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Sistema Intensivo del Cultivo de arroz o SRI. Fuente: Colaje Imágenes Google

Hoy os informamos de otra noticia que da cuenta cómo se las gastan las multinacionales, en este caso del agronegocio, con los productores (y consumidores, por supuesto). Tanto unos como otros somos víctimas de la dictadura financiera y sus secuaces, que mienten como bellacos. Y como comienza a ser norma en la mayoría de los países, nuestros gobiernos nos dejan desamparados, cuando no ponen la mano aceptando la corrupción de estas empresas del agrocidio, por llamarlas algo. Ellas se llevan las guanacias no sembrando más que vegetales trangénicos, pobreza, enfermedad, así como degradación ambiental. No insistiré, no deseo repertirme, ya que he redactado centenares de post sobre el tema, como los archivados en estas categorías de la bitácora, aunque también en otras: “Fertilidad de Suelos y Nutrición vegetal”, “Etnoedafología y conocimiento campesino” y “Fraude y Mala praxis científica”. Pues bien, en muchos lares del globo, el campesinado arto de tanta esclavitud ha decidido buscar otras alternativas que alivien esas gravísimas penurias.   Por ejemplo, en diciembre de 2019 recibí la noticia que os proporciono hoy en inglés y traducida al español-castellano. En ella se constata el paso dado por muchos agricultores de arroz de aquel país (Tailandia), que ante tanto desmán han adoptado el “Sistema Intensivo del Cultivo de arroz o SRI”, mucho más amigable con el medio ambiente, sin o con escasos agroquímicos, y escasamente despilfarrador de recursos hídricos, sustentable, saludable (tanto en lo que concierne a los agricultoras y productores) y liberador. Del mismo modo, la nota de prensa constata que (i) otros muchos países se encuentran en situaciones similares adoptando las mismas medidas y (ii) como se las gastan estos amantes del “dinero para mí, y el veneno para los demás”.

Y la técnica la desarrolló un clérigo, que no un científico. Ósea que mientras muchos colegas colaboran con la nauseabunda y filibustera tecnociencia, hombres y mujeres de buen corazón hacen parte del trabajo que deberíamos estar abordando “todos” nosotros. ¡Materia de reflexión, que no de confesión”.  No he leído lo suficiente como para aseverar a “ciencia cierta” si el “Sistema Intensivo del Cultivo de arroz o SRI”, puede considerarse ecológico. Sin embargo, lo que no da lugar a dudas deviene en que es, “como mínimo” palmariamente menos dañino que los agro-negociantes manipuladores sostenidos para la cacareada dictadura financiera. ¡Este es el camino!. Ojalá los gobiernos de todo el mundo realizaran el trabajo que les corresponden, y así no debiéramos esperar interminables años o décadas a que se tomen las medidas oportunas para el bien de la biosfera y la humanidad. Abajo os dejo también información sobre este sistema de cultivo de arroz es decir el SRI”.

Juan José Ibáñez

Continua…..

Thai rice farmers shun ‘big agribusiness’ and fight climate change
By Sophie DEVILLER and Anusak KONGLANG
Mae Rim, Thailand (AFP) Dec 12, 2019

Battling drought, debt and ailments blamed on pesticides, rice farmers in northern Thailand have turned to eco-friendly growing methods despite powerful agribusiness interests in a country that is one of the top exporters of the grain in the world.

Walking through a sea of green waist-high stalks, farmer Sunnan Somjak said his fields were «exhausted» by chemicals, his family regularly felt ill, and his profits were too low to make ends meet.

But that changed when he joined a pilot agricultural project for the SRI method, which aims to boost yields while shunning pesticides and using less water.

«Chemicals can destroy everything,» the 58-year-old said, adding that the harvest in his village in Chiang Mai province has jumped 40 percent since employing the new method.

There have been health benefits too.

«It’s definitely better, we don’t get sick any more,» he added.

SRI was invented in the 1980s in Madagascar by a French Jesuit priest, and the technique has spread globally.

