necrobioma 

Fuente: Google imágenes

¡Qué bárbaro!. La ciencia de las ocurrencias: fenómeno emergente desde el advenimiento de las tecnociencias. El termino bioma era claro, conciso y usado ampliamente en la literatura científica. Sin embargo, a alguien se le “escurrió” acuñar el palabro microbioma y, así comenzó la conjura de los necios, creciendo el número de vocablos que finalizaban así…. Ya os hablamos de este asunto en nuestro post: “La Acrónimofilia o Como Hacerse Famoso en Ciencia sin Despeinarse”. Por poner otro ejemplo, también va poniéndose de moda el vocablo viroma. Y hoy por culpa del cerebro de “un  nuevo “iluminati” sufrimos el advenimiento del “Necrobioma”. Bien podría yo acuñar otro tan estúpido como el de bio-bioma, por cuanto los seres vivos… En fin me callo, ya que el biobio, tiene una clara acepción geográfica como bien saben en Chile. La nota de prensa que os ofrecemos hoy ha sido redactada por el mismo joven que acuñó el que da título a este post. Veamos que nos dicen en la enciclopedia libre: Necrobioma es  “la comunidad de organismos asociados con un cadáver en descomposición, según lo descrito en 2013 por Benbow et al.” Desde luego este joven no se si será talentoso, pero “no tiene abuela”, como decimos en España. Y por si quedara duda leer lo que comenta en la nota de prensa.  Para más inri: el título de la noticia en español resulta ser: “El mundo necesita muerte y destrucción”. Ni que él fuera el líder de los cuatro jinetes de la apocalipsis. Parece estar liándola y debe haber sido el el que ha soltado el coronavirus Covid-19 para dar fuerza a suss asertos. Habrá que perdonarle porque es un microbiólogo forense, y como todo el mundo ama su profesión (….), muchos terminan obsesionados. 

Todo ser vivo muere y sus restos vía la cadena trófica, pasan a ser ingredientes de nueva vida.  Hablamos de la cadena trófica o de la cadena alimentaria, en donde, le guste a nuestro joven o no, están los descomponedores. Según el precursor del vocablo se trata de “unir diferentes aspectos de la teoría ecológica y también promover la importancia de la muerte en los ecosistemas”. ¡Amén!. ¡Requiescat in pace! ¡Ora pro nobis! Esto es ser audaz en la lucha contra la superpoblación. ¿No estará preparando la tecnociencia para algo que prefiero no pensar?.  Creí que podía tratarse de algún tema interesante, ya que nosotros mismos tenemos en la bitácora multitud de post incluidos en la galería: «Biomasa y Necromasa en los Suelos”. Empero no, ¡nada nuevo bajo el sol, ni bajo el suelo!. Otro nuevo ejemplo de aquellos que quieren hacerse famosos con ocurrencias insustanciales.  Obviamente he entrado en su Recheargate y en varios de sus trabajos aparecen los suelos. 

Los suelos son el lugar en donde se produce principalmente el proceso de descomposición de la materia orgánica, es decir la necromasa, aunque por supuesto no el único en los ecosistemas terrestres Ahora bien, nos referimos a la sucesión ecológica de comunidades de descomponedores que desempeñan tal esencial misión. Se trata de un tema sobre el que comencé a leer hace ya más de 40 años y, posiblemente, con anterioridad. Dicho de otro modo, no propone nada nuevo, sino decimonónico. Eso si, no puedo negar que posiblemente comience a utilizarse en ciencias del suelo. Ya se sabe: ¡que todo cambie para que todo siga igual!. 

Os dejo ya con el notición del día y en las modestas palabras del autor.

Juan José Ibáñez

Continua……

The world needs death and decomposition
by Staff Writers; East Lansing MI (SPX) Sep 18, 2018

What if roadkill piled beside the road and never decomposed? What if massive fish kills washed up on beaches and remained for eternity?

