Nota para los más asiduos a esta bitácora: A partir de hoy hasta la última semana de noviembre (2009), estaremos de viaje, por lo que las fechas de los post (que se inscriben cuando el artículo se introduce en la Web) no corresponderán con la del día en que se editen). Se dieron confusiones anteriores y deseamos evitarlas en esta ocasión. Las próximas diez entregas ya han sido incorporadas al sistema. Saludos.

 

Ya hablamos en un post anterior, como el área y el relieve condicionan en gran medida las diversidades de suelos, climas, vegetación, etc., que albergan los sistemas insulares. De este modo, las islas de menores dimensiones son las más pobres de todas, respecto a las variables previamente aludidas. ¿Cuál es la razón, o razones? En este post damos cuenta de las mismas.

 

 

 

Islote en Islandia. Fuente: Música y vino

 

La Ley de Korcák nos recuerda que, en un archipiélago con el suficiente número de islas, el número de estas últimas disminuye, ajustándose a una ley potencial, conforme aumenta su área. Dicho de otro modo, existen muchas de escaso tamaño y muy pocas grandes. Sin embargo, en el post aludido, también demostramos como al aumentar el área lo hace el relieve, por lo que las “islitas e islotes, a penas se elevan sobre el nivel del mar. A menudo, ni tan siquiera poseen redes de drenaje desarrolladas, careciendo pues de modelados fluviales a los que se asocian determinados tipos de suelos o pedotaxa, especialmente los que denominamos intrazonales (Gleysoles, Fluvisoles, etc.). En el cuadro de abajo os mostramos los datos de algunas variables en función del tamaño, en las Islas del Mar Egeo, justo el archipiélago, en donde Korcák llevo a cabo el análisis que dio nombre a su ley, después valorada como universal. Veamos que información edafológica podemos extraer de su análisis.         

 

Edafodiversidad y cobertera de suelos en las Islas del Egeo

Fuente: Ibáñez et al. 2008

Tamaño Islas

Diversidad H’

Riqueza

Equitabilidad

Lep-1

Lep-2

<1km

1,3

7

0,67

0.71

0.75

1-10km

1,38

10

0,60

0.74

0.75

11-100km

1,31

12

0,52

0.74

0.75

101-1000km

1,62

12

0,65

0.63

0.65

>1000 km

1,63

11

0.68

0.53

0,60

 

La información de esta tabla ha sido elaborada a partir de otra publicada con anterioridad y cuya referencia es la siguiente:

 

Ibáñez, J. J., Sánchez-Díaz, J., Rodríguez-Rodríguez, A and Effland, W. R. 2008. Preservation of European Soils: Natural and Cultural Heritage. In: Carmelo Dazi and Edoardo Costantini (Eds.), The Soils of Tomorrow (pp. 37-59). Advances in Geoecology 39,  Catena Verlag, IUSS. 728 pp.

 

 

 

Isla pequeña. Fuente: Buscador Bing de Microsoft

 

Vemos que la riqueza y diversidad de los tipos de suelos o edafotaxa tiende a incrementar con el área de las mismas, como ya habíamos anunciado. Sin embargo, también cabe recordar como el tamaño muestral disminuye, existiendo tan solo una isla que supera los 1000 Km2., por lo que atesora menos edafotaxa de los que cabría esperar de haber existido más de tales dimensiones. Por la misma razón, la gran abundancia de islas pequeñas da lugar a que sus riquezas y edafodiversidades se encuentren sobre valoradas, ya que por término general cada una menos de 1 km2.  no alberga más de dos o tres edafotaxa aumentando su número paulatinamente conforma lo hace el área. Sin embargo, los índices Lept-1 (Leptosolización de tipo 1) y lept-2, (Leptosolización de tipo 2) aportan mucha más información edafológica. Ya os explicamos el significado de tales constructos en el post que dedicamos a explicar estas ex profeso.  Nos referimos al titulado: La Erosión Histórica: Índices de Leptosolización y Paisajes Erosivos. De este modo, Lept-1 puede definirse, como ya mencionamos en esta última contribución: 

 

“(…)calcular el porcentaje de un área determinada ocupada por Leptosoles, Regosoles y afloramientos rocosos (es decir con una casi absoluta ausencia de cobertura edáfica) y dividirla por la cubierta por los restantes tipos de suelos, más evolucionados y profundos”.