Los productores de arroz tailandeses evitan el ‘gran agronegocio’ y luchan contra el cambio climático

Por Sophie DEVILLER y Anusak KONGLANG; Mae Rim, Tailandia (AFP) 12 de diciembre de 2019

Combatiendo la sequía, la deuda y las dolencias atribuidas a los pesticidas, los productores de arroz en el norte de Tailandia han recurrido a métodos de cultivo ecológicos a pesar de los poderosos intereses de los agronegocios en un país que es uno de los principales exportadores de granos del mundo.

Caminando a través de un mar de tallos verdes hasta la cintura, el agricultor Sunnan Somjak dijo que sus campos estaban «agotados» por los productos químicos, que su familia se sentía enferma regularmente y que sus ganancias eran demasiado bajas para llegar a fin de mes.

Pero eso cambió cuando se unió a un proyecto agrícola piloto para el método SRI, que tiene como objetivo aumentar los rendimientos mientras se evitan los pesticidas y se usa menos agua.

«Los productos químicos pueden destruir todo«, dijo el hombre de 58 años, y agregó que la cosecha en su aldea en la provincia de Chiang Mai ha aumentado un 40 por ciento desde que empleó el nuevo método.

También ha habido beneficios para la salud. «Definitivamente es mejor, ya no nos enfermamos», agregó.

El SRI fue inventado en la década de 1980 en Madagascar por un sacerdote jesuita francés, y la técnica se ha extendido a nivel mundial.

It works by planting crops wider apart — thus drawing in more nutrients and light — and limiting the amount of water that gets into fields, which helps micro-organisms flourish to act as natural fertilisers.

In a plus for debt-laden farmers, it also uses fewer seeds, and they are encouraged to use plants and ginger roots that naturally deter insects rather than chemical alternatives — meaning fewer expenses.

Traditional Thai rice farmers earn around 3,000 baht a month ($100) but Sunnan was able to increase his income by 20 percent after adopting the SRI method.

«I’ve finally got rid of my debts,» he told AFP.

– Vicious cycle –

Rice is a staple in the diet of around three billion people globally.

But agricultural workers are locked in a vicious cycle: beset by drought and floods brought on by climate change, the farmers contribute to the disruption as their fields release methane and nitrous oxide, two greenhouse gases.

With SRI, paddy fields are not permanently flooded, which reduces methane emissions by 60 percent, according to Tristan Lecomte, founder of Pur Projet, a French company supporting the technique.

The project also helped Sunnan plant trees around his crops to reinforce the water table.

According to Lecomte, rice yields can jump from 20 percent to more than 100 compared to the traditional method.

Southeast Asia, where agriculture supports millions, is slowly embracing SRI.

Funciona plantando cultivos más separados, atrayendo así más nutrientes y luz, y limitando la cantidad de agua que ingresa a los campos, lo que ayuda a los microorganismos a florecer para actuar como fertilizantes naturales.

En una ventaja para los agricultores endeudados, también usa menos semillas, y se les alienta a usar plantas y raíces de jengibre que naturalmente disuaden a los insectos en lugar de alternativas químicas, lo que significa menos gastos.

Los productores tradicionales de arroz tailandés ganan alrededor de 3.000 baht al mes ($ 100), pero Sunnan pudo aumentar sus ingresos en un 20 por ciento después de adoptar el método SRI.

«Finalmente me libré de mis deudas», dijo a la AFP.

– Circulo vicioso –

El arroz es un alimento básico en la dieta de alrededor de tres mil millones de personas en todo el mundo.

Pero los trabajadores agrícolas están atrapados en un círculo vicioso: acosados por la sequía y las inundaciones provocadas por el cambio climático, los agricultores contribuyen a la interrupción a medida que sus campos liberan metano y óxido nitroso, dos gases de efecto invernadero.

Con SRI, los arrozales no se inundan permanentemente, lo que reduce las emisiones de metano en un 60 por ciento, según Tristan Lecomte, fundador de Pur Projet, una compañía francesa que apoya la técnica.

El proyecto también ayudó a Sunnan a plantar árboles alrededor de sus cultivos para reforzar la capa freática.

Según Lecomte, los rendimientos de arroz pueden saltar del 20 por ciento a más de 100 en comparación con el método tradicional.