First off, it would be disgusting. Second, the Earth might run out of the key elements these organisms contain.

Thanks to a new study by Michigan State University, scientists now have a better way to investigate decomposing plants’ and animals’ contributions to the ecosystem.

This necrobiome, the collective organisms both big and small that helps plants and animals decay, was first defined in 2013 by Eric Benbow, MSU forensic entomologist and microbial ecologist, who led the study. Together with his collaborators, they established a baseline of organisms that play key roles in carrion decomposition.

The paper, published in the current issue of the journal Ecological Monographs, establishes the necrobiome encyclopedia to bridge different aspects of ecological theory and also promote the importance of death in ecosystems. The research also effectively establishes the same framework to examine decaying plant and animal communities while acknowledging their key differences and mechanisms.

El mundo necesita muerte y descomposición.

por los escritores del personal; East Lansing MI (SPX) 18 de septiembre de 2018

¿Y si el roadkill se amontonara al lado de la carretera y nunca se descompusiera? ¿Qué pasaría si matasen peces masivos en las playas y permanecieran por toda la eternidad?

En primer lugar, sería desagradable. Segundo, la Tierra podría quedarse sin los elementos clave que contienen estos organismos.

Gracias a un nuevo estudio realizado por la Universidad del Estado de Michigan, los científicos ahora tienen una mejor manera de investigar las contribuciones de las plantas y los animales en descomposición al ecosistema.

Este necrobioma, los organismos colectivos grandes y pequeños que ayudan a las plantas y animales a descomponerse, fue definido por primera vez en 2013 por Eric Benbow, entomólogo forense de MSU y ecólogo microbiano, quien dirigió el estudio. Junto con sus colaboradores, establecieron una línea de base de organismos que juegan un papel clave en la descomposición de carroña.

El artículo, publicado en la edición actual de la revista Ecological Monographs, establece la enciclopedia necrobioma para unir diferentes aspectos de la teoría ecológica y también promover la importancia de la muerte en los ecosistemas. La investigación también establece efectivamente el mismo marco para examinar las comunidades de plantas y animales en descomposición al tiempo que reconoce sus diferencias y mecanismos clave.

This detailed study covers the spectrum of decomposition processes, from decaying seaweed to a catastrophe, such as an entire animal herd dying en masse, Benbow said.

«Decomposer communities are critical, yet there’s no standard framework to conceptualize their complex and dynamic interactions across both plant and animal necromass, which limits our comprehensive understanding of decomposition,» he said.

«Our findings also have implications for defining and testing paradigms related to nutrient recycling, gene flow, population dynamics and other ecosystem processes at the frontier of ecological research.»

Discovering how decomposition communities interact with each other and how they drive nutrient and carbon cycling could lead to fundamental shifts in ecosystem science, Benbow added.

A recent New York Times article featured an area’s transformation when lightning killed 300 reindeer in Norway. The carcasses drew carnivores, birds, maggots and microbes. Jen Pechal, MSU forensic entomologist and microbial ecologist, who was quoted in the article, called the Norwegian site a hyperlocal «decomposition island,» which created massive diversity in a short span of time.

One change in the area resulted in greater plant diversity. Birds feasting on the carrion dropped feces filled with crowberry seeds. The reindeer remains created the perfect soil for crowberry seedlings – an important food source for many animals in the region – to flourish.

Este estudio detallado cubre el espectro de procesos de descomposición, desde algas en descomposición hasta una catástrofe, como una manada de animales que muere en masa, dijo Benbow.

«Las comunidades de descomposición son críticas, sin embargo, no existe un marco estándar para conceptualizar sus interacciones complejas y dinámicas a través de la necromasa de plantas y animales, lo que limita nuestra comprensión integral de la descomposición», dijo.

«Nuestros hallazgos también tienen implicaciones para definir y probar paradigmas relacionados con el reciclaje de nutrientes, el flujo de genes, la dinámica de la población y otros procesos de los ecosistemas en la frontera de la investigación ecológica«.

