mucho por aquella época y no puedo más que indignarme ente la decadencia del decoro de esa desdichada Tecnociencia,  en la cual nos encontramos subsumidos.

No me extenderé más ya que en nuestra bitácora venimos denunciando este hecho en las categorías que os expongo abajo. Os dejo por supuesto más material. Y mientras tanto, muchos colegas haciendo trampas, como las que os exponemos en otro enlace que podréis visitar, uno entre otros muchos. Como dice un dicho español “que Dios nos pille confesados” con estos “sacerdotes de la ciencia”. Amén.

Juan José Ibáñez

Continúa………

Fraude científico

Curso Básico Sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia

Curso Básico sobre Filosofía de la Tecnociencia

“Designer Science Por qué las revistas de las grandes marcas perjudican la investigación investigación

Anatomía del Fraude Científico

Las mayores beneficiadas por el acceso abierto de los artículos científicos están siendo las revistas de prestigio

Papers de marca

Las mayores beneficiadas por el acceso abierto de los artículos científicos están siendo las revistas de prestigio

En los últimos años muchos países han adoptado leyes que obligan a los investigadores a publicar sus resultados en revistas de acceso abierto, donde cualquier persona pueda acceder a los resultados. En la mayoría de los casos los costes de publicación son asumidos por los propios autores o sus instituciones, que pagan miles de euros a las revistas para que se encarguen de la evaluación de sus artículos y su posterior alojamiento. Esto, unido a la extendidísima práctica de evaluar a los investigadores por su número de artículos publicados y por el lugar en el que los publican, ha derivado en un sistema con muchas deficiencias, en el que los científicos son premiados por producir mucho contenido, aunque sea de poca calidad, y las revistas por publicarlo.

Damian Pattinson y George Currie, dos editores científicos, explican en este post los muchos problemas derivados de este sistema. Uno de ellos es que las revistas científicas más prestigiosas han visto un nicho de mercado en aprovechar su marca para crear submarcas de acceso abierto. Gracias a su prestigio y a la ingente cantidad de ciencia producida a nivel global, esta estrategia les permite facturar millones de dólares, actuando cada vez menos como filtro para la ciencia de menor calidad.

Foto de portada: Nick Youngson.

Investigadores descubren una nueva forma de fraude científico: descubrir «referencias ocultas«

de Lonni Besançon y Guillaume Cabanac, The Conversation

Un investigador que trabaja solo, aparte del mundo y del resto de la comunidad científica en general, es una imagen clásica pero equivocada. En realidad, la investigación se basa en el intercambio continuo dentro de la comunidad científica: primero se entiende el trabajo de los demás y luego se comparten los hallazgos.

Leer y escribir artículos publicados en revistas académicas y presentados en congresos es una parte central de ser investigador. Cuando los investigadores escriben un artículo académico, deben citar el trabajo de sus pares para proporcionar contexto, detallar las fuentes de inspiración y explicar las diferencias en los enfoques y los resultados. Una cita positiva por parte de otros investigadores es una medida clave de visibilidad para el propio trabajo de un investigador.

Pero, ¿qué pasa cuando se manipula este sistema de citas? Un artículo reciente de nuestro equipo de detectives académicos, que incluye científicos de la información, un informático y un matemático, ha revelado un método insidioso para inflar artificialmente los recuentos de citas a través de manipulaciones de metadatos: referencias furtivas.

Manipulación oculta

La gente es cada vez más consciente de las publicaciones científicas y de cómo funcionan, incluidos sus posibles defectos. Solo el año pasado se retractaron más de 10.000 artículos científicos. Los problemas en torno al juego de citas y el daño que causa a la comunidad científica, incluido el daño a su credibilidad, están bien documentados.

Las citas de trabajos científicos se rigen por un sistema de referencias estandarizado: cada referencia menciona explícitamente al menos el título, los nombres de los autores, el año de publicación, el nombre de la revista o conferencia y los números de página de la publicación citada. Estos detalles se almacenan como metadatos, no visibles directamente en el texto del artículo, sino que se asignan a un identificador de objeto digital, o DOI, un identificador único para cada publicación científica.

Las referencias en una publicación científica permiten a los autores justificar las opciones metodológicas o presentar los resultados de estudios anteriores, destacando el carácter iterativo y colaborativo de la ciencia.

Sin embargo, a través de un encuentro fortuito, descubrimos que algunos actores inescrupulosos han agregado referencias adicionales, invisibles en el texto pero presentes en los metadatos de los artículos, cuando los enviaron a bases de datos científicas. ¿El resultado? El número de citas de ciertos investigadores o revistas se ha disparado, a pesar de que estas referencias no fueron citadas por los autores en sus artículos.