El sudeste asiático, donde la agricultura apoya a millones, está adoptando lentamente el SRI.

The US-based Cornell University created a centre specialising in the technique in 2010 and more than two million farmers in the region — especially from Thailand, Vietnam, Cambodia and Laos — have been trained.

In Bac Giang province in northern Vietnam, net profits for farmers were as much as 226 percent higher after adopting the SRI method than when using traditional ones, according to Abha Mishra, who led a large project on behalf of the Asian Institute of Technology.

The Philippines, which grows rice but is also one of the world’s leading importers, is also interested in this method and the Ministry of Agriculture has started training farmers.

– Harder but healthier –

The method is also used in parts of India, China, and Africa.

But, while there is support from NGOs, as well as some scientists and authorities, it still has a long way to go before widespread adoption.

It faces resistance domestically from agribusiness as there is no new hybrid seed or fertilizer to sell.

Industry lobbies are very active in Southeast Asia, particularly in Thailand, one of the largest users of pesticides in the world.

And they recently won a big battle over chemical use in agriculture.

Thai authorities, who had committed to ban controversial glyphosate, backtracked at the end of November, deciding that «limited» use would eventually be allowed. The use of two other herbicides has also been extended.

Lecomte says the other challenge potentially impacting the rate of adoption is the SRI method is quite complex to learn and it is labour intensive.

«You have to plant one by one and closely control the amount water,» he explained, adding that the extra manual effort required means some farmers don’t want to try the method, and others give up early on.

Sunnan admits that his workload is heavier but the financial and health benefits make it worth it in the end.

He added: «It is safe for our body, and the environment.»

La Universidad de Cornell, con sede en Estados Unidos, creó un centro especializado en la técnica en 2010 y más de dos millones de agricultores en la región, especialmente de Tailandia, Vietnam, Camboya y Laos, han recibido capacitación.

En la provincia de Bac Giang, en el norte de Vietnam, las ganancias netas para los agricultores fueron hasta un 226 por ciento más altas después de adoptar el método SRI que cuando se usaban los métodos tradicionales, según Abha Mishra, quien dirigió un gran proyecto en nombre del Instituto Asiático de Tecnología.

Filipinas, que cultiva arroz pero también es uno de los principales importadores del mundo, también se encuentra interesado en este método y el Ministerio de Agricultura ha comenzado a capacitar a los agricultores.

– Más duro pero más saludable –

El método también se usa en partes de India, China y África.

Pero, si bien hay apoyo de las ONG, así como de algunos científicos y autoridades, aún queda un largo camino por recorrer antes de la adopción generalizada.

Se enfrenta a la resistencia interna de los agronegocios, ya que no hay nuevas semillas híbridas o fertilizantes para vender.

Los grupos de presión de la industria son muy activos en el sudeste asiático, particularmente en Tailandia, uno de los mayores usuarios de pesticidas del mundo.

Y recientemente ganaron una gran batalla por el uso de químicos en la agricultura.

Las autoridades tailandesas, que se habían comprometido a prohibir el controvertido glifosato, retrocedieron a fines de noviembre y decidieron que eventualmente se permitiría el uso «limitado». El uso de otros dos herbicidas también se ha extendido.

Lecomte dice que el otro desafío que puede afectar la tasa de adopción es que el método SRI es bastante complejo de aprender y requiere mucha mano de obra.

«Hay que plantar uno por uno y controlar de cerca la cantidad de agua», explicó, y agregó que el esfuerzo manual adicional requerido significa que algunos agricultores no quieren probar el método, y otros se dan por vencidos desde el principio.

Sunnan admite que su carga de trabajo es más pesada, pero los beneficios financieros y de salud hacen que valga la pena al final.

Añadió: «Es seguro para nuestro cuerpo y el medio ambiente«.