El descubrimiento de cómo las comunidades de descomposición interactúan entre sí y cómo impulsan los ciclos de nutrientes y carbono podría conducir a cambios fundamentales en la ciencia del ecosistema, agregó Benbow.

Un artículo reciente del New York Times mostró la transformación de un área cuando un rayo mató a 300 renos en Noruega. Los cadáveres dibujaban carnívoros, aves, gusanos y microbios. Jen Pechal, entomólogo forense y ecólogo microbiano de MSU, quien fue citado en el artículo, calificó al sitio noruego de una «isla de descomposición» hiperlocal, que creó una diversidad masiva en un corto período de tiempo.

Un cambio en el área resultó en una mayor diversidad de plantas. Las aves que se alimentaban de la carroña arrojaban heces llenas de semillas de crowberry. Los restos de renos crearon el suelo perfecto para que prosperen las plántulas Crowberry, una importante fuente de alimento para muchos animales de la región.

Promoting the necrobiome lexicon in the scientific community also can open the door for new areas of research. Take, for example, the two seemingly unrelated concepts of distilling liquor and food security. Distilleries generate mash as a waste product. Rather than seeing a waste byproduct that needs to be disposed, entrepreneurs could view the mash through a lens of new product development.

There are insects that thrive on decaying mash, consuming and converting it, and then they can be dried and transformed into animal feed. Or, in many countries outside the U.S., the insects themselves could be processed for human consumption.

«Our research and this study establish a common language and conceptual tools that can lead to new product discovery,» Benbow said. «We’re eliminating organic matter and turning it into a value-added product that can add to the world-food cycle. Understanding the species and the mechanisms, which are essentially recycled, can contribute to establishing food security.»

Pechal contributed to this study. Scientists from Australian National University, USDA, University of Georgia, University of Idaho, Texas A and M University and Mississippi State University contributed to this research.

Promover el léxico necrobioma en la comunidad científica también puede abrir las puertas a nuevas áreas de investigación. Tomemos, por ejemplo, los dos conceptos aparentemente no relacionados de destilación de licor y seguridad alimentaria. Las destilerías generan puré como producto de desecho. En lugar de ver un subproducto de desperdicio que debe eliminarse, los empresarios pueden ver la mezcla a través de una lente de desarrollo de nuevos productos.

Hay insectos que prosperan en la masa en descomposición, que la consumen y la convierten, y luego se pueden secar y transformar en alimento para animales. O, en muchos países fuera de los EE. UU., Los propios insectos podrían procesarse para el consumo humano.

«Nuestra investigación y este estudio establecen un lenguaje común y herramientas conceptuales que pueden conducir al descubrimiento de nuevos productos», dijo Benbow. «Estamos eliminando la materia orgánica y convirtiéndola en un producto de valor agregado que puede agregarse al ciclo mundial de los alimentos. Comprender la especie y los mecanismos, que son esencialmente reciclados, puede contribuir al establecimiento de la seguridad alimentaria«.

Trabajo Original en Inglés en acceso abierto

The dynamic necrobiome: The interacting web of organisms associated with animal death and decomposition

Results/Conclusions

Overall, invertebrate and microbial taxon richness increased, while taxa turnover rates deceased over decomposition in the Midwest location, while there were clear patterns of cross-domain interactions that were strongest midway through decomposition. In Australia, there was significant contrasting temporal dynamics in beetles, ants, and mites, with plants also showing different (re)colonisation rates.

 Keywords (3): necrobiome; postmortem microbiome; necrophagous invertebrates; scavengers; turnover rates; biodiversity; carrion; carcass

Resultados / Conclusiones

En general, la riqueza de invertebrados y de taxones microbianos aumentó, mientras que las tasas de rotación de los taxones disminuyeron debido a la descomposición en la ubicación del Medio Oeste, mientras que hubo patrones claros de interacciones de dominios cruzados que fueron más fuertes en la mitad de la descomposición. En Australia, hubo una significativa dinámica temporal contrastante en escarabajos, hormigas y ácaros, y las plantas también mostraron diferentes tasas de (re) colonización.