Descubrimiento fortuito

La investigación comenzó cuando Guillaume Cabanac, profesor de la Universidad de Toulouse, escribió un post en PubPeer, un sitio web dedicado a la revisión por pares posterior a la publicación, en el que los científicos discuten y analizan las publicaciones. En la publicación, detalló cómo había notado una inconsistencia: un artículo de la revista Hindawi que sospechaba que era fraudulento porque contenía frases incómodas tenía muchas más citas que descargas, lo cual es muy inusual.

La publicación llamó la atención de varios detectives que ahora son los autores del artículo de JASIST. Utilizamos un motor de búsqueda científica para buscar artículos que citaran el artículo inicial. Google Scholar no encontró ninguno, pero Crossref y Dimensions sí encontraron referencias. ¿La diferencia? Es probable que Google Scholar se base principalmente en el texto principal del artículo para extraer las referencias que aparecen en la sección de bibliografía, mientras que Crossref y Dimensions utilizan metadatos proporcionados por los editores.

Un nuevo tipo de fraude

Para comprender el alcance de la manipulación, examinamos tres revistas científicas que fueron publicadas por la Academia de Tecnociencias, la editorial responsable de los artículos que contenían citas cuestionables.

Nuestra investigación constó de tres pasos:

  1. Enumeramos las referencias explícitamente presentes en las versiones HTML o PDF de un artículo.
  2. Comparamos estas listas con los metadatos registrados por Crossref, descubriendo referencias adicionales añadidas en los metadatos pero que no aparecen en los artículos.
  3. Revisamos Dimensions, una plataforma bibliométrica que utiliza Crossref como fuente de metadatos, encontrando más inconsistencias.

En las revistas publicadas por Technoscience Academy, al menos el 9% de las referencias registradas eran «referencias furtivas». Estas referencias adicionales solo estaban en los metadatos, lo que distorsionaba el número de citas y daba a ciertos autores una ventaja injusta. También se perdieron algunas referencias legítimas, lo que significa que no estaban presentes en los metadatos.

Además, al analizar las referencias ocultas, encontramos que beneficiaron mucho a algunos investigadores. Por ejemplo, un solo investigador que estaba asociado con Technoscience Academy se benefició de más de 3.000 citas ilegítimas adicionales. Algunas revistas de la misma editorial se beneficiaron de un par de cientos de citas adicionales ocultas.

Queríamos que nuestros resultados fueran validados externamente, por lo que publicamos nuestro estudio como preimpresión, informamos tanto a Crossref como a Dimensions de nuestros hallazgos y les dimos un enlace a la investigación preimpresa. Dimensions reconoció las citas ilegítimas y confirmó que su base de datos refleja los datos de Crossref. Crossref también confirmó las referencias adicionales en Retraction Watch y destacó que esta era la primera vez que se le notificaba un problema de este tipo en su base de datos. El editor, basándose en la investigación de Crossref, ha tomado medidas para solucionar el problema.

Implicaciones y posibles soluciones

¿Por qué es importante este descubrimiento? El número de citas influye en gran medida en la financiación de la investigación, las promociones académicas y los rankings institucionales. La manipulación de las citas puede llevar a decisiones injustas basadas en datos falsos. Lo más preocupante es que este descubrimiento plantea preguntas sobre la integridad de los sistemas científicos de medición de impacto, una preocupación que ha sido destacada por los investigadores durante años. Estos sistemas pueden ser manipulados para fomentar una competencia malsana entre los investigadores, tentándolos a tomar atajos para publicar más rápido o lograr más citas.

Para combatir esta práctica sugerimos varias medidas:

  • Verificación rigurosa de los metadatos por parte de editores y agencias como Crossref.
  • Auditorías independientes para garantizar la fiabilidad de los datos.
  • Mayor transparencia en la gestión de referencias y citas.

Este estudio es el primero, hasta donde sabemos, en reportar una manipulación de metadatos. También se discute el impacto que esto puede tener en la evaluación de los investigadores. El estudio destaca, una vez más, que la excesiva dependencia de las métricas para evaluar a los investigadores, su trabajo y su impacto puede ser inherentemente defectuosa y errónea.

Es probable que esta dependencia excesiva promueva prácticas de investigación cuestionables, incluida la formulación de hipótesis después de que se conozcan los resultados, o HARKing; dividir un solo conjunto de datos en varios documentos, lo que se conoce como corte de salami; manipulación de datos; y plagio. También obstaculiza la transparencia que es clave para una investigación más sólida y eficiente. Aunque los metadatos problemáticos de las citas y las referencias furtivas ya se han corregido aparentemente, las correcciones pueden haber ocurrido, como suele ocurrir con las correcciones científicas, demasiado tarde.

Las revistas secuestradas siguen siendo una amenaza: esto es lo que los editores pueden hacer al respecto

Proporcionado por The Conversation 

¿Cómo es asistir a una conferencia depredadora?

Nature envió a un reportero a averiguarlo como parte de una investigación sobre eventos fallidos.

 

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