 

 

 

Islote en Islandia. Fuente: Música y vino

 

Del mismo modo, Lept-2 equivaldría a Lept-1 añadiendo los edafotaxa que atesoran un epipedión orgánico profundo sobre el parental parental, sin la presencia de otros horizontes, Estos pueden ser úmbricos (pobres en bases), dando lugar a lo que antiguamente se denominaban Rankers, o atesorar carbonatos y nutrientes (mólico), que equivale a clasificar a los suelos como Rendizas de la antigua clasificación de la FAO de los años 70. Pues bien, los datos de la tabla muestran que las islas de menos tamaño poseen suelos someros y muy poco evolucionados, aumentando estos últimos conforme lo hace el área de las mismas. En otras palabras, al aumentar esta última magnitud, la edafosfera de las islas resulta ser más profunda, extensa y evolucionada. En primer lugar, al incrementarse el área, también lo hace la proporción del área cubierta por los suelos zonales. Cuando tales magnitudes son suficientes para dar lugar a la presencia de modelados de erosión fluvial y la existencia de catenas altitudinales, irán apareciendo los suelos intrazonales, y los asociados a diversos tipos de climas (montañosos). Pero de estos temas ya hablamos en el post anunciado al principio de esta contribución. Digamos simplemente que la diversidad de plantas climas y comunidades biológicas sigue la misma pauta que la aquí mostrada para la edafodiversidad.

 

 

 

Isla pequeña. Fuente: Buscador Bing de Microsoft

 

El efecto de las Islas Pequeñas (Small, Effect Islands)

Los ecólogos y biogeografos se percataron hace tiempo que el ajuste a la Ley potencial era un tanto ambiguo para las islas pequeñas, aunque luego resultaba ser incuestionable a partir de que estas unidades insulares alcanzaran mayores dimensiones. En la bibliografía científica, se han propuesto varias explicaciones que, a mi entender, son totalmente fútiles. El problema reside en la estructura muestral. Al existir tantas islitas e islotes de escasas dimensiones, la población es enorme, al menos en comparación con las de mayor tamaño. Por tanto, podemos alegar que se trata de un efecto de la estructura de la muestra (o de la propia población), es decir la inherente a la Ley de Korcák. Resumiendo, no hay que darle más vueltas al asunto. Eso sí también ocurre que algunas de estas “pequeñajas” son de hecho parte de unidades mayores, separadas por brazos de agua, de escasas dimensiones y profundidad, que desaparecen al bajar el nivel del mar unos pocos metros, conectándose entonces con las segundas. Así pues, podrían considerarse submuestras de otras de mayores dimensiones, que atesoran mayor diversidad de materiales parentales, suelos etc. Tal hecho, puede demostrase acudiendo a la información que proporcionan los mapas del relieve submarino. Muchas veces, nos complicamos la vida, cuando la solución del enigma resulta ser extremadamente simple.

 

 

Isla pequeña. Fuente: Buscador Bing de Microsoft

 

Las fotografías que ilustran el texto dan cuenta de diversas islas de muy reducidas dimensiones, con vistas a mostraros que por tal razón sus paisajes de suelos son extremadamente pobres. Tener en cuenta, además, que el oleaje y los vientos que las acechan son intensos, por lo que también la erosión que sufren (costera y eólica), colaborando a que sus paisajes de suelos pudieran madurar de alguna forma.

 

 

 

Islas de Croacia: Fuente: Way faring travel guide

 

Vemos pues que la maduración de ensamblajes de suelos y vegetación de alta diversidad demandan una mínima “área elemental” para poder desarrollarse. La cuestión estriba en averiguar cuanta, si es una propiedad más o menos constante, o varia en función de otros atributos de la isla, aspecto que aun no ha sido abordado por los investigadores.      

 

Juan José Ibáñez

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