 Palabras clave (3): necrobioma; microbioma postmortem; invertebrados necrófagos; carroñeros las tasas de rotación; biodiversidad; carroña; cuerpo.

Necrobioma Wikipedia según el mismo autor

The necrobiome is the community of organisms associated with a decaying corpse as described in 2013 by Benbow et al.[1][2] The term is often confused to be focused on only on the microbial component of the entire community of species that interact with a carcass, such as the insects and vertebrate scavengers. The process of decomposition is complex, and aside from microorganisms such as bacteria, other organisms help to decompose the cadaver including fungi, nematodes, and insects[3] as well as larger scavenger animals. The process of decomposition is fundamental to the cycle of life.[4]

As death ensues, the microbial ecosystem that lived off the living organism collapses and, nourished by the decomposition, a new and changing microbial ecosystem establishes itself. It has been noted that there is first a shift from aerobic to anaerobic bacteria leading to putrefaction and bloating.[4] A shift back to aerobic bacteria occurs in the abdominal cavity when it gets opened.[5] Bacteria come from the body as well as the environment.[6] It has been difficult to study the necrobiome as the vast majority of its bacteria do not grow well in the laboratory environment.[7] Our understanding of naturally occurring necrobiomes is further complicated by the fact that different portions of a corpse may be in different stages of decomposition.[7] However, the ability to apply advanced sequencing has helped researchers to investigate and monitor the necrobiome.[5]

The composition of the necrobiome appears to change in a predictable way representing “a microbial clock” [5]—apparently regardless of season, species, or soil type.[3] The speed of the decomposition is, however, temperature dependent.[4]

It has been suggested that the predictability of the sequence of changes of the necrobiome may be useful in forensics to help determine the time of death.[2][5]

El necrobioma es la comunidad de organismos asociados con un cadáver en descomposición según lo descrito en 2013 por Benbow et al. [1] [2] A menudo se confunde el término para centrarse solo en el componente microbiano de toda la comunidad de especies que interactúan con una canal, como los insectos y los secuestradores de vertebrados. El proceso de descomposición es complejo y, aparte de los microorganismos como las bacterias, otros organismos ayudan a descomponer el cadáver, incluidos los hongos, nematodos e insectos [3], así como los animales carroñeros más grandes. El proceso de descomposición es fundamental para el ciclo de la vida. [4]

A medida que sobreviene la muerte, el ecosistema microbiano que vivió del organismo vivo colapsa y, alimentado por la descomposición, se establece un ecosistema microbiano nuevo y cambiante. Se ha observado que primero se produce un cambio de aerobio a bacterias anaeróbicas que llevan a la putrefacción y la hinchazón. [4] Un cambio de vuelta a las bacterias aeróbicas ocurre en la cavidad abdominal cuando se abre. [5] Las bacterias provienen del cuerpo y del medio ambiente. [6] Ha sido difícil estudiar el necrobioma ya que la gran mayoría de sus bacterias no crecen bien en el entorno del laboratorio. [7] Nuestra comprensión de los necrobiomas naturales se complica aún más por el hecho de que diferentes porciones de un cadáver pueden estar en diferentes etapas de descomposición. [7] Sin embargo, la capacidad de aplicar secuencias avanzadas ha ayudado a los investigadores a investigar y monitorear el necrobioma. [5]

La composición del necrobioma parece cambiar de una manera predecible que representa «un reloj microbiano» [5], aparentemente sin importar la estación, la especie o el tipo de suelo. [3] Sin embargo, la velocidad de la descomposición depende de la temperatura. [4]

Se ha sugerido que la previsibilidad de la secuencia de cambios del necrobioma puede ser útil en el análisis forense para ayudar a determinar el momento de la muerte. [2] [5]

Compartir:

Deja un comentario