 

EchoCommunity SICA, El Sistema Intensificado de Cultivo de Arroz

SICA, El Sistema Intensificado de Cultivo de Arroz

Escritor: Compilación de artículos de Notas de Desarrollo de ECHO (Número 70 [Berkelaar 2001], 102 [Haden 2009] y 120 [Berkelaar 2013]) y Notas de ECHO Asia (Número 2 [Burnette 2009] y 21 [Thansrithong; Uprety 2014])

Publicado: 21/9/2015

de: Notas Técnicas de ECHO (TN) | TN #82 SICA, El Sistema Intensificado de Cultivo de Arroz: Menos Puede Ser Más

 El Sistema Intensificado de Cultivo de Arroz (SICA) es un método de cultivar el arroz que produce las cosechas bastante más fructíferas con la siembra de muchas menos plantas de semillero y el uso de menos aportes que cualquier método tradicional (p.ej., la inundación) o más “moderno” (usar el fertilizante o agroquímicos). Este enfoque involucra usar varias prácticas para administrar las plantas, el suelo, el agua, y los nutrientes. SICA ha tenido éxito por estar usado en varios países y ha sido promovido extensivamente por el Dr. Norman Uphoff con la Universidad de Cornell.

¿Qué es SICA?

SICA involucra el uso de una combinación de las prácticas de administración que optimizan las condiciones para crecer las plantas de arroz, particularmente en la zona de las raíces. Fue desarrollado en Madagascar temprano en los 1980 por el Padre Henri de Laulaníe, un padre jesuita quien pasó más de 30 años trabajando con los agricultores en ese país. En 1990, la Asociación de Tefy Saina (ATS) se fundó como una ONG malgacha para promover SICA. Cuatro años después, el Instituto Internacional para la Agricultura, la Alimentación, y el Desarrollo (CIIFAD) [Cornell International Institute for Food, Agriculture, and Development] empezó colaborando con Tefy Saina para introducir el SICA alrededor del Parque Nacional Ranomafana en el este de Madagascar, respaldado por la agencia estadounidense para el desarrollo internacional. Desde entonces, ha sido probado en China, India, Indonesia, las Filipinas, Sri Lanka, y Bangladesh con resultados positivos.

Los resultados con los métodos de SICA son sorprendentes (ver Tabla 1 y pensamientos de Ryan Haden, ver «¿Se puede llegar a un acuerdo sobre los beneficios de SICA?», para perspectiva adicional sobre rendimientos). En Madagascar, en algunos de los suelos más pobres encontrados y donde las cosechas de 2 t/ha eran normales, los agricultores que usaban SICA ahora producen un promedio de más que 8 t/ha, con algunos produciendo 10–15 t/ha. Algunos de ellos aun han producido más que 20 t/ha. En otras partes del país, durante un periodo de cinco años, cientos de agricultores producían un promedio de 8–9 t/ha.……. Con la mayoría, si no todas, de las variedades cultivadas usando SICA, los rendimientos del arroz han sido por lo menos doblados. Un agricultor no necesita aportes externos para sacar provecho. Los métodos deben funcionar con cualquier semilla usada. Sin embargo, se necesita tener una mente abierta sobre los métodos nuevos y una disposición a experimentar. Con SICA, las plantas están tratadas como los organismos vivos que son, en vez de como unas máquinas para manipular. El potencial de rendimiento de las plantas arroceras se maximiza al proveer las condiciones óptimas de crecimiento.

Al principio, las prácticas de SICA parecen algo contrario a la intuición; retan a las suposiciones y las prácticas que han estado fijadas durante cientos, aun miles de años. La mayoría de los agricultores de arroz siembran plantas de semillero bien maduras (20–30 días de edad) en matas bastante cercas una a la otra con el agua empozada en el campo durante tanto tiempo de la temporada posible. ¿Por qué? Estas prácticas parecen reducir el riesgo de la pérdida de cosecha. Parece lógico que las plantas más maduras sobrevivirían mejor; que sembrar en matas aseguraría que algunas de las plantas sobrevivan; que sembrar más plantas de semillero resultaría en más rendimiento; y que sembrar en el agua empozada significaría que las plantas nunca falten del agua y el hierbajo nunca tenga la oportunidad de crecer……….

Cultivo de Arroz Sistema Intensificado SICA-SRI en … – SRI-Rice

Sistema de Intensificatión del Cultivo del Arroz (SRI)

Cultivo de Arroz Sistema Intensificado SICA-SRI en … – SRI-Rice

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